Al escuchar las palabras de Astrid, empezó a entender que quizás si bebió algo de agua del pantano... la próxima vez debía estar más atento cuando se encontrasen en algún lugar hostil e inhóspito como el pantano...
-¡Dilo más alto por si no te han oído ahí afuera, zopenco!
- No deberías preocuparte tanto... no creo que nadie esté por aquí, además tu cangrejo ya habría aparecido de ser así... - dijo Farnad ante las quejas de Blair sobre la revelación de su identidad... aunque para su consuelo parecía que ya estaba en marcha con los preparativos para el viaje...
-¿Y cuanto tiempo he dormido?, ¿seguimos en los pantanos?, ¿tuviste que cargarme?...¿no hice nada raro mientras dormía verdad?
Luego se centró en responder a las preguntas de Astrid que parecía algo aturdida por todo lo que había sucedido...
- Habéis dormido alrededor de un día entero princesa, y sí, estamos en la casa de Blair, que se encuentra en el corazón del pantano... - contestó normal hasta que llegó la última pregunta que hizo algo de gracia al caballero, aunque trató de disimularlo... - No Astrid, no hicisteis nada raro mientras dormíais, ¿por qué lo decís? - Farnad suponía que quizás podía ser sonámbula, lo cual sería importante saberlo, por estar más atento en las guardias nocturnas...
Mucha calor, ¿tiene alma de andaluza o castellano-manchega? XD
Desde luego ambas chicas eran dispares como la luna y el sol, la princesa estaba algo confundida claro está, y la bruja era realmente “explosiva”, tendrías que saber como aguantarlas durante el camino, aunque bueno…cada día estabas más cerca de tu objetivo, ¿verdad?
Después de intentar calmar a la bruja, te centraste en responder a las preguntas de la princesa Norteña. Le explicaste por encima lo que ocurrió, como terminó durmiendo durante un día entero y donde os encontrabais ahora mismo, pero también te hizo gracia su última pregunta, pero eras todo un caballero y le aseguraste que no ocurrió nada raro mientras dormía, pero claro, querías saber a que se podía referir.
Pero la chica negó repetidas veces.-Nada, nada…tont…tonterías, a veces hablo en sueños, ¿sabes?...nada más importante.-Murmuró apartando la mirada y poniéndose de pie.-¿B…bueno…c…cuando nos vamos?
Entonces Blair volvió a la carga.-¡pues cuando el caballero se prepare, no hay tiempo que perder!...¡Y tu también tienes que prepararte!, ¿no irás a ir caminando por ahí con las pechugas al aire, verdad?
Aquello provocó que la princesa se sonrojara enormemente. Ciertamente no iba desnuda, ni mucho menos, pero normalmente llevaba su armadura, era lo único que necesitaba. Así que no dudó en mirarte de reojo y suplicarte con aquellos ojos que salieras de la cabaña mientras se vestía en condiciones.
Mucha calor, ¿tiene alma de andaluza o castellano-manchega? XD
Jajaja, ¡un efecto secundario del agua de pantano, nada de lo que preocuparse!
-Nada, nada…tont…tonterías, a veces hablo en sueños, ¿sabes?...nada más importante.-Murmuró apartando la mirada y poniéndose de pie.-¿B…bueno…c…cuando nos vamos?
Farnad se encogió ligeramente de hombros ante la evasiva de Astrid, puesto que no entendía que podía pasar por su cabeza... pero lo que si tenía claro es cuando se pondrían en marcha... - En cuanto este preparada para el viaje, necesitaréis algo de tiempo para prepararos supongo... - imaginaba que Astrid querría asearse algo, preparar sus pertrechos... algo que le daría tiempo al caballero para encontrar a los caballos y prepararlos para el viaje... por suerte Blair era menudita, y podría ir en uno de los dos caballos compartiendo asiento... a no ser que tuviese sus propios medios...
-¡pues cuando el caballero se prepare, no hay tiempo que perder!...¡Y tu también tienes que prepararte!, ¿no irás a ir caminando por ahí con las pechugas al aire, verdad?
Las palabras de Blair resonaron en la mente de Farnad... ya le había costado mucho controlar su mirada durante su peripecia en los Pantanos, pero era verdad que, ya fuese costumbre o despiste, había estado al lado de Astrid con ligera ropa que llevaba debajo de la armadura... El caballero al ver la mirada de Astrid no pudo más que desviar la mirada mientras proseguía su marcha hacia las afueras de la cabaña...
