- Te agradezco sinceramente el ofrecimiento Cheetara, amiga mía, pero ahora mismo necesito estar solo y no sería buena compañía. Debo ordenar mis pensamientos y, además, tú necesitas descansar. Mañana será un día duro. No te preocupes por mí, de verdad - digo poniendo una garra sobre su hombro.
-Confio en ti Amanecer, pero me hubiera gustado ver la zona y contra que nos enfrentamos antes de que todos estuviesemos alli....-le digo con un poco de pesadumbre al ver que no me indicara el camino para echar un vistazo.
-Descansemos pues -le digo mientras que con un movimiento de mi cabeza me despido de ella y echo a andar hacia la cabaña.
Mi conversacion con Amanecer es corta, al terminar me despido de ella por segunda vez esa noche -Descansemos pues -le digo mientras que con un movimiento de mi cabeza me despido de ella y echo a andar hacia la cabaña.
Pensativamente vuelvo a recorrer el espacio que me separa de la cabaña. Al llegar, asomo la cabeza por la puerta y los observo a todos, dormidos y descansando....menos a Tigro y Cheetera, que aun no han vuelto. Volviendo mi vista al bosque me concentro en los sonidos de la noche, esperando distinguir los pasos de ambos de vuelta al poblado. Pero no distingo nada conocido, silencio y una amplia gama de sonidos producidos por seres nocturnos en su ir y venir, nada del suave murmullo de nuestras almohadillas al andar.
Bufo un poco y, preocupado, ando un par de pasos hacia la espesura del bosque. Pero mis pasos no se pueden alejar demasiado de la cabaña No puedo ir en su busca, dejaria a los niños solos en la cabaña y no estan alerta ante cualquier posible peligro...de acuerdo...aqui estare bien. Con gesto cansado me tumbo cerca de la puerta de la cabaña, cuando lleguen los sentire, despues ya podre dormir tranquilo...
Dormía a pie suelto, todo iba bien, o eso parecía en el exterior de Snarf.Dentro del felino, en lo más profundo de su mente se libraba una batalla.
-¡Noooooo! no entren en mi boca!!- les grita a un ejercito de comido que le tneía sujetado y uno por uno iban entrando en su boca para después llegar a parar a su estómago.La dimensión del ejercito era incalculable y Snarf ya llevaba bastante tiempo tragando.
-Waarg....- otro trozo más entra en su boca.Su barriga estaba a punto de estallar-.Noooooooo¡meeeow!!- abre los ojos y se encuentra en una cabaña.Aún era de noche y podía ver como algo de luz entraba por la ventana (la luna o lo que quede de ella xD) y alumbraba algo.Jadea mirando a todas partes y suspira bajando sus orejitas.
-Meeow.....Snarf tiene que comer menos...- dice poniendo sus patas sobre su panza ya más pequeña.Se vuelve a acostar completamente y a coger el sueño.
También deberías descansar. El día ha sido muy duro para todos... Comenta Cheetara con un timbre de voz preocupado. La mujer parece titubear antes de continuar hablando. Mirando a los ojos a su compañero, finalmente decide exponerle lo que le lleva carcomiendo durante toda la tarde... Tigro... Yo... No quiero que hayan malos entendidos entre nosotros.Cuando esta tarde te dije que dejaras actuar a Leon-O, nunca pretendí insinuar que intentaras usurpar su liderazgo... Lamento que malinterpretaras mis palabras... Solo buscaba que nuestro príncipe empezara a tomar sus responsabilidades. También lo continúo viendo como a un niño, pero ya no lo es. Y sé, que tu única intención era protegerle...
