Partida Rol por web

«Lo logré detener» Atino a pensar luego de que su ataque no le causará el más mínimo daño a su oponente y este diera un revés con todas sus fuerzas «Si aparto la mirada se acabó»

—¡Kotaro, la cuenta de 3! 

Takezo esperaba que su compañero generara una apertura para el atacar. 

Sentía que había perdido dos puntos de amistad con Sonia y no entendía por qué... sin embargo rápidamente se levantaría de su cama para colocar las almohadas de las demás camas bajo las sábanas de la de Sonia para aparentar que ella está ahí durmiendo.

- Rayos... rayos rayos rayos por qué tuvieron que romper la ventana?

Maldeciría por lo bajo y me saldría de la habitación siguiendo a Sonia, no piensa escapar ni quiere ayudarles pero si los atrapan y el no hizo nada para ayudar a sus compañeros sería un pesar y tal vez algo que ellos recuerden hasta que se vuelvan a ver pues si rl castigo que dijeron que pasó la última vez es verdad... no sería poca cosa para olvidar.

Kotaro se movió como para tratar de agarrar a Tatsumi de la cintura para inmovilizarlo y que a Takezo le quedara un golpe libre. El chico se aferro al subdirector pero su fuerza no se comparo con la del viejo hombre que logro zafarse del agarre sin ningún problema.
 Sin embargo esa acción le costó a Tatsumi tiempo de reacción que el joven Takezo aprovecho para colocar un buen golpe contra su rival. El impacto del Boken dio de lleno contra Tatsumi que quedo tendido en el piso. Sus tiempos como practicante de Kendo habían pasado y había sido vencido plenamente por un niño.

 No terminaron de poder celebrar su victoria cuando otro de los empleados de la casa apareció de repente. El hombre miró al viejo y tendido inconsciente en el piso y su cara se quedo blanca del miedo. Para ese momento logro percatarse de que los niños estaban también allí. -¡Acompáñenme!.- pidió. -Ban cree que la casa está bajo ataque, me mando a buscar a Tatsumi.- Agregó mientras trataba de empujar a los chicos para que avanzaran hacia el hall principal. -Tenemos que salir de aquí, una vez que estén a salvo buscare a Ban para decirle que le sucedió a Tatsumi.-

Samath logró salir de la habitación sin problemas y durante su desplazamiento por la mansión vio que todo el personal corría de aquí para allá con rostros preocupados. Casi llegando a la escalera el muchacho sintió una energía que jamás había sentido en toda su vida. Los músculos de las piernas se le agarrotaron y no dejaban que el chico siguiera en dirección al lugar del que venía esa energía tan poderosa y agresiva.
 Sin embargo sus ojos si pudieron notar de quien emanaba esa aura tan Hostil. Parado en el borde de la escalera estaba Ban, pero su rostro no era el del hombre gentil que dirigía ese establecimiento sino el de un bestia a punto de arremeter contra cualquier enemigo que se le cruzara. Sonia no estaba muy lejos de allí pero parecía que el director aun no se había percatado de su presencia así como tampoco se percato de la de Samath. 

¡Habían vencido! No tuvo tiempo de procesar la victoria, y tampoco le importaba mucho.

Takezo miró a Kotaro y se dejo guiar. Era perfecto para su plan, pero dudaba que pudieran detener a Ban. Esperaba poder comprarle el tiempo suficiente a los demás si llegaba el momento. Por ahora evacuaría con los demás, mientras esperaba una oportunidad.

—Vamos Kotaro, los hombres malos atacan la mansión ¡Debemos escapar! —guiño el ojo.

            - Por favor mantente oculto y si puedes entrégale estas llaves a Sadalbari y Darío en la puerta mientras que trato de confundir y distraer al Maestro Ban mientras que regresas a tu cama! -    Le susurra Sonia al chico con una sonrisa al darse cuenta que no solo la cubrió en la cama, sino que la siguió, entonces le da a Samath las llaves que tomó de la cama de Tatsumi antes de adelantarse al maestro como si estuviese mas sorprendida de lo que estaba y un poco preocupada:

           - ¡Buenas noches maestro Ban!    ¿Qué ha pasado aquí?      Escucho unos ruidos cuando estaba en la cocina tomando un vaso de agua debido a que no podía dormir y cuando me iba a asomar para saber la causa del ruido me saltaron un par de gatos que me dieron tremendo susto!      ¿Es cierto que se rompió un ventanal?    ¿Cuál fue?   ¿Lo habrán roto el par de gatos cuando husmeaban algo para comer?

