Nos encontramos a 18 de septiembre. Exactamente tu reloj marca las 18h. El cielo se está tornando rojizo, y el aire fresco se empieza a notar. El verano está dando sus ultimos coletazos mientras el suelo se llena de las primeras hojas caídas. La gente ya poco a poco sale con polos, chaquetas tejanas, y demas ropa para taparse. Tú sigues tu rutina diaria, sin mas preocupación en la que acabar el día, y volver a casa a descansar. Está resultando un día algo más cansado que de costumbre y cierta sensación extraña te corroe la mente. Como un sexto sentido te dice que algo te pasará, aunque no le haces caso. Sensaciones como estas en días malos ya has tenido muchas veces. Así que continuas tu rutina marcada.
El verano toca su final. A media tarde las temperaturas bajan y es necesario tener a mano una chaqueta, una rebeca o algo con lo que abrigarse un poco. Sofía regresa de firmar su finiquito, ha pasado el verano currando en una hamburguesería a media jornada durante los meses de Julio, Agosto y la mitad de septiembre, pronto empezará de nuevo las clases en el instituto, su último año y luego... Luego quiere ir a la universidad para estudiar bellas artes, le gusta dibujar, se le da muy bien, nadie lo sabe, tiene varios cuadernos llenos de bocetos que nadie a visto pero que a ella le parecen buenos.
Lo que sucede es que la universidad es cara y ella no tiene dinero, tiene pensado solicitar una beca, si se la concedieran... La muchacha siente algo y se gira para mirar tras ella, hace días que tiene una sensación rara y no sabe debido a qué. Su vida no es la mejor del mundo, pero tampoco la peor, al menos su padre ya no la molesta, sigue emborrachándose como una cuba y gastando en alcohol y juego el poco dinero que consigue, pero la deja en paz, lo cual está bien, supone.
Solo tendrá que aguantarle un año más, seguir soportando aquella vida un año más, cuando fuese mayor de edad, y no dependiese legalmente de un adulto, no le necesitará para nada, y entonces podrá largarse como hizo su madre.
Y está bastante segura de que no le echará de menos.
Vas andando por la calle pensando en que trabajo poder buscar para así poderte pagar la universidad. Tampoco podia ser un trabajo que ocupara muchas horas, dado que te quitaría tiempo de clases, y la universidad de Bellas Artes era privada con bastante coste, aunque este año entrante era bien sabido que dado el bajon y los pocos alumnos interesados en la cultura clasica (pintura, escultura, cerámica, etc) incentivaban a la gente con mayores becas.
Por un momento te paras delante de unas ofertas de trabajo que hay en el escaparate de una ETT. Entre ellos puedes leer algunos de media jornada:
1. Se necesita dependienta en tienda de zapatos. Solo mañanas.
2. Se busca chic@ para clases de repaso en academia privada. 10 horas a la semana, bien pagado. Requisito tener bachillerato y conocer inglés.
3. Se necesita chic@ para almacén, 5 horas de mañana. Sueldo negociable mas comisiones.
En esos momentos una dependienta del interior, que te ha estado observando, se levanta y sale a la calle: Hola, buenas tardes. Estas interesada en alguna oferta de trabajo?
Sofía se detiene delante del tablón de ofertas laborales. Si de verdad quiere largarse de casa y poder ir a la universidad, no puede solo sobrevivir con lo que roba en los supermercados y logra vender después. Tiene que pagar la hipoteca de la casa o los dejarán en la calle, la luz y el agua, eso más los gastos añadidos de comer, ropa y averías que surjan en la casa, en el coche (que ya está bastante destartalado) y medicinas básicas.
Todo recae sobre sus hombros, lleva siendo así años, no puede dejar nada en manos de su padre porque todo lo que toca ese desgraciado borracho se convierte en mierda casi al instante.
Sus ojos azules repasan las posibles ofertas a su alcance, pero va desechando por no cumplir las condiciones: Por las mañanas no puede trabajar porque tiene que asistir al instituto, su nivel de inglés no está mal pero no sabe si será suficiente para dar clases de apoyo, y...
