-Parece que se lo han montado a lo grande en este lugar. -pienso maravillado. No era una persona que me encante disfrutar de eventos públicos en donde es una locura de gente y ni siquiera puedes caminar, demasiado ya tenía con los conciertos. Pero esta vez asumo el riesgo considerando que era una persona pública muy reconocida y no tardarían en darse cuenta de quien era. -Espero me sea leve, tenía a Laura a mi lado y no era precisamente la indicada para estas cuestiones. -suspiro sin dejar de mirarla.
Mientras avanzamos por los diferentes stands de artesanías y comida, voy comprando alguna que otra cosa. Apreciaba el talento de cualquier persona capaz de dejar parte de si en su obra, los comprendía a la perfección y por ello adquiría lo que estuviera a la venta dándole mi apoyo para que continúe creando.
-¿Que te parece Laura todo esto? -pregunto interesado por su respuesta.
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os ha pasado algo que no veo ningún mensaje nuevo? Si quereis continuar el prólogo lo decís, sino pongo el cierre y os paso de escena. En ningún momento os dejo atrás.
Me había pasado diez largos minutos mirando la ropa de mi armario. Es cierto que no puede parecer mucho tiempo pero para mí, que estaba acostumbrada a ponerme lo primero que viese, era una eternidad.
Al final me decanté por un jersey, una falda escocesa, medias y botas. Cogí una pequeña mochila y salí a encontrarme con Paul.
No sabía en que estado, de los muchos que tenía, me lo encontraría. Esperaba que fuera alegre.
Cualquiera menos el depresivo, por favor.
Finalmente salimos de casa rumbo al parque. Cabe destacar que se mostraba bastante más receptivo que otras veces, lo cual me hacía sentir algo mejor.
Quizás hasta lo pasemos bien y todo.
Deambulamos por los distintos puestos, cotilleando aquí y allá y toqueteando la mercancía sin ningún ánimo de comprarla.
Por ahora.
Me limité a ir junto a Paul, en ocasiones cogidos de la mano pero sin exagerar mucho. No quería presionarle. Quería que se sintiera bien. Que quisiera repetir.
Le apreté la mano cuando vi el lago.
- Vamos - dije, emocionada como una niña pequeña. Quería ver los fuegos artificiales y seguro que allí era el mejor sitio. - Me gusta - añadí, en respuesta su pregunta. - ¿Y a ti?
Sin embargo, cuando nos aproximamos a la orilla del lago comenzó a costarme respirar. De pronto aquella superficie azulada y brillante se me antojaba una masa viscosa. Un monstruo oscuro, dispuesto a engullirme. El aire adquirió una consistencia densa. ¿Habéis probado a sorber gelatina por una pajita? Pues esto era lo mismo.
- Paul - acerté a decir mientras mi cara de terror no podía apartar los ojos del lago. - Paul, sácame de aquí.
Me temblaban las rodillas y mi cara se iba volviendo más y más blanca. Y en mi mente sólo podía ver la cara de mi madre ahogándose mientras intentaba soltarle el cinturón de seguridad, sin éxito.
Había sido una ilusa por creer que podría hacerle frente a aquel recuerdo.
Mucho trabajo y mucho cansancio. Pero aquí estoy ^_^
Su falda me enloquecía pero intentaba no centrarme en ella.
Caminando a su lado como un guardia personal recorriendo todo el lugar, de momento me resultaba placentero estar allí junto a quien sería mi mujer el día de mañana, era extraño mantenerme en esa línea de pensamiento pero saboreaba la alocada idea por un pequeño instante.
No pude evitar sentir una pequeña sensación de alegría, era algo nuevo para mi aunque desaparecía progresivamente porque no me lo permitía, era demasiado traumático para mi tener que lidiar con varias emociones juntas, prefería quedarme con la mala experiencia de vivir bajo una sombra interior antes que conocer este nuevo estado en profundidad.
-Claro, me gusta. -me limito a responder deteniéndome en su mirada observando sus actitudes y gestos.
Asiento cuando decide ir al lago, no me parecía una gran idea y yo un mal soporte psicológico si entra en crisis. Como siempre preso de mis malditas palabras, sucede lo que preveía. -Laura en estado de shock o pánico. -pienso al abrazarla intentando sacarla de allí.
-Ven, regresemos a la casa. Hoy dormiremos juntos.-intento consolarla mientras seguimos por una calle que nos lleva a nuestro hogar.
Idem Laura. :D
Ante la inquietud, y a pesar de que habia sido un momento placido la visita a la feria, decidís abandonar en mitad el espectáculo de los fuegos artificiales. Tal como os vais acercando fuera del parque para tomar la calle hacia vuestra casa, la traca final os hace giraros hacia el cielo, mientras este se ilumina de blanco. Como una explosion de luz, el ultimo os hace cegaros por un momento, tapandoos los ojos como reflejo por unos segundos.
Finiquitado.