Partida Rol por web

SPACE QUEST

Episodio Piloto - El del examen de acceso a la Flota Estelar

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17/05/2022, 18:04
Amo de la Galaxia

Cuadragésimo primer milenio.

Estación orbital Stellaris.

Complejo de formación de la Flota Estelar.

Sector Delta-Green.

Galaxia de Artemisa.

* * *

¿Quién dijo que en el espacio reina el silencio?

Resuena el aullido de la alarma táctica en vuestra cabina individual.

Un despertar abrupto. Otro más.

Alerta roja.

En pie, cadetes.

Es la hora del examen final. Solo que el examen final fue hace menos de 12 horas. Esta argucia parece salida de la despiadada mente criminal más brillante del sector. Un ataque sorpresa. Sin duda se trata de un examen no comunicado por los canales oficiales. Un examen secreto, planificado para golpearos en vuestra hora más oscura. El jefe final de todos los jefes finales diseñado por el superordenador de la Academia Stellaris, que no es otra cosa que un tarro de plastiacero ultraplús que contiene el cerebro vivo del arquitecto y fundador de la misma Academia, el egregio y demencial profesor Ehrmentraup.

Y maldita sea, hace media.

Quizás ayer noche no debiste salir a celebrarlo por todo lo alto con tus colegas reclutas en la cantina. Te has confiado, cadete. Y por si albergabas alguna esperanza de que esto se tratase de una broma de pésimo gusto, el testigo de la alarma parpadea inmisericorde con la inconfundible lucecita roja que no deja lugar a dudas: el Jefe Tharkan, vuestro supervisor y una de las mentes militares más afiladas de todo el sector, quiere llevaros más allá del límite. Tharkan se ha encargado personalmente de forjar vuestro cuerpo y mente durante los últimos meses sin mostrar esa extraña dolencia que los kaspianos como él denominan con un deje desdeñoso piedad. Con Tharkan el sudor de sus pupilos emana del alma. Si no deseas pertenecer de verdad a la Flota, jamás superarás su tutela.

Habéis sido convocados de extrema urgencia al módulo Omega tras una extenuante semana de exámenes finales que decidirán vuestro destino final en la Flota Estelar.

Fallar no es una opción.

* * *

No hay tiempo para desayunar, porque desayunar a las puertas del Infierno es de blandengues. Y en la Flota Estelar no hay sitio para blandengues.

¿Acaso eres un blandengue, cadete?

Sales al pasillo trastabillando, siendo arrastrado por la corriente, uniéndote al trote a la marabunta de alumnos que, como tú, tratan de seguir el paso férrero y rítmico como los tambores de una galera espacial del sargento McMurdoch, la incansable mano derecha del Jefe Tharkan y vuestro inquisitivo preparador físico, el tipo cuyo rostro siempre parece recién afeitado con una Gillete monofilamento. El hombre que siempre quiere más.

—¡Vamos, nenes! ¡Os escucho boquear como a meros civiles! ¡Quiero pulmones de plastiacero en mi destacamento! ¡Y no hay nada mejor para los pulmones que cantar al despertar! ¡Veinte suicidios al que desafine! ¡Hi-hai-hooooo!

Y el sargento inicia el ritual de cada mañana.

—¡A MÍ ME CHIIIIIFLA MADRU-GAAAAAAAAAR! —brama McMurdoch.

Coro, cadetes.

—¡DORMIR MÁS DE TRES HORAS ES DE HARA-GÁÁÁÁÁN!

Ahem. Coro, cadetes.

—¡YO A-DO-RO LA PRE-SIÓÓÓÓÓÓN! —ruge el sargento, sus botas magnéticas resonando como martillos hidráulicos contra el piso en el pasillo.

¿Sois mudos, cadetes?

—¡ME HACE SENTIR VIVO Y DA SUBI-DÓÓÓÓÓÓÓÓÓN!

McMurdoch avanza adentrándose en el módulo Omega con paso inexorable, como la danza que emprenden el tiempo y la muerte.

Al fondo del pasillo, la esbelta figura del Jefe Tharkan os aguarda, sus ojos glaucos y acerados observando vigilantes, enmarcados en un rostro sembrado de hieráticas placas óseas.

Más os vale contribuir a la letanía marcial o McMurdoch es capaz de exigiros varias tandas de dominadas antes de vuestra última prueba.

—¿¡SOIS MUDOS, CADETES!?

—¡SEÑOR, NO, SEÑOR! —responde la sudorosa marabunta al unísono.

Una sudorosa marabunta de la que TÚ formas parte.

—¡PUES CANTAD, MALDICIÓN! ¡CANTAD! ¡VENGA, ES LA HORA DE CONFESAR!

>> ¡NO HE ESTUDIADO UN MO-JÓÓÓÓN!

—¡NO HE-ES-TU-DIA-DO UN MO-JÓÓÓÓÓN!

—¡EL JEFE THARKAN ME VA A DAR EL PATA-DÓÓÓÓÓÓÓN!

—*¡Glups!* ¡E-E-EL JEFE THARKAN ME VA A DAR EL PATA-DÓÓÓÓN!

—¡ASÍ ME GUSTA! ¡AHORA TÚ! —dice el sargento fulminándote con la mirada.

¿A qué esperas, cadete?

Notas de juego

Obligatorio: Arrancar el post con vuestra contribución a la marcha militar. XD

Obligatorio: No usamos NEGRITASNI EN PINTURAFUCK THE CANON... But say NO to Racism!

No he especificado dónde estáis cada uno. Esa es vuestra tarea. Supondremos que estáis próximos unos a otros. Podéis ir unos al lado de los otros o todo lo contrario. Vosotros id ingeniando. ;-D

Epsi puede ir al lado de Tala por defecto si así lo quiere Paradoxy. ^^

Huxley ahora mismo no es capitán, pero esto lo salvamos argumentando que está intentando promocionar y tiene carrera militar ya, algo que los demás no.

Os queda un turno para llegar ante el Jefe Tharkan. Veamos qué sabéis hacer.

¡Dadle caña! ^^

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17/05/2022, 21:41
Acid Spike

Pero qué cojones.

Espera espera espera. ¿No habían terminado ya las putas pruebas? A ver. Ayer tuvimos la rave de celebración, ¿o es que estoy gilipollas? No no, no estoy gilipollas. Allí me ligué a… Sí, aquí están. No, espera, aquí hay dos, ¿dónde está la tercera? ¿Cómo se llamaban estas cadetes? ¿Britney? ¿Amy? ¿Barbara? No, esas fueron el otro día. Estas creo que eran… yo qué coño sé, no hace falta saberse sus nombres para tirárselas, ¿me entiendes? No es que vaya a enviarles unas flores, qué cojones. Seguro que luego las envían a algún puto rincón de la galaxia y yo feliz de no volver a ver sus jetas de golfa, pero eh, al menos se han llevado un regalo de Spikey en su última noche, ¿sabes?

—Eh —le digo a una de ellas, tratando de sacármela de encima.

Joder, está literalmente encima de mí. Quita, coño. Mejor… eso es. A tomar por culo. Joder, ni siquiera se despierta después de haberla tirado al suelo desde la cama. Ah, sí, ahí se empieza a desperezar. La otra también. ¿Me está llamando por mi nombre? ¿Ha dicho «Spikey»? No me jodas, quita tu brazo de encima, zorra. No soy tu puto novio cornudo.

—Está sonando la puta alarma. ¿Es que estáis sordas o qué coño os pasa? Me cago en la puta —digo mientras me levanto y me pongo unos calzones y los pantalones del uniforme. Porque hoy sí es día del puto uniforme. Me cago en la puta madre de Tharkan y en todos los putos kaspianos de cara angulosa. Jodido dinosaurio.

Estas zorras no tienen el aguante al alcohol que yo tengo. Además, creo que se metieron coca mientras yo me metía un chute de polvo de estrellas. Je. Son todo un ejemplo para la puta Fuerza Estelar, no me jodas, son peores que yo, y eso que se las dan de buenecitas. Esas son las peores, unas guarras de mucho cuidado.

—¡La puta alarma, coños! —les digo mientras les tiro encima sus putos uniformes, que están tirados en el suelo.

Me enciendo un cigarro y me siento a mirar cómo se visten torpemente. Casi parecen zombis. Una de ellas rueda por el suelo al intentar ponerse rápidamente los pantalones cuando se dan cuenta de lo que está pasando. Me descojono irónicamente, en voz baja.

—Puta —susurro mientras me río y niego con la cabeza—. Bah, a tomar por culo.

Apago el cigarro en el suelo con las botas y salgo de allí sin mirarlas otra vez. Que les jodan.

McMurdoch. Puto McMurdoch y sus gritos de maricona y todo el resto de mariconas cantando a coro. Mis ojos se ponen en blanco al escuchar a toda esa pandilla de mariconcillas gritonas. Mejor activo el sistema de grabación y audio, sí, eso es, así mi altavoz repite por sí mismo lo que ese gilipollas quiere escuchar sin tener que mover un puto músculo. Yo no vine a este agujero para gritar, ¿me entiendes?, a mí dame un cañoncito, baby, bum-bum, deja que ellos griten por mí.

Cuando McMurdoch llega hasta mí y me mira exigiendo que repita, levanto mi dedo corazón hasta un botón que hay en mi mandíbula y lo aprieto. De mi altavoz interno sale la propia voz de McMurdoch, grabada.

