Por suerte para la Corvus, las sorpresas por parte del agente renegado de la sección 31 habían terminado. El haber depositado toda su confianza en una supuesta nave invencible lo ha arrastrado a una derrota aplastante. Por ello, cuando creía todo perdido, su único plan fue llevarse a la Corvus por delante mediante una gran explosión.
Pero ahora con su nave inmovilizada y sin escudos, la tripulación de la Corvus no tiene ningún impedimento para teletransportarlo directamente a una de las celdas. El personal de seguridad se encarga una vez llega allí, de desarmarlo y revisarlo para evitarse así, más sorpresas.
La Magallanes no tarda en reunirse con la Corvus, pues gracias al tiempo que la consiguieron, lograron desarmar las minas explosivas. Ninguna de las dos naves ha sufrido daños realmente severos, por lo que el equipo de ingenieros bajo la supervisión de Shrun, no tarda en ponerlas en marcha de nuevo.
Tras varias horas de intensas luchas y misterios, la Corvus ha logrado neutralizar una gran amenaza, salvar a una especie única en el universo, rescatar a la Magallanes y por último, llegar a tiempo para que las negociaciones de paz se puedan realizar. Por lo que sin duda, la Corvus ha logrado hacerse con una victoria magistral.
Durante las horas siguientes, lo que logran descubrir es que la tripulación del capitán Császár rastreó una señal de auxilio de una nave desconocida. Según parece, la tripulación de esa nave sufría un defecto genético que hacía que sus órganos se destruyesen con el paso del tiempo. En un intento de salvar a su especie y en un desesperado intento, se basaron en antiguas leyendas sobre criaturas marinas capaces de regenerar y sanar cualquier enfermedad. Tras investigar varios planetas, lograron dar con un templo casi derruido en cuyo interior lograron dar con la caja de música que más tarde, pasaría a János. El artefacto musical servía para comunicarse con las criaturas marinas, aunque no tuvieron tiempo de descubrir cómo usarlo, pues la nave sufrió una grave avería. Fue entonces cuando el capitán Császár apareció, pero no fue el único, pues miembros de la sección 31 aparecieron también tomando a todos como prisioneros.
Siguiendo la estela de investigación, dieron con un planeta desértico en cuyo interior se encontraba aislada una de las misteriosas criaturas capaces de sanar heridas. Tras someterla a un intenso estudio, descubrieron que el sonido que provocaba podía ser usado para atraer a otro de su especie, por lo que deducieron que emitía algún tipo de señal de auxilio. La sección 31 no tardó en transformar ese grito de auxilio en un arma con forma de baliza.
Tras usar la baliza en varias ocasiones para atraer a la criatura, obtuvieron datos suficientes como para desarrollar la tecnología capaz de anular la energía de cualquier nave, otorgándoles una gran ventaja en la lucha contra posibles enemigos. Fue entonces cuando un renegado de la sección 31 decidió usar toda esa tecnología para arrastrar a la federación a una gran guerra que acabase por destruirla. Aunque para su desgracia, se cruzó en el camino de la Corvus, quién logró desbaratar sus planes.
Reunidos en el punte por el propio Almirante Pearson, la tripulación de la Corvus aguarda a que la holoproyección se inicie. Por suerte, la puntualidad del Almirante es ejemplar y aparece a la hora convenida.
-Saludos capitán Pittman. Quería ser el primero en felicitarlo por su liderazgo, así como el buen hacer de su tripulación. Pese a que la tripulación de la Corvus es joven y carecían de los lazos propios forjados por aquellos que combaten juntos desde hace años, han logrado superar todas nuestras expectativas. Mi más sincera enhorabuena a toda la tripulación. Su buen hacer, su espíritu inquebrantable y su coraje han logrado salvar a la república y ampliar nuestros conocimientos sobre el propio universo. Se han ganado un merecido descanso, tiempo que aprovecharemos para poner a punto la Corvus y quizás , aplicar alguna que otra nueva mejora. Después, espero que estén preparados para adentrarse una vez más hacia lo desconocido. Existe una nueva misión que tan solo la Corvus y su valiente tripulación podrá llevar acabo, pero hasta entonces, disfruten de su permiso y descansen.
El almirante no es un hombre dado a lanzar cumplidos, pero las acciones de la tripulación sin duda han llamado su atención. Puede que no estuviese al principio muy de acuerdo con los elegidos para aquella misión. Pero aquellos que seleccionaron a la tripulación sin duda han hecho un trabajo ejemplar. Ahora solo cabe preguntar hasta donde se extenderá la fama de aquella intrépida tripulación.
Pittman se pone serio y escucha atentamente al almirante luego de saludar formalmente. Semejante comunicación directa solo indica que la noticia en el cuartel general ha causado un gran revuelo y que Pearson desea afianzar su liderazgo sobre la Corvus y su tripulación. Al capitán le es indistinto los laureles que el almirante quiera recolectar sobre la misión y el gran impacto que esta tendrá en los cimientos de la mismísima Federación.
-Almirante. Nos es grato hablar con usted. Su llamada también sirve de cumplido para esta magnífica tripulación, sin la cual en estos momentos la Federación podría encontrarse en medio de un caos sin precedente.
La Corvus es una gran nave, resistente y con el valor necesario para su tripulación contra los peligros que aguarden, porque las maravillas a descubrir en comparación no tienen precio. En nombre de mis tripulantes quiero agradecer el permiso y también la posibilidad de que la Corvus reciba el trato que merece para luego volver a surcar las estrellas y revelar lo desconocido. –
Finalmente Pittman podrá regresar a su hogar, al menos por unos días, a saludar a su gente, aunque también le interesa estar presente durante las reparaciones y mejorías que podría tener su nave.