Partida Rol por web

-A mí lo que me consuuume es que ni estando muerto me dicen con sertesa quién es malo, no sé ni quién me ha matao. Sospechas tengo, sertesa ninguna. Pero amigo Mariano, mi necrovoto va pa' ti.

—Por favor, no gastéis vuestro voto a lo tonto. Guardadlo para el último día, que es cuando será la votación decisiva. Así podremos ejecutar al Demonio incluso si quedan más malvados que buenos vivos —explicó alarmada por lo que decía Andrés.

Vicenta hizo unas observaciones bastante inteligentes, así que Belén decidió comentar al respecto.

—Efectivamente. El Demonio sería perfectamente capaz de asesinar a los suyos. Además, tengo la sensación de que podría asesinarse a sí mismo para transformar a uno de sus esbirros en Demonio. No sé cómo lo sé, pero lo sé.

»No solo Alma está ocultando cuáles son sus capacidades. ¿Por qué seguís sin decir quiénes sois? Tenemos que decir todos quiénes somos, para acorralar al Demonio. ¡Ya!

-Yo ya he dicho quien soy, -comentó la mujer mirando mal a Belén López- pelo al palecel no puedes escuchal, así que quizás debelías complal-me un sonotone o una col-neta pala tus olejas. ¡En mi tienda está todo a la venta!. Excepto mi vilginidad, aún no sé que plecio ponel-le a eso...

Esperando que eso fuera más que suficiente para demostrar su inocencia y lo que esta era, la mujer continuó explicando su punto de vista, eso sí, después de que haya quedado absolutamente claro quien era quien, o al menos, quien era ella.

-Pelo lo dicho, glacias a eso, pude sabel que Felnando Naval-lo no ela uno de nosotlos de la aldea y que Mal-iano Mal-tinez tampoco. -Tras decir esto, añadió- Hoy votamos a Mal-iano Mal-tinez y si no me clees, mañana puedes votalme a mi de plimela y velás que digo la veldad.

 - Ciertamente, votar a lo loco no es buena idea: los vivos podemos darnos el lujo, pero los muertos... No pierdan la oportunidad si existen dudas.

 Ante las palabras de Yin, Vicenta se quedaría pensando unos segundos intentando entender lo que quería decir: no sonaba a que estuviese ocultando lo que era, solo que era muy indirecta para decirlo.

 - Eres una virgen entonces, ¿no? - concluiría. -. Eso significaría que, de votarte, o mueres tú y sabemos quién es el demonio, o muere un inocente y confirmamos que lo era... Pero no entiendo como eso te pudo ayudar hasta ahora a saber quién era quien.

»No solo Alma está ocultando cuáles son sus capacidades. ¿Por qué seguís sin decir quiénes sois? Tenemos que decir todos quiénes somos, para acorralar al Demonio. ¡Ya!

 - No quería jugármela hasta ahora por no poner en riesgo mi cuello, pero con nuestros números tan reducidos... Lo mejor es ir dejando las cosas claras, a diferencia de nuestra amiga la vendedora. Soy la Alcalde - declararía, dirigiendo entonces su mirada hacia Roberto. -. Tu deducción fue buena, pequeño, pero no tomaste en cuenta lo que ya expliqué antes: que alguien sea asesinado por el demonio no significa que no sea uno de sus esbirros o el propio diablo.

 - Ya he revelado mis cartas, y dudo que alguien tenga algo que llame más la atención del demonio que alguien que pueda arruinarle su plan a finales de todo... Así que espero algo de colaboración para que podamos armar todo y encontrar las contradicciones: tarde o temprano, la verdad tiene que salir a la luz.

-Si estás intelesada puedo hacelte plecio. -Comentó la mujer, quizás a modo de broma, pero era más probable que lo dijera de verdad- Plecio subido quielo decil, que si eles la Alcaldesa entonces tienes dinelos.

-Felnando Naval-lo me votó el plimelo en las votaciones y no mulió. -Dedujó la mujer que seguía buscando cosas para poder vender- Y en la última votación Mal-iano Mal-tinez también lo hizo y siguió vivo. Es pol eso que sé que ellos no son del pueblo. No es necesalio sel la más votada pala que alguien muela.

