Partida Rol por web

Con Elanine abrazandome veo como la doctora encuentra un enorme hematoma, grande y extraño en su espalda que tenia muy mala espina, extrañandome que fuera solo un costipado, pero evitando que Elaine lo viera para que no se alarmase. Pero las palabras de la Doctora cuando nos dice que han envenenado a la madre de Elaine solo podia enfurecerme ... pero primero tenia que conseguir que Elaine no se alterara o cayera rendida de su propio estres o nerviosismo.

Abrazo con fuerza a Eliane, para que sepa que estoy con ella, y hacer que sufriera menos esa negfasta noticia, e intento calmarla y darle esperanza ...

- No pasa nada Elaine, John encontrara medicina y antídoto, y si el me ayuda encontrare al mal nacido que ha echo esto, seguro que alquien de 1º clase esta involucrado, ya que en 3º no tenemos para comer, pues mucho menos para envenenar a otros. - Miro a John con esperanza que me ayude realmente a solucionar este misterio - ademas me temo que en breve nos buscaran para solucionar los problemas del tren relacionados con el apagon y aprovechare para descubrir-

Miro a la Doctora, - Doctora, cualquier tipo de ayuda nos servira tanto para encontrar un antidoto a John, como a mi para investigar en 3º y en 1º clase -

Abrazo de nuevo a Elaine con fuerza, intentando transmitirle mi aprecio y apoyo, pero sabiendo que ella necesitaba tiempo y tranquilidad para digerir y estar con su madre, asi que no la obligo a estar abrazada a mi, suponiendo que ira a su madre cuando este mas calmada, sino la retengo hasta que pase el choque de la noticia.

Me llevo una mano a las "greñas", sin poder evitar soltar una risa nerviosa.

-Te reto a que lo intentes -le contesto- a lo mejor hasta me haces un favor. Aunque pensaba que lo que utilizas para cortarte el pelo es una cabra hambrienta. Tiene estilo.

Dirijo una mirada de nuevo a mi espalda, sintiendo que el metal de la puerta me está observando o algo así.

-Ahora en serio, chicos. No debéis...

Suspiro. No me van a hacer caso. Si es cierto que se han ido y han vuelto en más de una ocasión, no hay motivo para preocuparse... hasta que no regresen. Me cruzo de brazos, dubitativa, y agacho la cabeza, sin saber muy bien qué hacer. Estoy a punto de retirarme definitivamente junto al fuego, cuando les dirijo una mirada a Alan y Jake.

-Si os llaman, ¿podéis buscar a mi padre? ¿Comprobar que está vivo? Se llama Dmitry Lébedev.

John ayudo a la doctora. Movio a la mujer con tanto cuidado que parecia que temiera que se pudiera partir. Al ver los moretones John pensó que la mujer se habría caido y dado una hostia importante pero resulto que eso era algo que venia de dentro.

-Por lo menos no parece algo contagioso.-pensó, ya que era lo que más podía temerse, una epidemia allí dentro.

La doctora les llevo aparte y les explico la situación. John negó con la cabeza, no podía creer de ninguna manera que alguien quisiera o tuviera motivo ni remotamente para envenenar a una anciana. Los de primera no se paseaban por alli repartiendo veneno y los de tercera no tenían motivos.

- Señores, no digan tonterias.- Les pidio tajante. No podía dejar, de ninguna manera, que la idea de que hubiera asesinos entre ellos cuajara. Eso despertaria recelos y altercados, cosas malas para mantener el orden.- No sabemos como se a envenenado, pudo ser algo accidental... algún producto que contaminara su comida... que se le cayera al suelo, algo que tocara o respirase y que al estar enferma le afectara más que al resto.- explico queriendo dar una alternativa menos preocupante a la situación.

John llevaba un rato escuchando voces en otro vagón, había tenido paciencia y esperaba que se calmaran solos pero parecia que tendría que intervenir antes de que Henri se pusiera nervioso de nuevo.

