Partida Rol por web

En determinado momento el demonio la había cogido y ella intentó liberarse perdiendo el control de las llamas. Sin embargo este pareció desechar la idea de doblegarla y Aluka aprovechó el instante de distracción en pos de coger la katana y cargar a atacarlo.
—¡Malnacido! ¡Tú también eres un demonio! —gritó fúrica.
Deteniéndose a metro y medio lanzó el ataque pretendiendo cortarlo, pues si podía inmovilizarla, tenía la piel dura en ese instante.

Algo te llevó, te alejó de ti y tus amigos en silencio, cubriéndote de un manto de oscuridad y llevándote a una misteriosa sala. Justo debajo de tus pies, podías escuchar una discusión, una pelea o un combate…no estabas muy seguro, pero algo iluminaba con una tenue luz esa extraña habitación. Una enorme vela rúnica, la cual ardía con una extraña llama negra.

  La susodicha incluso parecía emitir un leve latido, como si fuera el de un corazón…aquel objeto era importante y algo te decía que era demoniaco.

Por unos segundos, no comprendia nada de lo que sucedia a mi alrededor. Nuevamente, estaba totalmente envuelto en sombras y oscuridad. ¿Por que me pasa esto a mi? No lo comprendo, no lo entiendo, pero, es mejor que busque una salida. Claro, es de mas, no hay nada, ni siquiera puedo ver mis manos, hasta que observe una luz a lo lejos... Y como si fuera una polilla, me sentia atraido hacia ella. Escucho algo debajo de mi persona, pero no puedo distinguir que es lo que sucede, ¿Seran aquellos dos? Hmpf. 

Me acercaba mas y mas, y al llegar cerca de ella, esa hermosa vela negra latia como si fuera mi propio corazon, o al menos, asi lo sentia. Extiendo mi mano, por alguna extraña razon, esa vela me hace desearla, deseo obtener esa vela, la necesito por alguna extraña razon, asi como siento algo oscuro tambien dentro de mi persona que me hace sentir extrañamente... Bien. Al llegar enfrente de ella, cierro mi mano. Ahora es mia. 

Cuando agarraste aquella vela, sentiste una sacudida en el subsuelo, como si hubieras provocado algo.-^{_{¡Dejad esa maldita vela!.}}-Gritó con voz tenebrosa un oscuro ser…¿era la vela que tu tenías?...¿y si la apagabas?   

Al agarrar la vela y sentir aquella respuesta por parte del subsuelo, me da la seguridad de que esta cosa esta ligada a lo que sea que esta haciendo problemas abajo, y a mi no me agradan mucho los problemas, de hecho, me repugnan, y me repugna mas la idea de que ese parasito me haya hablado y no solo eso, me ha dado una orden. Esta oscuridad se siente bien, y no es la primera vez que me siento de esta manera aun cuando inconscientemente intento controlarme, pero sus palabras me dejaron atonito, mientras le respondia con una voz fria y hostil. — No me des ordenes, basura inmunda. — Y apago la vela que me esta dando tantos problemas internos.

El nigromante vio todo lo que sucedía en su presencia con cierta preocupación. Por un lado, el demonio se había abalanzado sobre Zehan con la intención de ahorcarle, y éste había intentado defenderse con sus llamas las cuales no tuvieron el efecto que éste hubiera deseado. Todo parecía decir que las cosas no harían más que complicarse si alguien no intervenía pronto. Por su parte, Ainzel no podía hacer nada al respecto ya que sus poderes de veían ignorados debido a la afinidad por la oscuridad de la criatura. Todo parecía poner la victoria del lado del demonio enemigo y el joven comenzaba a considerar la idea de una retirada estratégica mientras sus compañeros mantenían ocupado al demonio.