Una vez allí, se dispuso a buscar a los caballos y prepararlos, por fortuna no andarían lejos... así que silbó con fuerza para llamarlos...
Decidiste no dar demasiada importancia a las palabras de Astrid, diciéndole que os irías cuando estuviera preparada para marcharse, aunque la bruja no parecía estar de acuerdo con tu decisión, posiblemente porque quería que Astrid se tapara sin más y os pusierais rumbo a las montañas, pero por otra parte…el tema de las pechugas era más peliagudo, ciertamente habías estado junto a Astrid en repetidas ocasiones, sobretodo cuando ella iba algo ligera de ropa bajo la armadura, pero aún así, cuando vuestras miradas se cruzaron, no dudaste en apartar la tuya, dirigiéndote afuera para adecentar a los caballos.
Una vez afuera, pudiste verlos pastando libremente por la zona, era un cenagal, pero aún así parecían estar bastante contentos con aquel pequeño descanso y cuando les llamaste no tardaron en acercarse en tu dirección, un poco a regañadientes a decir verdad, pero fue entonces cuando ocurrió.
Sentiste un fuerte pinchazo en la cabeza, un pinchazo de dolor bastante fuerte, el cual te obligó a cerrar los ojos y ahí lo viste. Ashura en un palacio, vestida de manera escueta junto a las demás princesas que rescatasteis, parecía estar discutiendo con un hombre gordo y con turbante, tus compañeros en una celda, otro huyendo y finalmente tuviste la visión de un desierto y ahí se encontraba un chico de cabellos rubios que escuchaba atentamente a otra chica que vestía de manera modesta y cantaba una serenata en tu idioma, entonces viste una luz brillar en ellos y los símbolos de la princesa como el de un elegido….parecía que al menos seguía habiendo un elegido además de ti…y otra princesa que había ¿rescatado?
El caballero se llevó la mano derecha a la cabeza... como si acabase de sufrir una pequeña jaqueca... pero lo que más lo desestabilizó, hasta el punto de hacerle hincar una rodilla sobre el suelo, fueron las sucesivas visiones que tuvo... Si aquello de lo que fue testigo en aquellos instantes era cierto... entonces sus compañeros, al menos los que seguían fieles a la misión, estaban en graves apuros...
La última visión fue la más esclarecedora... el muchacho rubio parecía ser un nuevo elegido, y había encontrado a una de las princesas... pero se encontraba en el desierto... por lo que podría compartir sino con sus compañeros... El caballero no dudó en volver a la cabaña para consultar a la bruja...
Farnad abrió la puerta y buscó a Blair con la mirada... para después acercarse a ella... - Blair... ¿es posible que tenga visiones relacionadas con mis compañeros de misión? Acaba de sucederme... ellos estaban en el desierto... y en graves apuros... y hay otro elegido que dirige sus pasos hacia allí... - explicó el caballero a la bruja, esperando que fuese posible y que no se quedasen en unas simples alucinaciones fruto del cansancio...
Cabe destacar que con lo estrecho de miras que es Farnad cuando se trata de la misión... que si Astrid seguía en proceso de vestirse, simplemente ni ha reparado en ello, entrando sin previo aviso y buscando a Blair...
Aquella visión pareció llenarte de esperanzas, al menos por el nuevo compañero que estaba escoltando a una de las princesas, era una buena señal, pero por otra parte, tus demás compañeras se encontraban atrapadas o capturadas por alguien, aquello era más peligroso a decir verdad y por lo tanto entraste a toda prisa en la cabaña.
Aquello asustó a las dos chicas, para empezar, Blair estaba preparando una pócima para el viaje y…la princesa, bueno…cabe decir que estabas bastante centrado en tu objetivo, pero después de hablar con Blair tus ojos se fueron hacía ella. Estaba radiante, con el pelo suelto, sus botas, pantalones de cuero curtido, una camisa blanca…la cual estaba desabrochada y dejaba al descubierto la suave, pálida y perfecta piel que poseía la princesa, además de dos enromes y preciosos pechos con unos diminutos y rosados pezones, la pobre soltó un buen grito y se sonrojó enormemente mientras se tapaba, giraba, pataleaba y parecía buscar apoyo de la pequeña bruja.