-Elaine, te prometo que hare todo lo que pueda para traer antibualica....anticuarulan... medicamentos para cerrar las heridas y que la sangre no se le salga en los pulmones.- aseguro John mirando a Carol con seriedad. Haria todo lo posible pero él no vivia en primera, no tenía nada claro el poder conseguirlos.-Vere que puedo traer para lo del veneno pero solo si todos los presentes prometen que no diran una palabra al resto sobre el asunto del veneno. No quiero que la gente se ponga nerviosa ¿De acuerdo?- John lo decia en serio.

Su trabajo era mantener a todos los presentes seguros y eso implicaba una responsabilidad sobre todos ellos.

-¿Te crees muy graciosa no? Tienes la chispa de un soldador Olya-dije con tono ligeramente burlón-la clave está en el corte del mordisco-respondí con una media sonrisa, asintiendo a continuación ante sus palabras preocupadas.

-Descuida, haremos lo posible por saber algo de él- respondí intentando animarla apoyando mi mano en su hombro. Era palpable el dolor que sentía tanto por la pérdida como la incertidumbre de no saber cuál había sido el destino de su padre-Cualquier cosa que descubramos, te lo haremos saber- apreté con ligereza su hombro, para luego apartarlo y mirar de nuevo a Alan-Esta espera me está matando, a ver si nos dicen algo de una maldita vez-le susurré mirando de reojo la puerta de entrada donde ahora se encontraban los guardias.

Se abrazó fuerte a Roland, rodeando con sus brazos su cuello y descansando por unos segundos en esa posición, apoyando la cabeza sobre su hombro. Y así permaneció tranquila escuchando su voz, diciéndole que todo iba a salir bien y su madre mejoraría mientras Carol comprobaba con sus propios ojos la gravedad de su enfermedad.

Elaine no estaba mirando como John la ayudaba a moverla para que CJ la oscultase. Prefirió cortar con el contacto visual, porque verla en ese estado empeoraba el suyo y otro ataque más de ansiedad podría provocar que fuese ella la que necesitase una medicina para calmarse.

Seguía escondiéndose de la realidad refugiándose en los brazos de Roland como una niña asustada, cuando la doctora se acercó y le explicó que su madre tenía un efisema pulmonar y además había sido envenenada. - ¿Qué? - preguntó con evidente confusión incorporándose despacio del hombro de su amigo, separándose lentamente de él.

- Perdona Caroline, no te estoy entendiendo bien... - negó repetidas veces con la cabeza, su mente también estaba en fase de negación. - ¿Alguien ha envenenado a mi madre? - frunció el ceño, perdiendo la expresión de sus ojos, volviéndose ausentes. La incredulidad de la joven se reflejó en su rostro desconcertado por la noticia que acababa de escuchar.

- No puede ser... - miró a CJ recuperándose y digiriendo aquello, sus ojos reaccionaron llenándose de tristeza e impotencia. John, también se apresuró a negar el hecho, o al menos intentaba maquillarlo de forma bonita para que no fuese tan crudo para ella y empezase a cundir el pánico en tercera si la noticia se extendía.

- ¿Quién iba a querer envenenar a mi madre? no tiene sentido. - las manos empezaban a temblarle otra vez. - No tiene sentido. - miró perdida a su alrededor, viendo a Ellen tumbada en la cama, viendo como la vida de su madre se iba y no podía hacer nada para ayudarla.

- Necesito sentarme. - se sentó en el mismo asiento de antes echándose hacia delante apoyando sus manos sobre su frente pensando que hacer.

- Déjame ir contigo John. - reaccionó tras un momento mirando decidida al guarda. No estaba para ir de viaje a ningún lado. Si se desmayaba por el camino sería un problema para John. Aún así ella quería hacerlo por su madre.

- No me importa lo que me hagan, pero tienen que saberlo por mi. Mi madre está mal, y puede morirse. - lo dijo totalmente consciente como si hubiese despertado de un sueño. - Que me vean los ojos y si me niegan una medicina para salvarla, entonces que tengan valor y me lo digan a la cara, que no te manden a ti para decírmelo.

John resoplo. Entendia a la chica pero las mujeres tendian a complicarlo todo.

- Sera mejor que te quedes, tengo mas opciones de conseguirlas si voy solo.- Miro a CJ un momento, no queria decir que a la gente tras la puerta no le importaba una mierda que se lo pidiera ella, que muriera su madre o destriparan un bebe como sacrificio.

