Partida Rol por web

Joder, joder, joder.

Los pensamientos se enrrollaban torcidos como espirales de humo en su cabeza.

Pero de dónde salieron, si es que no había tantos cerca. Se multiplican salen de la tierra o qué mierdas 

Después de oír el reporte de Luisa, si porque había tenido nombre y había sido una Ranger como ellos, Rosa se había mantenido en silencio cavilando; hasta que Lucas destrozara los dispositivos para usarlos como cascabeles. Tampoco le dijo nada, solo se le quedó viendo a través, de la máscara con ganas de saltarle al cuello y cachetearlo haciendo despliegue de una muy questionable acción, así que trago en seco y prefirió pasar del asunto. Claro que hubiera tenido las de perder pero Rosa era como una hormiga, chiquitica y brava.

Ahora volvía a ver a Lucas, ahh tan valiente cabeza de chorlito Lucas. Queriendo irse cuerpo a cuerpo contra ocho infectados. De cierto modo era encomendarle su proceder, totalmente infructuoso e idiota, pero no menos encomendable.

Con una rápida ojeada, sin arcos y calculando a cuántos pasos estaban de ellos Rosa trazo el único plan que veía factible. Usar al Lucifer. 

-Todos, Lucas,..recalcó.. Todos suban al terraplén con la escalada que dejó Adrián. Con suerte de arriba Sebastián pueda usar el lanzallamas y asarlos. ¿Igual íbamos a hacer una hoguera no?. Venga chicos aplomo que esto no es más que material sumarle a la hoguera.

Trato de infundir ánimos a sus compañeros

- Sí, jefa, ya estoy en camino. Jamás dejaría que te suceda algo malo.  

Las cosas habían salido bien, demasiado bien para las expectativas que Max tenía en su cabeza, Mario parecía estar molesto por haber acabado con menos de esos infectados pero Max no estaba allí para competir, no le interesaba más que estar fuera de Cencido y explorar, aunque en verdad había pensado que las cosas iban a ser mucho más sencillas.

-No te preocupes, a los demás le diremos que tu has matado más infectados- dijo Max con una sonrisa que no llegaba a verse demasiado por la máscara.  -Mira, sabes mi pensar respecto a nuestro "protector" allí en Cencido.  Creo que hay mucho que nos oculta  y por lo que cuenta de lo que era el mundo antes de los infectados, no puede ser que Cencido sea la única colonia que haya logrado sobrevivir en todo el mundo.  Sólo creo que si encontramos supervivientes dudo que sean... amistosos.  En algún punto todos estamos compitiendo por recursos que son escasos y creo que pocos desearan compartirlos en fraternidad.  Al menos nuestro gran líder dudo que lo haga.  Por lo que temo más encontrar supervivientes que más de estas cosas.  Al menos los infectados no saben utilizar armas, ni parecen ser demasiado listos como para planear estrategias pero los humanos somos bestias diferentes.  Incluso puede que hallemos supervivientes que conozcan mejor la tecnología antigua y hayan logrado desarrollar mejores defensas de las que hoy tenemos.  Por eso, y respondiendo a tu pregunta... Si creo que hay más supervivientes, pero no me gustaría encontrarme con ellos-

Dando un pequeño gemido a la hora de levantarse Max asiente ante lo que dice Mario -Si, deberíamos volver, después de todo ya tenemos todo lo necesario-

- No, joder. Eso no vale, tú y yo sabremos que no es verdad. -gruño, aún más molesto por su oferta de falsear el conteo de muertes.

Sí. Soy "un poco" competitivo. Sí, adoro ganar y vacilar a mis hermanos. Y SÍ, MIL VECES SÍ, me encanta y me llena de orgullo y satisfacción que la gente me halague y diga que soy el mejor, porque lo soy... en algunas cosas... pero sólo si es verdad. Hacer trampas para ganar es una cosa, ganar por trampas es otra. ¿Que no se entiende? Yo lo entiendo. Haré lo que sea por ganar, pero no diré que he ganado si he perdido.

Mierda. Cada vez que un Ranger habla de esa manera, siento como que me ponen en un puto compromiso. Probablemente si estuviéramos en Cencido me habría enfadado con él, le habría reprendido su actitud por dudar del Alto Guardián y hasta le habría golpeado por ser tan... tan... capullo. ¿Cómo puede hablar así de la persona que nos salvó a todos?

