Las contracciones en tu sexo encierran y aprietan el vigoroso miembro de Will, sintiéndose engullido por el placer. El roce es más placentero, más embriagador. Tú los sometes a los dos a tu voluntad. Y Will acaba por correrse de una manera brutal, -AAaaaahhhhh..Ohhhhh hhhh- Sus gritos deben escucharse hasta la estación de trenes. Nunca antes un chico tuvo un orgasmo tan bestia contigo. Sus empujones no cesan, te aprisiona por la cintura. Finalmente se detiene, todavía dentro de ti, sudoroso y jadeante.
Robby tiene más cuerda. A este ritmo no vas a poder sentarte en una semana. Has descubierto una nueva forma de follar que te gusta y la estás saboreando. Apoyas el peso del cuerpo en William y continuas recibiendo el candente amor del chico maquillado. Finalmente también él se libera dentro de ti, exhausto, entre grititos y gemidos tembloros y sacudidas últimas.
-Qué perra en celo. Te adoro y te amo. ¿Para cuándo el anillo? -bromea.
Motivo: Orgasmo Will
Tirada: 1d8
Resultado: 8 [8]
Motivo: Orgasmo Robby
Tirada: 1d8
Resultado: 6 [6]
-¿Me has visto cara de Beyoncé? No chico...yo no quiero que pongas un anillo en este dedo...- dice siguiendo con la broma y levanta el dedo corazón al tiempo que exhibe una sonrisa cansada pero muy satisfecha.
-Por cierto Robby... ¿Cuándo dices que que pago la semana? Está claro que me quedo...- añade aún con sus piernas temblando, manteniendo el abrazo con los chicos para no caerse durante unos segundos más hasta que pudo posar los pies en el suelo.
-Pff menudo festival hemos debido montar...¿creéis que ha quedado alguien que no nos haya oido?
-Tienes un aire a Beyoncé, cariño. Te lo habrán dicho. -Ríe, mordisqueándote el cuello, Robby.
Ha sido de lo mejor de tu vida. Te sientes flotar y desfallecer a la vez. ¿Se lo vas a contar a tu mejor amiga? ¿Te lo guardarás como un tesoro este momento? ¿Qué más te puede ofrecer esta pareja? Si lo piensas, lo imaginas, casi que te excitas de nuevo.
-Están acostumbrados a los gritos de esta locaza -comenta entre sonrisas, el adonis de Will.
Los chicos siguen mimándote, con besos y caricias y más besos aquí y allá. Will te sostiene, Rob te pasa una esponja, te embadurna de gel con delicadeza, te lava el cabello, aclara y, con su ternera característica, te besa las nalgas e incluso la zona donde te ha dado tanto gusto desconocido. Luego, agotada como estás, Will te lleva en brazos a tu dormitorio. No está mal, no muy amplio, cama individual, armario, mesita, una mesa rectangular y silla y acceso a través de una puerta corredera a un balcón ancho, con otra mesa redonda y una silla de jardín. Pero te desvaneces apenas te deja sobre la cama.
Tienes turno para dormikr y luego reflexionar un poco acerca de tu inicio del viaje. Digamos que una pausa en tu intensa actividad física, jajaja.
-Umm el guapo caballero inglés que me lleva a mí aposento...menudo cliché.- dice con un susurro travieso aunque en verdad ambos sabían que difícilmente podría en este momento ser consecuente con su tono. Tal vez en una segunda ronda tras dormir unas cuantas horas
Casi ni se fija en la habitación, tan sólo acierta a taparse con las sábanas y se enrosca en posición fetal abrazando un cojín y se queda dormida.
Al cabo de unas horas, Alice comienza a despertar con aire sonmoliento aún pero incapaz de dormir más en mitad del día, aunque eso sí, si que se sentía algo más descansada. Y es que su vida había dado un giro de 180 grados en menos de veinticuatro horas...la aflicción y la culpa que podría haber llegado a sentir cuando esta mañana abandonaba a su chico y el piso que compartían apenas había llegado a aflorar cuando fue sepultada por la comprobación de algo que ya sabía. Que ahí fuera la vida es emocionante y excitante...y que había que exprimirla al máximo, probando cosas nuevas cada día...Carpe diem.
Resuelta y con una gran sonrisa, Alice se levanta de la cama y se viste, paseando por la habitación en el proceso de deshacer la maleta y colocar su ropa en el lugar apropiado. No se había traído ningún elemento decorativo, la vieja Dawson se había quedado atrás...todo tenía que ser nuevo.