Una mujer sale de interior para preguntarle, su sonrisa es amable pero Sofía da un paso atrás instintivamente, tiene las manos hundidas en los bolsillos de su vieja chaqueta vaquera y el cabello rubio le cae sobre la cara cubriéndole el ojo izquierdo.
- Eh... - Comienza a decir manoseando el sobre con el dinero que lleva en el bolsillo derecho de la chaqueta, ahí va su última paga de la hamburguesería- Pues... buscaba algo para las tardes... Una media jornada.
Duda. No quiere decir que es menor porque sabe que eso reduce mucho las posibilidades de contrato, de contrato decente al menos, la mayoría de capullos que la entrevisten querrán hacerle contrato de aprendiz y pagarle una puta mierda, lo sabe y no es lo que quiere.
Sigues la mujer al interior del local, y te acompaña hasta un pequeño despacho con una mesa y un par de sillas a cada lado, a traves de una puerta. La mesa es negra con patas metálica, mientras las sillas son con barras metálicas y funda negra. No era muy cómoda la verdad. La decoración era insípida, y se ve que simplemente era un despacho para atender visitas.
Estás de enhorabuena, pues tenemos la bolsa de trabajo bastante llena y muchas ofertas para estudiantes sobretodo. Estas estudiando ahora? Si me permites un momento voy a buscar el bloc con las ofertas de trabajo.
Solo pasaron un par de minutos y volvía con el bloc el cual deposita en tu lado para que puedas consultarlo.
Las ofertas de media jornada están por la mitad. Te dice marcando por el índice en la primera página, ya que estaban ordenadas por tipos de contrato y por clase de trabajo.
Puedes inventarte la oferta que te guste. Hay amplia disponibilidad de ellas.
Mientras la mujer busca el bloc de las ofertas, Sofía se pregunta por qué en una ETT no tienen un ordenador con todo eso informatizado, normalmente... Bueno, en fin, en el siglo XXI ¿Qué clase de sitio no lo tiene todo metido en una memoria micro SD?
La chica mira alrededor, es un sitio mustio, desabrido, pero la mujer que lo atiende ha sido amable, aunque el lugar parezca anticuado, como de otra época.
Cuando tiene el bloc delante, lo abre por el sitio que le indican y empieza a buscar algo que se adecue con sus horarios y sus conocimientos. Tras varios minutos de búsqueda en los que la mujer, primero la mira, y luego se dedica a prestar más atención a un montón de papeles que tiene sobre la mesa, Sofía da con algo que le resulta interesante, lo señala con un dedo y lee:
- "Empresa de nueva creación necesita diseñadores e ilustradores para atender demanda de logotipos y marcas corporativas. Trabajo a media jornada (tardes) Bien remunerado"
A continuación un teléfono y una página web. Alza la vista y mira a la mujer, como esperando su opinión.
Sin duda la mujer pudo notar tu reaccion al observar el local. No puede mas que darte una explicaion al ver como ibas pasando las hojas del bloc carpesano hasta que encuentras la oferta deseada.
Disculpa que tengamos el local algo vacío, pero hace poco que nos hemos traladado y todavía nos deben llegar mas ordenadores y material. La verdad que tampoco me siento cómoda con este panorama.
Esa ultima frase te la dice algo mas bajo y cerca del oído. SIn duda daba un poco de pena. Pero pronto cambia al ver la oferta.
Sin duda es interesante la que has escogido. Te gusta el diseño o tienes experiencia? Es una empresa extranjera que quiere relanzar algunos productos (pon lo quieras) de su gama, y estan buscando ilustradores para publicidad en revistas. Si quieres te traigo papel y lapiz para que apuntes?
Sofía metió la mano en uno de los bolsillos interiores de la chaqueta vaquera que llevaba y sacó un teléfono móvil en el que se dispuso a apuntar los datos que la mujer le diera.