Se puso a gritar que no podías estar ahí, pero Blair tenía la voz cantante y no dudó en ignorarla, incluso hizo un gesto para que no le hicieras ni caso, agarrándote de la coraza y obligándote a mirarla a ella.
-¿Visiones con tus compañeros?...hmmm…¿Cuándo las has tenido?, ¿ahora dices?...-Preguntaba realmente preocupada.-Son buenas noticias…que tus compañeros estén en peligro no, pero que haya otro de los vuestros de una sola pieza es cuanto menos esperanzador…¿dirías que era Schwindra?.-Preguntó.-Si es la enorme ciudad del desierto…las montañas de la manzana quedan en dirección contraria, nosotros tenemos que ir al Norte, no al Sur, ¿comprendes?
Jajaja, no te preoupes, ¡lo tengo todo pensado! ^^
El caballero apenas reparó en Astrid, pero una vez lo hizo... no pudo evitar sonrojarse algo, pero sin perder su cara de seriedad... formando un gesto algo cómico, que rápidamente fue interrumpido por Blair que lo agarró para asegurarse de que solo le miraba a ella...
-¿Visiones con tus compañeros?...hmmm…¿Cuándo las has tenido?, ¿ahora dices?...-Preguntaba realmente preocupada.-Son buenas noticias…que tus compañeros estén en peligro no, pero que haya otro de los vuestros de una sola pieza es cuanto menos esperanzador…¿dirías que era Schwindra?.-Preguntó.-Si es la enorme ciudad del desierto…las montañas de la manzana quedan en dirección contraria, nosotros tenemos que ir al Norte, no al Sur, ¿comprendes?
Farnad se quedó pensativo con cierta preocupación... no cabía duda de que aquel lugar debía ser Schwindra... jamás olvidaría aquellos paisajes ni aquella ciudad, en la que pasó esclavo su infancia hasta ser rescatado por los caballeros de Shanteen...
- Creo que si fuésemos a su rescate, las probabilidades de éxito de la misión aumentarían... pero antes preferiría escuchar vuestra opinión... - la mirada de Farnad se desvió levemente, casi quedándose bizco tratando de averiguar si Astrid se había vestido finalmente o no... Pero la cuestión ahora era elegir si sacrificar a sus compañeros de momento y perseguir las reliquias... o si ir a su rescate...
La cara de Farnad XD
Alucinaste un poco con el magnifico fisico de la princesa nórdica, la verdad es que tenía una gran…”personalidad”, pero apenas pudiste fijarte en ello ya que la pequeña bruja comenzó a hablarte y a llenarte la cabeza de ideas y posibilidades, Schwindra era tu ciudad…en cierto modo, pero de todas formas tu pensaste en hacer una misión de rescate, para reagruparte con los demás y así de paso tener a las princesas a tu lado.
La bruja se quedó pensativa mientras podías ver como Astrid se vestía rápidamente con su armadura, la cual ya no dejaba al descubierto ni pizca de carne…incluso se puso un yelmo, ¿sería para que no pudieras verla de ninguna manera?. Pudiste fijarte en como afilaba violentamente su espada y el yelmo estaba encarado hacía ti…si, parecía ser una advertencia.
Finalmente Blair chasqueó la lengua.-Si volvemos atrás a por tus compañeros…si, podríamos tenerlos con nosotros, ¿pero que podría ocurrir en las montañas de la manzana?, la princesa de ahí o las reliquias…los demonios tienen su propia agenda y es capturar a todas las princesas posibles.-Señaló con cierta aprensión.-Me has dicho que tus amigo están en apuros, ¿Qué tipo de apuros?, ¿prisioneros de los demonios?, ¿a punto de ser ejecutados? -Preguntó intentando descubrir más sobre aquel peliagudo asunto.
Jajajaja, ¡más bien te esperaba así!
Farnad quedó pensativo un rato mientras hablaba Blair, la situación era complicada, puesto que tomar cualquiera de los caminos, implicaría seguramente algún tipo de consecuencia... mientras Astrid hacía lo imposible para hacer notar su enfado, y no era para menos, pero la cuestión que tenían entre manos haría que pasase ese "desliz" por alto (o eso esperaba)...
-Si volvemos atrás a por tus compañeros…si, podríamos tenerlos con nosotros, ¿pero que podría ocurrir en las montañas de la manzana?, la princesa de ahí o las reliquias…los demonios tienen su propia agenda y es capturar a todas las princesas posibles.-Señaló con cierta aprensión.-Me has dicho que tus amigo están en apuros, ¿Qué tipo de apuros?, ¿prisioneros de los demonios?, ¿a punto de ser ejecutados?