Cuando termina con esa relajante tarea, Alice saca un cigarrillo y se va al balcón, acomodándose en una de las sillas para fumar mientras comprueba los mensajes del móvil. Tal vez debería llamar a Kate...
Tal vez deberías llamar a Kate, pero, ¿lo haces? Te fumas el cigarrillo, consultas tus mensajes. Hay uno que reclama tu atención, es de Michelle. La cita de mañana se tambalea, asuntos de negocios, que en ocasiones te echan al traste los planes. En particular cuando el business es importante y suculento. Pero que te avisa. También te recuerda que tú la invitabas a un chino, ¿conoces alguno? Seguro que no. "Sorpréndeme" , termina su segundo mensaje.
El que también reclama tu atención es tu estómago. Y justamente entonces llaman a la puerta. Abres, y te encuentras con una chica muy joven, bajita y delgada, que lleva una bandeja con sandwiches, café, alguna pieza de fruta, zumo de naranja.
-Ho...hola...¡Hola! E...U...Mmm...Los chicos... me dije...ron que igual tenías hambre. ¿Te he desper...tado? Te traigo algo de merienda. Para que piques un poco antes de la cena. Vas...¿vas a cenar con nosotros?
Huele a condimentos, a especies, pero no es desagradable. Te sonríe un poquito - Eh...uy, que soy Brenda. Brenda. Brenda Clarton. Brenda. Me ocupo de...de muchas cosas...De todo. Casi. Son bocadillos de mantequilla y mermelada, y de huevo duro con pavo. Si quieres otra cosa me lo dices y te lo preparo en un ya.
-Oh vaya...que despliegue...pasa pasa por favor.- dice Alice abriendo del todo la puerta y despejando la mesa para que la chica posara la bandeja, ayudándola en lo que pudiera.
Otra vez que no había tenido tiempo de llamar a Kate, tal vez luego le pusiera un mensaje...la nueva noticia de Michelle la había vuelto a descolocar...tal vez finalmente no hubiera "cita". Aún no la había cancelado pero Dawson ya se ponía en lo peor, aunque no le renoceria en voz alta.
En un momento vuelve a teclear rápidamente un mensaje para.la empresaria antes de centrar toda su atención en Brenda.
Déjalo de mi cuenta lo del restaurante, no te decepcionaré ;-) tu intenta poder venir. Tengo ganas de ti.
Post desde el móvil no sé cómo salir del cuadro, te pongo otro post
Tras ese mensaje cargado de picardía, Alice deja aún lado el móvil y vuelve a centrarse en la guapa chica.
-Yo soy Alice, un placer...vaya esto es mucha comida...venga siéntate conmigo y ayudame, estos chicos han exagerado un poco...si me como todo esto me voy a poner como una foca...- aunque debía reconocer que el menú estaba bien escogido para una reposición de proteínas y líquidos.
-Tiene todo una pinta increíble Brenda, muchas gracias...y si...si cenaré aquí, no tengo ningún plan por ahora.
-Uh-eh…no es tanto. Uy, se me olvidó leche y galletas, ¿quieres y te traigo? -Brenda se encoge de hombros a tu ofrecimiento y pilla uno de los sandwiches dándole un bnuen bocado- Yo no se, tengo hambre a todas horas. Me gusta toda la comida -Pues a saber donde lo mete, porque es muy delgadita y poca cosa.
-El horario de las comidas es a las 2 y la cena a las 8 y media. Comida sencilla, casera y sana. Somos pocos, comemos juntos, pero hay mesas aparte si alguien por lo que sea come solo o con otra persona. Si no vas a comer en la pensión, se te descuenta del precio, pero si es algo puntual, no. Y si vas a colmer o cenar algún día, son diez euros. Para recibir visitas habla con Rose, te tiene que dar permiso -ella sigue comiendo, sirve café para las dos -. Desayuno a las ocho, si es antes, puedes tomarlo en la cafetería de abajo, es del hermano y cuñada de Rose. La ropa de cama las cambio una vez a la semana, la habitación también la hago una vez. Si quieres dos, te cobro la otra diez euros. Te podemos lavar la ropa y planchar por 15 euros. No se si me olvida algo, tengo una cabeza tonta, pero tú pregunta.
