Alex estaba dispuesto a continuar bajando y hacer de señuelo, pero sus compañeros no lo tenían claro. Las ideas eran dispares, y nadie parecía dar un primer paso.
Tenemos que declarar acciones, saber a dónde va cada uno, o si seguís juntos, en qué dirección.
-Entonces, ¿qué vamos a hacer?-preguntó Charles-tenemos que recuperar lo que hay abajo, pero lanzarnos sin nada me sigue pareciendo arriesgado. Los puñales improvisados con cristales y sábanas, ya que disponemos de ambas cosas, nos dan alguna posibilidad adicional.
Yo estoy contigo, vamos a dar caña a la antigua usanza joder.
Me cabreaba la poca sangre, alguien había querido experimentar con nosotros, o algo peor. Teníamos que enseñarles que esa no había sido una idea brillante.
Parecía como si aquel lugar estuviera preparado para no aportarle ningún tipo de ayuda o ventaja material. Tal vez la respuesta no estaba en lo instrumental, totalmente vedado a ellos... hasta que no traspasaran la seguridad de allá abajo. Con la manos desnudas. Y sin embargo, Edmond no se sintió para nada desarmado. Su espíritu de lucha y su sentido de la justicia contra aquellos miserables... eran poderosas armas que yacían en su interior.
- Bajemos - dijo con una extraña convicción.
Pedro se encogió de hombros. No tenían tiempo para discutir, pero tampoco tenían materia prima para pelear. Estaban en una especie de callejón sin salida que exigía tomar decisiones, aunque no fueran las mejores.
-Adelante, pues -se limitó a decir, dispuesto a seguirles.
El grupo vuelve a separarse. Mientras los demás bajan las escaleras, Charles vuelve a subir.
Cada uno sigue en su escena correspondiente.