Respiro hondo e hizo un gesto para que le dejara continuar.- Elaine, tengo que solicitar las medicinas como el guardia cabron que no quiere una epidemia. Si vienes conmigo hace que parezca que me he hablandado, no me tomaran en serio, se reiran de los dos y nos mandaran a la mierda. ¿Comprendes?.- Le dijo recordandole que no se podia esperar piedad en tercera y que un guardia compasivo no servia bien a ojos de los de primera.

-Mira, dejame intentarlo a mi. Tu te tranquilizas, te quedas aqui con tu novio y cuidas a tu madre. - Pidio dando por hecho que su cercania con aquel chico era debida a algun tipo de relación estrecha.- Si no las consigo pensaremos en otro plan pero antes dejame intentarlo a mi manera ¿De acuerdo? Conozco como se mueven las cosas, creeme, haces más bien quedandote aqui.

John no queria que sus superiores supieran como era en realizad. Ellos veian su fisico y que daba gritos, les parecia que encajaba en el papel y eso era lo que les ofrecia. No podia arruinar su coartada.

Esperé a que los niños terminaran de discutir cruzado aún de brazos y a un lado casi como Kaidan manteniendome al margen de la discusión viendo como las palabras y las amenazas volaban de un lado para otro sin sentido.

Cuando ambos terminaron de discutir suspiré - ¿Habeis terminado ya? En serio a veces parece que tengo más niños pequeños a parte de Sarah. Olya no es la primera vez que nos llevan adelante, aunque también es cierto que veces anteriores fueron más suaves, no te preocupes que volveremos y con lo que podamos averiguar de tu padre. Por otro lado Jake, tiene razón, debería ver a Sarah para que no se preocupe, igualmente tendremos que esperar a que nos llamen, eso o hablar con Henry, lo cual creo que puedo confiartelo a ti. - Negué con la cabeza y miré a ambos dos - Ahora por favor dejad de discutir. Olya, o Kaidan, mostradme donde está Sarah, y Jake pegame un grito cuando haya que ir a arreglar lo que nos manden.

Empecé a avanzar un poco pero cuando me quedé en medio de Jake y Olya les dije - Y no discutais más, tenemos que ser una familia y no estar enfrentados.

Pase del comentario de John, que al parecer estaba menos informado de 3º de lo que el mismo creia, y comence a hablar con Elaine sobre su idea.

- Elaine, no, debes quedarte aqui con tu madre, cuidarla y ayudarla, John podra encontrar los medicamenteo e investigar mas rapido solo, y yo dentro de nada me llamaran para arreglar el desvarajuste del tren, el apagon es una señal de que nos buscaran, como siempre hacen, y podre investigar tambien por mi cuenta si sabemos algo mas sobre lo ocurrido, o si hay algún tipo de rumor extraño

- John, tranquilo, no contare nada a nadie, lo ultimo que nos queda es que la gente desconfie de forma irracional de sus propios hermanos de penurias

Mire a Elaine sin saber que era lo mejor, si dejarla en sus poensamiento o abrazarla de nuevo, sabia que debia solucionar la situacion, pero no sabia si Elaine soportaria estar aqui con su madre esperando un final nefasto. 

- Si quieres, puedes investigar por 3º clase si prefires descubrir algo por aqui, tal vez alquien haya podido ver algo, o incluso pueda darnos un poco de luz sobre lo sucedido, alquien que haya entrado aqui o que hayan visto hacer algo raro

- Intenta recordar si viste algo raro, alguien que no se suela acercar a tu madre.- dijo John dandole a Elaine algo que hacer.-Tambien podia ser util que trataras de hablar con el viejo.- dijo John refiriendose a la hombre más anciano de tercera, le decia viejo de forma muy respetuosa no como insulto.

-Ha vivido mucho, visto muchas cosas... puede que sepa de algun remedio o tal vez viera algo como lo que esta pasando en el pasando y sepa que sucede.- dijo esperando que cualquier otra opcion la disuadiera de acompañarle.

Y no discutais más, tenemos que ser una familia y no estar enfrentados.