—¡ASÍ ME GUSTA! —Y, tras esas palabras, sale otra vez del altavoz, es la voz de Tharkan, que he registrado también en mi sistema Uplink, y añade—. ¡PUTA!

¿Es una sonrisa irónica, una jodida sonrisa irónica eso que hay en mis labios? Oh mama, fuck yeah! Lo es. Sí que lo es.

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18/05/2022, 02:04
Capitán Huxley

Demonios. Muchachos, sois cojonudos, pero no tenéis ni puta idea de lo que es cantar. Un soldado tiene voz, no es un pelele; es un arma con alma y con huevos que canta con sus compañeros, todos a una, diablos, con voz acojonante y marcial, con paso demoledor y con furia cojonuda, ¡Diantres! dejando al enemigo con la certeza de que habría hecho mejor en sacarse, yo qué sé, el título mierdoso de instalador nenaza de cabinas de suicidio. 

Bueno, pues aquí estoy. ¡Demonios! Tres malditos años, hay que ver. Termino la academia otra vez, ¡rayos!. Mi propia nave, la Flota Estelar, una nueva tripulación, vaya tela. Me cago en la puta de oros. Lo he vuelto a hacer, carajo, lo he vuelto a hacer. 

Ojalá estuvieras aquí para verlo...

 

Huxley estaba entre los jóvenes cadetes, alineados en el patio de armas a la espera del Jefe Tharkan. El sargento McMurdoch se afanaba con los muchachos, al estilo de los suboficiales chusqueros y tocapelotas del cine clásico.
Todo un ejemplo, desde luego.
Si pretendes aprender a ser un gilipollas.

Entre el nutrido grupo de flamantes graduados, se podían ver soldados de toda Artemisa y más allá. El recluta Gluüg, por ejemplo, ahora convertido en el primer soldado de Costrapús-Beta-1*, un par de seres de energía de Solaris-United, afanándose en permanecer dentro de su ceñidor, o el gran gigante oscuro de Darion-seis. 

Pero Huxley tenía muy claro quienes eran la crème.

 

—¡ASÍ ME GUSTA! ¡AHORA TÚ! —dice el sargento fulminándote con la mirada.

 

Sumido en sus pensamientos como estaba, Huxley dio un respingo al sentir la saliva cálida y pulverizada de McMurdoch en su cara.
Le miró con rechazo mal disimulado, entrecerrando los ojos. En las comisuras de los labios, el pulcramente afeitado sargento lucía sendos espumarajos de baba acumulada y en proceso de solidificación, así que para erradicar las peregrinas ideas que este desagradable descubrimiento provocaba en el de hasta entonces muy buena mañana Huxley, obedeció a la orden entonando a viva voz.

No con voz de sargento nenaza bocaseca tocapelotas del copón, no. A viva voz de soldado cojonudo, marcial y buena gente:

TO-DA ES-TA PRO-MO-CIOOOÓN

TIE-NE LOS HUE-VOS DE KING-KONG

SO-MOS TO-DOS CO-JO-NU-DOS

DIA-BLOS MCMUR-DOCH NO SEA BU-RRO

VIE-NE EL JE-FE EN UN MO-MEN-TO

LE VA A CAER UN PU-RO POR NO HA-CER EL RE-CUEN-TO

TO-DA ES-TA PRO-MO-CIOOOÓN

TIE-NE LOS HUE-VOS DE KING-KONG

Notas de juego

Empieza lo bueno, un placer empezar esta travesía con vosotros...

Sois cojonudos...

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18/05/2022, 03:06
Nova Eris

Me. Estalla. La. Puta. Cabeza. 

Sí, joder. Es como si un tornillo gigante me atravesara el cráneo, de lado a lado. Como si tuviera la cabeza metida en un torno y algún cabronazo estuviera dándole a la manivela, ahí, dale que te pego. Como si una bocina sonase directamente pegada a mi oreja. Me cago en la puta. No vuelvo a beber, joder. Nunca más. Prometido. No, no, prometido no. Jurado. ¿Cuántas veces he dicho eso? Demasiadas. 

No sé ni cómo he logrado arrastrarme al pasillo después de meter la cabeza debajo del grifo de agua helada, pero cuando salgo aún tengo el pelo mojado. La parte buena es que me quedé dormida con el uniforme después de irme de juerga, así que no he tenido que vestirme. La parte mala es la puta resaca de mil demonios que tengo encima. Además es que no entiendo una mierda. ¿Qué es eso del examen sorpresa? Si ya habíamos terminado. ¡Si ya lo hemos celebrado! ¿Quién puede ser tan cabrón como para jugárnosla así?

La respuesta está clara: McMurdoch. Menudo bastardo. 

Los tambores suenan en mi cabeza, sin descanso. Ran-ran-rataplam. Tengo ahí dentro una jodida banda entera. Creo que es culpa de una de las canciones de anoche, que se me ha quedado dando vueltas, pegadísima, pero estoy aún tan perdida que no sé ni cuál es. He oído que hay un cadete con hilo musical dentro de la cabeza. Cuando me lo contaron me pareció una idea de la hostia, pero ahora lo que me gustaría es darle al interruptor de la mía y apagar el cerebro. Silenciarlo todo. A cascarla, recuentos silenciosos a partir de ahora. Ya que van a estar dando por culo, al menos podrían hacerlo callados, joder.

Intento hacer memoria de la noche pasada, pero es imposible. A partir de determinado punto todo está negro y con un pitido. O el pitido es la puta alarma de la academia. Ni siquiera sé cuándo perdí la cuenta de las cervezas que llevaba. ¿Estuvimos jugando a los dados? Ni idea, pero tampoco me importa tanto. He amanecido en mi cama, así que de algún modo llegué a ella. Con eso me basta, por ahora.

Joder… Mataría por un café. Incluso por uno de esos de puta mierda que hacen en la cantina. Parecen brea, pero levantan a un muerto. 

Ran-ran-rataplam-Ran-ran-rataplam.

Me fundo con la multitud, una más entre una masa de soldados, más que dispuestos a gritar y corear a McMurdoch. Cada grito me parece una tortura, cada una de esas voces patean mis sienes desde dentro. Y las cabronas deben tener puntera de acero en las botas, porque con cada golpe me estalla un poco más.

—¡Señor, sí, señor! —Lo grito por inercia, llevada por la masa. Hoy no tengo el cuerpo para discutir. Bastante que me mantengo en pie. «Dormir tres horas, dice. Ja. Ya me gustaría haber dormido tres horas». 

De pronto, los ojos del maldito entrenador se cruzan con los míos. No hay escapatoria cuando McMurdoch te mira así. Solo hay una cosa que puedes hacer: cantar. 

—ME ES-TA-LLA LA CA-BE-ZAAAA. 

A ver cómo rimo esto yo ahora.

—DE-MA-SI-A-DA CER-VE-ZAAAA.

Ya. No es el mejor cántico motivador matutino. Pero rima. Eso es todo a lo que puedo aspirar ahora mismo. 

«Vamos, McMurdoch, vamos. Déjame en paz. Mira cuántas víctimas a las que puedes torturar. No me toques más los ovarios esta mañana».

Ran-ran-rataplam-Ran-ran-rataplam-Ran-ran-rataplam.

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18/05/2022, 08:00
Drevlin

Hace 45 minutos...

Mientras la estación Stellaris duerme, un alma solitaria patrulla las calles.

Un vengador enmascarado (?) inaccesible al desaliento.

Un rompepistas nato consagrado tras su último examen en la Stellaris a culminar un reto personalísimo.

Un héroe como él no puede permitirse límites.

¿Su nombre...?

—¡DREVPOOL! ¡Sexy madaaaaafakaaaaaaaa! ¡Ñeh! ¡Toma ráfaga de plasma, robopilingui!

El funkotroniano se ha pasado la noche en vela terminando por nonagésimo cuarta vez su videojuego de cabecera favorito: STARFARER XII - La paradójica venganza del Dr. Zerg, la obra de culto de la Megacorporación Capcom. Y lo ha hecho equipado únicamente con un raro objeto épico categoría naranja Starfire conocido en la Wiki como los gayumbos estelares secretos del Cap'ain Wilco, unos gayumbos que solo pueden obtenerse derrotando al jefe ultrasecreto Tofu Banzai, el bloque de tofu más peligroso de la galaxia.

Ríos de tinta han manado salvajes preguntándose sobre la razón que mueve a un tofu mutante del espacio a portar como tesoro personal los gayumbos estelares del Cap'ain Wilco. Si al menos no tuviesen esos ridículos corazoncitos... La teoría más aceptada defiende que se debe al superlativo bono de Carisma que reportan al jugador, pero existe un grupúsculo muy entregado a argumentar que, en realidad, el Cap'ain Wilco es... ¡El alias de Miyagi Tofu, el padre ilegítimo de Tofu Banzai! ¿Ridículo, pensáis? Seguramente, pero ello no resta un ápice de mérito a la gesta de nuestro funkotroniano, que logró vencer al temible Tofu Banzai con un calcetín relleno de arena húmeda.

PENSAMIENTO LATERAL FUNKOTRONIANO EN SU MÁXIMA EXPRESIÓN.

He aquí algunos de los comentarios que ha recibido de sus múltiples fans en redes sociales durante el streaming en los últimos minutos:

@Nucl34ar_POTY: —¿Un combo de 4987392 Tiger Missiles? O_O_O_O ¿Me estás vacilando, COOL?

