Partida 41
(1490DR - 42º día de Invierno)
El combate terminó con vuestra victoria y derrotasteis a vuestros perseguidores. Al parecer tras el incendio en la Mansión Margaster se descubrieron ciertas cosas y Xamlyn fue apartada de la familia por temas políticos o simplemente como chivo expiatorio. Desamparada gastó todo su fortuna en contratar a mercenarios y en seguiros la pista por todos los Reinos Olvidados, para conseguir su venganza. Al parecer por el camino encontró a otros que se unieron a ella con gusto. La mujer de la máscara era la artífice de todo el entramado con Vezrack y los druidas de la Infraoscuridad, de manipular al archidruida para que trabajase para ellos; plan que se vio truncado por vuestra insistencia. Worvil escapó de la prisión de los Arpistas cuando Everlund fue atacado por los Gigantes de las Nubes y gustosamente se unió a estos por el dinero. Othovir en realidad era un Margaster mas, simplemente usaba sus conexiones en Triboar para mandar incautos junto a su hermana y tener carne fresca para rituales de Asmodeus.
Tras robar a todos los nobles de Triboar, fuisteis a ver a Lord Drylund que se escondía bajo el manto de protección de Pow Ming. Esta no parecía contenta con lo ocurrido y ya desconfiaba que su contratista le hubiera estado ocultando algo importante. Tras pensárselo mucho, decidió abandonar el barco y dejar a Drylund a su suerte.
Este, se vio atrapado y temeroso de perder su estelar carrera política, decidió confesar que era un agente de la Orden del Kraken y explicó como hacia tiempo que habían capturado al Rey Hekaton y lo tenían preso en una embarcación llamada Morkoth que estaba en constante movimiento alrededor de unas islas al norte de las Islas Purpura.
Pero al poco de confesar, algo pareció atacarlo con un arrebato psíquico que le dejo frito el cerebro y lo mató. Algo realmente poderoso no estaba contento con lo sucedido.
El mundo seguía a merced de todas las razas de Gigantes que seguían peleándose entre sí y conquistando territorio de la gente pequeña. Sin el Orden, el destino de los Reinos era la extinción.
Partida 42
(1490DR - 43º día de Invierno)
Vuestra primera parada fue Mirabar. En la ciudad de la alianza de enanos y humanos pudisteis observar de nuevo como los gigantes seguían causando estragos en todos los lugares por donde pasaban. Varias secciones de las murallas habían sido comprometidas y parte de la ciudad se había mudado en las profundidades como precaución.
Tras realizar algunas compras y entregar a Weevil, Izztyl, decidió usar un conjuro de adivinación para tratar de encontrar a Aurelius. El hechizo funcionó y descubrió como al parecer Felgolos había sido capturado por los gigantes de las nubes, e incluso vislumbró como la Condesa Sansuri estaba interrogándolo, justo antes de que ella misma disipara el conjuro espía.
Tras esto viajasteis hacia Everlund, donde aparecisteis entre los restos flotantes de lo que fue la torre y bastión de los Arpistas, que había sido destruida por un ataque de la mismísima Condesa, que al parecer buscaba respuestas a unos misterios que planteaba. Tras poner al día a Krowen, decidisteis seguir vuestro camino hacia Zymorven Hall.
En la ciudadela os encontrasteis con Jaime y su padre, Lord Harthos Zymorven, quien se mostraron agradecidos por la anterior batalla que habíais librado juntos y por haber rescatado al heredero. Veníais con una propuesta y un favor que pedir: que accedieran a ayudaros a alcanzar el castillo en las nubes que sobrevolaba toda esa zona de los Evermoors para ir en ayuda del tío de Tassae. Aceptaron y un escuadrón de pegasos, el orgullo de la familia Zymorven, os iba a escoltar hasta la entrada del castillo.
Partida 44
(1490DR - 44º día de Invierno)
Despegaron dos escuadrones de jinetes pegaso de Zymorven Hall, liderados por vuestro amigo Jaime. Tras una hora de vuelo por sobre de los Evermoors divisasteis el castillo de la Condesa Sansuri. Tras unas maniobras evasivas para esquivar los virotes de las balistas operadas por gigantes, aterrizasteis en el balcón mas alto del castillo.