- Mm... ¿algo que pueda hacer? - Preguntó con cierta duda mientras daba un paso hacia atrás, preparándose para huir ante la menor señal de peligro. Si pudiera hacerle daño, sería una cosa, pero con su magia era totalmente incapaz de hacer algo al respecto. La demonesa en cambio parecía que tampoco sería de mucha utilidad por lo que, a menos que apareciera el caballero de la luz, las cosas no harían más que sumergirse aún más en el abismo del fracaso y Ainzel no quería estar allí cuando eso sucediera. La idea de estar encadenado por el resto de su vida no era algo que fuera de su agrado.

El ataque sofocante del demonio de sombras era algo que no podía dejar pasar. Mis llamas no parecían afectarlo pero era porque no ardían lo suficiente.

Cerré los ojos y me concentré en mi irá? Tal vez, aunque estaba calmo, siempre era frío y analítico, eso me había hecho sobrevivir hasta ahora.

Se trata de una ira contenida, calculada. Ese sentimiento contradictorio de irá y calma a la vez hizo que de mi pecho brotara una chispa cálida, para luego surgir como potentes llamas verdes que me rodearon por completo.

El ataque de Aluka no hizo nada a aquel ser de sombra que seguía estrangulando con intensidad a Zehan…pero a pesar de sacar llamas de su cuerpo, aquel ser ni se inmutaba.-¡Deja esa maldita vela!.-Gritaba cuando de repente…se detuvo…y con un grito de agonía comenzó a evaporarse…no tardasteis en daros cuenta de lo que acababa de ocurrir.

Una parte del techo se derrumbó, iluminando levemente la sala. Arriba se encontraba Johann, con una enorme vela entre sus manos, aunque…estaba apagada. Poco a poco las demás velas de la sala comenzaron a apagarse lentamente…y ahí donde estaba aquel ser etéreo, solo quedaron un par de hombreras que comenzaron a deshacerse lentamente.    

Despues de dejar la vela completamente sin vida, miraba el suelo en donde habia ocurrido todo el caos, incluso sonrei levemente en mi altura al ver las personas que se encontraban abajo, mis oscuros compañeros. Un ultimo latido aparecio en mi pecho de esa oscuridad que se estaba apoderando de mi, ese sentimiento corrupto mientras me bajaba de un salto, levantando el polvo de mi caida. — Que enemigo mas dificil para ustedes, es una suerte. — Dije mientras me sacudia el polvo, y miraba una nueva presencia obviamente demoniaca, pero para que ellos no la ataquen, significa algo.  — Veo que hay una nueva integrante, ¿Que significa esto? — Analizo un poco la situacion, y despues solto un bufido y me rasco graciosamente la sien con una sonrisa. — No, no me interesa. Olviden mi pregunta, ¿Hemos acabado en este lugar? — Me ha quedado de experiencia el no meterme en discusiones por cosas son naturaleza oscura, que no todo lo que es oscuro es malo, hmpf. 

-A decir verdad solo necesitaba arder un poco más para llegar a las velas, pero bueno. No voy a mentir de que me alegro de verte por primera vez santito- tras decir esto apagué mis llamas y me acerqué a Aluka para que me devolviera mi katana.

-Ella es Aluka, estaba sometida y apresada por el demonio que acaba de morir, Ainzel la liberó y justo nos atacaron, imagino que nuestros caminos se dividirán al salir de aquí-

Lanzó el ataque y lo falló, entonces volvió a atacar varias veces hastiada y sólo produciendo ligeros movimientos en la sombra que correspondía al cuerpo del demonio.
—¡Hijo de puta! ¡Malnacido! ¡Ahhhg!

Pero de repente el techo empezó a caerse a pedazos y ella alzó la cabeza en aras de no recibir ningún pedazo de ladrillo.
—¡Joder!
Entonces retrocedió rápido esquivando escombros y de repente quedó inclinada hacia delante desplegando los seis brazos. Mientras tanto usaba el diestro medio para sostener la katana del híbrido.