@Ciborg_Lawyer: —Lo que le ha hecho a ese crucero de batalla debería tildarse de crimen intergaláctico y xenófobo. ¡Pobres zerglings!

@Original_Rat_Boy: —Gayumbos OP. XDDDDDDDD

@Greek_Freak: —Tíos, por favor, necesito saber qué musicote se pone Drev para jugar...

@LeonSKennedy: —Doc Zerg nunca tuvo una oportunidad. U_U

@Kraftwerk: —@Geek_Freak, suele conectarse con la IA Funkotroniana Vulfpeck, hermano. Puro funk.

Nuestro streamer se permite un instante de relajación cuando la nave nodriza de su archienemigo virtual estalla en mil pedazos, no sin antes deleitarle con una cutscene que Drevlin se conoce de memoria. Y así, el funkotroniano, poseído por su desvergonzado espíritu dramático, recita aunando todos los roles disponibles:

—«¡Este no es el final, Rogers!»

—«¡Eso dijiste en la anterior entrega, Zergie-boy!»

—«¡A la decimotercera irá la vencida, lo juro! ¡Acabaré contigo, Rogers! ¡Eventualmente lo lograré! ¡Aaaaaaarrrrrrrgggggghhhh!» —Drevlin se deja caer al suelo y patalea como si estuviese siendo consumido por la deflagración de un procesador de materia oscura. Acto seguido, cuando el dramón ha concluido, gira su flacucho cuerpo como si de una peonza se tratase para quedar tumbado de costado en una pose reconocida a nivel intergaláctico como cuul

—Ese no sale en Starfarer XIII. Qué parguelish.

El funkotroniano se levanta como si de un resorte se tratase y se dispone a despedirse de sus fans cuando, de repente, su mente hiperactiva le envía una señal de alerta máxima.

—Hmmmmm... ¿Pero qué ven mis ojos de hacker-packerrrr? ¿Un mensaje cifrado del GOE?* ¿Y yo con estos cuernos?

@Nucl34ar_POTY: —¿Un combo de 4987392 TigEr Missiles? O_O_O_O ¿Me estás vacilando, COOL?

@Ciborg_Lawyer: —Lo que le ha hecho a ese crucero de batalla debería tildarse de crimen intergaláctico o Xenófobo. ¡Pobres zerglings!

@Original_Rat_Boy: —GAyumbos OP. XDDDDDDDD

@Greek_Freak: —Tíos, por favor, necesito saber qué Musicote se pone Drev para jugar...

@LeonSKennedy: —Doc ZErg nunca tuvo una oportunidad. U_U

@Kraftwerk: —@Geek_Freak, suele coNectarse con la IA Funkotroniana Vulfpeck, hermano. Puro funk.

Drevlin se acaricia su mentón inexistente, pensativo, pero no especialmente inquieto. Más bien se le observa desafiante. Combativo.

—Altamente obvio. Así que DIS SHIT no ha terminado, ¿eh? Quieres un trocito del Rocket Rap Master, ¿eh, eh? Un buen pedazo de pelvic madness, ¿Tharkan-Überboss? Qué listillo eressssssh...

El funkotroniano entrecierra sus ojazos, dos enormes globos oculares negros como un retazo del cosmos. Introduce su fibrosa mano de tres nudosos dedos en su taquilla y extrae su cinta ceremonial grabada con las olvidadas runas de un guerrero samurái del planeta Terra Prime. Se la anuda a uno de sus cuernecitos. Se mira en el espejo. Inspira. Espira.

BUCHIDO MODE ON, MADAFAKAS.

Luego rebusca en la inabarcable biblioteca de su multiherramienta la canción que más taquicardias le ha provocado durante sus sesiones de entrenamiento con el Sarge McMurdoch: It Gets Funkier (But When It Gets Funkier, It Gets Funkier). ¿Vivir con pulsaciones bajas, dices? ¿Frecuencias cardíacas controladas? Ese no es el estilo funkotroniano, así que el cadete Drevlin Thaal Jalinn activa a la IA Semiconsciente Vulfpeck, la deidad portable que todo funkotroniano idolatra, y sale al pasillo rumbo al módulo Omega a velocidad de sprint, la velocidad promedio en un funkotroniano de catorce años que devora todo a su paso como la explosión de una estrella roja.

Solo se detiene un breve intervalo de tiempo a mitad de camino para entrar en dance-trance.

Uh. Bass SoloUh. Hit me in the Proton. BAAAAAAAAAAAAAAAAA-BY.

Mientras la estación duerme, un relámpago de la tonalidad de un zafiro estelar atraviesa los pasillos dejando trazos de funk cósmico.

Notas de juego

*Recuérdese: GOE, Grupo de Operaciones Especiales funkotroniano. ;-D

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18/05/2022, 21:03
Epsilon-091

"A robot may not harm humanity, or, by inaction, allow humanity to come to harm"

[Sistemas en línea, inicializando funciones.]

[Epsilon-091 activo.]

Un "despertar" curioso para la entidad sentiente pero por lo demás artificial que era Epsilon-091, el robot-droide que se encontraba en su camarote militar preparado para el día, casi capaz de anticipar lo que ocurriría, confirmado por la sirena de alarma entonces, pero que últimamente aceptaría de frente, como la carcaza de cromo, neo-tungsteno y circuitos cuánticos que era. Tomó sus dos objetos más importantes, primero el Ushanka y luego, con muchísimo cuidado, desatar la venda que no tapaba ni obstruía su ojo pero daba esa idea, dejándola dobladita y dentro del gorro. Iba "desnudo" (¡Desnudo!) hoy a excepción de su uniforme como muestra no de que abandonara su humanidad, sino que confrontaba su destino como lo que era, sin más.

Ante las exigencias del Sargento McMurdoch el droide recordaba que, por obviedad cualquier ejercicio era irrelevante para él por ser lo que era, por lo que muy amablemente el superior le ponía unas pequeñas pesillas de neo-gravedad ajustada, esencialmente pesas de gravitrones para hacerle sentir really lo que significaba hacer una o cien lagartijas (See what I did there? I know you did) y que el desgaste pesara realmente, pesara, sí. Con eso, aún si no sufriera cansancio "corporal" su batería sí que entendía claramente el impacto de la disciplina impartida por el Señor Tharkan y su mano derecha.

Ya en el lugar estaba a su lado Tala, lo cual le hacía sentir agrado, pero no dependería de ella, no hoy, hoy día sería él mismo sin más, determinado aún siendo un trozo de chatarra móvil. Su deber, no, su deseo en pro del deber era simple y sin embargo no "simplón", el de devolver la amabilidad a Stellaris por permitirle existir y tener un lugar al que pertenecer, sin menos. Ante las palabras y cánticos, sus ojos de luz amarilla no enceguecedora reaccionaron y empezó a replicar algo que se pensaría demasiado humano pero de lo que no se apartaría.

- ¡DORMIR MÁS DE TRES HORAS ES DE HA-RA-GÁ-N! ¡Ep-si-lon can-tó...!

Agregar aquello al final costaba, el ritmo era frenético y las rimas debían mantenerse, y se ponía peor gracias a la nula coherencia del Sargento, lo cual seguramente estaba en sus propios planes, por supuesto. Revisar constantemente la propia programación requería dedicación, y eso aprendería el robot hoy, y ayer, y mañana también.

- ¡ME HACE SENTIR VIVO Y DA SU-BI-DÓ-NN!

Remarcaba algunas partes mientras su voz mayormente normal pero con resueno robótico replicaba. "Sílabas sobrepuestas, ritmos descolocados, melodía distorsionada en repetición", pensó su CPU crítico pero no diría nada. Ni siquiera puedo agregar algo a esta frase, le agotaba, pero a su vez lo presionaba adelante, muy como decían las... Líricas, no, la temática de la entonada.

- ¡¡¡¡EL SEÑOR THARKAN ME DA-RÁ EL PA-TA-DÓ-N....!!!!

En un momento sus ojos sintieron esa presión y por momentos la luz se tornó de un color ligeramente anaranjado, como si casi quisiera pasar, pero no, su batería palpitaba mientras McMurdoch se le dirigía o en general a los que estaban en su área, y sin embargo no se veía desmotivado, era una de las gracias de ser un ser como él. No lo hacía fácil, pero sí que ayudaba contra lo difícil, consideraba. Su voz sonó tan fuerte entonces que esta vez sí que resonó, sin causar ningún daño pero quizá alguna molestia, producto del ímpetu que fue traído hacia él. ¿Podía culpar a otros de sus actos o reacciones? Eso era algo con lo que entendía que los sentientes vivían.

- ¡PATA-DÓN! ¡UN MO-JÓN! ¡RO-BO-TRÓN!

Agregó, quizá un poco exaltado, haciendo lo que cualquier ser fundamental haría ante un mundo nuevo a pesar de que ya llevaba varios años "activo": Repetir y aplicar, observar y replicar, sin más, y hasta un poco agregar algo que entendía sería una buena "broma", algo nervioso, interesantemente, y con una posición firme como el literal acero, neoacero, neocromo, etc. etc.

Epsilón-091 pensó.

Notas de juego

Sorry for the delay, migraines yesterday + adapting to new character. Online now, functions active.