Está claro que no ha conocido a ninguna familia rusa. Con un suspiro de resignación, me doy cuenta de que, posiblemente, mi padre y yo seamos la última familia rusa de la tierra. En fin, no puedo decir que no me merezca la regañina. En parte. Pero decido no tensar más los ánimos y me encojo de hombros.

-¿También nos vas a obligar a darnos la mano, para hacer las paces? -Comento, con una sonrisa avergonzada. Después, me retiro el pelo ("las greñas" recuerdo, dolida) tras la oreja, y le hago un gesto a Alan- Venga, papá, que te llevo con tu hija.

Antes de que dar tiempo a una réplica, le cojo del cuello de la chaqueta y empiezo a arrastrarle por entre las literas abarrotadas. Parece que, después del susto, todo el mundo ha vuelto a sus quehaceres normales; básicamente, vagabundear y cotillear por el vagón. A veces me sorprende que no nos hayamos vuelto locos. ¿Qué hacía la gente normal, cuando se podía caminar por el exterior?

-¿Qué crees que ha pasado? -Pregunto al aire, mientras esquivamos a un anciano que cojea- Parecía grave.

Finalmente, llegamos a la litera donde he dejado a Sarah, completamente tapada por una de mis mantas.

Ante aquella pregunta de Olya solo pude reir - No sé profesora ¿es eso lo que manda a hacer a sus alumnos para que hagan las paces? Con que pareis me vale. - Y luego continué riendome ante su comentario llamandome papa.

Cruzamos varios grupos de camastros seguidos un poco en un silencio incomodo, pero era normal, al menos por la pregunta que vino más adelante - ¿Sinceramente? Espero que solo haya sido una pieza del mecanismo que haya fallado, o algo del cableado que haya funcionado mal... - Obviamente había un pero enorme, pero me lo callé, no quería que nadie supiera algo tan grave, a excepción de los mecanicos de tercera, pero el fallo más gordo podría ser irreparable, y hasta yo estaba intentando quitarmelo de la cabeza. - No te preocupes, nos llamarán, iremos, lo repararemos y volveremos. No es nada malo.

Entonces llegamos con Sarah a la cual abracé - Hola hijita ¿Estas bien? - me asintió en respuesta - Escuchame cariño, es posible que nos llamen al tito Jake y a mi para ir a mantener las piezas del tren ¿Me prometes que te portarás bien? Olya y Kaidan cuidarán de ti, Elaine ahora mismo está cuidando de su madre.

Ella miró a Olya primero antes de responder y luego me miró - Sí papa. Arregla nuestro tren - Ante aquello mostré una sonrisa inocente antes de volver a abrazarla, pero pronto esta se volvió una mueca de tristeza pues aún no tenía claro cual era el problema.

Sonrío ante la tierna escena que se desarrolla frente a mí. Cojo de la mano a Sarah en cuanto esta se separa de su padre, dispuesta a llevármela a algún sitio un poco más divertido, pero me detengo.

-Alan... ¿Te puedo hacer una pregunta personal? -Miro a la niña, frunciendo el ceño, y me aproximo más a su padre, para que no pueda oírnos- ¿Cómo es... lo de criar a un niño aquí? O sea, yo es como si tuviera docenas de niños, al fin y al cabo, me encargo de educarlos. Pero... supongo que no es lo mismo. Al final del día, no soy yo quien debo alimentarles con mis raciones (aunque no sería la primera vez que sacrifico alguna...), ni duermo con ellos en mi litera.

Titubeo, mirando por encima del hombro. Estamos todos tan cerca, está todo tan abarrotado, que temo que alguien pueda oírme.

-¿Es muy malo, ser padre en este vagón? -De pronto consciente de mi propio aspecto preocupado, decido relajar el rictus y esbozar una sonrisa- Hipotéticamente hablando, claro.

Sonreí al ver como Sarah se apegaba a su profesora para que estuvieran bien y a salvo, pero me sorprendió la pregunta de Olya. Solo asentí antes de escuchar la pregunta que tenía que hacerme.