Aluka era violácea, derrochaba fibras musculares y tamaño; dos turgentes pechos de ciento veinte centímetros le caían firmes separados a través de un pequeño esternón y gracias a la abertura de piernas dejaba ver la feminidad, cuyos labios voluminosos y carnosos formaban la fina línea de la rajita cerrada.
—¿Este quién es, pálido? —preguntó a Zehan.
Pronto le devolvió la espada y desnuda irguió el torso carente de vergüenza viendo desde sus dos metros y cinco centímetros al nuevo. Sí, poseía altura exagerada.

Culpa de la luz debía entrecerrar los ojos, mas de estos le salía el fuego verde igualmente.

Por un momento, aunque fue muy repentino, ¿Pude sentir empatia hacia mi del demonio? Me dejo algo extrañado escuchar su apodo, y justo cuando me hablo de esa manera sonrei levemente, hmpf. — Te agradezco el halago Zehan, me costo un poco llegar aqui. — Y observe entonces a la demonia, que al parecer su nombre es "Aluka". ¿Otro demonio encerrado en este lugar? Que ironico, ya lo comprendo todo. — Asi que esta era la prision de ella, y ese demonio la protegia. Que oportuno. — Dije, mientras me relajaba enfrente de ellos, aun cuando mantenia el ojo encima de la demonio, que es increiblemente alta, y aparte de ello, un poco exhibicionista, como todo buen demonio. 

Cuando este pregunta por quien soy, me acerco a ellos y la miro fijamente sin ningun atisbo de miedo, o respeto. — Soy un Caballero Errante, acompañando a estos dos. Me llamo Johann. — Le dije, viendola fijamente a los ojos, esperando que pudiera sentir la luz que hay adentro de este, quizas para que se entere de mi "afinidad", o mas bien, piense dos veces las cosas antes de hacer alguna maldad, pues si estaba encerrada, es por algo. — Creo que desvelamos finalmente el motivo de este lugar tan lugubre, ¿Esto concluye esta aventura? Tenemos que regresar con los demas o se enfadaran. — Dije, esperando ver sus reacciones para avanzar.

Sonreí de costado y solo moví un poco la cabeza, las presentaciones ya habían sido hechas, luego comencé a caminar.

-No hay nada que hacer aquí y nuestra misión es muy importante por lo que sugiero que salgamos de aquí cuanto antes y nos dirijamos a la ciudad, es una lastima que no hayamos podido obtener nada productivo de todo esto-

Ya una vez en el umbral de la puerta de salida voltee para mirar nuevamente a Johann.

-Por qué no encontraste una cámara del tesoro o algo así, verdad?-

Cruzando los dos brazos medios, Aluka escuchó las palabras del rubito cuya especialidad parecía ser la luz. No era la primera vez que veía a uno, pues a menudo tendía a cruzárselos en el camino y a veces hasta colaboraba con ellos. Sin embargo este daba la impresión de sentirse superior y aquello la hizo enarcar una ceja, aunque paciente aguardó a terminara de hablar.

—Es extraño ver a uno de los tuyos junto a un nigromante y a... —Miró a Zehan, definitivamente no tenía buena suerte—. En fin, supongo que estarán en alguna clase de misión, yo podré seguir con la mía.
Dicho lo anterior caminó hacia afuera parpadeando molesta mientras se le ajustaban los ojos al sol. Estaba desnuda, no iba a ponerse a buscar sus cosas a esas alturas, luego de años de encierro.

Frenándose en la salida, volteó a verlos.
—Ah, hablando de la ciudad. Hace más de cien años que estoy encerrada, voy a necesitar indicaciones de cómo llegar —comentó como si fuera evidente.
Acto siguiente pretendió seguirlos de manera poco disimulada.
—Los seguiré y ya nos podremos separar en la ciudad —afirmó carifruncida.

Por algún extraño motivo, justo cuando estabais a punto de marcharos...ocurrió algo sorprendente y que no volvería a repetirse nunca...Aluka se llevó una mano al estómago...algo iba mal, incluso Ainzel parecía estar confundido...aquello no pintaba bien.

