Con Zephyros fue otra historia, aquel gigante senil le costó un día entero de vuestras explicaciones para acordarse de qué iba todo aquello. El excéntrico gigante seguía manteniendo sus conversaciones con aquellos entes de otras dimensiones que parecían freírla el cerebro durante unos días.
— Yo ya soy viejo, muy viejo, mi tiempo en este plano está ya casi extinto, así me lo han hecho saber ellos. Pero te ayudaré pequeña Tazale, será mi manera de redimir a los míos, a los Gigantes de las Nubes por todo el daño que han hecho a los vuestros.
Era incapaz de acordarse de tu nombre, pero lo había intentado. Zephyros puso rumbo hacia el desierto de Ascore con sus castillo flotante, pero esta vez te enseño a manejarlo y todos los entresijos de aquel mágico lugar, era como si supiera que iba a ser su última batalla y te estaba regalando aquel palacio sin llegar a decírtelo.
Fueron los arpistas quienes os acompañaron en todo momento durante aquella semana. Desplegaron todas sus redes de portales y magos para ayudaros a viajar entre las distintas ciudades de los reinos para que pudierais perseguir todos vuestros objetivos con el poco tiempo que había. Dispusieron lo necesario para poder teletransportar a quien fuera necesario hasta el punto designado: un oasis limítrofe al Gran Desierto de Anauroch, no muy lejos de Ascore.
Krowen se iba poniendo en contacto con vosotros mediante telepatía para ir coordinado toda la logística y también os explicó el plan:
— Mañana os reuniréis todos en el punto designado, es un punto justo al límite de lo que hemos averiguado que es el territorio de la dragona pues poco mas adelante sabemos que ella tiene constancia de lo que sucede, así que tenéis que saber que en cuando avancéis por el desierto estaréis a su merced.
Su último mensaje fue el siguiente.
— Ya está todo preparado para vuestra llegada. Sabéis que Iymrith es una dragona azul por lo que el rayo no le afectará, debéis atacarla con armas mágicas por supuesto pues su piel es resistente a cualquier objeto mundano. Es una gran maga, sabemos que es capaz de lanzar poderosos hechizos. La llaman la Reina de las Estatuas, hemos descubierto que dispone de un pequeño ejercito de gárgolas que actúan a su servicio, no os fiéis de nada, es posible que os esté esperando y trate de engañaros, no está sola ni está indefensa. No sabemos tampoco qué aliados puede tener, su tratado con las Fuerzas del Kraken terminó hace tiempo y su control sobre los lideres de los Gigantes se ha perdido tras ser descubierta como una impostora. Id con cuidado héroes.
Cada uno de vosotros manejara a un Gigante de las Tormentas de la guardia personal del Rey Hekaton.
Disponéis de estos recursos extra:
4x Pociones de curación suprema (10d4 + 20)
2x Potions of Giant Size