Ramón, que por un momento había acariciado la idea de poder huir de esta locura de misión y volver a su casa, fue brutalmente golpeado con el aviso del Papa sobre el tiempo para cumplir la misión... en verdad no sabía si vreerlo o no, pero de momento había visto suficientes cosas extrañas e inexplicables como para planteárselo seriamente....
- Estoy con Teodoro, acabemos con esto cuanto antes, no quiero estirar por mucho mis servicios bajo las ordenes de "el papa". Y respecto al Barón Richard... creo que tendremos que hablar con él posteriormente, ahora no tenemos tiempo, pero a DIOS pongo por testigo, que le haré pagar por esto....
sorry por la tardanza jeje
- A mi tot esto no me huele res be... Os seguiré tomeis el cami que tomeis porque sois els meus compañeros y amics, pero be podría ser que ese Papa fuese un enviat del diablo. ¡La Jauría de Dios! creeume, que entonces de res servirán las armas y la plegarias, así que mejor será que marchemos ya.
El mundo estaba cambiando demasiado deprisa para Roderic, y no conseguía asumir que él también formaba parte de aquella misión.