En un abrir y cerrar de ojos...una explosión de sangre y vísceras, la demonio había reventado...y el nigromante...¿donde estaba el nigromante?...no era un espectáculo agradable, había un autentico estropicio y…todo el viaje fue en vano…incluso habíais perdido a un compañero…¿Qué sería lo siguiente?, ¿la muerte?

Al ver lo que le pasaba a Aluka sonreí y me encogí de hombros.

-Bueno, nuestra buena acción del día ya esta hecha, lo que pasó ahora debe ser uno de esos misterios de tu dios- le dije a Johann- de todos modos seguro que te cuenta para lo de santo, sigamos adelante antes de que nos atrasemos, tenemos princesas por rescatar y desvirgar antes de que lo haga otro- comencé a caminar - aunque si no lo quieres hacer me puedo encargar con gusto de esa parte-

No habia comprendido absolutamente lo que sucedio con el ser demoniaco, pero no fue algo agradable. ¿Fue uno de los mecanismos del demonio que la tenia apresada? Porque esa es mi unica explicacion, lo que me haria sonreir claramente, un demonio oscuro encerrando a otro ha de ser algo que los llevo a tan extrema decision. ¿Por que nos suceden a nosotros estas...? Oh, un momento. ¿Donde diablos esta el nigromante? Esto cada vez va de mal en peor. — Si mi Dios hizo eso, significa que algo anda mal para que interceda en este momento, incluyendo la desaparicion del nigromante. Algo no esta bien con la seleccion de heroes, o eso pienso... — Y justo cuando dije eso, comento lo de desvirgar a las princesas, a lo cual solte un bufido. — No es pedirte mucho de que te controles, ¿Cierto? No creo que seas tan bajo como para caer en tus instintos demoniacos primitivos, se mas que eso, por favor. — Y estas palabras sonaron mucho mas como expectacion, que como regaño. — No puedo creerlo, un heroe diciendo eso. No dudo de mi Dios, pero si te ha elegido a ti, intentalo un poco... Meh, da igual. — Suspire un poco hastiado, rascandome la cabellera.

— Vamos entonces, a encontrarnos con Ashura. —Dije para empezar a avanzar. 

-Es la forma más rápida para evitar que las busquen para lo mismo, ya que como se dice las princesas deben ser virgenes o algo así decía la profecía- dije encogiendo los brazos- y no te preocupes, nunca he violado a una mujer, ni es mi estilo ni tuve la necesidad, aunque a veces pase a la seducción...intensa por así decirlo- miré al caballero sagrado - tu no sabes de lo que estoy hablando, verdad?- a como hablaba y yo lo veía, probablemente el joven aún era casto.

No podia creer lo que habia dicho Zehan, aunque por lo general es la imagen que tienen la mayoria de personas quienes observar a los caballeros sagrados, que todos somos castos y que nunca hemos probado el placer femenino. — No te confundas, Zehan. Que sea un caballero sagrado no significa que nunca haya probado el placer del amor femenino, solo que en mi caso, no creo que a los de tu tipo les vaya mucho lo anticuado, o las pasiones clasicas. — Dije con una sonrisa en mi rostro. — Embarazar entonces a las princesas, para que el rey demonio no las embarace a ellas. Si, es un plan logico, aunque no estoy de acuerdo con el, ni lo apoyo. Prefiero el camino dificil de luchar para protegerlas, lo otro es muy cruel, y ya te imaginas que por mi oficio ese tipo de cosas son... Poco eticas. —Y me cruzo de brazos para mirarlo mientras camino, esperando que comprenda mi punto de vista. 

Sonreí de costado, seguramente solo tenía relaciones con la chica que amaba o si una damisela se entregaba como recompensa por sus actos heroicos, no por la simple necesidad fisiológica de hacerlo y el placer que eso llevaba.

-La ética y la moral son palabras inventadas por los humanos para limitar a sus pares, del mismo modo que lo son palabras como bien y mal, no existe tal cosa solo son puntos de vista, tu y yo somos la prueba viviente de ellos, caras distintas de la misma moneda-

Acomodé las telas de mis ropajes y seguí bajando con las manos en los bolsillos.