En un plis plas se ha zampado el bocadillo. -Ah, sí, la hora de llegada máximas es a las doce de la noche. Si no llegas, te quedas fuera, tenlo claro porque Rose no perdona. El sábado sí, hasta las 3 de la madrugada. Que más, mmm, no se come en la habitación, ni se fuma, claro, en el balcón vale, ah, si quieres que te traiga la comida o desayuno al balcón, tú dime, me das una propinilla, porfa. Esta merienda no, eh, es por mi cuenta.-Se ríe.
Recibes un mensaje de voz, es Michelle.
Me alegra leer eso, Alice. Si no es mañana, pasado seguro. Te aviso esta noche. No te olvides de pasar por la tienda de ropa. Ciao, ragazza.
-¿Quién es? -pregunta, sencilla , Brenda.
Me parece que con BBC code sí puedes salir del rectángulo. Hace tiempo que no lo uso, lo miraré.
--Ajam si... - Alice permanece muy atenta a todas las explicaciones de Brenda, los precios, las horas...todo bastante normal, un poco excesivo eso de no poder traer gente sin permiso, pero seguro que ya hubo algún problema. Por lo demás estaba todo bien, debía tener cuidado con eso de las 12 entre semana.
-¿Y que ocurre si por trabajo nunca puedo llegar antes de las 12? Aún no tengo trabajo pero necesito el dinero y no puedo cerrarme puertas porque me quedo sin sitio donde dormir. Tal vez debería hablar con Rosa, por si acaso, porque si la norma va a ser intransgredible sin lugar a excepción es posible que no me pueda quedar mucho tiempo, algo que lamentaría de verdad.- explica, no tratando de dar pena pero si intentando explicarle la situación a Brenda desde su punto de vista.
Entonces recibe el audio de Michelle y se sonríe como una tonta ligeramente mientras contesta, también mediante un audio.
"Si, descuida que voy a intentar ir esta misma tarde, si no cierran pronto, llamaré ahora. Ciao, Donna." Responde con una risilla, presumiendo de haber visto alguna película italiana.
Entonces vuelve su atención a Brenda, algo sorprendida por la pregunta.
-¿Ella? Sólo una amiga. Disculpa tengo que hacer una llamada.
No se si tengo el número de la boutique
-¿De qué trabajas? -pregunta como si nada a eso de las doce.- Habla con Rose y le explicas – bebe un poco de café, te mira, interesada. Sus ojos reflejan inocencia y sinceridad. Intuyes claramente que la chica no tiene malicia alguna.
-Vale. Tú llama - Se queda sentada, tan tranquila, tomándose su café y las últimas migas de su sandwich, mientras le da el sol de la tarde. -¿Piensas quedarte mucho tiempo? Pareces maja. Rose es severa pero también comprensible. Tiene un corazón de oro. Es como una madre para mí.
Tienes el número y la dirección. Puedes coger cita para mañana por la mañana.
-Ahora mismo de nada, estudié derecho y administración de empresas, pero voy a pillar trabajo de lo que sea para poder establecerme.- le responde mientras toma un sorbo de café y se saca otro pitillo -¿Quieres?- le ofrece, señalando la cajetilla.
-Si, por mi experiencia nadie es intransigente hasta el límite y la gente se entiende hablando. Sin duda comprenderá la situación.
Mientras habla, Alice ya está tecleando el número de la tienda.
No se qué hora de la tarde será, pero intento coger hora para hoy mismo si se puede y si no para la primera hora de mañana.
Brenda niega con energía -No,no,no. Nada de tabaco, ni alcohol, ni drogas. No, no, no. Muchos dicen que soy tonta, me da igual, no quiero nada de eso, no, no, no. Ya vi lo que hizo a mi papá y mi mamá.
Se rasca la nariz -Pues si no tienes trabajo no te busques uno nocturno, ¿no? Bueno, no se, hay demanda de camareras para discos y bares, eso sí. A mí me han ofrecido para eso, pero qué va, ese ambiente no es lo mío. Me engañarían siempre. -Se ríe, con una risa graciosilla de niña pequeña.
Te viene un poco justo acercarte a la boutique. Son las cinco, y no te pueden dar hora para lo que tú quieres esta misma tarde. Aunque al afirmar quien eres y que vienes de parte de Michelle, te aseguran que no hay problema para mañana.