Los chicos llegaron  al Hall central en donde estaba la escalera que llevaba al primer piso y a las habitaciones de los niños. Cerca de allí estaban Sadalbari y Darío trasteando con la puerta ya que la llave estaba en posesión de Alnair cuando todo el plan se enloqueció. El empleado de la mansión pareció no notar a los otros dos chicos. En cuanto dejo a Kotaro y a Takezo en un lugar seguro se dirigió al primer piso para hablar con Ban.
 Tanto Takezo como Kotaro sintieron en el lugar una energía agresiva que provenía del primer piso, aquella vibra hacía sentir a los chicos como si sus piernas estuvieran clavadas en el piso sin posibilidad de moverlas. Sus instintos primitivos les decían que aquello que estaba emitiendo tal energía realmente tenía intenciones de Matar y que sería un problema ir a enfrentarlo.

Ban giro al escuchar la voz de Sonia y la miro a los ojos. Por un segundo la niña sintió que aquel hombre la mataría allí y que ella no podría hacer nada para impedirlo. Su mirada amenazante daba cuenta de su poder y de su capacidad para ejecutarlo, pero antes de que la niña se desmayara del miedo la mirada cambio y se transformo en una mucho mas gentil.
-Sonia te pido por favor que busques a algún empleado de la casa y que le obedezcas en todo lo que te pida. Ellos te protegerán de cualquier cosa que ocurra. No hay nada de lo que debas temer todos estamos aquí para protegerlos.- Dijo mientras levantaba la vista buscando algo.

—¿Donde está Alnair con la llave? —preguntó aunque la respuesta era que obviamente no estaba ahí ¿Que podían hacer ahora?

—¿Y si derribamos la puerta? —propuso. Suponía que aquel sentimiento era Bam molesto ¿Estaría muy enojado con ellos? Era posible que pensara que estaban bajo ataque, pero era aterrador pensar que podían resultar lastimados por aquel hombre tan poderoso.

—Intentemozlo todos juntos. La otra opcion es regresar...

Takezo se aferró a la reja y comenzó a empujar con todas su fuerzas.

—¡Todos juntos!

Sintió como los demás comenzaron a empujar junto a el y como la reja cedia. Gracias a dios, a pesar de estar en buen estado, era antigua y eso les permitió abrirla lo suficiente para que todos pudieran pasar de uno en uno.

—¡Buscaré a los demás, esperen aquí!

Y salió corriendo rumbo a la mansión. Esperaba no tener que enfrentar a Bam.

           - ¿Vio usted que alguien nos ataca maestro Ban?     Porque yo venía de la cocina, donde probé algo de agua cuando me pareció asomarse a un par de gatos allí!     ¿No se si ellos hayan provocado ese ruido?    ¿Quiere que lo acompañe a revisar? -    Responde Sonia cuando aparentemente reacciona del miedo e incertidumbre que siente, esperando poder engañar al maestro y distraerlo mientras que Samath le entrega las llaves al par de niños que quieren escapar

Al salir de la habitación y seguir a Sonia en silencia había quedado frío en el lugar, pálido y había comenzado a sudar frío al sentir la presencia del señor Ban, no sabría explicarlo pero era como si sintiendo terror de alguien que aún no había alcanzado a ver y había visto solo para saber que era esto que le provocaba esa sensación de escalofrío y terror sin siquiera estar a su lado ¿Era incluso esto natural o posible? Es como sentir que una pesadilla te observa en los pasillos o miradas en un cuarto oscuro... pero esto era real.

- (. . .) Asentiría a Sonia y tomaría las llaves para intentar alejarse en silencio de ese lugar, ahora más que nunca se arrepentía de haber hecho esto sin embargo no podía retractarse ahora solo quedando dirigirse a la entrada.

Ban estaba a punto de comenzar a hablar cuando un fuerte sonido se escuchó desde la puerta de ingreso a la mansión. Todos los allí presentes vieron que los goznes de la puerta vencieron y esta se abrió de par en par. Esto hizo que el antiguo santo de león menor se pusiera en alerta máxima. Si tiempo para explicarle la situación a la chica Ban ladro una Orden a la niña. -Busca a algún adulto y quedate con él. ¡Ya!.- Aquellas palabras cargadas de ese agresivo poder impactaron en la chica con fuerza. Acto seguido doblo las rodillas e hizo un salto imposible de hacer para una persona normal, que fue direccionado hacia el lugar de donde había salido aquel ruido que lo puso en alerta. Luego más tarde se disculparía con la niña si la había asustado

Por otro lado cuando Samath tomo la Decisión de ir a darle las llaves a sus amigos e involucrarse en algo de lo que parecía no estar de acuerdo escucho como la puerta principal hacia un terrible ruido al abrirse de golpe. Al parecer sus amigos habían hecho algo para abrirla y puso en alerta a Ban que se dirigió hacia ellos. Por suerte para el nadie se había percatado de su presencia por lo que aun tenia libertad de movimiento y decisión. Podría convencer a Sonia y al resto de que esto se había salido de control o ir a ayudar a sus amigos a enfrentar a Ban.