- No, no estaban a punto de ser apresados... las princesas de Shanteen y una de mis compañeras parecían haber sido ofrecidas como esclavas... aunque no podría estar seguro de ello... el resto estaba en prisión... - hizo una breve pausa para reorganizar sus recuerdos sobre la visión, que todavía le eran crípticos, sobre todo la última parte... - Y también aparecía otro muchacho portando la señal de los Elegidos, pero no lo conozco, pero si puedo asegurar que lo acompañaba una de las princesas... y se dirigen hacia Schwindria... - remató Farnad de contar el relato, esperando el consejo de Blair, aunque quizás Astrid también tuviese algo que añadir al respecto...
Le aclaraste a Blair que tus compañeros estaban en una prisión y las chicas parecían estar siendo ofrecidas como esclavas. Aquello hizo que la bruja se llevara la mano a la barbilla, intentando encontrar una respuesta razonable ante aquello.-Ciertamente es preocupante…pero si el otro elegido va hacía Schwindra, con una princesa, a lo mejor pueden buscarle una solución al asunto y sacar a tus compañeros de la cárcel y la esclavitud respectivamente, además...no creo que les hagan daño alguno, a no ser que...bueno, hayan hecho algo realmente peligroso y fuera de lugar.-Sonrío, pero finalmente suspiró y soltó un buen gruñido.
-O puedo intentar ir yo sola con esta a las montañas de la manzana y tu vas a rescatar a tus compañeros.. No se si será una buena opción o una perdida de tiempo…pero es una opción a fin de cuentas.-Entonces guardó silencio unos segundos.-O…les ignoramos, nos centramos en terminar con el maldito rey demonio y ya luego nos centramos en rescatar a los demás, de todas formas es tu decisión, tu eres el elegido, nosotras…bueno, princesas.
El caballero pensó... quizás Blair tenía razón, y aquel nuevo elegido sería suficiente para cambiar las tornas en el desierto... bien era cierto que sería un gran rodeo el ir a rescatarlos, y nada los garantizaba que no fuesen a compartir su mismo destino... y no parecían estar en un peligro inmediato...
- Creo... que tenéis razón... iremos a las Montañas de la Manzana... confiaremos en ese nuevo Elegido, y mientras nosotros proseguiremos nuestra misión... con suerte podremos acabar con el Rey Demonio antes de que les suceda algo malo... - dijo con determinación Farnad pensando en la odisea que les quedaba por delante...
Luego echó una mirada rápida a Astrid y a Blair... había tenido mucha suerte, ambas princesas se salían del estándar de princesa en apuros, y eran capaces de defenderse perfectamente solas... soltó un pequeño suspiro y sonrió... - Bueno... los caballos están listos... podemos partir cuando queráis... - dijo el caballero con cordialidad mientras salía de la cabaña para terminar de afianzar las sillas de los caballos...
Tomaste tu decisión, ciertamente ninguno de ellos parecía estar en apuros, el que tus compañeros estuvieran presos podía significar cientos de cosas, ¿y si habían montado un buen pollo y por eso mismo les tenían encerrados a modo de escarmiento?, ¿y si Ashura se había infiltrado con las demás princesas?, a fin de cuentas era una mujer de armas tomar…y luego estaba el tema del nuevo elegido, iba hacía la ciudad, ¿no?, a lo mejor podía cambiar las tornas ahí…tu tenías otra misión por el momento.
Finalmente le diste la razón a Blair, decidiendo ir a las montañas de la manzana y proseguir con la misión.-Bien dicho.-Exclamó asintiendo ante tu decisión final.-Creo que es lo más sensato…así que habrá que ponerse en marcha lo antes posible.-Al decirte aquello último, la bruja sacó una bolsa que terminó de llenar de frascos e ingredientes mientras Astrid te seguía mirando con cierto resquemor, desde luego no le hizo gracia que la vieras tan..."vulnerable", pero ya se le pasaría, estabas convencido de ello.
Tenías suerte de tener a dos compañeras así, a fin de cuentas una era una guerrera y la otra una bruja, te servirían como acompañantes y podrían ayudarte a pelear, a fin de cuentas ya viste lo que ocurrió con los Yeethees, ¿no?