Brenda se pone en pie, te ofrece la mano -Me voy marchando, que tienes cosas que hacer y yo un montón de trabajo. ¿Te gustan los puzzles? Yo los hago en mis ratos libres. Los enmarco, algunos. También los tattoos, eso es evidente, jaja. ¿Tú tienes alguno? te llevo con un amigo, es un máquina. Me ha gustado hablar contigo, eres simpática.
Si terminas de conversar con Brenda, tienes la tarde libre hasta la cena. Si vas a llamar a Kate puedes describir la charla, o desarrollarla, como quieras. Pasaremos luego a la cena. Ya veré, si por encima o desarrollamos, por los tiempos ;)
-Eres un sol Brenda, me encantará verte por aquí. Y no, aún no tengo ningún tatuaje pero tal vez me lo haga, lo pensaré.- afirma con un asentimiento, la verdad es que los de ella era bonitos, podría plantearse hacerse uno con su amigo, parecía que trabajaba bien.
Alice se despide de Brenda tras la merienda y la ayuda a cargar los platos y vasos de la comida. Primero llamaría a Kate para contarle algunas cosas aunque no sabía si le contaría todo. En parte porque ella misma no había decidido si cancelar la entrevista de trabajo que Kate le había conseguido en pos de seguir a Michelle o mantener sus planes como hasta ahora para no quemar todos sus cartuchos y que luego la rubia decidiera no darle el empleo... Mientras está a solas en la habitación, Alice medita sobre las posibilidades y finalmente llama a Kate, decidiendo no contarle lo de Michelle, al menos no la parte del trabajo. Se había vuelto algo loca con esto de lanzarse al mundo pero no estaba tan loca como para arriesgarse a perder dos oportunidades de empleo.
Entonces a Kate sólo le contaría todo lo divertido, nada serio, el medio ligue de la estación, luego el increíble masaje de pies en el tren...y luego el cálido y doble recibimiento que los chicos le habían dado en el hostal.
Kate alucionó muchísimo con tus aventuras. No se lo podía creer, en un solo día todas esas anécdotas. Y eso que todavía era por la tarde -¿Te puedes sentar? Oye, que me guardes un sitio, soy una puta envidiosa, ya lo sabes, el finde me voy para allá, así que no agotes a esos chicos. -Bromeó, entre risas. *
La tarde pasó rapidísima, entre chafardear la calle, ordenar tu ropa y las pocas pertenencias, leer y responder mensajes, jugar en Umbría:P, y consultar en la web acerca del bufete que te mencionó Kate. Estaba bien considerado, su página web no es recargada, tiene un aire fresco, con comentarios de clientes. Bueno, no alardeaban demasiado, pero se ponían flores, claro. La opción continua ahí, por si acaso lo de Michelle se hundíai en el lago del olvido.
Llegó la hora de la cena, estás hambrienta, la merienda no fue suficiente. Bajas un ratito antes, y así conoces a la dueña del negocio, Rose. Brenda está en la cocina cantando algo de Miley Cirus, la mesa está puesta, todo en su sitio, aunque solo para cinco comensales.
-Eres la nueva. Bienvenida. Soy Rose. -Te estrecha la mano con energía- Disculpa que no te saludase antes, mi hijo me dijo que dormías como la bella durmiente. ¿Un viaje ajetreado? -Es una mujer de mediana edad, como tú de alta, con aire severo y serio.
-A Brenda ya la conoces. Al cotilla de mi hijo y al guaperas de Will me da que también. -Sonríe con descarada sorna, no te queda duda de que está al corriente de lo sucedido. Seguramente está mujer sabe de todo lo que ocurre en sus dominios. Pero no te observa con reproche en los ojos, tan solo evaluándote -Me dice la nena que lo mismo no estás aquí antes de las doce de la noche, a ver, aclárame eso.
*Si quieres, puedes ponerle cara y ojos a Kate.
Alice baja para la hora de la cena, en parte con la intención de hablar con Rose pero si no la hubiera visto o hubiera estado ocupada no habría insistido. Claro que cuando la mujer la aborda de esa manera a la morena tampoco le queda ruta de huida.
vaya, aquí no se pueden tener secretos... piensa Alice sorprendida pero no molesta, sonriendo un poco avergonzada ante las "indirectas" de la señora. No estaba avergonzada por lo que había pasado pero si un poco por qué se supiera tan pronto.
