Nos encontramos a 18 de septiembre. Exactamente tu reloj marca las 18h. El cielo se está tornando rojizo, y el aire fresco se empieza a notar. El verano está dando sus ultimos coletazos mientras el suelo se llena de las primeras hojas caídas. La gente ya poco a poco sale con polos, chaquetas tejanas, y demas ropa para taparse. Tú sigues tu rutina diaria, sin mas preocupación en la que acabar el día, y volver a casa a descansar. Está resultando un día algo más cansado que de costumbre y cierta sensación extraña te corroe la mente. Como un sexto sentido te dice que algo te pasará, aunque no le haces caso. Sensaciones como estas en días malos ya has tenido muchas veces. Así que continuas tu rutina marcada.
Zerini miraba las hojas caer por la ventana. Siempre le había gustado el otoño aunque desde que debía estar huyendo cada cierto tiempo. Por suerte había conseguido estar un año en un mismo lugar.
Celestia, su compañera de piso, lo miraba desde la barra americana que separaba la cocina del comedor. La muchacha de cabello pelirrojo sonrió de lado a su amigo y se acercó a él una vez la comida estaba hecha. Ese día le tocaba a ella cocinar y Zerini ya había puesto la mesa.
-Parece que el verano está llegando a su fin.-Comentó la muchacha a lo que su compañero asintió- ¿Tienes algo pensado para cuando acabe el mes?
-Uhm...
La verdad es que Zerini sí que tenía algo pensado; pensaba buscar otro lugar donde vivir aunque le jodiera. Celestia no sabía nada de su anterior historia. Le había dicho que estaba buscando una casa cerca del trabajo y ella le acogió encantada; pero la realidad era que hacía días que Zerini tenía una extraña sensación y pensaba que se relacionaba con su padre. Se había vuelto algo paranoico y llevaba una semana sintiéndose más cansado de lo normal.
-En realidad... Estaba pensando en volver a mudarme... No es que no me guste tu compañía, cielo; es que estoy pensando en cambiar de trabajo e irme a otro lugar...
Zerini sabía que eso le había dolido a la chica que muchas veces había profesado una debilidad por él que había aprovechado esa atracción para compartir lecho alguna vez; pero su propia vida era más importante que cualquier chica que pudiera encontrar.
El chico pensó por un momento en cuanto le dolía abandonarla pues odiaba dañar a la gente, pero no tenía más remedio. Si le encontraban posiblemente lo mataran y a ella le hicieran daño y no podía permitir eso.
-"No podría permitir ver como matan a alguien más" -Pensó mientras daba vueltas a su arroz con tortilla y miraba caer las hojas con una sensación de malestar en el cuerpo en general.
Mientras preparaba la cena, Celestia no soportó escuchar esas palabras, que antes ya habias pronunciado. Dejo de golpe lo que estaba haciendo en la cocina, y se dirigio al salón donde estabas.
Pero por que Zereni? Apenas pasas tiempo conmigo, ni hemos salido juntos (como amigos, no implica pareja). Pasas muchas horas fuera, y no me haces mucho caso.
Su cara reflejaba esa angustia de ser abandonada de nuevo. A pesar que tenía sentimientos por ti, tampoco es que estuviera realmente enamorada. Ya habia sufrido por otros hombres que la usaron como muñeca, mas que respetar sus sentimientos.
Contesta en esta escena, mejor.
-Ya sabes que no me gusta mucho salir de fiesta pero si quieres puedo prepararte hoy la cena para compensarte... Zerini suspiró pesadamente, mirándola, cogiendo su mano. -Te aprecio mucho, Celestia, pero esto es difícil. Simplemente no puedo seguir aquí
Si quieres puedes preparar la cena. Todavía es pronto. Mira al reloj de pared y marcaban las 18:45h.
Que te parece si vemos una película? Hace poco han colocado una maquina de esas 24h para alquilar. Sin duda se le notaba que quería pasar un rato contigo juntos. Era esa sensacion de que volvería a estar sola otra vez. Necesitas algo especial para la cena, puedo aprovechar para alguna compra.
-¿Te apetece cenar lasaña? Compra salsa barbacoa y carne picada -Sonrió calmado para intentar transmitirle ese sentimiento Zerini no era tonto y sabía que Celestia quería apsar tiempo con ella así que asintió a lo de la película poniéndose de pie. -Puedo bajar ya si te place. ¿De qué querrías verla?
Una lasaña estaría bien. Siempre me gusta el toque sabroso que le das a la beixamel.
Se acerca un momento a su bolso, y rebuscando saca el monedero, del cual coge una targetita. Mira toma. Esta es la tarjeta de socio para la máquina. Puedes coger la que prefieras, pero que sea comedia romantica o una de ciencia ficción. Tiene 5€ de carga. De mientras aprovecharé para poner una lavadora.
Sabía de tu buen gusto por la cocina, y esas manos que hacían buenos masajes. Estaba contenta de su estratagema, para así poder pasar un rato algo más juntos. Las armas de mujer solían funcionar bastante bien.
Zerini cogió la tarjeta cuando se la dio y atrajo a Celestia de la cintura, pegado a su espalda, dando un beso suave en su hombro.
