Partida Rol por web

.-Espera he visto esto antes.-comentó Banks al ver cuál era el objeto que habían ido a buscar pero no recordaba donde lo había visto. Independientemente de donde lo había visto, ahora no importaba debían salir de allí, reunirse con Dearky y volver a la nave. 

Banks siguió a Zuyyi hasta que encontraron a Dearky. 

Dearky asintió ante el gran trabajo que habían hecho Zuyyi y Banks. Su pequeña guardia había sido tranquila, pero seguía mosqueado por la no aparición de TJ, el tercer soldado que debería haber estado haciendo guardia en la puerta. 

En un tono de lo más bajo el piloto se expresó. Tenemos dos opciones, salir por el agujero escabulléndonos o por la puerta principal con total tranquilidad, como si no pasara nada. La cara del piloto era de risa debajo del casco, pues la sola de idea de salir por la puerta principal le parecía épica.

—Hemos encontrado al otro soldado en el interior del búnker. Por suerte Banks se ha encargado de él sin que llegara a avisar a sus compañeros —informó Zuyyi a su compañero, explicándole la facilidad con la que habían podido robar el objeto una vez en el interior del búnker.

Ahora tenían que decirdir cómo salir de allí. La zabrak lo tenía muy claro.

—Creo que no deberíamos tentar más a la suerte y escabullirnos por donde hemos venido —dijo, al fin y al cabo el sigilo era su especialidad.

La cara de Penbil fue de verdadero asombro, sin embargo, que Banks no pudiera verla por el casco le alegró. Sin duda el tipo había hecho honor a su reputación en esta misión, era una verdadera máquina de noquear gente.

Te seguimos. Contestó el piloto a la Zabrak.

Por suerte aún tenían las armaduras y podían disimular de ser vistos. Su confianza en su capacidad para no hacer ruido no era muy alta y menos con la armadura, pero estaba dispuesto a hacer su mayor esfuerzo.

Una vez fuera, Zuyyi pone al día a Dearky y a pesar de lo que él se cree Banks sabe que está impresionado:-No pongas esa cara, esto no es nada comparado con la campaña de Umbara.-le comentó el clon a su compañero:-Si vayamos hacia allí y daremos un rodeo hasta la puerta principal. Tengo que recuperar mi equipo.-añadió a continuación ante la idea de largarse de allí. 

Dedicando el tiempo necesario y evitando a toda costa llamar la atención, el grupo de mercenarios logró abandonar la colonia imperial con el objetivo en sus manos.

Con un poco de suerte, los imperiales tardarían en darse cuenta de todo lo que había sucedido y para esas alturas seguramente ya estaríais en el espacio exterior.

Ahora la peor parte era hacer el camino de vuelta, aquellas dos jornadas que se hacían interminables (por el cansancio acumulado) pero el sabor de la victoria os daba aliento para seguir esforzándoos un poco más.

Una vez consiguieron llegar a la abertura que habían practicado para entrar y se fueron alejando de las instalaciones imperiales, Zuyyi sintió bombear sus dos corazones a toda potencia. Estaba emocionada y, en cierta forma, incrédula de haber conseguido lo que buscaban sin haber llamado demasiado la atención. Pero era cierto, con ellos cargaban ese fabuloso botín que los haría ricos.

Apenas había avanzado varios pasos fuera de las instalaciones cuando la zabrak vio su oportunidad de deshacerse de aquella maldita armadura, en especila el casco que no dejaba de rozarle en los cuernos de su cabeza. Una vez se la quitó de en medio y pudo respirar con libertad, el avance de Zuyyi fue sino mas rápido debido al cansancio al menos sí más cómodo.

El trayecto fue duro, mucho más que a la ida. Sentía todo su cuerpo dolorido y tenía mucha hambre, y también sed. Pero la buena vida que le esperaba una vez vendieran aquella extraña caja motivaba lo suficiente para seguir poniendo un pie delante de otro hasta que, por fin, visualizaron la nave.

—¡Lo hemos conseguido! ¡Lo hemos conseguido! —gritó eufórica una vez consideró que estaban mas o menos a salvo—. Larguémonos cuanto antes. No estaré tranquila hasta que no me vea ahí arriba... Ya tendremos tiempo para descansar y comer mientras estemos en el hiperespacio. —Se giró hacia sus compañeros luciendo la sonrisa de medio lado tan característica en ella—. Somos ricos chicos... A partir de ahora nos espera la buena vida...

Echó a correr hacia el interior de la nave con la sensación de que al fin su vida iba a cambiar.

Decididos a volver a la nave, el grupo salió por donde entró, no sin antes volver a dejar inconsciente al oficial imperial que Banks había escondido en uno de los contenedores de allí. Banks les indicó que se alejaran mientras él volvía hacia la puerta principal para recuperar su equipo, no pensaba dejarlo allí tirado, le era muy preciado y le había costado muchos créditos ponerlo en su estado actual. 

