Partida Rol por web

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Despiertas rodeado de mantas, colchas, cojines y cortinas de varipintos colores.El olor a incienso es lo que te ha despertado.Mientras te incorporas ves como por la ventana abierta de la habitacion entra una ligera brisa que mueve todas las cortinas que te rodean.El calor es sofocante, abrimador y con poca humedad.Estas vestido con una camisa negra arrugada y unos vaqueros.No llevas zapatos.Derrepente una voz melodiosa, de chica llama tu atencion.Reconoces el idioma que habla, es Ingles con un duro acento Indio.

-Parece que ya esta despierto.-Una hermosa chica vestida con un traje rosa oscuro retira un par de cortinas y deja ver su preciosa cara sonriente aunque preocupada

Despierta....

En un lugar que no conoce. En un lugar ajeno a el, con sonidos, con personas...

Trató de recordar, trató de rememorar cosas de su pasado. Sin embargo, su mente estaba vacía. Vacía de recuerdos, vacía de historia. Su nombre, su pasado, su historia, su familia....nada llegaba a su cabeza.

Trató de reincorporarse una vez sus ojos se abrieron. Por un momento cuando observó a la bella muchacha tuvo la impresión de que su rostro se crispaba por la confusión, aunque no notaba que esta llegase a hacerlo. Era como si algo o alguien retuviera ese sentimiento allí.

Colocando ambas manos en su rostro, hunde el mismo y respira profundamente varias veces, calmándose.

-¿Donde...donde estoy?

Comentó, desorientado mientras que observaba su rededor para hacerse una idea del terreno que lo rodeaba... A su recuerdo llegaron imagenes de la India, muy difusos e inconexos. Como si su cerebro desperdigara información sin ningún sentido.

-Oh, querido, estas en Bangalore, en la India.¿De donde eres chico?Te encontro mi hija hace tres dias tirado a las afueras del pueblo.¿Quien eres?-La chica tem iraba traviesa.No debia tener mas de dieciocho años.

"¿Quien soy..?"

Se llevó una mano a la cabeza, cerrando los ojos de nuevo por un segundo. Acto seguido se registró tratando de encontrar algo relevante en lo que llevaba puesto.

-Mm...disculpe señorita, ¿Llegué con algo destacable? Porque la verdad es que tengo lagunas... A proposito, ¿Donde me encontró su hija?

Por no parecer indecoroso, por mantener el respeto por la mujer, se quedó allí, mirándola a los ojos, y no se movió registrando cada zona de la habitación en busca de algo que le recordara quien era o como había llegado hasta allí: Preguntas que aún no tenían respuesta.

-Ah si, me llamo Cody, un placer.

No era un nombre real, pero al menos saciaría la avidez de información de aquella muchacha que deseaba saber quien era aquel desconocido: La misma avidez que envolvía al chico.

La chica te sonrie y te señala la salida.Mientras caminais por el angosto pueblo lleno de suciedad y miradas poobres y curiosas hacia ti la chica te dice que te encontraron asi como vas vestido.Subis por una colina no muy empinada con un poco de cesped y un arbol viejo.Desde ahi se ve una panoramica del pueblo.

Decidió seguirla: No sabía porqué pero su cabeza decía que seguirla y adecuarse a las costumbres de allí le sería de utilidad. Mantuvo una conversación amena preguntándole su nombre y otros datos de poca importancia. Insistió en si llevaba algo encima cuando lo encontraron, aunque comenzaba a perder toda esperanza.

Se encontraba aturdido, confuso, sin saber muy bien qué paso dar para continuar el camino. Sin embargo, la panorámica del pueblo activó nuevamente su cerebro que registró cada casa, cada persona y cada oficio. Registró todo lo que se pudo registrar en aquel momento, aunque trataba aun así de prestarle atención a la muchacha.

Luego de un tiempo así, vuelve a tomar la palabra con otro tema.

-¿Donde me encontró su hija? Desearía, si es posible, ir al lugar donde estaba. Es muy amable.

Comentó, sonriéndole agradablemente.

-Oh querido, te encotro aqui mismo, tras ese arbol.-Dijo sonriendote, preocupada.

De manera casi instintiva, dirigió sus pasos hacia la parte de atrás del arbol, buscando signos de tierra removida o algo parecido. Se agachó y excarvó un poco con la esperanza de encontrar algo que lo ayudase a fijar un camino. Aquella especie de limbo en el que vivía lo tenía verdaderamente anudado, sin un destino y sin un motivo por el cual vivir.

-Señorita, muchas gracias por traerme aquí, es una vista preciosa.

Le dijo a la chica, sonriéndole amablemente, para mantenerla allí al menos y que no se fuera ni pensara que era un maleducado.

Piedras es lo unico que encuentras.Cuando desistes y te incorporas te roza un pie en una zarza con pinchos que te hace un corte en el tobillo, no muy profundo, por el calcetin.

-Hm...

La zarza no le había hecho daño, al menos. Su calcetín se había rajado algo, pero la escasa importancia que se merecía fue la que le dió.

Luego caminó hacia la muchacha..

-Sufro un poco de amnesia, creo. No recuerdo qué hacía aquí.

-¡OH!-Gimio la dama mientras veia como te habias cortado.-¡Un cardo Amlish!Hay que desinfectar rapido!-La chiquilla te pide que vayais a casa desinfectarte la herida.Parece que esta muy preocupada.

-Eh...si...vale.

Comentó, algo confuso mientras que se deja guiar por la muchacha hacia la casa de la misma. No comprendía nada de aquello, aunque ella si que parecía bastante preocupada.

Una vez en la casa la chica te descalza y comienza a limpiarte la herida.Te esta colocano un ungüento cuando de pronto se para y mira fijamente la planta de tu pie.

-Es la primera vez que veo un tatuaje aqui.-Dice extrañada y sonriente, intrigada.

Cuando miras tu pie consigues ver unos numeros tatuados: 434818.792312

Una vez está allí, se detiene a observar lo mismo que la muchacha.

Aquellas cifras... Parecían quizás una cuenta bancaria, o algo parecido. No podía simplemente salir corriendo a encontrar la verdad, por lo que aguardó a que ella terminase y apuntó aquel numero.

Una vez hecho,  guardó el papel en la mano y observó a la chica.

-¿Puedo utilizar el teléfono y la guia?

Comentó, queriendo parecer amable.

-Oh querido, has tenido suerte, somos los unicos en muchos kilometros que tenemos guia y telefono.-La chica te trae enseguida un enorme movil y una guia de telefono gastada y vieja.

En cuanto la guia cae en sus manos, una busqueda prolongada durante varios minutos se mantiene a la espera de encontrar lo que busca: La dirección del banco central. Por algun motivo, alemania llegaba a su cabeza como sede de los grandes bancos. Al encontrar tal numero, se dispone a llamar y a preguntar en tal caso por el numero que habia visto en el tatuaje, no sin antes haberlo apuntado en un papel y leerlo para no equivocarse. Si lo era, preguntaría por una entidad bancaria y un lugar donde ir a buscar tales ingresos. Quizás aquello podía ser una pista, y tenía que descartarla antes de desecharla.

-Disculpe señor-Dice una voz femenina en perfecto Ingles con acento aleman.-Ese número ni si quiera tiene las cifras necesarias para ser un numero de cuenta...Lo siento.

Te cuelga sonoramente, molesta.