Partida Rol por web

Por más que se estruja las neuronas Riahnna no consigue recordar nada sobre gusanos gigantes en el proyecto B.O.W. Debieron ser proyectos posteriores a la disolución de Umbrella o resultados inesperados de la experimentación con el virus-T como la monstruosidad llamada Planta 42 que los científicos decidieron guardarse. En cualquier caso, mientras estuvo en el U.B.C.S. Riahnna aprendió por las malas que si estás viendo una B.O.W. hay como tres o cuatro que NO has visto. Y estos gusanos no son una excepción: desde su ventanilla la sargento ve cómo más adelante se está abriendo otro agujero en la arena. No tan grande como para engullir al HUMVEE pero sí para allanarle el camino al psicópata de Nakov y a los gusanos más grandes...

Cada vez que solucionábamos un problema, aparecía uno nuevo. Aquello era una prueba de resistencia física y mental, pero quería creer que podíamos salir de esta. Ya estábamos cerca de la puerta... tan cerca...

Entonces, mientras oigo los disparos de mis compañeros, y el fuego en respuesta del enemigo, miro hacia el frente un segundo, y abro los ojos como platos.

-¡Oh-oh!-Digo en voz alta al ver como se va formando el agujero en el suelo, frente a nosotros. Otro gusano, sin duda... este más pequeño, pero lo suficientemente grande como para dejarnos sin vehículo y sin opciones de supervivencia.

Levanto el fusil, viendo que Kyle está ocupado evadiendo el fuego enemigo. Aprieto los dientes y guiño el ojo de apuntado. Aguanto el temblor de los brazos y mantengo la respiración.

Puedo hacerlo... Puedo hacerlo...

Grito con fuerza mientras lanzo ráfagas de disparos, esperando con ello alertar a alguien que pudiese terminar la faena, en caso de fallo. Siento la adrenalina mientras las balas vuelan, algunas impactando contra el agujero, otras no. No estaba seguro de que aquello fuese a ser muy efectivo. Sólo esperaba que aquello sirviera, como mínimo, para desviar las fauces de aquella cosa y que no acabáramos todos hundidos en la arena.

Desde lo de terra-grigia... ODIO la arena... 

La intuición de la sargento no falló, nunca hay dos sin tres. Al darse cuenta de lo que estaba ocurriendo frente a ellos, cargó una nueva granada incendiaria, y apuntó hacia el agujero al cual ya estaba disparando a toda ostia Taylor. -¡Mantenga el curso Kowalski!- Ordenó, asomándose a través de la ventanilla y disparando la granada.

Otra nueva ráfaga salió del cañon que manejaba Akira. Contrajo con fuerza los hombros para evitar el retroceso y apretó el gatillo con fuerza. La ametralladora no era el arma preferido del japonés, y eso se estaba notando. Pues aunque impactó en el vehículo enemigo, los daños no fueron muy demoledores. La marcha del HUMVEE seguí su curso, evitando enemigos en un terreno complicado. Por ahora, había que darle gracias a Kyle de que no habíamos volcado.

Para colmo, otro gusano había despertado debajo de la arena, pero por suerte para los de la BSAA, Taylor y la sargento se estaban ocupando de él y por ahora lo mantenían a raya.

- ¡Y nos quejamos de cuando llegamos, eh!

Arrugo el ceño al ver cómo las ondas de arena del gusano cada vez se aproximan más. Y encima el muy hijo de puta viene a por más... Escucho en la parte de atrás los cañonazos y los gritos de seguir adelante y cada vez me pica más la puta cabeza. Es todo tan TAN molesto... Con el HUMVEE roto... Un gusano dando por saco... Y los cañonazos de los otros... 

- ¡¿QUÉ OS CREÉIS QUE ESTOY HACIENDO?! ¡Como esto siga así, paro el coche aquí mismo y...! - termino explotando, girándome un momento con un ojo entrecerrado por la tensión, para encontrarme con la mala cara de más de uno. Aún con mala cara, me giro otra vez al frente, para girar un momento a la izquierda, dejando que la ráfaga de balas impacte contra la arena donde estaba antes el HUMVEE. Como me lo agujereen de nuevo... - ¡Lo que sea! ¡Pero ya falta poco! ¡Mierda! ¡Matad al puto gusano de una vez!