Pero ahora... es Max quien lleva toda la tarde arriesgando su vida conmigo, no el Alto Guardián. Así que no respondo a sus acusaciones de que nos ocultan información, aunque me remuevo incómodo y hago un gesto de disgusto que no se ve gracias a la máscara. ¡Por supuesto que nos ocultan información! Pero porque no estamos preparados para saberla. Además, me interesa mucho lo que dice sobre los posible supervivientes. Creo que lo que dice tiene mucha lógica.

- Tienes razón, hermano. Pues esperemos que estén todos muertos. Sino, si se ponen gilipollas, nos los cargamos.

Reclamando la atención de los infectados, desde una distancia segura, Sebastián procede a moverse de tal forma que poco a poco, mientras le siguen, se vayan reagrupando. Mientras tanto, acatando la sugerencia de Red (que se antoja realmente apetecible), el resto de ranger procede a subir el pequeño terraplén.

Dos cuerdas debidamente colocadas, dos personas pueden subir por vez. Adrián, que si bien jamás resaltó por sus cualidades físicas, sube metódicamente y sin contratiempos hasta arriba. A su lado, Ángel hace lo propio pero con algo más de torpeza.

Lucas, una vez está Adrián arriba, procede a subir como el "rarito" de los hermanos, metódico y sin contratiempos. En cambio, Red estresada por la situación sube ligera al punto de que casi le sobran los sitios donde agarrarse, subiendo realmente ligera, atropelladamente pero de forma eficaz.

Entre tanto, mientras los ranger van subiendo uno a uno arriba, Sebastián, aguardando al momento exacto, finalmente decide gastar combustible y prender de paso la pila de cadáveres. Una bola de fuego enorme lo cubre todo en un cono de diez metros, provocando una intensa humareda negra. Los quejidos y los gemidos de los infectados poco a poco se van apagando según desparece la llamarada. Tras esta, quedan los ocho infectados ardiendo como hogueras. El fuego se propaga por sus ropas y por sus cuerpos. El intenso olor a carne quemada lo abotarga todo.

Los ranger pueden ver cómo Lucas emprende un trote guarro alejándose de los infectados, pues al lanzar el fogonazo se había quedado a una distancia... realmente preocupante. Pero ahí va, dando botecitos con sus cachivaches mientras le siguen metódicamente aquellas 8 antorchas que poco a poco se empiezan a mover de manera más errática.

Apenas ha pasado medio minuto, con Lucas ya a una distancia prudencial, que empiezan a caer los primeros cuerpos carbonizados que comienzan a contraerse según los músculos se secan, se agarrotan... dejándolos en posiciones dantescamente retorcidas.

El Lucifer se lleva las manos a la cintura, admirando su obra, mientras los tres últimos infectados caen a apenas unos metros de su posición.

Finalmente, Ángel sube arriba con el resto... y procede a contemplar el destrozo que ha montado su hermano.

Con la adrenalina de todos disparada, poco a poco os empezáis a tranquilizar. Solo se escucha el crepitar de las llamas, y tenéis una enorme hoguera que lo alumbra todo a su alrededor.

La cuestión es... ¿Hay tiempo para relajarse? ¿Podéis permitiros un descanso, quedándoos en aquella  zona "segura" y arriesgarse a que acudan los infectados ante... la luz, el calor o el olor? ¿O por el contrario, debéis arriesgaros a bajar de nuevo y aceptar el riesgo de encontraros con alguno que acuda mientras volvéis al campamento?

Mientras descansáis y estáis de cháchara. En dirección oeste-suroeste, donde deberían estar vuestros hermanos montando la pira, podéis ver una enorme cantidad de humo negro. A todas luces, han tenido éxito con lo que se traían entre manos.

