Partida Rol por web

Esto no iba nada bien. Empezaba a entender que no solo necesitaban atinar cada uno de los disparos, debían aprovechar cada oportunidad como si fuera la última.

Era obvio que los arcos NO eran las armas más eficaces para el combate, que tendrían que rediseñar las estrategias con más precisión y calidad.

O simplemente dejar que los que tienen un mejor entrenamiento en combate hagan lo que mejor se les da. Ángel era un manitas, tenía destreza con las máquinas y las personas, nunca se la había dado bien las partes de combate, aunque siempre había entendido que era una parte importante del entrenamiento y se había esforzado como el que más.

Era solo por eso que no se rindió. Preparó el arco nuevamente e intentó que esta vez la flecha fuera mejor apuntada. Respiró hondo, tensó el arco, se tomó un momento para apuntar con calma al objetivo... y soltó la cuerda.

La flecha finalmente había impactado entre los ojos del enemigo haciéndolo caer, si se levantaría o no no lo sabía.  Mientras tanto se dedicaría en encontrar otro objetivo.  Apuntó a uno de los más cercanos para así evitar o, al menos demorar, que llegaran al cuerpo a cuerpo.  Sin embargo el apuro del movimiento hizo que lanzase sin buscar un objetivo determinado en su enemigo

Los escasos infectados que al parecer se han visto atraídos por el ruido, avanzan estoicamente frente a la lluvia de saetas que les caen. Dos de ellos caen pesadamente por los impactos de las flechas de Mario, pero otros dos, los objetivos de Ángel y Red, de tener una saeta clavada en la cara cada uno, pasan a tener dos. Concretamente, el de Ángel, parece tener un par de llamativos cuernos emplumados.

¿Cómo coño aguantaban estas gentes dos flechas en la dichosa cabeza y seguían moviéndose como si nada?

Un misterio por resolver, sin duda alguna, pero que importa poco ahora que, según parece ser, se os quieren merendar y no parece importarles mucho si empiezan por los pies o por la cabeza directamente.

Max, confiado después del anterior acierto, procede a disparar demasiado rápido, tirando al bulto en lugar de directamente a la cabeza. La flecha vuela baja, y termina por impactar en la pierna del infectado. Suena el golpe "clock", a diferencia del sonido del cráneo quebrarse, que tiende a sonar más bien "crack".  Según hace contacto con el fémur, la flecha rebota y se pierde entre la maleza.

Por su parte, Adrián parece dudar, distraerse, o a saber qué pasa por aquella cabecita suya. Mientras tanto, Lucas sigue como un miura detrás de la línea de arqueros, debatiéndose de si echar pa'lante o no.

Aspirando profundo apuntó nuevamente y disparó contra el mismo objetivo (el disfrazado)con intención de tumbarlo de una buena vez. 

-Bueno definitivamente no era personita.

Pensó, que sucedería si en un futuro encontraran supervivientes pero mejor cruzar ese puente cuando llegara el momento.

Por el momento la situación se media en daño y cantidad de atacantes, no contaban con el calibre para acabar con un grupito pequeño de infectados.

Mario parecía el más eficaz pero uno solo contra una horda poco podría hacer, los arqueros de arco mediano deberían seguir apoyándolo pero necesitaban coordinar mejor sus ataques.

Sabía, no obstante, que aunque impactaran en su objetivo el daño causado por los arcos cortos no era suficiente como repercutir en gran medida.

-Debemos compartir el mismo objetivo entre dos que usen arco mediano para equilibrar un ataque de los de Mario.

Sugirió. Por lo pronto si una rama rota atraía tantos infectados no quería imaginar qué sucedería si usaban la pistola. Y el fuego del lucifer podría descontrolarse, además de atraer atención no deseada. Sabia que Lucas quería probar el cuerpo a cuerpo pero prefería darle la oportunidad cuando quedará solo uno en pie.

 Fantaseo con la posibilidad que  Angel o Adrián podrían modificar los arcos medianos para incrementar su letalidad.

Los bichos siguen acercándose pero ahora tengo un arco y un buen conjunto de flechas para disparar. Apunto al que viene solitario por el camino mientras tenso el arco para disparar.