Belén asintió. Ahora comprendía por qué Alma estaba tan segura de la culpabilidad de Fernando.

—Si Fernando fuese un Aldeano, debería haber muerto al votarte. Es cierto que, si es un Forastero tampoco moriría al votarte, pero él insistió en que no era Forastero antes de ser ejecutado. No habría hecho eso si fuese de verdad un Recluso.

»Esa habilidad tan peculiar tuya solo funciona la primera vez que eres votada, así que dejó de funcionar en el momento en que Fernando Navarro te votó. De todas formas, está claro que Mariano Martínez es también culpable, ya que se están defendiendo todo el rato el uno al otro, y no ha dicho en ningún momento quién es ni ha aportado ninguna información.

»También está la posibilidad de que Alma hubiese sido envenenada, claro. Pero aun así está claro que Fernando Navarro está mintiendo.

Si, Belén, ese parece ser el quid de la... cuestión. O Alma o Mariano... o Mariano, o Alma. Uno de ellos es un esbirro, con total certeza. Y, visto lo visto, como dije antes, debe de ser Mariano Martínez.

Traté de alejarme lo más posible de ambos, pues aunque estaba casi segura de que se trataba de Mariano, no conseguía fiarme al ciento por ciento de la oriental, aquella que todo lo vende, hasta su dicción.

Voten... votemos. Y salgamos de dudas.

-No, no votaré desde la tumba... aún. Me guardo mi voz, pa'cuando sea má útil. Tranquilisaos, chiquillas, el pobre Andrés, muertesito que está, se queda quieto y callao. Como lo han dejao. Pero conste que el Mariano me da muy mala espiiiina.

-Pero bueno, ¿Lo adultos no escuchan? El mala, malosa, malisima es Vicenta! ¡CaraY! Ella es quien a colgado a la gente como muñecos, ella es quien os da dado matarile a los muertos por la noche. Cantas veces debo repertirlo y cuantas veces no me escuchan. -Se cruzo de brazos, molesto, como de costumbre a los niños nunca se le escuchaba.

-Yo os e espiado a todos y cada uno de los que estáis vivos y solo Andres y Vicenta, podían ser los diablillos y con Andres muerto, esta mas que cristalino que lo es Vicenta. -Se sentó en el suelo, ya no tenían ni charcos cerca para quitar la crispación.

Mariano Martínez ha sido seleccionado para ser eliminado por el pueblo. Larga vida al pueblo y su sabiduría... o tal vez no.
Mañana por la mañana veremos que ocurre esta noche.

Con la eliminación de Mariano Martínez, Alma Yin puede respirar un poco más aliviada; todo parecía ir poco a poco funcionando para la joven asiática, al menos al punto en el que todos parecían hacerle más o menos caso y confiar en su criterio a la hora de ir señalando gente y acusarlos de ser cosas... ¡Un gran logro!. Ahora solo faltaba que le compraran cosas igual de bien que le escuchaban para colgar a sus convecinos.

-Lobelto, -llamó al joven que también le gustaba acusar- Dices tú que Vicenta es también otla enemiga. Yo de eso no sé si selá veldad o eles tú un enemigo queliendo señalal a un inocente. Pelo... cleo que te cleelé... ¡Si complas el almanaque de 1995 que tengo en la tienda que no lo doy vendel!.

-Es el Diablo, el Demonio, el Diablillo que empezó todo esto. Si. El resto no. -Roberto no tenia mucho mas que decir, por las votaciones, se notaba que el pueblo no tenia intencion de protegerse del maligno y el siendo un niño, no podía hacer otra cosa mas que volver a casa, cabizbajo y sin ganas de jugar.

-El Almanaque. -Volvió a repetir Alma Yin- ¿Complas o no complas?.

Ver como Roberto Alonso se iba sin comprar el maldito almanaque molestó un poco a Alma Yin, a fin de cuentas ella estaba ahí para vender baratijas y otros objetos de dudosa calidad y aún más dudosa utilidad; el hecho de que no le compraran no ayudaba a que esta estuviera contenta.

Y nadie se da cuenta aún de lo sucia que es la china.

Masculló cargado de rabia y rencor, pero nada más, sencillamente esperar a que amaneciese un nuevo día.