23 de Noviembre de 1422
Estáis en las cercanías del castillo de Peñíscola con una sensación muy rara en el cuerpo. Acabáis de ser liberados por el Papa Luna a cambio de que cumpláis para él una misión sagrada. No habéis tenido más remedio que aceptar, pues el viejo no estaba para tonterías — y si no que se lo pregunten a Roderic, ese pobre soldado y amigo catalán que no consiguió sobrevivir al duro cautiverio—. Por suerte para vosotros, antes de partir al monasterio de Montreal, las campanas suenan anunciando una muerte.
El anciano Benedicto XIII, nacido Pedro de Luna, ha fallecido. Y dicen que ha muerto en paz, sonriendo. Parece que después de todo la misión ha terminado antes de empezar siquiera. El Papa ya no podrá cumplir sus amenazas, así que sois completamente libres.
Ramón mira a su alrededor, mira en su cuerpo en busca de las marcas de heridas, busca en su memoria y finalmente mira a sus compañeros, les mira y ve que siguen siendo solo dos, que Roderic nunca volvería... En parte está dolido, en parte aterrado y en parte aliviado, mira a los ojos a sus compañeros y les dice...
- Volvamos a casa y vivamos nuestras vidas... Teodoro, vuelve con tu familia. Alarico... vuelve... a tu vida de antes, donde aún eras feliz y... feliz. Yo no voy a volver, viviré una vida herrante, alquilando mi espada hasta que sienta que he pagado a Roderic todo lo acaecido...
Por cierto, Teodoro, yo no seguiría viviendo en la Baronía de Richard... visto lo visto...
AWESOME! me ha encantado, malditos sean Dios, Lucifer y todos sus coleguitas que se han arreglado para matar a mi compañero de armas!
Teodoro apenas levantó la vista del suelo durante unos minutos. Nada más terminar Ramón de hablar levantó la mirada sin mirar a ninguna parte y dijo:
- Siempre al servicio de un señor, malgastando una vida que no nos pertenece en absoluto. No voy a consentir que mi hijo pase por lo mismo. Soy un hombre de palabra y como tal debo cumplirla, Richard no podrá dormir tranquilo mientras yo siga con vida. A sido un placer conocerles caballeros, guardense una vida larga, prospera y feliz puesto que hemos comprobado que nadie vela por ella en ninguna parte.
Sin más tomó sus pertenencias y se separó del grupo decidido a recoger a su hijo y cumplir su palabra para vivir en paz.
Yo al cabrón ese me lo cargo! por mis cojones! xD Y mi hijo lo hará por mi sino lo logro!
Una partida genial. Un 10 para el masterplaster y los jugadores! ^^