La puerta de la entrada a la mansión se abrió de golpe. La fuerza unida de los 4 niños había sido suficiente como para que cedieran las bisagras y se abriera dando un fuerte golpe. La primera parte estaba hecha pero aún quedaba una carrera por todo el jardín frontal de la mansión hasta la reja que separaba la propiedad de la calle.
 De pronto todos sintieron como una ráfaga poderosa de viento los adelantaba. Esa ráfaga golpeo el piso con un fuerte impacto que hizo que todos voltearan a ver que era lo que había sucedido pero se encontraron con algo inesperado.
 De pie frente a ellos se erguía el director del orfanato. Aquel que había sido un santo de Atena, estaba ahora frente a ellos mostrando su esplendor y haciendo gala de sus increíbles habilidades ganadas durante años de entrenamiento. Antes de que alguien pudiera hacer nada el hombre dio una Orden. -Vayan todos a dentro ¡Ya!- La orden de aquel sujeto calo hondo en los huesos de los chicos que no sabían que hacer.

Takezo se volteó al sentir la fuerte ráfaga de viento «¿Una explosión?» fue lo primero que atinó a pensar, pero cuando descubrió al director del orfanato las piernas le temblaron.

—¡Ellos n-no quieren ser caballeros! ¡N-no puede obligarlos! —se armó de valor para desafiar al director. Con el bokken en alto y la punta apuntando al hombre.

Ahora si estaba perdido. Giró la cabeza para observar a sus compañeros —¡No se detengan!

No tenía ninguna oportunidad contra Bam, y a pesar de que no sentía más que cariño por aquel hombre, no pudo reprimir una mirada ardiente y rabiosa. Pelearía por sus compañeros hasta caer agotado o muerto. Usaría su espada para proteger a los que no podían pelear.

—¡No lo dejaré avanzar!

Takezo sintió la amenaza que podía presentar Ban como enemigo en ese estado pero su valor le hizo plantarse ante el sin miedo. cualquiera pensaría que ante esa situación uno debería estar desarmado del terror pero Takezo no. Takezo se planto de igual a igual ante Ban dispuesto a ayudar a sus amigos.
 Sin embargo el resto no pudo igualar el valor del chico. Darío y Sadalbari quedaron paralizados del miedo, por otro lado Kotaro no lo soportó y se lanzo a correr en una dirección aleatoria tratando de alejarse de Ban, casi sin tener conciencia de que hacia ni hacia donde iba.

 Ban sopeso las palabras que le decía Takezo y de esa forma logró entender que era lo que estaba pasando. Aquella energía tan agresiva se disipo casi al instante y en su lugar se volvió a sentir ese calor tan reconfortante que parecia emanar del buen Ban.
-Así que fueron ustedes los que  hicieron todo este caos.- Dijo y solto una sonora carcajada. Más que gracioso se encontraba aliviado de que la mansión no estuviera bajo ataque enemigo.
 Tras esa risotada volvió a ponerse serio y miro a los ojos a Takezo. -Me impresiona tu temple, no cualquier persona se enfrentaría a un santo de Atenea aunque este retirado como es mi caso pero creo que hoy no es el día en el que nos enfrentaremos. Cuando tengas tu rango y tu armadura entonces estaré encantado de que midamos nuestro poder como hermanos de combate pero hasta ese día te pido que bajes el Bokken. Me acompañes a dentro junto con el resto y charlemos de lo que sucedió. Mandaré a alguien a buscar a Kotaro antes de que se haga daño tratando de esconderse o saltando la reja. Toco los hombros de Sadalbari y de Darío para que estos se recobraran del miedo. -Nadie está castigado, no hay nada que temer.- Dijo regalándole una sonrisa a los niños y esperando a que estos ingresaran pacíficamente a la Mansión

El chico no entendía que estaba ocurriendo. Pero cuando aquella energía se disipó relajó los hombros porque supo que ya estaba seguro. Bajó el bokken con la señal del director y decidió seguirlo en silencio. En el fondo estaba alagado de que Bam reconociera su valor, pero la verdad aún le temblaban las manos, las piernas y el corazón le latía a una velocidad vertiginosa. No imaginaba que pudiera ser posible alcanzar semejante poder algún día.

—E-está bien

Si Bam hablaba con los demás seguro los convencería o los dejaría ir. Si el lo decía no había nada que temer.

         - Si maestro, así lo haré! -.   Responde Sonia un poco asustada frente a la poderosa figura de Ban, con la cabeza baja ... pero un momento después de que el caballero se aleje del lugar la niña silenciosa y con cuidado le sigue de camino a la puerta para saber lo que sucede, pero antes de llegar a la puerta, en un cruce de la casa la niña toma alguna cosa pequeña que haga ruido para arrojarla de otro lado del que ella tome para ocultarse y distraerlo, esperando que Ban siga el ruido, mientras ella aproveché para adelantarse a la puerta para saber lo que allí ocurre y para avisarles que Ban viene