Dewey_Edit. El avieso goblin ladrón de negritas visitó este mensaje. ;-D

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19/05/2022, 17:05
Amo de la Galaxia

McMurdoch sacude la cabeza gruñendo y mascullando entre dientes, no demasiado contento por vuestra contribución a la marcha militar.

Desagradecido cabronazo… Con las rimas que os habéis currado...

—¡Cantáis peor que mi tía Moe, panda de paletos! —ruge el sargento, recordándoos que no tenéis futuro en los espectáculos de variedades de uno de los programas más célebres del trídeo: La Voz Edición Intergaláctica. El único talent-show donde un tenor klingon puede aspirar a hacerse con la victoria sin aplastarle la cabeza al jurado

La tía Moe. Oh, la tía Moe. ¿Cuántas veces habrá hablado McMurdoch de su tía Moe durante el entrenamiento? Por alguna razón, a la tía Moe solo cabe imaginársela cubierta de un abrigo apolillado de piel de hypergallina y el pelo cardado al tiempo que fuma a dos manos con unas uñas implantadas de un color dañino para los ojos carentes de ciberimplantes. Es, por así decirlo, la cúspide de la comparativa humillante.

Tras el trote traicionero, McMurdoch se detiene en seco y efectúa un saludo militar con la precisión de un escalpelo hecho de carne, hueso y glándulas salivarias extradesarrolladas.

—¡A FORMAR, CADETES!

Habéis alcanzado al mito.

La leyenda.

Entra en escena el Jefe Tharkan.

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19/05/2022, 17:06
Jefe Tharkan

—Descansen.

La voz de Tharkan tiene la peculiar reverberación de la que gozan todos los kaspianos, machos o hembras. Se sabe que emerge de un sistema de cuerdas vocales con el grosor de un contrabajo de Jazz-Noir, pero esa cadencia, ese tono único, sereno e impecable, ni alto ni bajo, medido y preciso, rezuma la esencia militarista de Kaspia.

Dice Descansen, pero el cadete veterano que le ha prestado atención durante el curso sabe que en realidad advierte En Guardia.

De cerca, Tharkhan acojona. Y no por su altura o complexión. Se trata de su mirada.

Sus ojos son de un azul clarísimo e iridiscente, como el cielo durante el estío en el planeta Amazonia. Cada uno de sus iris parecen dos gotas de agua cristalina congeladas sobre un impoluto fondo añil. Cuando observa a un cadete al azar, el infeliz siente que está siendo escrutado por un despiadado dios de la guerra. Y cuando Tharkan te saluda con su esbelto y musculoso brazo de kaspiano hipervitaminado, tu organismo –y no importa tu jodido sexo, cadete- libera una supernova de dopamina porque, maldita sea, te está saludando el mismísimo Fantasma de Akerontes, el controvertido héroe del último conflicto bélico entre el Concilium y el Imperium intergaláctico.

No importa de qué sistema provengas. Tharkhan tiene en su fea cara -un cruce a medio camino entre un reptil y un pájaro muy cabreado- grabada la palabra EPÍTOME. Es, en definitiva, ese tipo de seres cuya opinión de ti, de alguna manera, importa.

—Enhorabuena. Han superado todas las pruebas oficiales propuestas por la Academia para calibrar su aptitud e idoneidad para acceder a la Flota Estelar. Pero eso no es suficiente —dice con aspereza.

Tharkan pasea su mirada por todos vosotros exhibiendo su don para mantener el suspense, la tensión.

—Allá afuera, donde moran las estrellas, les acechan peligros indescriptibles. El día de mañana, ustedes formarán parte de la más insigne fuerza intergaláctica consagrada a proteger la Liga de los Planetas Libres. Les garantizo que será una experiencia que marcará sus vidas. La Flota, cadetes, significa deber. La Flota significa sacrificio. Compromiso. Dedicación. Honor.

>> La Flota, cadetes, significa pertenecer.

Cada una de las palabras de Tharkan caen como un martillo en una hoja de acero al rojo vivo, forjando, dando forma, otorgando un propósito.

—La familia no se elige, cadetes. Mejor o peor, todos tenemos una. La nuestra. Y recuerden bien esto, pues ahí reside su diferencia con la Flota. A la Flota no se la elige. A la Flota no se la tiene. A la Flota solo se la puede merecer.

Las placas faciales de Tharkan chasquean.

¿Merecen ustedes pertenecer a la Flota?

Tus ojos se cruzan con el acero glaciar que imbuye la mirada del kaspiano.

—¿Acaso son dignos?

Un murmullo nervioso aletea entre los cadetes.

Dudas. Nervios.

El peso de las ilusiones.

—Quiero saber cómo afrontan una situación de estrés marcada decididamente por el azar. Quiero saber cómo se comportarán ahí afuera cuando su vida, o las de sus compañeros, dependan de decisiones tomadas en fracciones de segundo. Fallar esta prueba supondrá su eliminación del programa de reclutamiento. Pueden denunciar esta arbitrariedad por los canales oportunos si lo desean. Les garantizo, personalmente, que sus quejas acabarán como higienizante en el aseo de Oficiales.

>> Recuerden: dudar es fracasar.

Tharkan asiente al sargento antes de girarse sobre sus talones y alejarse.

—Sargento, puede comenzar.

Y McMurdoch se afana a recitar nombres como una ametralladora de posición Tango-Down. WARMARS, ¿quién si no?

—¡De acuerdo, nenes! ¡Vamos a formar equipos! ¡Ganáis o perdéis juntos! ¡Futuros oficiales, a la izquierda! ¡Guarden silencio y presten atención! ¡Huxley! ¡Diablos! ¡Paso al frente! ¡Se le asignan a los cadetes Spike, Eris, Aponi, Thaal-Jalinn y a la unidad droide Epsilon-091! ¡Pasillo central, módulo cuatro! ¡A paso ligero, Huxley! ¡Vamos, cultivador de sandías! ¡Quiero verle levantar las rodillas! ¡Uno, dos! ¡Uno, dos! ¡Cadete Eris, la quiero ver correr erguida, maldita sea! ¿La farra le ha pasado factura? ¡JA! ¡Uno, dos! ¡Uno, dos! ¡Cadete Spike, huele como si le hubiese escupido la vagina de una krogan! ¡Qué digo! ¡Huele peor que las sobaqueras de mi tía Moe! ¡JAJA! ¡Penalización de un punto por indecencia! ¡Uno, dos! ¡Uno, dos! ¡Aponi, una miradita asesina más y la acuso de insubordinación subrepticia! ¿Te has hecho dos tatuajes nuevos? ¡Penalización de un punto por indecencia! ¡Uno, dos! ¡Uno, dos! ¿Y a ti qué te pasa, tuercas? ¡Menos emisiones de CO2, tostadora! ¡El aire es de todos! ¡Uno, dos! ¡Uno, dos! ¿Y Thaal Jalinn? ¿¡Dónde está ese jodido flacucho!?

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19/05/2022, 17:12
Drevlin

Enter Rocket Rap Master.

Flota un suave pero diabólicamente pegadizo ritmillo funky en el módulo proveniente de la multiherramienta de un funkotroniano sin miedo.

—¡Cadete T.J. listo para el servicio, señor, sí, señor! —replica Drevlin apareciendo en el interior del módulo cuatro, ya sentado en su pupitre y saludando alegremente a McMurdoch y compañía

El sargento McMurdoch dejó de llevar el cómputo de los pasos.

Así de impresionado estaba McMurdoch.

—Que me aspen con una lanza de energía eldar… ¿Qué diablos hace usted aquí, cadete?

Drevlin parpadeó.

—Altamente evidente. Hay un examen. He sido designado en este módulo. A las órdenes del proyecto de Capitán Huxley. Nombre de pila aún desconocido.

El funkotroniano se levantó como si sus pies gozasen de un impulsador marca ACME.

—¡Oficial en el puente! —dijo dedicando un efusivo y marcial saludo a Huxley.

McMurdoch carraspeó.

—Euh… Qué… proactivo. ¡Bien! ¡Todos a sus asientos! ¡Esperen instrucciones! ¡Huxley! ¡Deje de arrugar el ceño o se lo pillará con un cepo en un mundo jungla! ¡Cadete Eris! ¡No hay máquina de café en un kilómetro a la redonda! ¡Acepte su destino y lárguese de aquí! ¡Se dormirá antes de resultar útil a su equipo! ¡JAJA! ¡Cadete Spike! ¡Aquí lo único que puede fumarse es el puro que el Jefe Tharkan va a meterle por el orto! ¡Penalización de un punto por fumeta! ¡Aponi! ¡Si las miradas matasen, usted sería una jodida genocida interestelar! ¡Tostadora! ¡Conéctate a tu puerto de carga al lado de ese pupitre! ¡Bien! ¡Buena suerte, nenes! ¡Por si necesitáis un acicate, dejadme deciros algo! ¡Si suspendéis, lo mejor que puede pasaros es que os las volváis a tener que ver conmigo otros nueve gloriosos meses! ¡JAJA!

McMurdoch sale por la puerta al trote y el módulo cuatro queda cerrado, cada uno de vosotros en un pupitre anodino en el interior de una sala diáfana de un pulcro blanco reluciente.

En el tiempo en que parpadeáis, Drevlin se halla ante vosotros.

