Partida Rol por web

Las calles estaban tranquilas a pesar de ser sabado por la noche.Tu ronda solitaria no habia cumplido su proposito de encontrar gamberros o maleantes.Te acercas a la comisaria montado en tu coche patrulla.En la puerta hay dos hombres ataviados con un traje y corbata negros.Porsupuesto caros.Muy caros.En cuanto bajas de tu coche y te reconocen se dirijen hacia ti.Durante unos instantes se te quedan mirando.Quietos.Depronto uno de ellos te extiende una carpeta color crema.

-Has sido seleccionado para atrapar a este hombre.Has de detenerlo.Contaras con toda la ayuda que necesites.-Se cayan y te miran, desafiantes.

La vida de policía podría parecer una vida con desenfreno, donde la acción desbordaba sin necesidad de ella. Cuan falsas eran esas películas y series policiacas. No parecían conocer el arduo y monótono trabajo que ofrece el de recorrerse las calles en un resaltante coche durante las muchas horas que ofrecía aquel servicio. Para colmo tenía que hacerlo solo.

No era la soledad en si lo que le molestaba si no el hecho de poder llegar a morirse de aburrimiento de un momento a otro en su cometido por el entramado de aquella ciudad.

Finalmente todo culmina hoy no había sido un día sobresaliente ni un solo incidente, nada que comentar con orgullo a una posible progenie o futura pareja. Medio lamentándose regresa a la base, a reponer el vehículo y largarse a su apartamento.

Sin embargo algo había llamado la atención a Ishimaru… Dos hombres ataviados en las puertas de la comisaria en donde ejecuta su labor diaria; dichos sujetos parecen buscar a alguien.

Se acerca a ellos, movido por curiosidad, expectante ante el suceso sin nada mejor que hacer.

Frete a frente nadie comenta una sola palabra solo reina el silencio, el chico quiere decir algo pro no encuentra las palabras, y justo cuando se separan sus labios, uno de ellos le encasqueta una carpeta.

Su primera reacción es de sorpresa, mas esta no trasluce en sus facciones.

-Señores, creen adecuado hablar esto en público, sea lo que sea que tengan predefinido a mi persona, no crean que aceptare sin saber antes en que pretenden incluirme- sus palabras fueron sentenciantes. Pero esto no fue una acción.

En su mente se redibujaba un complejo esquema que intentaba encasquetar aquel momento en algo que cuadrase.

Uno de los hombres te mira y extiende una placa realmente brillante.No consigues ver exactamente que simbolo es pero te parece aber visto algo relacionado con el fbi.

-El hombre que tienes que atrapar se llama Jony Bone.Esta en Rusia.Cobrara cuarentamil dolares por traerle muerto o setentamil si le captura vivo.Vaya a su apartamento.Dentro de siete horas sale su avion hacia Moscu.Preparese.-Sin ams los hombres se dan la vuelta y se dirigen hacia un enorme 4x4 negro.

Su brazo estaba devolviendo la carpeta cuando el otro hombre sin más le ofrece una placa, la curiosidad vuelve a moverle y la coge.

Si vista ahora está inmersa en el logo de placa metálica, sin embargo únicamente logra conectarla con la CIA, mas aun así duda de esa eventualidad. El miedo le recorre el cuerpo pues aun posee en su pasado delitos por los cuales podría ser sentenciado o incluso chantajeado, como suele pasar en las películas americanas de mucha acción como la de los años setenta.

Su boca se preparaba para replicar, mas las palabras del trajeado inundan una vez más la escena, y no puede mas que esperar. Y espera en vano pues todo parece estar decidido haga lo que haga.

Resignado acepta pues al menos ello le traerá la acción que necesitaba su viva en aquellos momentos. Simplemente asiente y observa como aquellos seres se alejan sin mediar más palabras. Posteriormente monta en el coche de policía y realizar aquellas acciones que esos hombres le habían comentado

Sentado en las típicas butacas plásticas había observado la información que contenía la carpeta ya solo le faltaba esperar su hora. No había recogido mucho equipaje, dinero sobrante, tarjetas de crédito, una mochila con algo de ropa y un bocadillo para la espera en el aeropuerto; apenas quedaban pocas horas y ya se estaba impacientando, mientras mordisqueaba los restos de aquel bocata cayendo las migas sorbe aquella carpeta, estando su diestra sujeta aun a aquella placa.

Mil ideas se estremecían en el interior de su cráneo, mientras evaluaba todo aquel material.