Ahí encontrasteis un lugar cuidado, trabajado y decorado con sumo gusto. Una especie de ilusiones aarakocra y un gigante de las nubes os dieron la bienvenida en el patio. Tras esto subisteis a la torre mas alta, que parecían los aposentos de la mismísima Condesa, donde fuisteis atacados por dos asesinos invisibles.
Los gigantes de las nubes destacaban por su soberbia y orgullo, pues siempre habían estado un pequeño escalón por debajo de los de la Tormenta que regían el Orden cuando existía. Eran gigantes versados en la magia y los misterios.
Partida 45
(1490DR - 44º día de Invierno)
Al parecer vuestra incursión en el ático del castillo no había llamado demasiado la atención o quizá los gigantes habían estado seguros de su victoria. Es por eso que cuando subieron un par de guardias para relevar a sus compañeros o para comprobar la situación se quedaron sorprendidos ante la matanza. Uno de estos consiguió escapar y dar la voz de alarma.
El castillo se había detenido y ahora estaba flotando suspendido en el aire.
A los pocos minutos, que tardarían en organizarse, un escuadrón de gigantes apareció flotando por el aire para evitar vuestro punto defensivo. Pero para su sorpresa no encontraron a nadie, tras un rato de buscar empezaron a conjurar algunos encantamientos de adivinación, pero gracias a una astuta estrategia y a unos polvos de invisibilidad, conseguisteis darles esquinazo.
Con prisa y la tensión de saber que os estaban buscando, os aventurasteis al piso inferior en busca de Felgolos.
Partida 46
(1490DR - 44º día de Invierno)
Habían dado la voz de alarma y era cuestión de tiempo que os encontrasen. Siguiendo el sonido de los lamentos y quejidos de Felgolos, os adentrasteis hasta la parte mas baja del castillo, donde visteis a la Condesa Sansuri y la sala del trono. También bajaron los otros dos gigantes de mayor rango, al parecer a informar a la Condesa del estado de vuestra incursión.
Aprovechando el despiste y los polvos de invisibilidad, decidisteis ir a enfrentaros directamente con la líder del castillo a las mazmorras donde tenían encerrado al dragón.
Partida 47
(1490DR - 45º día de Invierno)
Entre Aurelius y vosotros conseguisteis acabar con la Condesa Sansuri antes de que pudiera llamar a los refuerzos. Pero hubo una pequeña complicación, el Castillo de las Nubes necesitaba alguien poderoso que lo mantuviera a flote y no emergió nadie para tal cometido así que poco a poco fue perdiendo poder y cayendo los Evermoors.
Los gigantes tenían capacidad para volar así que sobrevivieron pero tardarían un buen tiempo en volver a acosar la zona sin su líder para dirigirlos.
Felgolos, muy malherido por los incesantes días de tortura, os dijo que necesitaba un periodo para descansar. Aún así pagaría la deuda que había contraído al ser rescatado (de nuevo), si el destino os hacía enfrentaros a Iymrith, él acudiría en vuestra ayuda. Aún así os avisó que ibais a necesitar mucho mas que un dragón para enfrentaros a la Maldición del Desierto.
Fuisteis hasta Everlund para informar a Krowen de lo sucedido y este os apremió para que viajarais a Neverwinter para zarpar cuanto antes en busca del Rey Hekaton y así poder restablecer el Orden. Los Arpistas también serían vuestros aliados en un enfrentamiento final.
Partida 48
(1491DR - El Fin de los Reinos Olvidados - 12º Día)
La situación era desesperada, la mayoría de grandes ciudades estaban cayendo. Los Gigantes seguían en su lucha por la supremacía entre ellos y las razas pequeñas eran las que mas sufrían. Las últimas noticias que llegan son aterradoras pues parecer que los Gigantes de Escarcha han conquistado la ciudad de Neverwinter, arrasando parte de ella a su paso.
Los Arpistas os apremiaron para que siguieseis con vuestra desesperada misión y tuvieron que encontrar rápidamente otro transporte para vosotros, pues el que habían planeado estaba seguramente destruido o en el fondo del mar. Zaldar Floshin os dio la bienvenida en una bahía oculta al sur de Neverwinter, eran piratas y desesperados por su situación habían aceptado un trato con los arpistas a cambio de limpiar su nombre.