—¿Pasa, tronquis? Huxley, ¿no? Cadete Drevlin, señor. Telecomunicaciones —dijo saludándole de nuevo, muy formal y sonriente, mostrando los dientes. —¿Tú eres el tipo al que llaman Eisid? Siempre me lo he preguntado: ¿Rapeas o papeas? Mi nombre artístico es Drevpool, pero puedes llamarme DrevCOOL. Uh, tú debes ser Apowni. Te vi en la competición de Robotofighter 40.000. NOOOOOICE! Jo, tía. Tienes más bíceps que yo. Altamente impresionante.

Ante la mirada displicente de Aponi, Drevlin parpadeó.

—Vale. ¿Me da tres segundos para escapar por la puerta?

Aponi le dedicó un bufido antes de irse a su pupitre.

Drevlin parpadeó.

¡Pues yo paso de ti como tu pasas de mí! —rapeó.

Reparó en la unidad Epsilon.

—¿Qué pacha, chaval? —Le tendió el puño. —Show me some iron-brofist!

Y entonces, los ojos de Drevlin fueron a posarse en Nova Eris.

Lo demás, es historia.

Notas de juego

Todos reunidos para el roleo.

En el siguiente (s) mensaje (s) presento a Tala formalmente, que si no nos saturamos con información.

Disfrutad el finde. Volveré con vosotros el lunes. ^^

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19/05/2022, 20:04
Acid Spike

Mierda.

Ese hijo de puta. Ese dinosaurio. Tharkan. Joder. Debo reconocerlo: ese habría sido un tío duro en Ypsilon-5… de no ser por las mariconadas que suelta por la boca. Je. Bla, bla, bla, bla. ¿Deber? ¿Sacrificio? ¿Compromiso? ¿Dedicación?… ¿Honor? ¿Ha dicho honor? Pero… ¿este tío qué mandanga podrida se ha fumado?

Familia. Yo no tengo familia, gilipollas. Métete tu familia por el culo y dame un puto cañón de una vez, soplapollas.

Mis pasos me llevan sin prisa hacia el pasillo central, módulo cuatro, pero mis ojos buscan a ese tal Huxley y no puedo evitar que una sonrisa se me dibuje lentamente en los labios. ¿Ese mierdecillas será mi superior? De puta madre. Ya sabes lo que decía Sweet Papa: «Padre débil, hijos caníbales», ¿me entiendes? Yo no tengo intención de canibalizarte, Huxley, me basta con que no me toques los cojones y nos llevaremos bien. Será fácil. Je.

Mientras caminamos, me fijo en el resto: los Putos Pringados de Huxley. Eso somos. Veamos. Una chatarra, me cago en mi puta madre, una puta chatarra. Espera. ¿Esa no es la chatarra que me instaló el hilo musical? Su puta madre. ¿Cómo se llamaba? Qué coño; esas cosas no merecen un nombre. Chatarra. Tostadora, eso ha estado bien, McMurdoch, mierda, ha estado jodidamente bien. Tuercas también ha sido un buen toque, cabronazo. No puedo evitar una mueca de asco en mi cara mientras lo miro.

Espera. Espera un puto momento. ¿Quiénes son estos dos pibones? Oh mama! Fuck yeah! Ya estaba temiendo que me meterían en un campo de nabos o que meterían a algún engendro infollable en mi nave. No, no, amigo, esto está bien, esto está muy bien, ¿me entiendes? Y no una. No. Dos. Bien, bien, bien. Buen material.

Culazo. Esta pibita tiene un señor culazo, sí señor. ¿Aponi han dicho? Tiene pinta de tía dura, esta quiere guerra fijo. Tía dura. Dura es como te la voy a dar. Ven con Spikey, que le dará guerra a ese culito. A ver otra vez. Buf. Sí. Es su mejor parte. Espera que grabo un poco, así luego lo vuelvo a ver con calma, a cámara lenta.

RECORDING IN PROGRESS.

¿Y esta otra? ¿Eris han dicho? Está para comérsela de arriba a abajo también. Parece estar de resaca, otra a la que le gusta la guerra. Joder, qué bien me lo voy a pasar. Las voy a poner a las dos juntitas, ¿me entiendes? Les voy a dar para que tengan y se repartan.

RECORDING STOPPED. Suficiente. Buen material por el momento.

Entro en el módulo cuatro sin dejar de mirar el culo de Aponi. Buf. Es que es un señor culazo, ¿eh? Busco un pupitre al fondo, me dejo caer en el asiento con un bufido y pongo mis botas sobre el pupitre de al lado. Cuando McMurdoch me dice que no puedo fumar, agarro el cigarrillo que me acabo de encender y, proyectándolo con el dedo corazón y el pulgar, se lo arrojo; le pasa cerca, bastante cerca, y se estrella contra la pared detrás de él. Gilipollas.

Cuando McMurdoch ha salido del módulo, agarro de nuevo mi paquete de cigarrillos, colocado estratégicamente en los doblados de la manga, que me llega hasta el bíceps, y me enciendo otro cigarrillo. Dejo el paquete de nuevo en su sitio y entonces empieza el alienígena a soltar mierda por la boca. Un puto alienígena bocazas. Me cago en mi puta vida. Oh, mira a la culito prieto de Aponi cómo pasa de él. Je, je.

—No es que me llamen Eisid, gilipollas, es que ese es mi nombre: Acid. —Luego mascullo, mientras me llevo el cigarrillo de nuevo a los labios, con los ojos entrecerrados por el humo—: Subnormal. —Luego le vuelvo a hablar con desprecio—: ¿Drevpool? Para mí más bien pareces Drevpolla con esa cabeza de nabo que tienes. ¿Te has mirado alguna vez al espejo? ¿Cómo haces para distinguir tu cabeza de tu polla? Quizá ni siquiera tienes polla, a saber qué cosa asquerosa tienes ahí abajo.

Se me escapa un bufido que es una risa y mi mirada se posa después en el culo de Eris. No está nada mal, aunque no tan bien como el de Aponi, pero es que el de Aponi es un puto monumento, joder. Aun así, una buena follada tiene. O varias, que en la nave va a tocar repetir, sólo habrá dos pibitas ahí arriba.

—Eh, eh, chatarra —le digo al androide al ver que se acerca*—, búscate otro pupitre, ¿quieres? Estos están ocupados por mí y por mi santa polla, ¿me entiendes? Aire, tornillitos. Zona libre de chatarra —digo mientras extiendo los brazos a mi alrededor para mostrarle toda la extensión de esa zona.

Una buena calada otra vez al cigarrillo mientras me quedo mirando a Eris de arriba a abajo con una sonrisilla y le hago un gesto con las cejas, como si le dijera ¿qué pasa nena, quieres un poquito de Spikey?

Notas de juego

* Ahí he puesto que Epsi se acerca, pero si no lo haces, pues simplemente quedará en que Acid se lo dice a la distancia y punto. :P

Editado. Había puesto que Drev entraba, pero ya estaba dentro. Arreglado.

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19/05/2022, 21:49
Nova Eris

Bajo la mirada de Tharkan mi espalda se endereza, mis hombros se echan hacia atrás y mi barbilla se alza. Todo eso sin que mi cerebro haya dado ninguna de esas instrucciones. Es el instinto, colega. El instinto que reconoce a un ser superior y trata de impresionarlo. La marca del implante bajo mi ojo brilla por un instante, reverberando con los graves de su voz, enfocando mi vista, completamente pendiente de cada una de sus palabras. 

«Familia. Ya. Cuéntame otra». Ahí pierdo un poco el impulso del discurso. Puedo llegar a tener compañeros; ya lo he hecho antes. Pero ¿familia? Nah, ha pinchado en hueso con esa parte. 

Me reengancho con su voz cuando empieza a explicar en qué consiste esta mierda por la que no estoy durmiendo la mona en mi cama. ¿Azar, arbitrariedad? ¿Pero esto qué mierda es? No he pasado todas las putas pruebas para que ahora todo dependa del azar y de… ¡¿Perdona?! ¿Cómo que ganamos o perdemos juntos? Me cago en la puta.

Ran-ran-rataplam. 

Hala, ya estoy de mala hostia. Voy tirando hacia el módulo cuatro con una nube negra formándose encima de mi cabeza. Que me sigue estallando, por cierto, con cada grito del cabrón de McMurdoch. La galaxia no es un lugar justo, vaya si lo sé, y ahora mi futuro va a depender de… ¿de quién? Vamos a verlo.

Enfoco mi mirada en los que han venido conmigo por el pasillo central. 

Ah, mira. El Capitán Huxley, me ha tocado como oficial. Me suena, sí. De verlo por ahí. Vamos, como para no fijarme, ¿sabes? Que está tremendo para su edad. Tiene cara de ser un buen jefe. Bueno, a lo mejor no es tan terrible la cosa si él está al mando.

Una tía con cara de mala hostia. A esta no la conozco, ni me suena, pero parece cabreada de serie. De esa gente que nace apretando los puñitos y ya no aflojan hasta que la palman, ¿sabes lo que digo? O eso o está pasando una resaca infernal como la mía. Yo no me veo el careto desde fuera, pero debo tener unas ojeras cojonudas y seguro que cada vez que el dolor me atraviesa la cabeza pongo la misma cara de cabreo que esta tipa.

Ooook. Un androide. Siempre viene bien tener uno cerca. Me gustan los androides, sobre todo los que son más humanos de lo normal. Que tienen algo entre los bits y las placas, algo de chispa. A este no lo conozco, veremos a ver si la tiene o es un montón de latas cableadas.