Terminaste por decirles que los caballos estaban listos y podíais partir cuando quisierais, a lo que ambas mujeres respondieron con un asentimiento de cabeza y salieron junto a ti. Afuera podías notar como la humedad volvía a pegarse a la piel, la humedad y el kodama, el cual estaba colgando de tu cabello.
-Oye guardián del fuego, ¿y la promesa de tu ofrenda?, has de hacerla, has de hacerla.-Te apuró, posiblemente temiendo que te fueras de los pantanos sin siquiera darle lo que pedía.
Desde luego... no sabía que prefería, si el frío de KharazKar, o la pegajosa humedad de los Pantanos... pero para su fortuna al fin se dirigían a un destino mejor, las soleadas y templadas Montañas de la Manzana... E iba con la tranquilidad de ir bien acompañado... quizás las cosas por fin estaban enderezándose y toda esta aventura tocaría a su fin pronto... o quizás se estaba pasando de optimista...
-Oye guardián del fuego, ¿y la promesa de tu ofrenda?, has de hacerla, has de hacerla.-Te apuró, posiblemente temiendo que te fueras de los pantanos sin siquiera darle lo que pedía.
Farnad no pudo evitar arquear una media sonrisa al ver el ímpetu del kodama a la hora de exigir su tributo, pero bueno... al fin y al cabo el duende había cumplido su parte del trato, así que al él le tocaba un poco hacer su parte... aunque era bien cierto que no tenía muchos objetos de valor, puesto que con las prisas, apenas les dio tiempo a salir casi solo con lo puesto...
Tras pensar unos instantes, por fin encontró la ofrenda idónea (o eso pensó), de debajo de la armadura sacó un colgante, hecho de plata y algún detalle en oro... era el emblema que recibían aquellos que pasaban la prueba de la caballería en Shanteen... su valor no era mucho como tal... pero para Farnad era un recuerdo importante... el recuerdo en el que por fin dejaba atrás su vida pasada de esclavitud y pasaba a ser un miembro útil de la sociedad... quizás el duende no lo apreciase tanto, pero su valor sentimental era elevado sin duda...
- Espero que sea suficiente... porque en caso de no serlo, ya lo único que puedo ofrecerte es comida... - dijo el caballero al duende, agradeciéndole con la mirada que hubiese hecho de guía, ya que de no ser por aquel kodama, Astrid podría haberse quedado dormida eternamente...
Tenías que cumplir tu parte del trato con el kodama, la verdad es que era normal que quisiera aquella ofrenda que le prometiste, sobretodo porque te ayudó, ¿no era cierto?, pero no tenías nada de valor…al menos que pudieras pensar en ello, al menos…hasta que caíste en la cuenta de tu colgante.
Le enseñaste el susodicho, un emblema de plata y oro, un símbolo de tu estatus como caballero, era algo importante y que marcaba tu vida, ya no eras un esclavo, eras un caballero, alguien apreciado en Shanteen y todo el mundo…y por ello era muy valioso para ti, pero a pesar de ello, se lo ofreciste al kodama, el cual observó maravillado el emblema y lo agarró entre sus pequeñas manitas verdes, observándolo largo y tendido.
-Comida ya hay mucha…aunque no lo parezca los Kodamas somos queridos por todo el mundo.-Te explicó con su vocecita sin soltar el objeto.-Será suficiente caballero…aunque es algo importante para ti, pero una ofrenda es una ofrenda.-Dicho eso lo acercó a su cuerpo y el susodicho pareció absorberlo como si fuera una especie de gelatina.
Una vez desapareció un brillo inusual rodeó al bichejo, el cual bajó con rapidez de tu hombro y corrió hacía la espesura. Te resultó bastante extraño a decir verdad…pero más te sorprendió que volvió a gran velocidad y trabajando con algo entre sus manos, las cuales se movían tan rápido que apenas podías ver que trasteaban.
Entonces volvió a subir a tu hombro y te tendió algo. Una replica de tu emblema…al menos parecida, hecha con madera y ramitas, con un cordel hecho de hierba, hierba trenzada, dura…tal vez no era de plata y oro, pero era parecido a lo que le ofreciste.
-Aquí tienes caballero de fuego…una ofrenda es una ofrenda y no puedo rechazarla, por lo que creo que apreciarás este obsequio, solo espero que no seas codicioso como los demás humanos y la aceptes de corazón.-Comentó mientras asentía repetidas veces y balanceaba el colgante frente a ti para que lo cogieras.