Cambiando el canal del TATOL Max aprovecha para informar sobre su regreso -Red, vemos el humo, parece que les fue bien con eso de armar la pira.  Nosotros estamos de regreso.  Podríamos decir que fué todo un éxito.  Los tomamos de sorpresa y los acabamos antes de que supieran que ocurría.  Vamos camino al campamento-

- Eres candela, hermano - dice entre risas, imitando a algún cantante de salsa, merengue o cosas por el estilo.-

Al estar todos arriba ahora, hice un pequeño suspiro dentro de la mascara para luego ser el abogado del diablo al decir: -Lamento informar que tarde o temprano el tanque de oxigeno se nos acabara y a menos que nos arriesgamos a respirar sin las mascaras, tendremos que volver a arriesgarnos a bajar para conseguir un lugar "seguro" y que nos permita respirar sin las mascaras ademas de conseguir nuevos tanques de oxigeno. Debia de ponernos al tanto de una situacion tanto peligrosa como ademas incomoda dado que dentro de poco caeria la noche.

Avanzar y retroceder, no era una mala opción. Pasos lentos, pero seguros.

El usar el fuego como arma de destrucción era, aparentemente, una buena solución cuando se masificaban; desagradable, a la par que efectiva. Al parecer el fuego no era una mala opción después de todo, aunque aún estaba por ver si el resultado a largo plazo tenía el mismo resultado.

Con todo, estaban en una zona relativamente segura, y podrían estudiar el resultado de sus propios experimentos improvisados. Aun estaban lejos de lo que se podría considerar un éxito "aceptable" pero al menos estaban aprendiendo de toda aquella experiencia.

Con tiempo, y materiales, quizás podría diseñar o aprovechar la tecnología antigua para crear un Inferno más portátil y menos... impredecible, pero al menos de momento la artillería pesada había sido, a todas luces, mucho más efectiva que usar arcos y flechas.

- Creo que deberíamos esperar a ver que resultados tiene nuestra hoguera- ¿en serio tenía que hablar? - Puede que el fuego atraiga a más infectados, o que sea una medida disuasoria suficiente para que tengamos un poco de paz. Al menos por el momento, parece que estamos a salvo.

-Sebastián, has echo un trabajo formidable. Mis respetos hermano.

Si bien la intención inicial del equipo era quedarse, finalmente la decisión de Red, motivada por razones que se escapan a los presentes, os lleva de vuelta al campamento.

Bajando sin prisa, con la calma, viendo cómo la pira arde y como los cadáveres de los infectados recién neutralizados siguen ardiendo rato largo y tendido, os vais de vuelta en dirección noroeste, atravesando el bosque hacia el improvisado campamento. Más pronto que tarde os veis obligados a encender la visión nocturna, teniendo un paseo tenso pero sin sobresaltos.

Reunidos todos finalmente en el campamento, donde los exploradores estaban esperando, corroboráis que el tronco con el que hacer trampas se encuentra finalmente accesible, y que la pira, efectivamente, ha ido atrayendo poco a poco infectados a la base de Cencido. A ojímetro, los técnicos han calculado una docena proveniente desde el bosque y desde los campos... y teorizan que irán llegando más a cuenta gotas.

No pasa ni media hora de charla, ya reagrupados y bajo la más estricta oscuridad, que los ranger escuchan el estridente ruido del ascensor. Por inercia, "susto" e impresión, decidís trepar a las hamacas hasta que termine el estruendo. Apenas unos minutos más tarde mientras el ascensor asciende chirriosa y metódicamente, un par de infectados aparecen bajo vuestra posición. Un anciano y una mujer a simple vista, caminando en dirección a la pira que aún arde con intensidad. Dejándolos pasar, pues no hay garantía de que sean los últimos, escucháis como sus quejidos desaparecen en la distancia... y cómo no parecen aproximarse otros nuevos por el momento.
 

No sé qué decir, si es que hay algo que se pueda decir. Menos mal que estamos aquí arriba y espero que ninguna de esas cosas sea capaz de trepar árboles. 

Soy incapaz de dormirme, tengo algo de sueño pero cada vez que cierro los ojos siento que al volver a abrirlos voy a tener una de esas cosas encima. ¿O si me doy la vuelta y me caigo? ¿O si me pongo a roncar? Nadie me ha dicho nunca que ronco pero quién sabe. 

Me siento bastante indefenso ahora mismo y no tengo ganas de mantener una conversación, así que me quedo inmóvil, mirando hacia el cielo aunque sin ver ni pensar nada. Existiendo, que ya es mucho. Dormir en una hamaca ya no me parece tan interesante, así que espero a que se haga de idea o me quede dormido, una de dos.