Se reunió con Dearky y Zuyyi a medio kilómetro del campamento ya de nuevo con su aspecto original para proseguir el viaje de vuelta. Las dos jornadas de camino fueron duras y tan sólo querían llegar para poder salir del planeta y volver al frío espacio exterior. Exhaustos pero alentados por haber conseguido el objetivo llegaron a la nave pero Banks seguía pensando donde había visto ese artefacto, sabía que lo había visto durante su tiempo al servicio de la República pero no logra recordar donde. Con ese pensamiento recurrente en su cabeza escucha las palabras de Zuyyi:-Todavía tenemos que entregarlo, amiga. Pero siento que puedes tener razón.-comentó Banks pero su instinto le decía que en ese encargo había algo más que no les habían contado. 

Era increíble lo fácil que había resultado hacerse con el contendor, eso hacía a Dearky pensar que todavía algo podía ir mal.

En cuanto Zuyyi se quitó la armadura él hizo lo mismo, pensó que debían haberse alejado un poco más, sin embargo, si ella iba sin armadura no tenía sentido que él fuera con ella. Agradeció quitársela, andar con eso puesto era... pesado, y conociendo el camino que les quedaba de regreso a la nave cuanto menos fue un alivio.

El piloto se carcajeo de su característica forma con los vítores de la Zabrak, sus pelos se descoloraron hacia su cara como de costumbre y cuando sus risas cesaron tuvo que recolocárselo con las manos para poder ver. Hasta que no tengamos el dinero en las manos no lancemos las campanas al vuelo. Dijo para hundir un poco la fiesta, apoyando las palabras del soldado. Lo que está claro es que ha sido un gran trabajo. Guiñó un ojo a Zuyyi, pues no quería quitarle la alegría de encima por completo.

Había que saborear ese dulce momento de la victoria con prudencia, puesto que era evidente que aún no se había entregado el paquete, pero fueron buenas las vibraciones que sentisteis cuando llegasteis de forma sana y salva hasta vuestro destino.

Cuando llegó el momento, aterrizasteis en Nar Shaddaa, otro sistema donde las oportunidades para el negocio eran abrumadoras ¿pero qué más da eso ahora? ¡ibais a ser ricos!

Según las indicaciones del contrato, el punto de encuentro se llevaría a cabo en un desguace estratégicamente ubicado para ser un lugar de reunión discreto y eficaz.

Dejasteis vuestra nave en el puerto más cercano y comenzasteis a caminar sin llamar demasiado la atención hasta el lugar acordado. Comenzó a llover con mucha intensidad, algo que podría llegar a agradecerse por el calor sufrido en la misión, sin embargo la lluvia era tan intensa que resultaba molesta.

Finalmente observasteis que al final de un pequeño puente se encontraba una figura que se cubría de la lluvia con una túnica, a su lado había un droide sonda que sobrevolaba a su alrededor ¿era vuestro contacto?

La figura desveló su rostro parcialmente en cuanto os acercasteis. No había duda que era la misma Twi'lekk del holoproyector.

Hizo una leve reverencia como gesto de cortesía.

—Cuando recibí la noticia de que habíais conseguido el contenedor supe que estaba a punto de encontrarme con unos mercenarios fuera de serie —dijo como cumplido.

—El tiempo apremia y no soy propensa a las conversaciones vacías. No necesito los detalles ni tampoco las consecuencias, tan solo entregadme el contenedor y mi droide os hará la transferencia de la cantidad acordada. Es posible que en un futuro os haga nuevas peticiones... en el caso de que aún necesitéis más dinero —con un leve gesto, el droide se acercó a vosotros, tenía un puerto visible que serviría para hacer la transferencia a vuestro chip de crédito de una forma limpia y segura a ojos de los imperiales: un negocio redondo.

Con energías renovadas por el descanso del viaje hasta el punto de encuentro Banks siguió hurgando en sus recuerdos para descubrir en qué lugar había visto ese artefacto. El punto de encuentro era un desguace en Nar Shaddaa, por lo que tras aterrizar la nave en el punto más cercano recorrieron el resto de la distancia a pie. 

El contacto nos estaba esperando, sorprendida de que habíamos logrado la misión pero a Banks más que la recompensa le interesaba más responder la pregunta que llevaba tiempo haciendose:-Puedes decirme qué es ese artefacto? Lo he visto antes pero no recuerdo donde.-acabó preguntando Banks antes de entregar el chip de créditos. 

Todo parecía llegar a su fin. Con Dearky a los mandos el viaje de vuelta no fue más que un mero trámite. Sólo la fuerte lluvia repentina que comenzó a caer de camino al lugar donde les esperaba el contacto fue algo desagradable desde que despegaron.

El piloto reconoció a la verdosa mujer cuando se mostró, sin duda, era la misma persona del holoproyector. No hace falta que nos regales los oídos, con el dinero es suficiente. Contestó con franqueza para evitar más formalidades insustanciales en la conversación. 