Farnad observó con curiosidad como el kodama recogía su ofrenda y como la ¿absorbía? desde luego el caballero no se había imaginado eso... en su imaginación, había pensado que el kodama tendría una morada donde guardaba todas sus ofrendas como hacen los dragones, pero en diminuto...
- Me alegra que te haya gus... - antes de que pudiese finalizar la frase, el kodama salió corriendo... dejando al caballero atónito, sobre todo al ver como se movía de un lado para otro frenético y trabajaba en algo con sus manos que apenas podía ver debido a la velocidad del duende... después de dicha muestra de velocidad, pensó para si mismo que había sido pura casualidad o suerte que lo hubiese podido capturar cuando Astrid cayó presa del sueño inducido por las aguas...
Después el kodama le ofreció un colgante a modo de sustituto del que había ofrecido... ciertamente no era como el original... pero el detalle del duende contaba mucho... por lo que cogió con delicadeza el nuevo emblema y se lo puso al cuello... - La acepto, será un buen recuerdo de esta parte del viaje... y un buen sustituto del anterior... la caballerosidad no se demuestra con emblemas... sino con hechos... - dijo Farnad tras ponerse el colgante.
Acto seguido miró hacia sus dos compañeras... - Creo que es hora de partir... si tenéis que despediros de alguien, este es el momento lady Blair... - el caballero volvió a sus modales habituales a la hora de tratar con princesas, aunque Blair no fuese una princesa al uso que se diga, pero no dejaba de serlo igualmente...
Aquel detalle por parte del Kodama era algo de agradecer la verdad, por lo que no dudaste en ponértelo alrededor del cuello, aceptándolo como un recuerdo y un sustituto al anterior emblema, tenías razón, la caballerosidad no se demostraba con emblemas, si no con acciones y ciertamente estabas siendo un buen caballero, las princesas eran una muestra de ello.
Después de aquello, el Kodama sonrío con calma, meneó levemente la cabeza haciendo un ruido parecido al de un cencerro y luego salió corriendo hacia los arbustos, desapareciendo en la espesura del pantano y dejando que terminaras de hablar con tus compañeras, en especifico a Blair, diciendo que era el momento de despedirse, y llamándola “Lady”.
-Yo no soy ninguna dama.-Masculló cargada con una gran mochila tras su espalda, la cual parecía realmente pesada a decir verdad y tintineaba cada vez que se movía, lo que significaba que estaba cargada de frascos y posiblemente cientos de ungüentos y demás, por lo que estaba más que preparada para el viaje. Astrid se subió a su caballo sin decir nada, pero podías notar como te miraba de reojo, posiblemente maldiciéndote en silencio.
Fuera como fuera, pudiste ver como Blair agarraba un bastón del interior de su cabaña, la cerraba y luego daba un par de golpecitos en el suelo, provocando que un destello azul parecido a un ave rodeara la casa, aquello era claramente un hechizo, ¿sería de protección?
Luego volvió a caminar hacía ti y chasqueó la lengua.-Venga, tienes que dejarme montar contigo, la nórdica está cubierta de acero, es demasiado frío para mi gusto, tu tienes pieles y cuero, iré más calentita contigo-Exclamó alzando levemente los brazos para que la subieras al caballo.
Siento MUCHO la tardanza, mi abuelo falleció la semana pasada y he estado bastante liado con todo el asunto.
Farnad quedó satisfecho al saldar su deuda con el kodama, que parecía también contento... ahora tocaba comenzar el viaje, aunque lo primero que lo llamo la atención fue el hecho de que Blair todavía no se había montado en el caballo con Astrid... pero al ver la mochila que llevaba a la espalda estaba comenzando a preguntarse si los caballos aguantarían semejante peso...
-Yo no soy ninguna dama...
La pequeña bruja tenía su genio, pero a Farnad le costaba ya de por si expresarse con comodidad, como para tratar de forma demasiado casual a una princesa (aunque lo fuese solo de su choza y un pantano)... - Sois una de las princesas, os guste o no... y debería trataros como tal...
Así que dejando de lado esa pequeña discrepancia, subió a su caballo y esperó pacientemente a que Blair terminase de recoger las cosas que necesitaba... ¿cuántas cosas podría necesitar en un viaje como este? pensaba el caballero mientras miraba a Astrid de vez en cuando, comprobando que aún seguía enfadada por haber entrado antes de tiempo, aunque no se hubiese fijado demasiado en ello...
