Partida Rol por web

Rakuar mira fijamente en silencio a Sortien, cavilando si responder o no al viejo manco. Ankor aprovecha para observar al bárbaro; cuando os lo encontrásteis hace dos días parecía más viejo y también más descansado. Sus gestos, su forma de hablar son más osadas, pero las bolsas negras bajo los ojos y el pelo desaliñado hablan a las claras de la larga jornada que el bárbaro debe haber sufrido antes de descansar sus posaderas aquí junto a vosotros.

-Iban hacia la estrrella del atarrdecerr. Caminaban juntos y envueltos en sus sucias pieles - a Kanlil le choca que un tipo como Hor Rakuar tilde de sucio a alguien, hasta que recuerda las pintas de su compañero Forad-. Los vi muy cerrca de aquí, un poco más adelante del camino, hace dos lunas. Erran diez, y los acompañaba Hor Ruden. Tenéis mala memorria, cuando el viento me trrajjo al hace-palabrras hace dos noches, vuestrro guarrro me prreguntó porr ellos. Entonces no sabía quién erra y le rrespondí lo mismo que os acabo de contarr.

Hor Cardar añade algo de su cosecha.
-Pues, como vas al grran corral del piedrra, coge al hace-palabrras y que use su cantinela-que-da-sueño con Hor Ruden. ¡Segurro que el cola-frría habla con sus ancestrros de la mano de Ojan Argar!

Comenzáis a temeros que entre los bárbaros hay más disputas de lo que cabía esperar. Desde fuera, siempre los habéis visto como gente simple y brutal. Al menos lo de simple puede que tenga que ser descartado de momento, son capaces de cierta sutileza en cuestiones de poder...

Hor Rakuar alza irritado la voz ante la pregunta de Kanlil.

-¡No es de tu incumbencia, niño pequeño-sabio come-hierbas! El hace-palabrras tiene sus terrrenos de caza en donde nosotrrros querremos cazarr también, así que hay porr qué mearrse encima de miedo.

Luego responde a Sortien.

-Es un Hor del clan de Horgan Hos, y es muy amigo de los Argar. El hace-palabrras se encarrgó de él.

Después resopla un poco y se apoya en la mesa. Hor Cardar le toca el brazo con suavidad.

Kanlil se sienta en el suelo, apoyado en las cajas de la caravana. De repente un ataque de curiosidad recorre al joven valles, por lo que comienza a rebuscar entre los barriles y cajas de la caravana.