Entonces bajé la mirada y suspiré esperando a que su explicación terminara y volviera a repetir la pregunta, entonces seriamente, y más que nunca, la miré a los ojos y le dije sinceramente - No es malo cuidar a un hijo, ni aquí, ni en primera, ni fuera de este tren. Ten claro eso en un principio... simplemente... es duro. Si su madre hubiera estado aquí igual hubieran cambiado las cosas pero... criar solo a una hija es duro. La suerte de tenerlo en tercera y no en primera, es que aquí aprende los valores de la amistad, la convivencia, el compartir, el cuidar los unos de los otros... el ser una familia, no solo de sangre. Sin la ayuda de la Señora Giggs, y el apoyo de los demás, hubiera sido aún peor - Volví a suspirar de nuevo - Y creeme que no me hace ninguna gracia tener que cruzar esa puerta cuando toca dejando a Sarah sola sin saber que ocurrirá hasta que vuelva, a pesar de que se que la protegeriais, pero no me arrepiento de nada, y te lo digo de verdad, Sarah es lo mejor que me ha pasado en mi vida, y no lo cambiaría por nada del mundo. - Sonreí entonces y terminé diciendo - Es una razón más para vivir, y una razón para pensar que este vagon es muchas veces mejor que el de primera clase. Cada uno de nosotros, de hecho, lo hace así.

Entonces volví a mirarla y le puse una mano sobre su brazo para acariciarla esperando que no le haya afectado mucho la respuesta - No sé si es lo que querías oir, pero es lo que siento. Un hijo es un milagro por el que darías tu vida.

Sonrío, agradeciendo el gesto tranquilizador del mecánico.

-Sí, tranquilo -alargo una mano para acariciar la cabeza de Sarah, mientras asiento con la cabeza- la verdad es que esperaba que dijeras algo así. 

Sin embargo, no puedo evitar sentirme inquieta. Yo he peleado para que no se llevaran a algunos niños a primera clase, les he visto morir por simples diarreas, y he sido testigo de auténticos dramas de padres que no podían abrigar a sus hijos como es debido. No debe ser fácil. De hecho, debe ser una auténtica mierda. Pero...
Devuelvo mi mirada hacia Alan, "un milagro", ¿no?

Sí, supongo que sí. Si aún somos capaces de amarnos, aun en estas circunstancias, para engendrar un hijo; que este salga adelante, a pesar de todas las adversidades, e incluso sobrevivir para verle crecer... supongo que todo eso constituye un milagro.

-Puedes estar tranquilo. -Suspiro, alargando mi sonrisa- Yo cuidaré de Sarah si terminan llamándote. ¿Quieres que volvamos a la puerta? La peque y yo podemos hacerte compañía hasta que se sepa algo.

-Por supuesto, vamos para allá, aún no entiendo por qué tardan tanto... - Cogí de la mano a Sarah que a su vez cogía a Olya también.

Obviamente algo escondía Olya para hacer esa "pregunta hipotetica" pero no era quien para meterme en asuntos que no me concernían. Esperaba haberla contentado con mi respuesta y, si realmente había algo más allá de solo una pregunta hipotetica, que en un futuro contara conmigo para contarmelo.

-A lo mejor no os llaman -comento, observando que, a lo lejos, la puerta de metal sigue tan cerrada como al principio de la noche- quizá tengamos que preguntarles a los guardias.

Echo una ojeada por entre los compartimentos, frunciendo el ceño. Aprieto la mano de Sarah.

-Por cierto, ¿no gritó Elaine antes de que todo se quedara oscuro? ¿Habrá pasado algo? ¿Deberíamos ir a ver si necesita ayuda? 

Alan "el Salvador de las situaciones difíciles" deberían de apodarle cuando nos llamó a Olya y a mi a la calma, tenía toda la razón, éramos una familia y no debíamos enfrentarnos entre nosotros ya que éramos en los únicos que podíamos confiar.

-Venga Alan será un esfuerzo supremo, pero si hace falta la daré la mano, para que estés contento-el tono relajado había vuelto entre nosotros y el momento tenso se había esfumado.

Asentí ante las palabras de Olya y miré a Alan-Ella tiene razón, vamos con Sarah se estará muriendo de ganas de verte y de saber que estás bien-le dije con una amigable sonrisa.-Cuando nos necesiten nos lo harán saber, yo no pienso quedarme aquí como un pasmarote a verlas venir- comenté mirando de reojo la puerta metálica.

