Edificio C ( Comunmente llamado "Cafetería" )
Aquí estaban la cafetería y la cocina. Constaba de luz natural, que entraba por las altas ventanas cubiertas por una malla metálica. En el corredor hay dos docenas de mesas largas, distribuidas en dos columnas. Los bancos desaparecieron hace mucho, así que los residentes han rapiñado varias sillas de metal plegables. En el extremo más alejado de la sala están las viejas mesas de bufet, aún operativas, en las que se servía la comida. Pasando éstas, tras un par de puertas basculantes, estaba la cocina, que contaba con modernos electrodomésticos ( para los años 50 ) . Hay una gran cámara frigorífica vacía , ya que se llevaron el motor y la unidad de refrigeración cuando se cerró la prisión. Aquí es donde los supervivientes comen y celebran sus reuniones. El segundo piso consiste en un entramado de pasarelas que los guardas usaban para vigilar a los reclusos mientras comían.
Planta de Energía
Espacioso edifico, en el que se guardan dos inmensos generadores eléctricos alimentados con gasóleo, así como sus correspondientes tanques de combustible. Hay una pequeña sala de control para supervisar los generadores y sus niveles de potencia mediante contadores y luces de indicación. En el mismo edificio hay una bomba ( que también funciona con gasóleo ) para sacar agua del pozo de la cárcel.
Casa del Alcaide
Una casa de estilo Victoriano y tamaño moderado, en el que dormían los supervivientes al principio. Conforme crecía la comunidad, llegó a convertirse en una especie de club social, proporcionando a los miembros del asentamiento un lugar "normal" para relacionarse cómodamente. Cuando llegó el predicador, la comunidad decidió cederle la casa, pero él se negó, limitándose a instalarse en el dormitorio principal. Los supervivientes atraídos por su carisma ( de su facción) se mudaron también a la casa, actualmente los sermones y la música de gospel se dejan oir desde la casa con bastante frecuencia.
Muchos de los supervivientes asisten a los oficios del Predicador, buscando el consuelo de lo familiar y el efecto tranquilizante de la religión.