También podéis parar a varios a la vez respondo a Red mientras suelto la flecha buscando impactarle directamente en la cabeza.

Ángel no era demasiado de quejarse; por lo menos no abiertamente.

Pero mentalmente estaba tomando buena nota de muchas cosas que deberían mejorar en caso de que sobrevivieran el tiempo suficiente. El entrenamiento como Rangers había demostrado ser... eficiente, solo hasta cierto punto.

La creación y coordinación de los equipos dejaba bastante que desear, sobre todo teniendo en cuenta que... bueno, no tenían sujetos de pruebas suficientes como para saber hasta que punto aquellos seres eran jodidamente resistentes. Era obvio que "atacando con flechitas" el daño que podrían hacerles es ridículo, pero en aquellos momentos carecían de potencia de fuego suficiente como para poder hacer algo más.

Puede que más adelante pudieran hacerse con armas más potentes, quizás de alguna otra expedición, incluso armas antiguas que podrían reparar... pero por el momento, solo debían preocuparse de sobrevivir a la primera noche.

Vale. Ha tenido que sufrir daños, de alguna forma, esa cosa tiene que tener un límite... pueden morir... Solo respira, apunta, y que el Alto Guardián guíe tu disparo.

Parece que por fin mis compañeros están empezando a reaccionar y a atacar a esas cosas con intención de matar. Menos mal, ya empezaba a pensar que estaba solo.

- ¿Por qué pensabas que era una persona en primer lugar? Si se le ve el hueso del brazo...

Giro sobre mis talones y dejo en paz a los infectados del grupo del "disfrazado", tensando el arco y disparando la saeta sin tomarme el tiempo necesario para apuntar a la cabeza, ya que quiero ver cuánto daño pueden resistir. Una flecha lanzada con mi arco tiene bastante más poder destructivo que el del arco corto, quizá sea suficiente para acabar con ellos sin tener que perder tanto tiempo apuntando.

Necesitamos más poder de fuego.

Poniéndose pesada con el mismo objetivo, y empezando a disfrutar de su buena puntería, Red logra abatir finalmente al "infectado infrazado" con la tercera flecha incrustada en la cabeza.

Sebastián, por su parte, dispara por primera vez un arco en combate real. La flecha vuela precisa e impacta en la cabeza del objetivo, a la altura de la quijada incrustándose levemente.

Ángel, también pudiendo estar orgulloso de su precisión, vuelve a impactar en la cabeza de su objetivo. Tal vez la inclinación, el movimiento del infectado, o puede que el punto de viento que haya podido influir, hace que la punta de la flecha impacte en el pómulo y que salga rebotada, sin hacer daño alguno aparente.

Mario, en cambio, optando por probar nuevas "viejas costumbres" de hace 10 minutos, dispara al bulto en dirección de su objetivo, provocando que el brazo derecho al ser impactado se mueva algo hacia atrás... pero como el que oye llover.

Si cabía algún margen de duda, definitivamente, estas gentes no sufren dolor alguno.

Lucas mantiene la posición, aunque empieza a impacientarse. A la indecisión de Adrián, se suma ahora la de Maximiliano, que no parece tener claro qué hacer.

El entorno parece calmado más allá de los objetivos actuales. El bosque parece tranquilo así como ambos lados del camino... gracias al Alto Guardián. Aunque tampoco estáis para mirar mucho en derredor, la amenaza avanza a ritmo constante, aunque cada vez que escucháis el crujir del hueso sentís algo parecido a... ¿alivio? Significa que una de esas cosas sufre castigo, y a todas luces, es motivo para alegrarse.

Repetitivo otra vez, respira apunta a la cabeza esta vez al que Angel le hizo rebotar una flecha (I-1) y...dispara.

-Me voy a plantear seriamente la promesa de antes.

Le advierte a Maximiliano sin spice de chiste en la voz para que reaccionara; con Adrián la verdad no sabía que pensar y mejor no animarlo no fuera que sacara la pistola.

-Yo que se. Me dió esa impresión por la forma que se quedó en el bosque mirando sin acercarse.

Le contesta esta vez a Mario tras su pregunta en un tono más suave aunque sin perder la tensión del momento.