Aún no conseguía destrozar del todo el cañón pero al menos le retrasaba el que nos intentara volar en mil pedazos. Sin embargo lo que no podía detener era sus metralletas automáticas. Durante un segundo considero librarme de ellas, cosa que descarto al momento si me estaba encargando del cañón era algo obvio. Así que, aunque consciente de lo que teníamos delante, mantengo la calma e impertérrita apunto hacia la boca del cañón por una tercera vez.

Otra vez el mismo ejercicio de siempre, acompasar la respiraciones a los vaivenes del coche, podría parecer que el lunático que teníamos por piloto conducía de la misma manera que su salud mental pero al contrario tenía un ritmo fácil de seguir que facilitaba bastante el disparo, así que sin más aprieto el gatillo y de nuevo alcanzo mi objetivo.

- Pues espero que sea cierto porque aún no estoy del todo segura de que pueda inutilizar ese cañón.- aunque esperemos que sí.

La ráfaga de Akira levanta otro reguero de pequeños surtidores de arena y arranca un chispazo en el blindaje del APC. Al mismo tiempo, la tercera bala de Sasha vuelve a entrar por el cañón, que no llega a disparar en respuesta. En vez de eso el blindado empieza a retroceder levantando varias cortinas de arena con los neumáticos.

Al mismo tiempo, el titánico gusano surge de la arena abalanzándose de nuevo sobre el HUMVEE, pero en vez de eso sólo consigue encajar otro disparo del lanzagranadas de Riahnna en la boca. Esta vez el incendio es mucho más amplio y devastador, y el gusano vuelve a hundirse en la arena con las mandíbulas medio abrasadas. Por su parte, Even vacía el cargador de su fusil sobre otro gusano tan grueso como el HUMVEE que se estaba preparando para saltar, acribillándolo antes de que pueda coger impulso. La arena alrededor del gusano queda cubierta de trozos de carne y fluidos hediondos mientras el monstruo se retuerce entre espasmos antes de morir.

Kyle aprovecha la ocasión para enfilar directamente hacia la entrada de la mina, un túnel excavado en una elevación de roca. De nuevo el gusano gigante surge de la arena con las mandíbulas aún humeando a causa del fósforo blanco, cubriendo el HUMVEE con su sombra mientras se arquea en el aire, listo para tragárselo. Con un grito y un acelerón, Kyle hace que el todoterreno entre en la cueva mientras el gusano se estrella contra la parte superior de la entrada, destrozándola en un millar de rocas que taponan la entrada de la mina y dejando los faros del HUMVEE como única fuente de luz.

Antes de que el equipo pueda darse cuenta el pedregal del suelo da paso a una rampa descendente de cemento polvoriento. Los golpes del gusano en el exterior hacen caer pequeñas cortinas de polvo, pero no parece probable que vaya a conseguir atravesar la dura roca. Tras una suave curva el túnel se acaba abruptamente en un montacargas cuyas partes metálicas están medio cubiertas de óxido. Kyle se ve obligado a dar un frenazo para evitar estrellarse contra la máquina. Junto a la entrada del ascensor hay una caja metálica en cuya portezuela puede leerse "Propiedad de Gentek Inc. - Sólo personal autorizado"

Seguíamos corriendo a toda velocidad, pero yo sentí como si el tiempo se parase, a medida que las balas salían de mi fusil, destrozando al gusano. Mentiría si dijese que esperaba aquel resultado, pero no tenía tiempo para celebraciones ni cualquier otra cosa que no fuese estar atento a cualquier peligro cercano.

El APC amenazaba con destrozarnos, pero la bala de nuestra francotiradora consigue evitar que nos encontremos en una situación aún más embarazosa. Y luego llega el volantazo de Kyle, que me desequilibra mientras busco con urgencia los cargadores de fusil en mi cinturón, para recargar por si fuese necesario descargar más plomo.