- Me gusta dibujar - Dijo con simpleza a modo de respuesta, no era una persona muy dada a hablar demasiado, de hecho solo hablaba cuando tenía que hablar, el resto del tiempo permanecía en silencio, tratando de pasar inadvertida en cualquier sitio, quizá por timidez, quizá por el tipo de vida que le había tocado llevar - Apuntaré el teléfono y llamaré para informarme, gracias.
La mujer te detalla los datos necesarios, asi como el teléfono. Apuntas detenidamente la direccion de la empresa, como su web y sobretodo el teléfono. Muy amablemente te indica: Si te interesa, te puedes apuntar en nuestra bolsa de trabajo y te podemos mandar a tu corrreo electrónico las ofertas que te sean mas de tu interes.
(Aceptas o no la oferta, a tu gusto) Así sales del local y empiezas a caminar sin rumbo por la calle. Lo que quieres en parte es matar el tiempo para no volver a casa y encontrarte con tu padre. Era noche de futbol, y se reunia normalmente con un par de colegas para animar a su equipo preferido. Ruidos, bebida y cantidad de cigarros infectaban la casa de mal olor, cosa que se te hacía insufrible. Ni en tu habitación te podías estar alejada de tanto alboroto.
Te dejo libertad para ver que hace tu personaje saliendo de la ETT:
Sofía anotó los datos y luego volvió a guardar el teléfono y miró a la mujer, trató de dedicarle una sonrisa de confianza.
- Es usted muy amable, ya pasaré por aquí si quiero echar un vistazo a las ofertas - Se puso de pie y la mujer la imitó - Hasta otra. Gracias por todo.
Sin más se dio la vuelta y salió del sitio, no sabía si llamaría a esa empresa de diseño, quizá solo para conocer las condiciones y asegurarse de que no era una tapadera para captar gente con otros fines menos "honestos".
No quería ir a casa, pero se hacía tarde y comenzaba a tener hambre, tendría que cenar en alguna parte, quizá fuese a "Crazy pizza", hacían unas pizzas increíbles, eran baratas y te dejaban servirte gratis todo el refresco que quisieras mientras estabas allí. Su padre estaría entretenido viendo el partido, fumaría, bebería, gritaría con sus amigos y dejarían la casa hecha una puta mierda.
Cuando ella llegase, lo encontraría tumbado en el sillón, durmiendo la mona y roncando como un oso en calzoncillos y camiseta, el aire estaría impregnado de alcohol y humo de tabaco y puro (quizá también de vómito) El suelo delante del sillón y alrededor de la mesa baja sería un vertedero de latas de cerveza vacías o medio vacías, cerveza derramada, alguna botella de Whisky, palomitas y bolsas de snaks de varios tipos, un par de cubos de cartón grasiento de alitas de pollo... Y seguro que alguna sorpresa más.
Por supuesto, le tocaría limpiar y desinfectar a ella. Solo pensarlo le daban ganas de no volver nunca allí.
Se dirigió hacia la pizzería cabizbaja y con las manos en los bolsillos.
La cadena Crazy Pizza era nueva en la ciudad, y sus precios baratos y comida de calidad se estaba haciendo hueco entre el publico general. Solo tenía una tienda, pero estaban instalados en un gran local, donde tenían menus tipo restaurante. Cadenas como Telepizza y DOmino habian notado cierto descenso entre la demanda a domicilio.
Cuando llegas ves un nuevo anuncio en su puerta: MENU BUFFET LIBRE por 6'95€ + 1'5€ la bebida. Una oferta que te permitía comer lo que quisieras y rellenarte la bebida en una nueva máquina que colocaron recientemente. El local estaba bastante lleno, sobretodo con alguna familia y crios. Sobretodo juventud que era la aficionada a la pizza, aunque tenían otros productos como ensaladas, complementos (alitas, croquetas, patatas,etc), hamburguesas, etc.