Cargo otra flecha dispuesto a seguir disparando al tipo que se acerca por el camino. Es cierto que no parece recibir demasiado daño incluso cuando impactamos en la cabeza, pero realmente a distancia no tenemos nada mejor. Así pues tendremos que seguir con esto hasta terminar con los que nos rodean.

La verdad yo no estoy tan deseoso como Lucas de ir al combate cuerpo a cuerpo, un daño en la máscara de gas y podríamos infectarnos.

Al ver que al disparar al bulto ni siquiera con mi arco les afecta el daño que reciben, me preocupo. 

Tenemos un problema. Si tenemos que perder tanto tiempo apuntando a la cabeza, entre que sólo podemos atacar unos pocos, los fallos o los ataques inefectivos... incluso estos pocos infectados ya son un problema. Miro a Red, quien espero que se esté dando cuenta de este problema y piense ya en una solución. No puede ser que de siete Rangers, sólo tengamos esta potencia de ataque a distancia. 

¿Cómo vamos a sobrevivir?

Me empiezo a desesperar un poco, aunque eso no impide que apunte con calma al mismo infectado al que le he destrozado el brazo (I-3). Esta vez a la cabeza, si no escucho el "crack" ya no me quedo tranquilo.

La cosa iba realmente mal, y eso demostraba que faltaba coordinación, estrategia, un plan.

Y confirmaba las sospechas de Ángel de que el entrenamiento había sido incompleto. Se les preparaba, si, pero los horrores de ahí fuera eran mucho más peligrosos que, simplemente, salir corriendo.

Quizás las futuras expediciones deberían enfrentarse a retos en los que los objetivos sean tan duros como estos, y que el peligro sea real.

Espera. ¿No es lo que hicieron en la última prueba? Que el Alto Guardián les asista...

No era el momento de recordar hasta que punto la había pifiado en la prueba final, ni era el mejor momento para reprocharse que su función no era la de ser el pistolero, sino de arreglar maquinaria. No tenía las cualidades necesarias para un combate, y sin embargo ahí estaba, tensando de nuevo el arco.... aquel maldito ser había demostrado ser sorprendentemente resistente, pero esta vez no tendría tanta suerte.

Al menos lo he echo mejor que en la Prueba.

-Necesitamos más potencia de fuego, solo con flechas vamos a tardar demasiado en acabar- unas palabras no demasiado optimistas un momento antes de lanzar su proyectil.

Max respiró profundamente mientras se mordía el labio, contuvo el aire y apuntó a la cabeza de la criatura, pero su tiro iba apuntado específicamente al entrecejo, se había dado cuenta que era un punto débil, quizás porque llegaba directo al cerebro.

Tesó el arco y soltó la flecha.  La flecha fue certera, pero al parecer poco efectiva pues no logró más que hacer inclinar la cabeza de su objetivo hacia atrás, quizás no había tensado lo suficiente la cuerda

La lluvia de flechas sobre los escasos infectados que quedan continúa. Red, en su afán de alcanzar el cabezón de su objetivo, apunta algo más salto de lo debido teniendo en cuenta la caída de la flecha, y esta pasa a escasos centímetros por encima, errando el blanco.

- Maldita sea, ¡esto es tedioso de cojones! - Escucháis a Lucas por el comunicador, ya con la paciencia bajo mínimos tras ver que Sebastián impacta de nuevo en la cabeza del infectado que está en solitario, y no termina de caer. - Sebastián. - Gira la cabeza en dirección de su compañero. - Céntrate en el resto, de este ya me encargo yo. - Y tras señalarse a si mismo, echa a trotar en dirección de su nuevo objetivo dando algún brinquito a modo de calentamiento.

Otro sonoro crack proviene de una de las flechas de Mario, que abate a su objetivo convencido ya y a salvo de cualquier atisbo de duda, de que los infectados aguantan el dolor como titanes, si es que llegan a sentir alguno.

E inmediatamente, otro crack, esta vez fruto de un certero flechazo de Ángel, que pone a girar a su objetivo antes de mandarlo al suelo potencialmente inerte. Por necesidad inerte.