- Lady Astrid, debéis disculpar mi falta de tacto... pero en el calor del momento, el hecho de tener aquella visión... nubló mi juicio y no pensé antes de actuar... - dijo solemnemente mientras seguía esperando a que Blair se subiese al caballo, aunque lo que no se esperaba fue lo siguiente...
-Venga, tienes que dejarme montar contigo, la nórdica está cubierta de acero, es demasiado frío para mi gusto, tu tienes pieles y cuero, iré más calentita contigo...
El caballero se quedó algo perplejo con su petición... peor no tenían demasiado tiempo para discutirlo, así que la agarró y la colocó con él en el caballo, comenzando así la marcha hacia las Montañas de la Manzana, pareciendo aquello una escena fraternal, puesto que el caballero no podía evitar pensar en Blair como si de una hermana pequeña se tratase...
A pesar de las palabras de la bruja, le aclaraste que era una de las princesas y que tendrías que tratarla como cual, la bruja simplemente suspiró y terminó negando un tanto molesta, no parecía gustarle para nada las formalidades ya parecías estar pillando su personalidad y ccomo era.
Así que después de ayudarla a montarla en el caballo, no podías evitar pensar en ella como si fuera tu hermana pequeña, algo que resultaba bastante gracioso a decir verdad, pero por si acaso mejor no decir nada al respecto por si terminabas de molestarla o provocabas alguna escena de reproche, a fin de cuentas la chica parecía ser bastante “explosiva”.
Por otra parte, te disculpaste con Astrid, la cual claramente seguía enfadada, mirándote tras un yelmo y embutida en aquella armadura de placas, ¿Cómo no iba a estar molesta?, la viste en toda su gloria…bueno, solo el pecho, pero aún así, ella si que era una “princesa”, al menos una con titulo, normal que se sintiera algo cohibida después de que la hubieras visto.
Fuera como fuera, te disculpaste y te excusaste diciendo que fue culpa del calor del momento, que simplemente no pensaste antes de actuar. La nórdica decidió no decir nada y simplemente siguió cabalgando junto a vosotros.
Por su parte la bruja gruñó.-Iros a una posada o algo, menudo muermo sois.-Comentó.-Solo te ha visto las ubres, no es nada del otro mundo.-Le espetó a la princesa, aquello hizo que Astrid se quitara el yelmo mostrando una cara realmente roja y avergonzada.
-¡N…n…tu cállate!.-Le espetó.-¡A ti te da igual porque no tienes!.
Blair por su parte abrió los ojos exageradamente unos segundos, luego los entrecerró y miró con odio a la princesa.-¿Qué no tengo QUE?, ve con cuidado con lo que dices o te transformaré en vaca.
Iba a ser un viaje muy largo…
Haz un post más y empezaré el siguiente capitulo.
Farnad comenzó el trote mientras seguían hablando entre ellos... lo que no imaginaba es que las dos jévenes iban a ser polos opuestos... Tanto que temía que fuese a ser un quebradero de cabeza... por un lado Astrid, con su carácter distante pero con genio... y por otro Blair... con un genio demasiado "explosivo"...
Por su parte la bruja gruñó.-Iros a una posada o algo, menudo muermo sois.-Comentó.-Solo te ha visto las ubres, no es nada del otro mundo.-Le espetó a la princesa, aquello hizo que Astrid se quitara el yelmo mostrando una cara realmente roja y avergonzada.
No pudo evitar que se le cortase la respiración al escuchar aquello, sonrojándolo un poco a la par que tosía... el recuero de aquellas vistas no hacía sino agravar más la situación...
-¡N…n…tu cállate!.-Le espetó.-¡A ti te da igual porque no tienes!.
Esa respuesta hizo que por un momento se temiese lo peor... lo último que necesitaba era que el pantano se convirtiese en un cráter humeante por una posible pelea entre estos dos carácter...
-¿Qué no tengo QUE?, ve con cuidado con lo que dices o te transformaré en vaca.
Sí... iba a ser un viaje muy largo... - Princesas, por favor... os recuerdo que hay un Rey Demonio que derrotar... - dijo casi suplicando al cielo para que las chicas dejasen de pelear... aunque parecía difícil...