Era sin duda una noche de pesadilla después de todo lo vivido, todas aquellas nuevas experiencias y el terror presente en cada segundo. Rosa, no obstante, sentía una ligera satisfacción revolotear junto con los agitados pálpitos de su corazón.

Cierto era que no habían avanzado más que algunos metros desde la posición inicial, cierto era también que tenían un par de arcos inutilizados y habían tenido que aprender a tropezones como lidiar con esta nueva realidad pero ahí estaban vivos; y eso era en toda aquella mierda de existencia un logro fundamental que podía saborear por ahora. 

-Traten de descansar algo. Susurró TATOL mediante, con la calidez en la voz que pocas veces dejaba escapar. -Mantenemos la posición en la casa árbol y en la mañana evaluamos la situación.

Para ser la primera noche, no lo habían echo tan mal.

Pero habría que ver como de lejos llegaron el resto de expediciones. Puede que, finalmente, tuvieran alguna esperanza. Por el momento habían sobrevivido sin bajas, y tenían enormes cantidades de información que procesar.

Los encuentros que habían tenido hasta ahora habían sido más bien pequeños, y aunque les habían dado problemas (sobre todo por no calcular la resistencia real de sus objetivos) habían podido acabar con ellos. El problema, al parecer, llegaba por la noche, cuando aquellas hordas se ponían en movimiento. Si ellos podían ver una docena, cuantos podrían ocultarse en la noche.

Seguramente se habían mantenido aletargados hasta que una panda de rangers se habían dedicado a romper el silencio del exterior.

Por el momento, la mente de Ángel no paraba de dar vueltas. Había demasiadas cosas que procesar, demasiadas lagunas en toda la información que necesitaban, y aun más se iban formando.

Su cuerpo podría descansar esa noche, no demasiado. No quería moverse demasiado por si acaso hacía más ruido del que quería, o simplemente los soportes cedían a su peso... y quien sabe que pasaría si llegaban a caerse...

Además, su mente estaba demasiado ocupada acumulando información.

Hasta que al final, su mente cedió al sueño.

Había sido un día largo.

Subo al escondite, refugio o en lenguaje táctico: casa del árbol con la finalidad de descansar ya que ha sido una larga jornada. 

Sin montar trampas, barricadas o algo que se le parezca*, pasáis la noche apostados en aquel entramado de redes que os mantenía alejados del suelo... y de una potencial horrible muerte.

Inquietos pero agotados físicamente del día, poco a poco pasan las horas y finalmente os vais durmiendo al ver que, aunque pasen algunos infectados más debajo de vosotros, lo cierto es que ninguno parece reparar en vuestra existencia. Y de igual forma que os despertáis.

Aún es de noche. A algunos os cuesta ubicaros con donde estáis. Habéis pasado la noche tensos haciendo por moveros lo menos posible y, efectivamente, la mayoría habéis despertado exactamente en la misma posición en la que os dormisteis... por la cuenta que os trae.

"¿Qué hora es?" Pregunta uno por inercia por el TATOL, aunque todos tenéis reloj. Las 4 y 20 de la mañana, responde otro tras activar la visión nocturna y moverse otro tanto. Poco a poco aquellos que quedaban adormilados, Adrián, Lucas y Sebastián, que acostumbran a sufrir terribles pesadillas, se van despertando con sudores fríos después de haber pasado una noche más tensa casi que el día anterior. A lo largo de tantos años, más de una vez se han despertado gritando en Cencido... pero gracias al Alto Guardián los tres en los últimos años parecen haber aprendido a sosegarse tras sufrir la maldición de tener unos sueños de diversa índole... que oscilan entre lo terrible, lo macabro, y la tristeza más absoluta. Hoy, por suerte, siguen manteniendo el control.

Empezando a manar las primeras conversaciones en susurros por la malla, descubrís un único infectado debajo de vuestra posición, mirando hacia ninguna parte, definitivamente no hacia la pira. A saber cómo ha llegado hasta ahí.

