Partida Rol por web

De acuerdo. Asentí al sátiro. El camino sería algo complicado, porque decenas de personas se movían por aquél lugar, y tendría que identificar y clasificar las huellas de los distintos personajes que me había indicado.

El primero de ellos parecía el más fácil, después de todo un semigigante tendría unas pisadas bastante grandes y hondas en el terreno. Después de eliminar mentalmente la de los pies pequeños y tras dar varias vueltas por las proximidades encontré unas pisadas fuertes en el terreno. Se hundían casi la longitud de un dedo, por lo que el peso de un semigigante debía ser bastante alto. Parecía que las huellas se movían con un destino fijo, y ese era la cafetería, o lo que parecía el lugar donde comían. Allí, en medio del bullicio, una cabeza sobresalió, aun estando sentada en el suelo. Con una sonrisa me dirigí hasta él, satisfecha de haber encontrado a mi primer objetivo.

Bastard? Pregunté algo dudosa. El semigigante no se apartó de su plato de comida y asintió mientras tragaba un gran bocado de una pierna de cordero que manejaba como si fuese un muslo de pollo. Cuando termines podrías venir a ver a Sath? Gracias El semigigante dió por entender lo que había oído, y afirmó de nuevo mientras engullía un largo trago de alguna extraña bebida que no llegue a ver, y que bebía de un cubo que le hacía de vaso.

A continuación, y algo satisfecha por haberlo encontrado en tan corto tiempo, me dediqué a buscar al otro sátiro. Como había visto las huellas de Sath, sabía más o menos que forma tenían las de un sátiro. desde la cafetería salí en busca de las mismas, y las encontré cerca de la entrada. Se dirigían hacia dentro, hacia uno de los extremos del extraño campamento. No tardé en recorrer la distancia que me separaba con la parte de atrás de un edificio. Entré abriendo una gran puerta, sin estudiar o ver que edificio era. Una vez dentro, un intenso olor subió desde el suelo, olor a nauseabundos excrementos. Cuando miré hacia delante vi que había estado siguiendo las huellas de una cabra de verdad, que había servido de montura de alguna criatura por la silla que parecía llevar.

La última me resultó muy difícil encontrar, y tras un breve tiempo la dí por imposible. Observaba las huellas con atención, pues un hada debe dejarlas ínfimamente. Incluso las busqué entre las ramas bajas de los árboles cercanos, pero fue imposibles. Debían ser tan pequeñas y ligeras que fueron una completa Odisea. Así que volví a Sath con la cabeza agachada y le expliqué que solo había encontrado al semigigante.

Ante la mirada del satiro, con la ceja alzada espere y este me indico que debia seguir buscando a los restantes objetivos que me habia marcado. Asi pues reanude la busqueda, empeñada en encontrar a las extrañas criaturas, el satiro Tirh. De nuevo reanude la busqueda desde la entrada, pero no conseguia distinguir los pasos de cabras de los de satiro... aquel no era un buen lugar donde buscar, asi que pense donde podria estar uno y el otro. Las cabras estarian en el establo, o por los alrededores, aprovechando los matorrales. Ademas sus pasos serian de 4 patas, y las pisadas se podrian distinguir de las de un ser bipedo. Fue entonces cuando pude concentrarme y dejar de lado las pisadas de los animales cuadrupedos, y seguir el rastro de los inteligentes bipedos de pies caprunos.

Las huellas las encontre cerca de la propia zona de comida, donde estaba claro que las cabras no andarian, ¿como no haber caido en ello antes? Como fuere, por fin encontre las huellas deseadas. Sin embargo seguian siendo dificiles de encontrar. Parecia que las criaturas eran buenos ocultando sus pisadas de acechadores.

Alcance un matorral donde acababan las huellas. Alli, una forma vagamente humana, con unos pequeños cuernos negros saliendo de su frente. Parecia estar vigilando algo, y cuando alce la mirada por encima parecia estar espiando a una hermosa mujer ...

La hermosa mujer tenia una tunica semitransparente ocultando sus hermosas y delicadas facciones. Parecia estar bailando en un pequeño claro entre olmos, chopos y robles bajo la atenta mirada del satiro.

Tosi para llamar su atencion, la del satiro, de forma que ella no lo escuchase y se sintiese violentada. Perdon, Tirh, pero a Sath le gustaria encontrarse con usted.

Ahora quedaba el mas complicado de todos, el ser feerico. Como encontrar una criatura tan pequeña, con tan poco tacto para dejar huella y de la que tan poco sabia. Intente pensar en alguna forma de encontrarlo, algun rastro o algun indicio de los cuentos de hadas y de dibujos que conocia y habia visto. Aun asi estuve debatiendome entre las diferentes formas, pistas e indicios de mi mente.