Oí una explosión a mis espaldas, y un temblor repentino nos sacudió a todos. Por suerte, todo ello provocado por la granada de la sargento, y no un cañonazo sobre nuestro vehículo.

-¡DIOS!-Grito al sentir la segunda sacudida, cuando el cadáver del segundo gusano se precipitó sobre la arena-¡Juro que no vuelvo a pisar la playa en mi vida!-

Aprieto la mandíbula, y entonces, al levantar la vista, veo la entrada del túnel. Miro el mapa para comprobarlo, pero estoy tan seguro que casi sin haberlo comprobado señalo hacia la abertura y grito.

-¡Por allí!-

El camino se hizo más y más difícil. Y entonces uno de los gusanos saltó hacia nosotros, con una velocidad extrema. Me agarré al asiento y empecé a sentir cómo temblaban mis rodillas y mis brazos, por la presión que estaba poniendo en ellos.

Entonces otra sacudida, y todo se quedó a oscuras, excepto por las luces del HUMVEE.

Habíamos conseguido dejar todos los peligros atrás, con una mezcla de milagro y destreza. En cuanto el coche se para frente al mecanismo del montacargas, abro la puerta y me dejo caer al suelo, tosiendo y respirando a grandes bocanadas, a punto de sufrir un ataque de ansiedad. El temblor del cuerpo apenas me permitía quedarme a gatas, y durante varios segundos me permití quedarme tendido en el suelo, boca arriba, y llevándome las manos al cuello del chaleco para que me diera la sensación de que entraba más aire en cada respiración. Mi cuerpo chorreaba sudor cálido en la cabeza, y frío en el resto del cuerpo. Al final, tras unos diez segundos, consigo incorporarme y miro al resto, con los ojos desencajados.

-No sé quién era ese, señora, ni me atreveré a preguntar...-Jadeo-Pero... está bien claro que no nos tiene en gran estima...-

Bajo la cabeza, para continuar relajándome un poco. Necesitaba devolver mi pensamiento a la misión. Era un Agente de la BSAA... no podía permitirme perder la cabeza ante cualquier contratiempo...

Aunque para ser justos este "contratiempo" ha sido más intenso que la mayoría de los informes que he leído hasta ahora...

Aferro el volante con ambas manos, notando el rugido del motor y las ondas de arena que se siguen levantando alrededor del coche, pero mi vista sigue fija en lo importante: La entrada. Apenas veo de reojo los restos de una explosión y oigo varios disparos, pero viendo que ningún bicho asqueroso segmentado se nos ha echado encima, sólo puedo suponer que todo va bien. Hasta que veo una enorme sombra alargada sobre nosotros...
 
- ¡Ah, no, eso sí que no! ¡Voy a ganar YO esta carrera! - Y más le vale a la cueva ser más profunda. Con un acelerón con el que incluso me siento mal por el HUMVEE, entro en la cueva antes que el gusano y enciendo las luces con una sonrisa salvaje - ¡JAAAAA! ¡¿Te has enterado, gusano?! ¡Más te vale no enfrentarte a mí otra vez! 

Tan emocionado estoy que ni siquiera me preocupo por bajar la velocidad cuando pasamos por la rampa de cemento ni la curva ni el... MONTACARAGARFRGDFS. El HUMVEE se detiene con un largo y horrible chirrido, mientras aprieto los dientes y clavo toda la fuerza de mi pierna contra el pedal de freno. En cuanto se para, suelto una risa nerviosa pero aliviada, una cada vez más natural y sonora cuando veo cómo Doc se autocatapulta fuera del coche. Bueno, uno de cuatro mareado no es para tanto... De momento. Abro de golpe la puerta del conductor y salgo afuera, dando unos saltitos para tranquilizarme, pero estoy con tal subidón de adrenalina que voy a tardar un poco. Sin más remedio, me acerco a una de las puertas traseras y la abro con una reverencia y una sonrisa. 