Como al resto a Max le costó dormir, sólo que prefirió no hablar y dedicarse a regular su respiración para intentar así dormir y descansar.  No había armado las trampas porque con los infectados tan cerca consideró más prudente esconderse en las copas de los árboles y esperar a arriesgarse a provocar un ruido que atraiga a las criaturas.  Al despertar todavía era de noche, faltaban tres horas para el amanecer.  Su instinto lo llevó a mirar hacia el suelo y pudo comprobar como un infectado se encontraba allí, inmóvil.  Suspiró, tomó su arco, se tomó su tiempo para apuntar a la cabeza y disparó una flecha que ingresó de forma diagonal desde el centro de la mollera para salir justo entre los ojos. Ya no sabía cuanto de aquellos disparos certeros era destreza y cuanto suerte, pero rogó para que la criatura cayera muerta de una vez, de no hacerlo dispararía otra flecha.

Evitó despertar al resto y se quedó alerta a cualquier peligro que pudiese estar acechándoles.  Cuando sol saliera tendría trabajo que hacer, por lo que supo dos arcos se habían roto y resultaba necesario repararlos cuanto antes para no perder poder de fuego.  Al menos el poder de fuego que podía usarse en silencio.

Amaneció, y la sola promesa de poder ver el sol salir salir con todos los miembros del equipo vivos ya se antojaba una victoria

Rosa se removió un poco estirando sus entumecidas extremidades, iban a tener que asegurar un campamento como era debido para poder descansar y rendir al otro día.

-Bueno como el mundo se ha ido a la mierda, comprobado está, movernos a distintas localizaciones supondrá un esfuerzo conjunto y mucha más planificación esto es lo que haremos.

Reforzar la casa árbol, mejorar con vigas, lianas de árboles, y lo que vayamos viendo para que a la noche podamos dormir mucho más cómodamente y asegurados. Cercar un perímetro alrededor del campamento con trampas, que eso se nos quedó pendiente, lanzas para que queden ensartados, púas y demás. Este lugar por al menos unos días será el campamento fijo. 

Lucas y Adrián se ocuparán de las trampas contra infectados. Si pueden poner trampas para liebres u otro animal del bosque será un plus.

¿Alguien ha comprobado rastros de fauna salvaje?

Max y Mario como siempre serán los vigías patrullando y ensartando a cuánto infectado vean acercarse. Dentro de eso hay que verificar la hoguera si sigue ardiendo y cuántos infectados atrajo además del ruido del elevador. Ya al menos constatamos que un gran fuego los atrae también, eso también lo usaremos a favor, mantendremos esa hoguera ardiendo el día de hoy y la siguiente noche mientras más infectados caminen a su infierno mejor para nosotros.

Si la zona es segura Sebastián continuará los trabajos de arrastrar los muertos que los exploradores vayan abatiendo  y sumarle ramas a la pira.

Angel tu y yo tenemos las estaciones a trabajar. Y… me temo que tendremos que usar el ruidoso radio para comunicarnos con Cencido.  Darle un reporte del primer día para informar y tal vez nos puedan mandar arcos largos o cuerdas para repararlos. Aprovechamos el sol y todo el mundo a recargar la visión nocturna que la usamos anoche. Venga gente a mover el culo que no tenemos todo el día.

¿Max ya despachante al visitante?

Y mientras esperaba que acabaran con el infectado solitario debajo, Rosa aprovechó y rellenó de sus propias flechas las faltantes en los de los exploradores.

- Sí, jefa, veré como hacerlas - sin tener la más pálida idea de como hacerlas pero muy voluntarioso y animado con las manualidades.- ¿Algún tutorial de cómo hacerlas o cómo las prefiere? - pensativo en cómo hacerlas y qué animales abría por el bosque.-

Unos elefantes a las brasas vendrían bien, para dejar de lado esas barbacoas de ratas con los amigos. 

-Como mejor te salgan. Lo de los sonajeros te lo ingeniaste y mira ahí están para algún uso extremo.

Sube los hombros, honestame tampoco tenía pajolera idea de las trampas  y la verdad estaban inventando sobre la marcha como sobrevivir.

 -Adrian había tenido unas ideas interesantes antes sobre cómo excavar y clavar púas. Consultenlo juntos y si necesitan una mano déjenme saber. La prioridad es trampas de seguridad para el perímetro del campamento. Si se les ocurre una para ardillas o liebres, o a saber quizás ya no queden ni animales.

La cuestión es que para los arcos harán falta cuerdas  de cuero y si Cencido no nos las facilita igual vamos a tener dos arcos inutilizados. Espero que podamos contar con ellos.