-Que fea te pones cuando te enfadas -Susurró en su oreja, separándose después de ella para ir a coger la chaqueta. Por un momento se le pasó por la cabeza la idea de huír en ese momento, pero ni podía ni quería dejarla sola así que cogió las llaves y le guiñó un ojo- No me eches de menos que estoy enseguida
No pudo mas que sonreir ampliamente y soltarte una chistecito tonto. Tengo que cuidar de tus calzoncillos y lavarlos. (En señal para la ropa sucia que debía poner en la lavadora). Estaré entretenida mientras vuelves.
Así con chaqueta en mano sales a la calle. El ambiente era tranquilo y poco tráfico circulaba a esas horas. Un reloj digital de una farmacia marcaba las 19:10h. El supermercado, el cual era uno pequeño regentado por una marroquí, estaba allí mismo, un par de calles abajo por la misma acera. Cuando entras el dependiente te saluda con cierta inclinación de la cabeza. Se llamaba Ahmed (para que complicarse, xd)
Buenas tardes Serini (no lo pronuncia del todo bien). Como estar todo hoy?
-Un día algo extraño. No sé si será el tiempo pero últimamente me duele más la cabeza y siento algo de malestar
Zerini dijo esto mientras cogía una botella de ron, una cola y algo de picar para la película. Observó los periódicos ante él y compró uno para ir mirando la sección inmobiliaria.
-Perdona, Ahmed... ¿Un cajero de películas?
Ahhh, nuevo cajero siii. Buenos precios... buenas peliculas de tetas... Estar algo mas abajo girando la esquina una calle, al lado del bar Petas Golfas (conocido bar del barrio donde el dueño era un cachondo, bastante querido entre la gente. En su interior tenía posters de mujeres gordas en poses cómicas, no ofensivas). De mientras iba pasando los productos por el lector y te cobra. Serán 7.5€.
En el diario puedes observar que esa misma noche empezaban las fiestas de la ciudad, y a las 19h empezaba el pregón en el ayuntamiento. Este quedaba cerca de donde estabas, situado en una pequeña plaza.
Kuro sonrió al oír la explicación, pensando que quizá el dueño de ese bar no era el único salido.
Sacó su cartera y pagó mientras observaba el anuncio del periódico. Podría llamar a Celestia al salir de la tienda por si prefería cambiar el plan.
Una vez recibió las vueltas, Zerini dio las gracias y salió a la calle llamando a su compañera.
Celestia responde al móvil : Si, dime Zerini. Que sucede?
Pregunta sin saber la razón de la llamada.
móvil
-Hola, preciosa. Te propongo una cosa. Acabo de leer en el periódico que esta noche empiezan las fiestas. ¿Te parece un cambio de plan?
Decía el chico mientras miraba bien la noticia en el periódico
Claro, claro que me apetece!!! Dice con unas palabras llenas de alegría. Sabía que empezan hoy, pero me daba verguenza pedirte ir, y no sé si realmente te gustaba ese ambiente
-Puedo soportarlo por ti.
El chico dijo esto añadiendo después una risa.
-Entonces psamos de la película y vamos directos a las fiestas. Subo ya para casa
Zerini guardó el periódico en la bolsa que llevaba con el resto de cosas y volvió hasta su apartamento. Una última fiesta no estaría mal antes de marcharse.
Así cuando subes al piso, ella estaba en su habitación. Un momento Zerini, que me acabo de cambiar y arreglar. Al cabo de 5 minutos se abre la puerta y se le ve con vestido ceñido rojo (similar al de la fotografía), con el pelo recogido en coleta de caballo. Se había maquillado un poco, y el color carmesí del pintalabios hacía juego con el traje.
Espero no haberme puesto muy llamatiba?? Se pregunta mientras da una vuelta sobre si misma para que la vieras. Este vestido lo compré la semana pasada. Se la veía bien contenta sin duda.
Zerini la miró y sonrió de lado, mordiéndose después un poco el labio.
-Estás preciosa, como siempre -Dijo dejando las cosas en la cocina-¿Te lo compraste por algo en especial?
Le preguntó, dándole una suave caricia en la mejilla al pasar por su lado para ir a cambiarse él. Zerini no solía molestarse en cerrar la puerta para cambiarse y en seguida se embutó en unos pantalones negros y una camisa blanca informal aunque elegante.
Bueno, me gustó cuando lo vi en la tienda, y pensaba usarlo para un momento especial. Dice ella entrecortandose un poco, mostrando verguenza. Creo que algo me dice que despues de hoy te marcharás. Por eso creo que es la ocasión perfecta. Te dice desde el comedor.
Así los vestidos y arreglados os vais hasta la zona donde está la fiesta. Como siempre se realizaba en la plaza principal de la ciudad, grande y espaciosa. Cuando llegais mucha gente esta reunida en el centro mirando hacia el cielo. Se empiezan a ver los fuegos artificiales como iluminan toda la plaza. Multitud de palmeras, sonidos, incluidos musicales como novedad, van marcando una sintonía la cual acaba con una traca final. Celestia se mantenía a tu lado, buscando tu mano varias veces, entre la multitud. Desde el balcon del ayuntamiento se podía ver al alcalde junto al pregonero y otros consejales admirando el espectaculo.
Cuando decides coger su mano tras pensarlo bastante, la ultima traca te ciega por unos momentos, los cuales te obliga a taparte los ojos esos escasos segundos. Mucha gente parece hacer lo mismo, o mirar hacia otro lado.
Fin de prologo.