- Señorita Sasha, señ-Sargento González, señorito Shaw... Sorm... Hm, Akira... - carraspeo. Mierda, me he quedado con el apodo y ya no recuerdo su apellido. - Han llegado a su destino. Por favor, no olviden sus pertenencias al salir de la atracción y espero que lo hayan pasado bien en Kowalandia. El tema de las plagas de gusanos gigantes es algo que tenemos que revisar, pero cuando esté arreglado les aseguro que este será el mejor parque de atracciones que se pueda encontrar en Nevada.

En cuanto salen, vuelvo a cerrar y dedico algo más de un minuto en revisar el estado del HUMVEE. Las balas no parecen haber sido un problema y lo gordo es el cristal y lo que haya desgarrado el colmillo... Como mi chaqueta... Así que supongo que lo tendremos aquí para la vuelta. Eso sí, espero que los del seguro acepten como explicación un ataque de monstruos gigantes.

Parecía que los problemas no iban a terminar nunca. Cuando uno de los gusanos se había perdido en la arena con una granada de merienda, otro pareció para recibir un chaleco de balas de parte de Taylor. Akira hacía todo lo posible por no caer del HUMVEE que entre salto, giro y disparo, omitiendo el colmillo gigante, era un milagro que siguiera sobre cuatro ruedas.

Entre una mezcla de arena, polvo y fluidos negros y malolientes, el HUMVEE encaró la entrada de la mina. El vehículo iba directo y Akira dejó la ametralladora a un lado para sujetarse bien a las cinchas de seguridad que tenía a mano para no caer.

- Cuidado... cuidado - decía en voz baja mientras notaba que la velocidad no se reducía, sino que era cada vez mayor para evitar el último ataque del gusano - ¡Agarraos!

El HUMVEE voló unos metros antes de volver a tocar suelo y un gran estruendo en forma de impacto se escuchó en la entrada de la mina: si ese gusano los hubiera pillado los hubiera hecho papilla. Entre la oscuridad repentina, Akira tardó unos segundos en acostumbrarse a la luz y perdió la noción de la orientación. Pero un frenazo final tras unos segundos los hizo volver a la realidad. 

- Joder, será mejor no prepararse para una supuesta tranquilidad - dijo mientras se bajaba del vehículo - ¿Estáis todos bien?

Akira echó un vistazo a los alrededores. ¿Quizás hubiera cámaras de seguridad en algún lado?

Lo habíamos conseguido sin demasiados problemas para la situación que había ahí fuera. Solo se me escapa un pequeño suspiro de satisfacción antes de volver a mi gesto de concentración. Aun sin bajarme del coche y compruebo la zona para asegurarme de cualquier trampa oculta. Una vez asegurado el perímetro termino por bajar del HUMVEE ignorando por completo la cháchara de Kyle. Había demostrado que era útil en lo suyo pero no estaba tan segura de que tener que aguantarle durante toda la misión compensara su destreza.

Sin más me mantengo vigilante tanto del ascensor como de la entrada mientras espero ordenes de la sargento.

A pesar de tener los números en contra, la sargento González pudo comprobar la eficiencia de su equipo para sobrevivir aquel accidentado trayecto. Ni siquiera una vez entraron al túnel, dejando al gusano tras de ellos se permitió relajarse, y el repentino frenazo del piloto la llevó a golpearse con el asiento delantero. Hubo unos segundos de expectativa y silencio, antes que Taylor saliera del HUMVEE con lo que parecía un ataque de pánico. Al menos había mantenido la sangre fría durante la refriega, y eso era lo que contaba, le daba igual lo que hiciera mientras estuvieran a salvo. O relativamente a salvo.

Bajó del coche cuando Kowalski les abrió la puerta, dándole una palmada en el hombro. -Buen trabajo soldado.- Escuchó como Kurosawa preguntaba por el resto y observó la mirada atenta de la francotiradora. -No olviden que estamos en la boca del lobo. Taylor, respire, cuente hasta diez, e intente hacer contacto con Atenea.- Indicó al médico de campo, sin hacer comentario alguno respecto a sus palabras. -Akira y Sasha, hagan un reconocimiento rápido. Sin alejarse demasiado del HUMVEE.- Dijo, mientras recogía todo su equipo del interior del coche.