Partida Rol por web

Nos encontramos a 18 de septiembre. Exactamente tu reloj marca las 18h. El cielo se está tornando rojizo, y el aire fresco se empieza a notar. El verano está dando sus ultimos coletazos mientras el suelo se llena de las primeras hojas caídas. La gente ya poco a poco sale con polos, chaquetas tejanas, y demas ropa para taparse. Tú sigues tu rutina diaria, sin mas preocupación en la que acabar el día, y volver a casa a descansar. Está resultando un día algo más cansado que de costumbre y cierta sensación extraña te corroe la mente. Como un sexto sentido te dice que algo te pasará, aunque no le haces caso. Sensaciones como estas en días malos ya has tenido muchas veces. Así que continuas tu rutina marcada.

Era una mañana fría en las calles de Paris, mas aún a las 5 de la mañana, hora en la cuál después de un rápido calentamiento, una ducha fría, la lucha diaria para vestirse, maquillarse sola y preparar su desayuno energético Camille salio del departamento que comparte con otra universitaria hindú llamada Padme con quien convivía desde hace mas de 6 meses que había arribado a la ciudad luz.

       Tomó su casco, guantes y la bicicleta de la planta baja del edificio, se monto en ella y pedaleo por menos de media hora para llegar a las instalaciones de la Sorbona de Paris, atravezando las avenidas Ruy GAy Lussac y el boulevard Sain Michael hasta llegar al Boulevard Saint German, donde se encuentra la entrada principal de la institución educativa tanto tiempo soñada por la joven brasileña.

        " Bonjour Seigneur Le Franc, Je suis Camille et je viens à la formation précoce, avant l'école. 
Je peux aller à la piscine se il vous plaît ? "     

         Aunque su pronunciación no era perfecta se notaba el gran esfuerzo que Camille se había toado para aprender rápidamente el idioma francés, lo cuál el señor Le Franc y la mayor parte de los demás franceses valoraban mucho de cualquier extranjero que visitaba sus tierras, por lo que entre eso, la belleza de la joven muchacha y cierta devoción que generaba en la gente que veía la disciplina que mostrabaja una joven lisiada como ella hacían que el veterano jefe de segurdad de la universidad como la mayoría de los que en ella laboraban le soriera de oreja a oreja antes de abrirle la puerta y le ofreciera ayudarle con su bicicleta al entrar mientras que le decía:

         " Jours Buenos princesse !! Se il vous plaît laissez-moi vous aider à sécuriser votre vélo pendant que vous prenez vos affaires au complexe sportif "   

         Entonces el señor le indicó a un asistente llamado Pierre que llevara la bicicleta al estacionamiento mientras que Camille les devolvía una sonrisa y se dirigía con su maleta por los pasillos de la modernizada casa de estudios que la condujeron al complejo deportivo, donde saludo rápidamente a unos cuantos jovenes y un par de entrenadores que ya se encontraban allí y continuo hasta los vestidores donde un par d echicas la miraron entre extrañadas e incomodas cuando la joven atleta tuvo que acomodarse sola para quitarse la protesis mientras se cambiaba de ropa por el traje de bajo

      La joven nadadora ya mas acostumbrada a las diversas reacciones que provocaba su presencia a donde iba hizo mutis y después de tardarse un poco estuvo lista para salir, entonces se concentró un poco mentalmente, guardo su maleta en los vestidores después d esacar lo indispensable y salió hacia la alberca para empezar el calentamiento previo antes de zambullirse en la alberca para su regocijo y sentir como el agua aún fría reaviva su vida en el interior de su cuerpo.

Sin duda tu presencia siempre era admirada por tu belleza, pero a la vez chicas compañeras del grupo de natación sentían envidia en ti, a la vez que se sentían reacias de hablarte por que parecias de otro mundo. El verte con la protesis, como te la quitabas e incluso nadabas mucho mejor que otras, se juntaba en una controversia de sentimientos que optaban por no relacionarse contigo, dado que te tildaban de bicho raro.

El entrenador te empezó a cronometrar como de costumbre y te volvio a felicitar: Buen tiempo Camille. Procura relajar el pataleo un poco y controlar la respiración. Parece que estas un poco agitada. Provaremos ahora con un par de espaldas.

Allí al final de la escalera te espera Cleo, una chica que no tenían ninguna disminución física, pero no le importaba relacionarse contigo. Sentía admiracion por como compaginabas tu trabajo de modelo con el de natación. Veía reflejada en ti una luchadora nata, la cual ella siempre se sentía acomplejada por falta de carácter.

        La muchacha se sujeto de la orilla de la piscina mientras que escuchaba atenta al entrenador mientras tomaba un respiro y asentía con la cabeza antes de responder en francés algo así:

        " Así lo haré señor Debussy, no se porque siento cierta sensación extraña que me corroe la mente. Como un sexto sentido que me dice que algo me pasará y me distrae un poco de mi objetivo, tomaré un respiro para concentrarme y seguir con el entrenamiento si le parece bien entrenador "    

        Cuando va a salir Camille de la piscina ve a Cloe, quien es una amiga venezolana con un par de piernas envidiables a la saluda con una sonrisa en los labios mientras que le cierra el ojo y le susurra en un curioso español al acercarse:

        " No te quedes allí parada como mensa amiga, que debes entrenar para poder competir en las estatales del próximo mes y aún no das lo máximo que puedes dar "     

Cloe sin duda te dio la razón. Si debía prepararse para el proximo campeonato, tenía que centrarse y no estar por otras personas. Así se colocó en una calle libre y se lanzó en picado con una impecable entrada de cabeza.

Los minutos fueron pasando y el entrenamiento terminó. Estabas bastante exhausta y Debussy se te acercó con una toalla para que te limpiaras el sudor. Se notaba que muchos admiraban el esfuerzo que realizabas y te cuidaban. Entre los cristales de la piscina la luz del sol empezaba a entrar con mas fuerza. Magnificada por el efecto de reflectante, a ti te llega un haz de luz que por unos segundos te deja desconcertada. Parece que el sol quisiera cegarte a proposito, aunque su aureola se veia en el cielo sobre los edificios.

           Camille sonrió a Cloe al verla esforzarse y se unió a ella en el entrenamiento, aunque era mucho su esfuerzo y velocidad tomando en cuenta sus condiciones era obvio que la chica con ambas extremidades nadaba un poco mas rápido que ella, sin embargo la señorita Rodrigues comprendía sus propias limitaciones y luchaba día con día contra ellas.

          Cuando terminó exhausta el entrenamiento tomó cansada pero con mucho ánimo la toalla que le ofreció su entrenador, el señor Debussy al que agradeció con una sonrisa y un beso, así como su prótesis que se puso una vez seca la zona cercana al muñon de su pierna, para poder asegurar el artefacto que le era tan familiar y útil para caminar por si misma; así se despidió se fue caminando con su maleta hacia Cloe cuando percibió el haz de luz del sol que paso por los cristales del domo deportivo cegándola un momento mientras le decía a la chica que casi podría considerar su amiga:

           " Estuvimos geniales Cloe en la alberca, pero creo que ya es hora de cambiarnos para ir a tomar clases en la universidad, me parece que me toca composición artística.   ¿Que clase te toca a ti? "