Partida Rol por web

El duque se pone depie y levanta el brazo en signo de inicio de los juegos , los caballareos se encuentran en linea frente al estrado principal, ha llegado el momento de los duelos a caballo y para eso se deben emparejar , el metodo de elegir consiste en salirse de la fila y ponerse enfrente de otro caballero y retarle de hombre a hombre , ¿quien sera el primer valiente? ¿Y a quien retara? Mas tarde podran elegir una dama entre el publico , para pelear en su nombre , como signo de caballeria, ¿Su galanteria les hara merecedores de una prenda que le de suerte, entre los pitidos del publico y el sonrojo de la dama? Y a cambio les haran un juramento de caballeria.

Erstam se acerca, mirando las lanzas de madera

"Maese Jozan ¿Aceptaría el reto de nuevo?"

sera todo un honor batirme en duelo con su persona, en cuanto este listo nos veremos en el campo de justas el caballero hace una señal a su escudero para que lleve las lanza de justa, sin duda seria una contienda amistosa por lo que no valdría de nada llevar puntas de lanza reales que mataran a su contrincante.

4.II Retar a un contricante

Martin dio unos golpes en el lomo de Furia. Furia era el corcel que tras lo sucedido el día anterior con la carroza de la Dama , y tal y como le había dicho ella,podía quedárselo. El semiorco volvió a admirar al animal una vez más y pensó que había acertado con el nombre." Furia..."

-Calma chico...en breve tendrás acción- le dijo el semiorco. Extrajo de uno de sus bolsillos una manzana y se la entregó al caballo. Este la mordió entera y durante unos segundos estuvo masticando la fruta con gran placer.- Además ,hoy vamos a pedirle a la dama luchar por ella- dijo martin traviesamente al oido del equino.-¡Mira! ¡Nuestro turno!

Martin subió a lomos del animal y se encaminó a la tribuna. Se detuvo frente a la figura del Archiduque y realizó una reverencia. A pesar de que bajó la cabeza vio al Archiduque saludarle con un gesto de la cabeza. Vio también que su pecho temblaba ligeramente...¿se estaba riendo? Tal vez fuese por la charla que mantuvieron antes de la cita con la Dama Corina. Esta parte era mejor que ella no lo supiese...

Entonces entró en escena el chico al que Martin había pagado unas monedas de oro para anunciar su entrada. Era un tipo rubio y con poca carne, pero con la voz del trueno. Y tal y como habían acordado él y el semiorco...el chico comenzó a hablar.

"Pero...¿que tenemos aquí buenas gentes? ¡Un semiorco! ¡A mí la guardia del Archiduqueee!"

La gente, que ya conocía a Martin de otros días, rió la ocurrencia. El vocero simuló huir en círculos.De repente el chico, en plena actuación, hizo como si hablase con un interlocutor invisible.

"¿¡ Cómo dices!?"  le dijo a la nada" ¿¡Se trata de Sir Martin Draggar!? ¡Increíble,señoras y señores! No se dejen llevar por el aspecto de este hombre. Pues aquí, a lo que  sospecho, la armadura no hace al hombre sino que el hombre es quien hace a la armadura. ¡No se dejen intimidar por sus colmillos! Porque mayor es el tamaño ..." el chico hizo una pausa para provocar el descaro del público "¡de su corazoooón!". La gente estalló en carcajadas.

"¡Este hombre!" dijo señalando a martin, " ¡podría estar sentado entre ustedes! No tiene riquezas, no tiene castillos. ¡Mirenlo! Pero si ni siquiera tiene armadura... No tiene nada de lo que tiene un caballero. " volvió a hacer una pausa y bajó el tono de su voz mientras se dirigía al público alzando su dedo índice." Pero si tiene, amigos míos, todo lo que es importante para un caballero. ¡Honor! ...¡Valentía!... ¡Abnegación!... ¡Fuerza!.. ¡Y lealtad! "

El chico hacía su trabajo a la perfección. Fue aumentando de nuevo el tono de su discurso hasta darlo todo.

"Con todos ustedes...venido de las arenas de Khazamm-dhul; héroe entre su pueblo; rescatador de la dama Corina... ¡El semiorco! ¡El Caballero pobre! ¡La fuerza desatadaaa! ¡¡¡SIIIIIR MARTIIIN DRAAAGGARRR!!!"

Martin espoleó a Furia. El corcel alzó sus cascos delanteros y relinchó poderosamente. La gente aplaudió y vitoreó la presentación del semiorco. Martin se dirigió entonces a La dama Corina.

-¡Alteza!-Se hizo el silencio en las gradas-. Sería para mí un honor morir por vos. Pero aún sería un mayor honor...vivir para vos. Permitidme luchar en su nombre-dijo haciendo una reverencia. La gente aplaudió las humildes palabras del semiorco.

Un pañuelo cayó desde el palco. Un pañuelo de la dama Corina. Martin lo pescó con la punta de la lanza y a modo de estandarte galopó ante los presentes y ante la tribuna para rendirle honores. Con la lanza en ristre galopó frente al archiduque y a la dama.

Terminó su galope frente a la liza donde se encontraban el resto de competidores. 

-Bwana Shimpani, Sir Eladamri Lorian...Sería para mí un orgullo competir contra vosotros.