La metalica voz de megafonia anunciaba la salida en cinco minutos de tu avion.Una vez en el pase VIP del enorme Boing.Cuando te sientas en tu asiento, completamente solo, compruebas que en el asiento de alante, ahi donde se guardan las revistas, hay una carpeta con tu nombre.

Prácticamente Ishimaru no lo piensa avanza impávido hacia la carpeta, y luego simplemente sale corriendo hacia su terminal, viendo como esta deshabitada más que por la amable trabajadora encargada de ese sector.

Ya todo en orden se dispone a subir las escaleras del imponente avión, buscando su asiento. Y preparándose para el largo viaje hacia Rusia. Una cosa era segura no se aburriría, tenía bastante que leer.

El informe redacta exactamente que el criminal se busca por tres asesinatos de lideres Islamitas.Ademas esta acusado de otros dos asesinatos de traficantes en el Libano.No reconoces ningun nombre que sale eln la lista de traficantes.El informe pone que pertenece a una organizacion criminal no identificada.Entre las hojas, en als que hay diferentes fotos del asesino encuentras un folio rojo.

El informe le aporta una información quizás relevante sobre el perfil del susodicho criminal. Ahora conocía su aspecto y su historial. A primera impresión le pareció un sujeto demasiado difícil solo para un típico agente de policía como él.

-Esto debería estar derivado a la milicia o equipos especiales- susurra sus pensamientos. Releyó nuevamente todo aquel papeleo una vez más, quería retener todo los aspectos importantes.

Entre el movimiento del papeleo se desliza al suelo un sobre, rojo casi como si estuviese entintando con sangre, mientras observaba la foto de aquel hombre, con un gesto rápido y ágil lo recoge del suelo y lo observa intranquilo mientras con una sonrisa recuerda esas series policiacas de comedia donde sobres como aquel se autodestruían.

Sin más preámbulos abre el sobre para descubrir su contenido.

Justo cuando decides abrir el sobre una azafata te interrumpe.

-Muy buenas, caballero, ¿desea algo de beber o comer?-Dice con una melodica y impatica voz

Estuvo a punto de llevar a cabo su acción, pero el personal de vuelo parecía decidido estar demasiado atento cuando no era necesaria su presencia allí.

-No gracias- devuelve esos vocablos con una sonrisa perfecta, declarando en ella que no quería ser molestado, pero a su vez era lo suficiente cercana a un nivel aparente de cortesía, que no debería por que ocasionar ningún problema.

Espero, a que la auxiliar de vuelo prosiguiera su ruta con aquella tediosa rutina, para luego volver a poner sus ojos sobre el sobre…

-Parece que no quieres que seas abierto cabrón- susurra quedando aquellas palabras envueltas en su entorno únicamente audible por él,…en un momento de locura transitoria, mueve su diestra como si se tratase de los movimiento de artes marciales de bruce lee mientras profería en voz baja aquellos sonidos característicos, hasta con algo de gracia descarga su mano sobre el sobre terminando por abrirlo y así descubrir su contenido.

Ishimaru por fin abrió el sobre.En el, una hoja del mismo color carmesí se desliza en tus dedos.En él , pone en negrita y claramente: CALL OF THE GUNPOWDER (Llamada de la polvora)

Este folio explica que dicha llamada se trata de un modo del FBI de ayudarte.Contarás con la ayuda de un equipo de agentes especiales, mejores que los SWAT, entrenados unica y exclusiamente para localizar y destruir.Contarás con un equipo de diez agentes de este tipo con estas caracteristicas:

Cita:

El folio tiene apuntado aparte un numero de telefono.Al cual supuestamente podras llamar en cualquier momento para poder usar a los agentes.Tardaran entre 5 y 40 minutos en llegar, depende de donde estés.Tambien contarás con un helicptero.

El avión ha llegado a su parte mas tranquila de viaje, qte quedan seis horas y media para llegar.

Leyó atentamente aquel documento.

Call of the gunpowder… parte de ese pensamiento es balbuceado en un bajo tono incomprensible.

-si, interesante- con ello miro a su rededor mientras ocultaba en el interior de su chaqueta aquel sobre con los archivos adjuntados y cambiaba por un móvil de alta gama. Con rapidez introduce los números y los asigna a marcación rápida.

Con malicia infantil casi no puede resistir el llamar a aquel número, aunque solo fuese por probar su uso o hacerse pasar por otra persona. Obligándose a no caer en tal burda broma telefónica se resigna e intenta dormir el resto del tiempo que le queda de viaje.