En cambio, el objetivo de Max recibe un precioso impacto en el centro de la frente. El tercer ojo, le llaman coloquialmente los instructores de tiro. A otros podría recordarle a una secta llamada "hindús" de la anterior era, que se clavaban un cuchillo ritual de pequeños en la frente para dejarse un lunar rojo ese mismo lugar... con a saber qué finalidad.

Por su parte, Adrián, avanza algo más en dirección al infectado que venía detrás del "disfrazado". Tal vez tratando de asegurar el impacto a una menor distancia.

- Ding, ding, ding, ding. -celebro cuando escucho otro cráneo partirse.

Al escuchar a Lucas ladrar como un perro, me giro y veo que se lanza a por uno. Pero el que me llama la atención es Adrian, que se acerca a uno de los infectados, pero más como si estuviera distraído que con intenciones de matar.

- ¿Qué estás haciendo, Adrian? -pregunto por el intercomunicador.

Pero no soy el niñero de nadie. Tenso mi arco y apunto a la cabeza del infectado (I-4) que queda en pie por la zona del bosque, sin utilizar la mira que ya me he cansado de ver sus rostros podridos. Suelto la flecha y espero escuchar el crack, que por mucho que lo disfrace, va a ser un sonido que me va a perseguir hasta el fin de mis días.

Yo también empiezo a aburrirme de esto, pero tampoco es que tengamos mucha forma más de dañar a estos seres.

Ten mucho cuidado, Lucas. No dejes que te hiera, si entra el aire de fuera podría ser peligroso le digo al tiempo que giro mi arco hacia el lado contrario, soltando la flecha directamente contra la cabeza de I-4. Quizás si colaboramos entre varios caigan antes.

-Ay.

Me lamento la mala puntería. De reojo miro hacía donde va Lucas presto a pelearse. Sabía que sucedería en algún momento, no obstante se me hace un nudo en el estómago. Luego Adrián que parecía muy cerca de aquellas cosas.

-Precavidos los dos

Indico sin querer amonestarlos demasiado tratando de concentrarme en apuntar y eliminar la amenaza.

Adrián sigue avanzando lenta pero peligrosamente en dirección al infectado que tiene en frente. Observándolo. Estudiándolo. Tal vez confiando en que el equipo lo cubrirá cuando sea necesario. A saber.

Ángel y Maximiliano, parecen estudiar también la situación ahora que ha vuelto a estar bajo absoluto control de los ranger, pues Sebastián y Mario se coordinan para eliminar al infectado más alejado en un abrir y cerrar de ojos. Apenas llega una flecha, llega la otra y termina por abatirlo.

Lucas, procediendo a avanzar hacia su objetivo, no duda en encararlo por más que pueda ver al infectado de cerca, cada vez más cerca hasta quedar próximo al alcance de su arma con unos pocos pasos.

Por suerte o desgracia, Red parece preferir proteger a su compañero en la medida de lo posible, y con una certera flecha logra abatirlo antes de que su hermano llegase al cuerpo a cuerpo. "Crack".

- ¡Agh! - Se escucha la frustración de Lucas por el comunicador, cada vez más impaciente por probarse en el cuerpo a cuerpo contra estos seres.

El entorno, salvo por el único infectado que queda en pie, parece estar despejado. A lo lejos del camino se ve alguno más, y deducís, que en el bosque habrá más, pero por el momento la calma anuncia con llegar en vuestra posición a los pies de Cencido.

Sólo un enemigo quedaba en las cercanías por lo que Max volvió a tensar el arco y apuntar al entrecejo, esta vez se tomo un poco más de tiempo y luego soltó la flecha

No puedo decir que me sienta satisfecho al recibir la ayuda de Sebastian. Lo ha hecho parecer como si yo sólo no hubiese podido con él y además, ¿qué pasa con ese tiro? Mi arco largo se supone que tiene más fuerza, pero nuestras flechas han impactado casi a la vez.

Definitivamente, no estoy contento.

- ¿Se ha vuelto loco ya? -pregunto, viendo a Adrian acercándose al infectado temerariamente.

En parte le comprendo. Yo me he meado encima, joder. Pero prefiero llenarme de deshechos o pegarme un tiro en la cabeza antes que dejarme coger por esas cosas. ¿Quiere experimentar qué es lo que pasa? Bueno, por mí está bien.

Voy a buscar flechas reutilizables.