Mis ojos pasan al alien que ya estaba esperándonos en la sala, sentadito en su pupitre como un niño bueno. Un bufido de risa vibra en mi garganta, pero se ahoga enseguida cuando el dolor me estalla en la cabeza otra vez. Pero míralo, qué majo, qué dicharachero, saludando a todos. Vale, vale. A lo mejor no está tan mal la tripulación que me ha tocado. Seguro que no es la gente que yo habría elegido para poner en sus manos mi entrada en la Flota, pero, oye, podría ser peor, ¿no? 

«O quizá no»

El otro tío, que venía detrás, me cabrea en cuanto abre la boca. Vaya vertedero tiene ahí el cabrón. Y ya está. El abusón se mete con el alien tan majo y me salta el resorte. Por instinto, otra vez, porque juro que no lo he planeado. El caso es que me pongo medio paso por delante de Drev-cómo-se-llame y lo encaro. 

—¿Pero a ti qué puta mierda te pasa, imbécil? No le vuelvas a hablar así o te reviento esa cara de gilipollas que tienes.

Mira, yo qué sé. Esta gente no es colega ni nada, por ahora, pero son compañeros y este tío es un gilipollas. «Sí, eres un gilipollas», pienso, cuando nuestros ojos se cruzan, mirándolo fatal, destilando toda la mala hostia que tengo hoy acumulada. 

Pues nada. Pues ya estaría.

Notas de juego

Edit para una tontería, no hace falta releer.

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20/05/2022, 19:54
Capitán Huxley

Como hace más de veinte años, Huxley sentía esa vieja y agradable sensación de ser cadete. La primera vez no estuvo mal, los años de academia fueron bastante buenos. Eran otros tiempos, diablos. Pero ahora todo era distinto. Podía disfrutar esto desde la perspectiva de quien sabe lo que hay después.

Un mundo duro, soldado, en el que es bastante difícil que nadie se moleste en enseñarte nada; mas que los dientes, diablos, eso sí, ¿Qué carajo estaba diciendo?. ¿Te he hablado de mi mastina? Caray, chico, esa perra era cojonuda...

Todas aquellas normas, muchas de ellas diseñadas con el único objetivo de endurecer la voluntad de aquellos reclutas, dejaban de ser una putada en el momento en el que salías ahí fuera y a nadie le importaba que fumases en la camareta o la suciedad que adornara tus botas; es más, a la mayoría le daría bastante igual si te agarraba un cáncer de pulmón y te tenían que poner uno de plastiacero, con el jaleo que suele suponer la intervención, que si bien era rutinaria, conllevaba una lenta y engorrosa recuperación recluido en una enorme esfera translúcida de material filtrante con la que tenías que ir rodando a todas partes para evitar infecciones durante los quince primeros meses. Siempre te quedaba la alternativa de las branquias reconvertidas, pero la problemática de la frágil y aislante pecera en la testa no terminaba de calar en el dinámico mercado de la medicina protésica espacial. Qué cosas.

A los cadetes solía pasárseles por alto que aquellos instructores, hasta McMermado Murdoch, trabajaban para sacar de ellos su versión más funcional para desempeñar su labor; que, resumiendo, constaba en volver a casa de una pieza. Una tarea aparentemente sencilla, aunque "SEÑORR, LOS NÚMERROS DICEN OTRRA COSA RRADICALMENTE DIFERRENTE", según el último informe del Agente de Seguros de Decesos de la Flota Estelar, cuyo veredicto constaba entrecomillado, mayúsculo, subrayado y... ¡En negritas!¡En negritas, oiga!. Un provocador, no cabe duda.

Al mando de la Academia el Fantasma de Akerontes, ni más ni menos. El teniente Tharkan los tenía bien puestos. Y lo que era más importante: miraba por sus chicos. No podía decirse lo mismo de todos los mandos de la Flota Estelar. Ni siquiera de la mitad. Ni de la cuarta parte, me atrevería a decir. El jefe Tharkan era un buen oficial.

Ese kaspiano es un héroe de guerra, demonios. ¿Cuántos héroes de verdad conoces tú, muchacho?. 

Jugueteando con una vieja reliquia 252s, una antigualla fabricada por iPhone hace siglos, antes de perder a su flota en la primera de las cruentas guerras de Coltania, Huxley llegó al módulo donde estaban sus compañeros.

Abstraído como estaba comprobando  las actualizaciones de sus partidas en la desfasada pantalla táctil, casi se da de bruces con el pupitre desde donde Drevcool le dedicaba una amigable sonrisa.

- Saludos, camarada- se presentó el Capitán.
>> Soy el capitán Huxley, y estoy encantado de conocerle, muchacho. Mi nombre de pila es... - Huxley abrió los ojos desmesuradamente, mirando a Drev.
- ¡Demonios, soldado, yo le conozco! Cargarse al ignominioso Tofu con el calceto de arena, oiga, eso es una cosa fina y cojonuda. Hijo, rezuma pasión por los cuatro costados. ¿Diantres, los gayumbos del infame Wilco!. Acojonante, hijo. Qué dominio. Además, soldado, si me permite que se lo diga, tiene unos cuernos cojonudos y funk a más no poder. 

Después miró a Epsilon-091

-Caray, hijo, qué pasada de gorro. La hostia puta.

Cuando McMurdoch dejó al nuevo equipo en el módulo; sus nuevos compañeros conversaban despreocupadamente.

—¿Pero a ti qué puta mierda te pasa, imbécil? No le vuelvas a hablar así o te reviento esa cara de gilipollas que tienes.

Ahh, juventud, muchacho, aun cuando nadie la combata, halla en sí misma su propio enemigo. Demonios, qué gusto estar rodeado de tanto potencial... menudo grupo acojonante de cadetes fuera de serie que le había tocado. 
Estos muchachos no te tocan, maldición, sólo se los puede merecer.

- Muchachos, ¿Qué os parece si nos hacemos una foto para conservar este momento? - Huxley colocaba el arqueológico teléfono móvil de manera que su objetivo, que ni siquiera contaba con nanobots de primera generación, encuadrara a todo el grupo.

>> Acercaos un poquito, muchachos, inmortalicemos el nacimiento de esta brigada cojonuda y singular...

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21/05/2022, 21:12
Epsilon-091

Epsilon-091 estuvo atento en extremo a las palabras del Señor Tharkan, tras el exaltante esfuerzo impuesto por el Sargento McMurdoch. Su postura firme y rígida, esperable de un ser como él se mantenía aún más estable gracias a las palabras legítimas que inspiraban lo que se podría considerar virtudes y principios en él. Siendo un ente neutro y normalmente ajeno a las consideraciones de los sentientes, era una excepción con aquel sin embargo, al menos gracias a todo esto.

Fue Tharkan mismo el que le permitió formar parte de la Academia y quién le dió una oportunidad. Sus ojos lumínicos brillaron un par de veces al considerar algunos términos en particular. "Ser suficiente", el considerar que él podía ser suficiente y... "Familia", alguien como Epsilon-091 no tenía por definición tal, pero quizá esta podría ser la gran excepción. Mantuvo la postura hasta que fue designado hasta donde debía.

"Unidad droide"... No sonaba mal, no sonaba excepcional, pero sonaba preciso. Una vez dentro es que primero, se encontró con el conjunto de aquel sujeto que ya había llegado antes, astuto y... Ah, sí, seguía sus transmisiones aunque no entendiese mucho, denotaba el carisma que tenía. No pensó en decirle que le seguía, si bien chocó su robo-puño con cuidado contra él, tenía un expresividad elevada en una forma de vida, precisamente.

- Mucho gusto, Epsilon-091 le saluda.

Luego llegó Tala, con quién ya se conocían, y la oficial aquella de cabello rubio, Eris. Mostró una sonrisa como mejor pudo con su rostro que, bueno, no sonreía pero demostraba algo como una energía positiva, seguramente. Tras eso una serie de eventos desencadenaron a lo que Epsilon-091 miró al sujeto aquel, también expresivo pero distinto, Spike, si recordaba bien, de hecho.

Antes, anoche, cuando todos bebían y lo pasaban bien él no tenía mucho que hacer. Paseó por la Estación Orbital y sus calles, en donde se encontró a este ser en particular, hubo una charla breve y el droide no dudó el asistirle con su sistema musical. Ahora mismo eso cambiaría.

Un cable saldría rápidamente, no, era más como un filamento muy ágil y muy delgado pero que daba la idea de ser firme y con conducción de energía, por ende cálido o dañino (O electrocutivo al menos) al tocarle. Dicho terminaba en una pequeña placa y fue pegado hacia el costado del cráneo del sentiente malhablado y confrontado por la previa oficial. Aquello fue inmediato y también lo fueron las palabras del robot.

- Acceso mediante herramienta de filamento conectivo. Desinstalando sistema de sonido... 14%...

Tal cual sería su...¿Juicio? ¿Elección? ¿Castigo? Podía pensarse como un simple capricho de un montón de datos puestos en una carcaza para emular un ser vivo, un chiste, pero a sí mismo era una caja en constante desarrollo, ni negra, sin datos entendibles en absoluto ni blanca, con total claridad de los mismos, era más bien como una caja intermedia, monocroma o enteramente croma, gris, en oscilancia lumínica.

- Ah, no, mis implementos no están conmigo hoy. Epsilon-091 le saluda.