Te acomodas en una mesa tras servirte en una bandeja. Dos chicos morenos de tu misma edad se te acercan al verte sola. Ellos acababan de entrar al local 5 minutos despúes y este se había llenado. Viendote solitaria deciden invadir tu mesa:
-Estas sola cariño? Te dice con un tono sarcástico. Si quieres podemos hacerte compañía.
El local ya está lleno y aquí parece haber sitio. Esta mesa es muy grande para una chica sola. Comenta el otro compañero.
Sofía cogió su bandeja con el menú de oferta y un vaso grande de bebida (Pepsi) y se sentó en una de las escasas mesas libres del local, de pronto, viendo la cantidad de familias y grupos de gente joven que había en el local, se dijo a sí misma que quizá no había sido buena idea ir allí, quizá un sitio más tranquilo hubiera estado mejor. Bah, ya tanto daba. La perspectiva de lo que le esperaba al llegar a casa la llenaba de amargura, frustración y enfado. Ese verano había trabajado mucho en la hamburguesería, incluso muchos días había hecho turnos dobles para conseguir todo el dinero posible de forma legal, pero no se sentía animada, le daba miedo que su vida terminase siendo un agujero negro, sin futuro, sin nada a lo que aferrarse para sentirse feliz.
Sin duda aquel era el sitio que mejores pizzas hacía, y la gente parecía comenzar a darse cuenta, ya no había mesas libres, el local estaba abarrotado y las conversaciones crecían a su alrededor formando un ruido del que intentó evadirse mientras masticaba un pedazo de su pizza de queso. Se disponía a dar un trago de su Pepsi cuando una voz la sacó de sus pensamientos.
No le hizo falta mirarles, con sus voces y sus tonos tuvo todo lo que necesitaba saber de ellos: "Cariño" y "chica sola" fueron las palabras que más resonaron en sus oídos, acostumbrados a captar el peligro, la amenaza, los dobles sentidos, la ironía, la mentira, la sorna... Se metió la pajita en la boca y absorbió la refrescante bebida del interior. Tragó e hizo un vago gesto con la mano al banco libre frente a ella, al otro lado de la mesa, con ello les indicó que podían sentarse (allí), pero no los miró ni una sola vez, sus ojos siguieron fijos en la bandeja. No se había quitado la chaqueta y la mochila estaba embutida en el hueco entre la pared contra la que estaba puesta la mesa, y su propio cuerpo. Sofía tomó otro pedazo de pizza y la mordió, masticando con lentitud.
Lo único que esperaba es que ninguno de aquellos dos se sentara a su lado sino en frente de ella ¿Era mucho pedir? Tal vez sí.
Los chavales parece que te iban a atosigar más, pero por unos momentos las luces del local se ponen a parpadear. Incluso de la calle tambien empieza a verse destellos raros. Como si de una avería se tratara. Una trabajadora sale al local para pedir calma:
Tranquilicense todos por favor. Parece que debe haber alguna avería en la calle, ya que esta afectando a la zona.
La gente se altera un poco, pero se va quedando tranquila. Tras varios parpadeos, la luz marcha definitivamente. No hay una oscuridad completa, pero si mucha penumbra. La poca luz que llega proviene de la luna llena. La gente sigue comiendo, y muchos usan su movil como linterna para verse. Otros deciden para salir a la calle para ver que sucede. Algunos telefonos suenan para reclamar pedidos y los trabajadores se escuchan como explican la situacion dado que el horno no funciona sin electricidad. Momentos de un poco caos. Tu sigues comiendo normalmente como si nada pasara. Los dos chicos deciden irse del local, dado que no podran cenar, al igual que la gente que espera su pedido. Así pasaron 10 minutos hasta que de forma intermitente la luz parece que vuelve. Por un momento decides mirar hacia el techo, hacia el fluorescente cercano mientras mascabas el ultimo trozo. Sumida en pensamientos, el fogonazo que pega tras quemarse por la subida de tension te ciega unos segundos con lo que tet tapas los ojos.
Fin de prologo.