El viaje duró 20 días gracias al poder druídico de Izztyl que consiguió que tanto corrientes como viente fuera favorable en todo momento. Llegasteis al Norte de las Islas Purpura donde habíais averiguado que una embarcación, el Morkoth, tenía preso al Rey Hekaton. Vuestra misión era clara y brutal, rescatar al Rey de los Gigantes y devolverlo a Maelstrom para restaurar el Orden.
Asaltasteis la embarcación y a pesar de que estaba capitaneada por un asesino experimentado y un poderoso archimago no fueron rivales para los Héroes de los Reinos, los Buscatrufas.
Pero una sensación que llevabais arrastrando desde el inicio del viaje se hacía cada vez mas fuerte. Había algo en las profundidades, algo que no estaba demasiado contento con vuestro asalto.
Partida 49
(1491DR - El Fin de los Reinos Olvidados - 12º Día)
Liberasteis a Hekaton que parecía estar sumido en un sueño profundo a causa de aquellas extrañas cadenas. Para él no había transcurrido tiempo desde su captura por lo que se mostró hostil hacia vosotros, dado que había sido "la gente pequeña" quienes habían matado a su esposa y lo habían capturado. Tras una rápida explicación por vuestra parte, Hekaton se mostró considerado y reflexivo por lo que decidió cesar su amenaza hacia vosotros.
Pero algo muy grande se acercaba al barco, furioso. Un gigantesco kraken emergió del océano dispuesto a acabar con todos vosotros. Lo primero que hizo fue hacer pedazos el barco para tratar de hundiros en el mar. Luego empezó una encarnizada batalla contra aquel titan de las profundidades que no solo tenía una fuerza descomunal con sus diez tentáculos sino que parecía una criatura extremadamente inteligente y capaz de lanzar poderosos hechizos.
Tassae a la desesperada trató de preparar un conjuro de teletransporte pero el Slarkrethel no lo permitió, conjurando un poderoso hechizo que redujo la mente de la hechicera a un estado de sopor y estupidez total, dejándola fuera de combate.
Ahora el destino de los Reinos, de nuevo, estaba en manos del intrépido grupo de aventureros junto con si temporal aliado: el Rey Hekaton.
Partida 50
(1491DR - El Fin de los Reinos Olvidados - 13º Día)
El combate con el kraken fue realmente duro y fue necesario el esfuerzo de todos para poder acabar con la amenaza, por unos instantes la balanza se podía haber decantado hacia cualquier lado.
Tras el combate llegasteis a duras penas a una isla completamente yerma donde descansasteis lo justo para poder teletransportaros junto a Hekaton de vuelta a Malestrom. Ahí os encontrasteis una especie de golpe de estado donde las malvadas hermanas Mirran y Nym se habían hecho el control del trono del Wyvern y el cetro mágico, controlando así las defensas del bastión.
Lo que parecía que iba a ser otro encuentro brutal, terminó antes de empezar. La sola presencia del Rey Hekaton, vuelto entre los "muertos" y vuestra imponente -y pequeña- presencia fue suficiente para que todos los gigantes de rindieran y apresaran a las hermanas para devolver el trono al anterior propietario.
Restablecer el Orden iba a ser una tarea ardua y complicada. Ese era el inicio y las voces iban a propagar rápidamente la noticia de que el Rey Hekaton había vuelto con intención de gobernar de nuevo con mano de hierro. El Rey también os reconoció la ayuda y os prometió una alianza así como ayuda en vuestra empresa.
Vuestra "misión" terminaba ahí, pero aún había un cabo suelto en todo aquello: Iymrith, la instigadora de todo lo que había pasado se había refugiado en su guarida y si no se la detenía ahora es posible que se perdiera aquella oportunidad de ponerle fin.
Tras un año de deambular por los Reinos, era el momento de echar mano de todos los aliados y ayuda posible con el objetivo de acabar con la temible dragona.
Partida 51, 52, 53
(1491DR - El Fin de los Reinos Olvidados - 31º Día)
tbd