Dijo casualmente mientras se sentaba semi-próximo a quién le estaba sacando su sistema musical y en pro de estar al lado de Tala y del alien genial que estaba preparado de antes, ah, el sujeto Funkotroniano que hacía sus "streams".

- 68%... Progreso determinado. Desintalando.

Decía con bastante calma o más bien, sin mucha emoción, era inevitable.

No entendió lo de la foto, pero tendría que ser cuando terminara de quitarle lo que le dió al malicioso.

- Epsilon-091 cuestiona si desea al droide en su foto. 89%...

Agregó, sus luces haciéndole "parpadear".

Notas de juego

El bendito ritmo faster than light y las benditas, jodidas negritas...

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21/05/2022, 21:45
Acid Spike

Pero vamos a ver. ¡Pero vamos a ver! La peña se viene muy arriba muy pronto, ¿no? ¿A mí me van a tocar los huevos? ¡No te jode! Me van a chupar la polla de a dos o de a tres si es necesario.

Primero la tal Eris se pone chulita. Tranqui, nena, no te voy a pegar, yo sé que tú quieres otro tipo de guerra. Lo tendrás a su tiempo. Pero antes de que le pueda contestar, Huxley propone una foto. ¿Esto es una puta broma? ¿Me ha visto cara de soplapollas espacial? Mi dedo corazón asoma rápido en dirección a la cámara. ¿Conservar el momento?

—Conserva esto —añado.

Sin embargo, mi mirada no se ha desviado de Eris, mientras arqueo una ceja. Le lanzo un besito burlesco. Toma, para ti.

Es entonces cuando percibo esa especie de cable que me arroja el cabronazo del droide. ¿Desinstalando sistema de sonido? ¡Pero será hijo de una tuerca oxidada!

—¡Pedazo de cabr…! —vocifero mientras llevo mi mano con fuerza a ese estúpido cable que me ha lanzado.

Mis pies bajan de la mesa, en alerta y, con toda mi fuerza, me arranco el cable antes de que pueda completar la desinstalación del sistema, lo quiebro con las manos y arrojo el cable al suelo. Mi mirada se dirige a la chatarra esa, con odio.

—Mira, pedazo de basura, como me vuelvas a poner un cable encima sin mi permiso te destruyo en piezas, ¿me entiendes? Considérate afortunado de recibir un aviso, porque el último hijo de puta que tocó a Spikey sin permiso camina ahora mismo en una silla de ruedas, ¿me entiendes? Panda de soplapollas —bufo mientras niego con la cabeza.

Vuelvo a poner mis botas sobre el pupitre vecino y vuelvo a llevarme el cigarrillo a la boca para dar otra calada.

- Tiradas (1)
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22/05/2022, 02:35
Capitán Huxley

 

-Siempre ha habido capullos, hijo. Desde las primeras historias que se conocen, siempre ha habido un personaje que, en mayor o menor medida, resulta la antítesis de la gente que queremos cerca. Y con gente me refiero a sintiente, placer y dolor, todo eso, ¿se entiende, muchacho?. Gente es un perro, un ratón en su agujero y hasta algunos que no vemos. Desde luego que animales capullos hay, si no sólo hay que observar a los gallos con las gallinas, lo cansinos que pueden llegar a ser, o las garrapatas. O el parásito ese que vive en los caracoles y les joden el cerebro a base de bien, y después, los muy capullos, se apropian de la conciencia del limaco como si fuera un coche de choque zombi y baboso. Todo un capullo de organismo, sí señor.

>>¿Había caracoles de donde tú vienes o no eran lo suficientemente chungos para hacer pajas para el Sweet Papa ese que tanto admiras?. ¡Pero si le mencionas hasta en tu solicitud de ingreso!... La tienes parda, chico.

>> ¿Qué estaba diciendo?... Ah, sí, los animales. Es que yo soy muy de campo. Me huele el culo a tomillo de cagar en el monte, ¿Sabes, muchacho?.  Aunque en todas estas capulladas del reino animal podemos encontrar una invariable constante que es la que suele regir el comportamiento de estas criaturas. Es su naturaleza, diablos, su instinto, y su comportamiento desviado, cruel, parasitario y capullo obedece a estas reglas naturales, lo que les hace un poco menos culpables de su capullez; menos disculpa tiene aquel que es capullo, y es consciente, y lo sigue siendo. Ese además de capullo es un infeliz, porque si los demás le tienen que aguantar un rato y acaban hasta los huevos imagínate tú al pobre bicho, escuchando todo el día sus propias capulladas, y encima fabricando más en su cabeza de capullo en un bucle infinito de lástima, capullez y desesperación. Y así todos los días. Pues qué coñazo, vaya.

>>En fin señores, que nos ha tocado a nosotros. El más capullo de todos. El rey de los capullos de ypsicapullo-capullo-cinco-capullo. Un tío cojonudo. Un notas que no debe de tener madre, porque trata a las mujeres como escoria, hasta que venga una más capulla que él y entonces sí que nos vamos a reír. Un soldado acojonante que se pasa la cadena de mando por el arco del triunfo, y va a durar aquí dos astrodiarios. Porque este capullo EN MI NAVE NO VA A IR. Antes la quemo. Capullo. Si quieres ser artillero te vas a tener que buscar otra tripulación donde hacerlo. Capullo. Porque me tocarás mucho los huevos, pero mi cañón no lo vas a tocar. Y si vuelves a amenazar a cualquiera de MI tripulación te van a tener que poner otra bombillita porque esa te la fundo de un tortazo.

>> Capullo.
>> Y aquí no se puede fumar, tira el cigarro y no seas gilipollas.

>> Atontao.

Notas de juego

Spu, tu personaje es un mamón, el Capi le tiene que decir algo, ya sabes, si no vaya Capi de mis cojones.

Terminan todos siendo compañeros, así que habrá que dar salida a la situación. ^^

 

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22/05/2022, 03:10
Nova Eris

La propuesta de foto grupal me llega de lejos, pero no llego a mirar en la dirección de Huxley de momento. Porque de donde yo vengo si te encaras con alguien más te vale ser capaz de aguantarle la mirada. El gilipollas del cigarro también debe saberlo, porque tampoco mira al oficial. Y el muy imbécil me lanza un besito. Quiere provocarme, ya lo sé, que sea yo la que empiece la pelea. «Eso también lo he visto, listillo». Entrecierro los ojos con una advertencia silenciosa y le enseño el dedo como respuesta. Se hace el chulo, pero estoy segura de que lo ha pillado. 

El androide también interviene y no sé muy bien qué le está haciendo al capullo, pero solo por su cara de cabreo ya vale la pena. Mientras se pelean con el cable y la desinstalación de no-sé-qué movidas, me desentiendo. Le echo un vistazo al alien y le hago un gesto con las cejas, como saludo o algo. Y después me dejo caer en el pupitre que me pilla más cerca. Joder. Yo no tengo el día para estas mierdas. 

Escucho a Huxley desde ahí y me giro un poco para mirarlo con admiración. Me cago en todo. Si es que el tipo este tiene algo, joder. No sé qué es, pero según habla me entran ganas de formar parte de su tripulación. Que podría haber pasado de todo y dejar que se apañase el alien con el gilipollas, pero no. Este es un jefe de los buenos, de los que ponen la cara por su gente. Así sí, joder. No aplaudo porque me estalla la puta cabeza, pero vamos, que el muy cabrón ya me tiene en el bolsillo. Así de fácil.

—Venga, Huxley. Qué coño. Nos hacemos la puta foto, dale caña. 

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22/05/2022, 06:58
Epsilon-091

Epsilon-091 no comprendía el conflicto entre sentientes varios, cuando podían lograr el absoluto con ayuda de unidades droides como sí mismo y demás junto con algunos parámetros para lograr, bueno, todo. Si bien Tala le explicó algo, que era esencialmente ese el gran problema humano y la razón por la que él y sus asociados existían. Una vez casi finalizada la desinstalación, declaró abiertamnte aquello.

- 93.75%, proceso cancelado.

Si bien la herramienta anexa fue removida entre voluntaria y forzosamente, esta, de haber sido cortada o dañada, más le sorprendió que no hubiese quemado las manos de aquel sentiente humano en particular. Claro, era obvio y Epsilon-091 se sorprendía de su torpeza al ignorarlo debidamente: Al ser un implantado podría soportar los flujos de quantum-energía y electricidad directamente. Fascinante.

- Reparación de filamentos auxiliares en curso.

Otros dos hilos salieron de él y sus propias manos tomaron el cable cortado/afectado y sonidos clásicos de chirrido mecánico súmamente suaves y refinados pero inconfundibles se pudieron oir mientras el droide trabajaba en reparar su propia herramienta como quién no quisiera la cosa. Miró de reojo, si se podía notar, al sujeto en cuestión y luego a la mujer a la que observó primero, y luego al señor que habló de forma directa. Sí, el conflicto tenía importancia para los sentientes. ¿Lograría entenderlo? Quizá lo hacía.

- Soy un... "Fan". Su trabajo con sus "streams" me parecen... -No sabía qué palabra usar en particular.- Pienso que es algo destacable. Epsilon-091 agrega.

Asintió y suponía que podía acercarse a la foto. Al mirar al sujeto Spike pensó en invitarle pero no parecía el más apropiado. ¿Se daría cuenta pronto? Tendría que revisar por su cuenta, pero no todavía, tomaba un poco el proceso después de todo. Epsilon-091 esperaría al menos hasta que el sujeto "Eisid" se uniera. Un comienzo rudo podía ir a mejor, era como una fórmula.