De repente sucesos extraños se fueron dando. Cuando creia que veia pistas sobre la criatura diminuta, luego esta me llegaba a lugares extraños como la olorosa letrina, una cueva donde descansaba un oso al que consegui evadir debido a que este se encontraba durmiendo, a un campo de zarzas que me provocaron pinchazones y rasguños, y finalmente a un nido de abejas, que me provocaron picaduras dolorosas. Entonces escuche unas diminutas risas en los arbustos cercanos, donde encontre a mi objetivo, que habia estado jugando conmigo durante los ultimos momentos, enviandome a lugares desagradables e incomodos. Intentando controlar mi molestia le indique que debia encontrarse con Sath y fui hasta el propio satiro tambien.

Bien, Irene, parece que esto te ha ayudado más de lo que pensabas no solo te has hecho con las posibilidad de rastrear cuanto quieras sino que has aprendido a manejarte un poco mejor en la naturaleza lo que te ayudará a la supervivencia cuando estés sola en los bosques y la intemperie.

Pues bien, ahora creo que ya estás preparada, coge a tu compañero y tienes que dirigirte a tu primera misión. Finalmente mis tres amigos no van a poder ayudarte sino que vas a tener que hacerla tú solita. Si es que quieres claro, ¿qué opinas?

Miré al pequeño Ris, con los ojos fijos en mi. Sus ojos fijos y claros, cualquiera podría sentirse intimidado por aquella mirada directa, pero yo no, yo la comprendía y le miré igualmente fijamente. El lince respondió acercandose a mi y posando su pata derecha frente a si, asintiendo al reto.

Parece que ambos estamos listo para esta misión, Sath. Le dije con confianza. No se porqué pero siento que con Ris a mi lado, puedo conseguir casi cualquier cosa.

- Está bien, pero antes es mejor que descanse unos días y te entrenes algo más, cuando lo hayas hecho te mandaré la misión.

Al cabo de unos días el sátiro te encuentra practicand con tu arma y se acerca a ti.

- Bien, querida. Ha llegado el momento, esto es lo que tienes que hacer.

Hay un león que no para de aterrorizar a la ciudad de Crematia. Dicen de él que se ha enfrentado a guerreros y a magos y que jamás ha caido ante ellos. Debes ir a visitar primero a Kurk, un semigigante blanco que vive en una de las cabañas de camino a la ciudad. Él te indicará cuál es el camino a seguir y te entregará un arma que te ayude a vencerle más fácilmente.

Aunque quizá no tengas porqué combatir cuerpo a cuerpo con esa horrible bestia. Quizá veas alguna otra alternativa.

Simplemente te digo que barajes todas las opciones que tengas a tu alcance.

Había pasado los días entrenando duro. Corriendo por la campiña con mi compañero junto a mi, nadando en las aguas para fortalecer el cuerpo, manejando la lanza contra los maniquí para ello. Entonces apareció Sath y me indicó qué deseaba que llevase a cabo.

Luchar contra un león... miré a Ris temiendo por él, pues era una criatura bastante más débil que un león. Pero había aceptado ya de antemano la misión, solo tendría que protegerlo. Aun así la idea de combatir contra una criatura, causarle la muerte, era algo que aun no sentía que pudiese llevar a cabo.

Necesitaré un mapa guía, Sath. Le indiqué al sátiro, que parecía olvidar que era nueva en aquél... ¿país? Tanto para saber llegar como para saber volver.

- No te preocupes yo te indicaré la dirección pertinente y no creo que una muchacha como tu pueda perderse y mucho menos con lo bien que se te ha dado estos dias la práctica de rastrear. No temas, pues el camino es sencillo y sin pérdida. Hasta aquí todo es fácil, el problema será después de visitar a Kurk...

Que tipo de lugar es el que voy a visitar? le pregunte extrañada por las palabras del Satiro. En principio no desearia dañar a la criatura, y preferiria encontrarle un lugar mas idoneo donde pueda sobrevivir, a menos que sus intenciones sean causar daño, en cuyo caso me veria obligada a detenerle. Le confese a Sath, despues de todo no me podria llamar protectora de la naturaleza si solo la mataba.

Se me concedera algun tipo de equipo para sobrevivir durante el camino, como raciones, una tienda para dormir, un saco de dormir, una linterna...? No estaba segura de que el Satiro comprendiese todas aquellas palabras modernas y si habria por alli, pues no habia visto ningun puesto donde comprar pilas o comida enlatada.
En cuanto pueda me gustaria partir a esta nueva aventura.