-Eh...si ha sido una gran acogida, estos chicos saben cómo hacer que una se sienta bienvenida...- dice, continuando con la "discreción" de la mujer.
--Bueno sobre lo de la dice, verá, no es nada fijo, claro, aún no tengo trabajo pero espero tenerlo dentro de poco. El caso es que me preocupa que si por ejemplo entro a trabajar en un bar o cualquier tipo de negocio que cierre tarde ello sea incompatible con vivir aquí. Sería solo por un motivo laboral, por supuesto y claro usted no tiene porqué aceptar, pero creo que si no pudiera llegarse a un acuerdo lo mejor sería buscar otro lugar, para ahorrarnos inconvenientes a ambas.- expone con educación y calma quizás tirando de herramientas profesionales que podría usar para negociar con un cliente.
Muy buena la referencia a umbría jajjajaba ahora ya sabemos que Alice también tiene cuenta en umbría y está en partidas eróticas jajaja
Y si, le buscaré una foto a Kate, pero esta noche, no desde el móvil pero se me viene a la mente que podría ser la actriz de Lena Luthor
Por cierto...la imagen de Rose es la reina malvada de érase una vez? Quieres que me la folle también??? Jajaja
Rose te da un vistazo de arriba a abajo. -Tutéame. Empecemos por ahí, veremos unos días, para conocernos. No acostumbro a las excepciones pero soy flexible. Pero si te buscas un trabajo con otro horario, mejor.
-Robbie le ha suplicado y rogado- declara Brenda, que sale de la cocina con una olla de sopa de pescado que abulta más que ella misma, y que huele de bien que mata. Al poco es Frank quien baja las escaleras, un hombre alto y fornido que pasa de los 40, de aspecto introvertido y huraño. Saluda y se va directo a la mesa. Después aparece Robbie, repartiendo besos en la mejilla y sonrisas, incluso a Frank, que gruñe.
Sara y Will no vienen, tienen algo que hacer. La cena es tranquila, agradable. Rose es la que lleva la iniciativa, interesada por ti. Te queda claro que es una sargento de mente abierta. Brenda una cabeza de chorlito ingenua. Robbie un travieso cotilla hablador metomentodo. Y Frank es un enigma, limitándose a monosílabos, sopa, sí, no, quizás, gracias, sumergido en su mundo. Al final de la cena, ayuda a lavar los platos.
-Tenemos lavavajillas, pero el tiarrón se empeña en lavarlos él. Asegura que esclavizo a Brenda- comenta Rose, pellizcando los mofletes de la joven tatuada. Brenda sonríe divertida.
Y te vas a la cama.
Y ya metidita entre las sábanas descubres varias llamadas perdidas de tu ex. Y justo recibes un mensaje de él. Te quiero, te deseo, soy un imbécil, corazones y lágrimas. Te suplico que regreses. Todo será diferente, a tu manera. Eres la mujer de mi vida. Ahora lo se.
¿Responderás, Alice?
La cena fue agradable y deliciosa, Alice se mostró parlanchina y comedida, evitando las preguntas demasiado íntimas pero con gracia, respondiendo sin mentir pero sin dar todos los datos. No porque tuviera nada que ocultar, sino porque prefería no dar pie a se convirtiera en costumbre lo de pedir explicaciones con respecto a todo.
-Bien Rose, procuraré tener un trabajo que me permita llegar a tiempo para no causarte problemas. Ya cuando encuentre algo te lo haré saber.- cede, decidiendo que esa sería una guerra para otro momento. En realidad si tomaba el trabajo en el buffete no tendría problemas con eso...otra cosa sería Michelle y sus provocaciones ¿quien sabe lo que aguardaba detrás de esa misteriosa mujer?
Al subir para acostarse, la morena decubre mensajes sin leer y se ilusiona pensando que podrían ser precisamente de la empresaria...pero no... Su corazón da un vuelco y la angustia se hace patente en ella cuando lee los mensajes...Alice traga saliva...sus dedos pasean por la superficie del teclado, pensando, dudando. Un sudor frío le recorre la espalda, pero finalmente arruga el morro y, con un importante enfado, deja los mensajes en visto y no responde, pone el móvil en silencio para que no suene hasta el despertador temprano de por la mañana y se mete en la cama, rumiando su enojo.
A la mierda Henry, haberlo pensado antes. Para vivir a mi manera mejor sola que mal acompañada. Aún no ha entendido nada.