Aunque la ecuación humana le parecía algo completa en particular.

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23/05/2022, 17:22
Tala Aponi

La última calada de Spike debe ser de calidad lisérgica, porque por un instante pierde todo sentido de la gravidez y acaba de espaldas en el suelo tras un estruendoso golpe seco.

Entre maldiciones, cree ver el culo de Aponi contoneándose en primer plano solo para sus ojos.

—Vaaaaya. Qué torpe soy —dice la cadete encogiéndose de hombros al tiempo que le dedica a Spike ese tipo de miradas con las que se obsequia a un insecto al que te dispones a carbonizar con una lupa bajo el sol de un planeta jungla.

Los ojos de Tala Aponi son como dos eclipses de sol, oscureciendo la llama incandescente de una personalidad avasalladora. Diferentes tatuajes reflejando diversa flora alienígena asoman por su cuello, siendo lógico suponer que bajo el uniforme esconde toda una galería de arte privado. Es humana, pero atesora una rarísima y armónica belleza que ella trata de matizar con un corte de pelo de media melena teñida de azul y rosa.

—Eh. Ricura. Será mejor que no toques a mi chico —dice con un donaire orgulloso y hostil en su aterciopelada voz mientras da una palmadita amistosa a Epsilon en la testa. Suena peligrosamente a advertencia.

—Él es de puro plastiacero. No como tú, cabrón —Hay desprecio en su voz. Un desdén indisimulado. Y Spike lo reconoce al instante porque esta pava, Aponi, no se anda con remilgos. No enseña los dientes como Eris ni recuerda el reglamento con un sermón a la Huxley. Joder, no. Aponi te raja el cuello si te descuidas.

—Capitán, permiso para hablar con franqueza —dice dirigiéndose a Huxley. Solo resta despejar una incógnita: ¿Más aún?

—La puta foto se la acepto cuando acabemos la prueba, cuando haya algo que celebrar. Me arriesgaría a asegurar que usted y yo no hemos venido aquí a perder el tiempo —dice mirando a su oficial directamente a los ojos, firme, pero con los puños cerrados. —Dicho lo cual, abogo por renunciar a este mamón al que nos han endilgado —dice fulminando con la mirada a Spike. —Tharkan se lo ha colado para comprobar sus dotes de liderazgo. El hijo de puta cree saber usar un cañón… —Aponi entrecierra los ojos. —Con los sistemas de autoapuntado inteligente, este capullo psicópata es más obsoleto que la mierda que está fumando.

>> No lo necesitamos.

Notas de juego

Erratas detectadas. No hay que releer.

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23/05/2022, 17:24
Drevlin

Interviene un anonadado Drevlin, al que toda la situación sume en una catarsis.

De un lado, loas y parabienes de dos de sus entregados followers: ¡Nada menos que el Capi Huxley y Epsi 091! THIS SHIT IS REAL!

De otro lado, Eisid le agrede verbalmente rompiendo en pedazos su corazoncito…

…¡Pero interviene Nova para defender su honor plantándose como una gata enrabietada ante el malote!

Oish… ¡Qué ojitos ma’puestooooo! —piensa el muy atontolinado.

Luego Epsi amenaza con meterle un cable por la napia a Spike, el Capi le pega un broncón y Aponi patea su silla, tirándole al suelo y poniéndose muy GANGSTA.

Drevlin palpa una tensión maligna en el ambiente.

¡Todos quieren zurrarle a Eisid!

—A ver, calmémonos, que esto del examen sorpresa os ha puesto muy tensos—dice masajeando los hombros a Huxley y ofreciéndole un puro. ¿De dónde ha sacado el puro? Estaba cogiendo polvo en un compartimento secreto de Epsi, claro. —Verás, Eisid… ¿Subnormal era tu apellido, o me lo decías a mí también? La pausa dramática me ha confundido, ¿sabes? Pues mira, DrevDick no es un mote permitido en TwitchTríD, no, no. Au contraire es que me lo ponía, ¿sabes? Aunque claro, ya tengo asentada una base de seguidores con mi nickname DrevPool_Sexy_Madafaka.

A continuación, Drevlin empieza a trastear su multiherramienta.

—Verás, Eisid… Los funkotronianos nos reproducimos por esporas durante el Trance Anual Funkotroniano. Es un fiestón sublime en el que todos los funkotronianos bailamos non-stop hasta convertirnos en gelatina sacudida por nuestra deidad semiconsciente, El Venerable Y Omnipotente Vulfpeck. Durante todo el año, entrenamos duramente nuestros pasos de baile más sofisticados para encontrar a nuestro MATCH ideal. Por ende, carecemos de lo que vosotros denomináis en el argot como cirueloNíspero. Bellotines espaciales. You know?

Drevlin enseña los dientes en una blanca y perfectísima sonrisa de maníaco sexual.

—La minga es un órgano reproductor propio de especies biológicamente poco evolucionadas, por aquello de que aúna las funciones reproductora y excretora en un solo y altamente vulnerable conducto primitivo. Así pues, respondiendo de forma resumida a tu burda cuestión delante de las damas, diré que no, mi Triángulo de las Bermudas no está coronado con un órgano pensante como sugieres al inquirir por mi testa cornuda. En cambio, , mi querido y gangsteril amigo, sí pareces compartir ahí abajo un órgano intercambiable con tu cabezota. Lo cual me hace plantearme… ¿Eres siquiera humano? ¿O quizás eres un mingoso? ¿Provienes del planeta Mingus? Eisid Mingus in da house... Lovely.

>> Anyway, como los funkotronianos carecemos de la capacidad de guardar rencor, te he compuesto una canción. From me, to you —dijo Drevlin dibujando un corazón con sus larguísimos dedos.

De nuevo esa sonrisa entrañable. No, perturbadora. Pertrañable. ¿Entrurbadora?

—Para que veas que te aprecio, gilipichis.

Drevlin empieza entonces a tocar el teclado desplegable que emerge de su multiherramienta. Una agradable melodía a medio camino entre un space jazz y un subrepticio y melodioso insulto colma las partículas flotantes en el éter.

—Lirilirilirili-lilá —canta Drev para afinar.

—Lirilirilirili-lilá —dice pidiendo la colaboración al bajo de Epsi. —C'mon, Epsi. Dubi-dubi-du-duá. Thaaaaat's right!

They’ve got a song for winners.

They’ve got a song for those who lose.

They’ve got a song for dealers, YESSSS.

They’ve got a song for those who use.

They’ve got a song for beggars.

They’ve got a song for those who chose.

But baby…

They don’t have got a song for a sucker like you-ou-ouuuuu.

A sucker like YOU.

What’s that you’re saying

That you have been misunderstood

You want to take the time to clear it up

A matter of fact, I wish you would

And if it’s a real long story, take your time

You can’t make it good, make it true

But baby, they don’t have a song for a sucker like you.

A sucker like YOUUU.

Drevlin empieza a bailotear haciendo el trenecito moldavo tomando uno de los cables de Epsi como si de un anacrónico micrófono se tratase.

—Lirilirilirili-lilá. Chorus, Epsi. Let's go home, baby-boyDoobie-doobie-doo.

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23/05/2022, 17:36
Jefe Tharkan

Se activa en ese instante el monitor de la sala exponiéndoos ante la afilada mirada estelar del Jefe Tharkan.

—Ya han disfrutado de un más que generoso receso para presentarse. A sus puestos, cadetes —gruñe Tharkan, que a pesar de su habitual estoicismo parece de algún modo saber lo que se cuece ahí dentro.

—Huxley, usted y sus hombres conforman el Equipo Azul. Se encuentran inmersos desde este instante en una prueba eliminatoria que consta de dos partes. La primera es meramente teórica y tendrá por objetivo dirimir quién será Atacante y quién Defensor durante la segunda prueba.

>> La mayor puntuación elige en primer lugar Posición y Ventaja Táctica. Sus adversarios, el Equipo Rojo, han comenzado el ejercicio. Ahora lo harán ustedes. Ninguno de los Equipos conoce la identidad de sus integrantes, a salvo de la identidad del Oficial al mando.

Tharkan, como buen kaspiano, está aquejado de un imperativo biológico para sonreír. Empero, sus ojos brillan con una singular malicia.

—Su oponente es el Oficial Whataperry. Tengo entendido que ambos se profesan una mutua rivalidad. Mejor así. Eso dotará al ejercicio de un bienvenido realismo.

Whataperry.

 ¿Por qué tenía que ser él?

—Bien, Huxley. Le deseo suerte. Va a necesitarla. Tharkan corto y fuera.

Se acciona en cada pupitre un pequeño monitor con la información pertinente de la primera prueba.

¿Estarán preparados nuestros héroes?

Notas de juego

Cuando estéis listos, marcad aquí en notas:

Pulso el botón verde.

;-)

Ni qué decir tiene que esta escena debéis superarla todos juntos. Vosotros diréis cómo encontráis la química. Drevlin es muy easy going. Aponi, sin embargo, es todo lo contrario y os va a costar ganárosla, si es que alguna vez os la ganáis. De hecho, ahora mismo Aponi abogaría por fusilar a Spike por insubordinación. Para ella Huxley ahora mismo es Dios en la Tierra por jerarquía, aunque le considere un señor mayor y algo desorientado. XDDDD

Con estas guías, os toca a vosotros. ^^