El tipo que te habla se identifica como el agente Kennedy y enciende un cigarro mientras del auto extrae lo que parece un expediente y lee:
- Charles McCoy... faltas menores... peleas callejeras... apariciones "extrañas" de un gigante de diamante... una historia muy interesante.
Luego le da otra calada al cigarro y te dice:
- Verás, chico, no te salvaste de caer en manos de Scotland Yard simplemente porque eres muy astuto y los idiotas polis pensaron que el gordito y el gigante de cristal, a pesar de vestir de la misma manera, no eran la misma persona. La verdad es que nosotros escuchamos su reporte por radio y les dijimos que se retiraran, que eras asunto nuestro. Así que la situación es la siguiente; te tengo un ofrecimiento que si aceptas ayudarás a mucha gente, pero si te niegas, te meteremos a la carcel por un montón de cargos... ensu mayoría inventados ¿Qué me dices?.
Jo. Tío, ¡tú sí que sabes como adular a un chico! exclamó Charles, aún intentando discurrir un medio para librarse de aquel embrollo, aunque sabía que era muy dificil. Bueno, y si te digo que sí, ¿cómo sabes que no me largaré a las primeras de cambio, chiquitín? O, ya puestos, ¿que ese supuesto gigante de cristal no os aplastaría la cabeza a todos?
Lo cierto era que Charles dudaba que pudiera hacerlo, pero quería saber hasta dónde podía jugársela con aquel estirado. Nunca se sabe cuando ese tipo de información podría serle útil a uno...
El tipo te sonríe, pues parece que le agrada tu aire de desafío. Entonces enciende un segundo cigarro y te dice:
- Seguramente me podrías matar con mucha facilidad, aunque si me dieran la posibilidad de apostar entre tu y el cancer, yo apostaría doble o nada al cancer... ¿Sabes que no existe ningún material más duro que el diamante? Solo se le puede cortar con otro diamante o usar ondas sónicas de alta frecuencia capaces de triturarlo y que vuelva a ser lo que era en un principio; sencillo y humilde grafito.
Los agentes tenían arpas raras, como sacadas de una película de Star Treak. Habías escuchado que los militares usaban armas que lanzaban ondas sónicas.
Kennedy vuelve a hablar:
- Bien, esta es la propuesta que te tengo: Trabaja para nosotros y defiende a tu nación de los peligros que la asechan. Usa tus poderes para algo útil o sigue aplanando calles y siendo un matón de mala muerte con un poder demasiado grande para saber qué hacer con él.
Charles sonrió a su pesar. Le estaba empezando a caer bien aquel tipo, aunque desde luego no iba a admitirlo. El fornido inglés se encogió de hombros, primero, y se apoyó las manos en la nuca despues, adoptando un aire de fingida indiferencia al contestar. Ok, tío respondió has captado mi atencion. Cuéntame más sobre eso. ¿Quien sabe? Igual acabo siendo un buen súbdito de su mejestad, hahaha!
Editado para poner negritas y demás :P
Kennedy te explica:
- Verás, necesitamos novas para una unidad especial de MI5. Estamos en peligro y la gente no tiene idea cuán malas están las cosas. Con la crisis la gente parece haberse vuelto loca y si no tenemos novas psicóticos con problemas de megalomanía, están los fascistas que quieres que esto sea la copia 2.0 de la Alemania nazi. Alguien debe proteger nuestra amada Inglaterra.
No es un patriota, sino un hombre que ya no le queda pizca de inocencia. La ha consumido totalmente su cinismo.
Vale tío, pareces sincero, así que lo seré yo contigo respondió Charles, comenzando a tomar control de la situación. Me importan un carajo los demás novas, los putos fascistas y hasta la mismísima reina. Charles McCoy sólo se preocupa de Charles McCoy, ¿lo pillas? explicó sonriente, señalándose el pecho con el pulgar Así que... quieres un un tanque de diamante que lo aguante todo a su paso. De acuerdo. Pero quiero pasta. Mucha pasta. Estoy seguro de que los tipos a los que me vaya a enfrentar no serán fáciles de destrozar, de modo que si estoy más motivado seguro que no se me resiste ni uno. ¡Y el dinero me motiva mucho, amigo mío!
Kennedy te sonríe y saca del bolsillo una tarjeta y te la entrega. Se trata de una tarjeta de presentación de una empresa de fontanería y tras de ella está escrito el apellido del agente. Luego te dice:
- Se te dará el pago por tus servicios si te atrevés a tomar este trabajo. Presentate con esto mañana a primera hora en nuestros cuarteles; ahí está la dirección...
Luego vuelve a su coche y los otros que te redean parten de inmediato.
Altes de irse, Kennedy te dice:
- Espero que decidas unirte, pues entenderás que no podemos dejar que un gigante de diamante ande libre por ahí.
Después echa a correr el motor y te deja solo.
heheheeee sonrió Charles ante las palabras de Kennedy. Algún día comprobaremos quién puede más... advirtió ominosamente el enorme inglés ¡pero por ahora, tienes tu maldito aplastacráneos! exclamó satisfecho, guardando la tarjeta en el bolsillo interior de su desgastada cazadora de cuero.
Una vez la comitiva de coches ofciales hubo desaparecido por la esquina, Charles suspiró. En realidad no había sido un mal trato. Le iban a pagar por ser él mismo, y hacer lo que más le gustaba, machacar gente. No, no ha sido un mal día. Para nada... se iba rumiando mientras regresaba al bar a celebrarlo, antes de que los aerodeslizadores regresaran.
Al dia siguiente...
Celebrar con copas no es una buena idea cuando te esperaban temprano en el cuartel del MI5. Por ello cuando te levantas sientes un hacha que te parte la cabeza a la mitad, así que tomas unas aspirinas de desayuno y sales al lugar que te indicó Kennedy.
Se trata de un edificio enorme ubicado a las orillas del Tamesis y con unos tipos de traje y lentes oscuros todos estirados. Cuando te paras frente a ellos te miran con cara de pocos amigos ala espera que les digas por qué estás ahí.
Vamos a seguir acá por mientras ;)
¡Hola! saludó con sorna el hombretón ¿Es esto el comedor de beneficencia? Ya estaba de nuevo, no podía controlarse. Cuando sabía que tenía una baza ganadora, Charles McCoy era como un niño con un juguete nuevo, tenía que usarlo. Hehehe, bueno, bueno, no pongais esas caras, me espera un tal Kennedy...
Como siempre, los agentes del gobierno no son tipos con poco sentido del humor, sino que carecen completamente de él. sin decirte ninguna palabra, te dejan antrar y te dicen que esperes en vestíbulo.