En cuanto la mujer acabó de hablar, el pelirrojo sacó su chip de crédito para que el droide pudiera hacer su trabajo. Por fin su suerte había cambiado, finalmente iba a tener dinero en la cuenta tras muchos años viviendo al día. Por un lado aquello le emocionaba, por otro le daba miedo, pues era capaz de perder todo en el primer casino por el que pasaran, no era la primera vez que le ocurría, ¿volverá a cagarla?

Zuyyi se mostró inquieta durante todo el viaje hasta el punto de encuentro. Un desguace alejado y poco frecuentado en Nar Shaddaa, el lugar ideal para hacer negocios. Mientras se dirigía hacía allí junto a sus compañeros, la zabrak se mostraba recelosa por la persistente y abundante lluvia que caía. Esperaba que un recibimiento tan deprimente no fuera un mal presagio.

Pero al contrario que la lluvia, sus temores se disiparon cuando reconoció a su pagador en la twi'lek del holoproyector. Lo habían conseguido; ahora sí podía decir que lo habían logrado. Las palabras de la hembra consiguieron que Zuyyi mostrara una sonrisa de medio lado, saboreando ya los lujos que se iba a dar con el dinero conseguido.

Apenas prestó atención al halago por parte de la twi'lek, al igual que poco le importaba el contenido de aquella caja o su significado. Ella lo que quería era ver cómo el dinero prometido se transferia a su chip de crédito, el cual entregó sin dilación al droide.

—Será un placer volver a hacer negocios —dijo ya que, según había oído, el dinero llamaba a dinero y nunca resultaba suficiente.

El contacto sonrió ante la pregunta de Banks mientras observaba como el droide completaba la transferencia.

—Tus compañeros han sido más inteligentes y se han centrado en cumplir el trabajo sin indagar más allá de lo que les corresponde. Nuestro contrato da a su fin —tras un leve gesto, el droide regresó tras la espalda de su dueña.

Quien llevase el chip de crédito pudo confirmar como la transacción era real, el dinero estaba en vuestra cuenta y de una forma legal para no levantar sospechas. Había sido un negocio redondo, algo turbulento pero redondo.

Ahora tan solo quedaba regresar a vuestra nave mientras decidíais qué haríais ahora con tanto dinero. Pudisteis observar como vuestro contacto también se dio media vuelta, dejando el punto de encuentro vacío e impoluto, como si allí no se hubiese hecho ninguna transacción.

Zuyyi no dejaba de alternar el peso de su cuerpo de un pie a otro. Estaba intranquila y nerviosa temiendo que todo se esfumara a última hora; que el pago fuera una trampa o que al final no les dieran el dinero. Hasta que no viera la transferencia realizada y lejos de aquel lugar no se lo acabaría de creer.

Ni siquiera se molestó en que su contacto no respondiera a las palabras de Banks, a ella poco le importaba lo que fuera el objeto o lo que fueran a hacer con él. Ella lo único que quería era disfrutar del dinero bien ganado y dedicarse a la buena vida.

Suspiró aliviada cuando la transferencia se reflejó en su chip de crédito y a punto estuvo de saltar de alegría.

—Vamos chicos. A disfrutar de un merecido descanso —dijo a sus compañeros una vez que la twi'lek y su droide se alejaron y ellos regresaron a la nave—. ¿Qué tenéis pensado hacer con tanto dinero? Yo por el momento pienso darme algún que otro capricho... Pero no tengo ni idea por donde empezar.

La zabrak nunca había tenido, ni visto, tanto dinero junto aunque habían sido muchas las veces que había soñado con tenerlo. Pero ahora que lo veía en su chip no tenía ni idea de cómo emplearlo. Lo único que sí sabía era que intentaría no gastarlo todo de golpe.

Banks se quedó perplejo ante la respuesta del contacto y, a pesar de haber recibido el pago, no estuvo satisfecho. Tras alejarse el contacto y el droide y volver a la nave, recordó qué era ese objeto, le vino a la mente como si le hubieran golpeado en la cabeza:-Jedi..........Eso era un holocrón Jedi, lo sabía.-comentó con cierta satisfacción el ex-comando clon al recordarlo pero le preocupó que alguien se tomara tantas molestias por encontrar un holocrón Jedi. 

Zuyyi, estaba muy ilusionada por empezar a gastar su dinero pero no sabía por donde empezar. Banks tenía claro lo que iba a hacer:-Yo iré a Coruscant.-su sentido del deber le impedía dejar estar el tema:-Sé que los holocrones son como grabadoras para los Jedis, no sé que contendrá ese holocrón pero se tomaron muchas molestias para conseguirlo. Tengo que averiguar porqué.-comentó Banks, eso pondría fin, temporalmente, a la relación de camaradería que unía al grupo:-No os pediré que me acompañéis por que entraña peligro pero si no sabéis qué hacer con tanto tiempo libre podéis venir conmigo.-Banks no sabía si ellos irían con él pero lo esperaba. 

En caso de que no fueran con él, Banks invertiría el dinero del trabajo en una nave para poder seguir con su objetivo.