Cuando llegamos al lado de la pequeña Alan se agachó para abrazarla, lo que me arrancó una sincera pero tenue sonrisa, era impensable que Sarah se quedase sin su padre, era la única familia que le quedaba a la pequeña y un tío postizo gruñón, no sería lo mejor para ella.

Miré a Olya por un instante, sus esperanzas de que no nos llamasen después del "susto" eran inútiles, los de 1° estarían preocupados y querrían respuestas.

-Me temo que antes o después nos llamarán,
son unos cagados y por nada del mundo quieren quedarse sin sus lujos y comodidades, aún menos un tren averiado que amenace sus ricas vidas-dijo con desprecio.

En ese momento, independientemente de donde estéis, oís un sonido inconfundible.

Las puertas automáticas se abren, con un leve sonido de despresurización. Tras ellas parecen un par de guardias, inconfundiblemente de 1ª, ya que sus vestimentas son mas modernas y están impolutas. También abrigan mas, desde luego. Y al frente de todos ellos un hombre al que conocéis, mas por su reputación que por que normalmente le veáis. Aún así, alguna ves le habéis visto, desgraciadamente.

Su presencia solo indica una cosa: problemas.

El señor Rhazes Crowell. Jefe de seguridad del tren, en general. Un hombre al que no se debería hacerle enfadar.

Da un paso al frente y se aparta a un lado, para dejar pasar un carrito empujado por otros dos guardas. Consigo traen la comida, el rancho. Lo colocan sobre la zona mas amplia de allí y se marchan tras la puerta.

La comida, si aquello se puede llamar así. Tampoco conocéis mas que eso. Barras de proteínas gelatinosas. Un asco, pero alimenta,desde luego.

- ¡Señores! Ya saben qué hacer. Una fila y vayan recogiendo su ración. ¡Deprisa! Hoy no tengo mucha paciencia.- Dice Rhazes mientras los guardas que quedan empiezan a recoger a la gente y ponerla en una fila, guiando la procesión hacia el carrito con la comida.

Mientras la fila avanza, cada viajero recoge su ración y se marcha al fondo a comer la gelatina nutritiva, como si fuera todo de forma automática. Rhazes saca un papel doblado cuidadosamente de su bolsillo y lee lo que pone.

- Alan Ficherald, Roland Broker, Jake Martinson. Recojan sus herramientas. Hoy tienen trabajo fuera de esta...pocilga.- ordena arrugando la nariz.

Escucho como se habre la puerta a lo lejos y como reclaman mi nombre como ya esperaba - MIERDA, pense que tardaria un poco mas de tiempo en llamarnos, mmm eso significa que son problemas graves si a demas nos llaman a los tres ....- miro a la Dcotora - Doctora digame todo lo que pueda decirme del veneno, para poder investigar en la zona de primera,  por favor- Una vez que la doctora me consigue dar alguna pista para seguir mi investigacion, me abrazo con fuerza a Elaine y le susurro al oido algo - ......., OK?, prométemelo - Para despues darle un cariñoso beso en su frente, y otra en su mejilla, y comenzando a soltarla - Elaine, me tengo que ir, pero volvere OK?, y John, ve a buscar ya medicamento o cualquier cosa que le pueda ayudar HOMBRE-

Con un movimiento lento comienzo a soltar la mano de Elaine, manteniendonos juntos los dos hasta que es imposible estar juntos y acabando nuestro contacto con las yeas de los dedos, como asegurandonos el contacto hasta que no fuera posible.

Me acelero y me acerco a mi camastro, cojo todas mis herramientas, y me dirijo a la plaza central, miro la cola, y veo la repugnante comida que nos dan, recordando las cosas que una vez vi en primero, algo que era redondo y lustroso, creo que lo llamaban ... manjara, manzana o algo asi.

Le susurro al oido : - Elaine, necesitos que sea fuerte, te necesito fuerte para que toda la 3º no se vaya al infierno, volvere y curaremos a tu madre, pero necesito que estes calmada, volvere y solucionaremos todo, pero se fuerte, tu madre tambien lo es.