La mujer baja la mirada, siente sus ojos húmedos y no quiere llorar delante de su compañero. Bueno, me iré a descansar. Termina diciendo aclarándose la garganta. Tú no tardes, vale? Mañana será un día muy duro. Y da media vuelta para volver a la cabaña
- Si las malinterpreté, te pido disculpas. No era mi intención ofenderte, Cheetara. Pero... todo ha ocurrido tan rápido - dice Tigro con un tono agotado -. No tenemos conciencia del tiempo que ha durado nuestro viaje, no sabemos qué ha ocurrido con Jaga, si ha muerto o no, y tengo la sensación de que al grupo no parece importarle. Él era nuestro líder y se ofreció, aun en contra de nuestro parecer, a una misión de la que difícilmente sobreviviría. Y aquí estamos, cenando con los nativos de un planeta desconocido, preparando un ataque apenas unas horas después de haber despertado y, subjetivamente, apenas unas horas después de haber visto a Jaga quizá por última vez. Por eso he preferido plantear la posibilidad de que haya sobrevivido, para insuflar algo de ánimo, dar una esperanza cuando nadie se había planteado siquiera llevar a cabo un ritual de despedida. Por eso propuse un brindis que solo Pantro secundó. Cheetara, era un brindis por Jaga - dijo ferozmente, casi con desesperación, mirándola directamente a los ojos, ambos brazos sobre los hombros de la mujer guepardo - y ninguno de vosotros alzó su copa. En ese momento, sentí como si le hubiéramos clavado un puñal, como si le hubiéramos traicionado mientras os relamíais con las bondades de la cena.
Tigro suelta a Cheetara y se agacha para recoger una piedra y la lanza al río, en cuya superficie rebota antes de hundirse definitivamente. Guarda unos segundos de silencio antes de proseguir.
- En cuanto a León-O, su cuerpo es el de un adulto pero carece de experiencia - afirma suavemente -. Él será nuestro líder. Podemos decir que incluso ahora lo es, con Jaga ausente, pero ello no implica que debamos dejarlo correr solo. Debe aprender y somos nosotros, tú, Cheetara, Pantro y yo quienes debemos enseñarle. Es nuestra responsabilidad. En nosotros tres residen la experiencia de toda una vida, las enseñanzas de nuestro anterior líder y la memoria de un pueblo. Ellos en un figurado ayer, León-O, Felino y Felina, eran unos cachorros y aún les queda un largo camino por recorrer antes de adquirir la madurez necesaria. Y antes de correr deben aprender a andar. Ese es mi parecer. Aún así, he decidido callar pues es evidente que hay quien malinterpreta mis gestos. Sois lo único que me queda. Sois mi familia.
Te aseguro que no fue mi intención. Pero a ellos no se lo tengas en cuenta. Tú mismo dices que son niños, acaban de despertar, y todavía no han madurado. Estamos perdidos, acabamos de despertar en un nuevo mundo, y para mi fue ayer cuando vimos morir Thundera y lo perdimos todo... Cheetara mantiene la mirada prendida en Tigro, sus ojos, húmedos, amenazan con descargar las lágrimas que poco a poco se van formando. No fue mi intención hacerle un feo a Jaga. Aunque sé que no tengo excusa. Ni yo misma se por qué no brindé... Esta cena, ha sido mas como un reencuentro con vosotros, y en ese momento no presté atención, pero a Jaga también lo siento en mi corazón... Y ojalá lo encontremos...
La mujer se queda un momento en silencio, perdida en sus propios pensamientos, mientras una lágrima empieza a deslizarse por su mejilla. Su mirada se pierde a lo lejos...
¡Claro! ¿cómo no se me ocurrió antes? Reeprende el hilo mirando nuevamente a Tigro. Esta vez, en sus ojos se puede apreciar un pequeño brillo emocionado. Puedo intentar atisbar en el pasado... Con mi poder, podría mirar el momento en el que llegamos, y de esta manera averiguar si Jaga se encontraba en la nave... Es difícil, quizás no llegue a ver nada, pero podría intentarlo.
Cheetara siente como su corazón empieza a latir emocionado. Intenta agarrarse a esa opción, aunque sabe que quizás no llegue a averiguar nada...
- Y tú misma dices que deben aprender - dice Tigro con una media sonrisa -. Respecto a la visión, podrías intentarlo. Pero este no es el mejor lugar para ello. Vayamos a la cabaña. Allí, si quieres, puedes probar. Pero hay algo que quisiera pedirte. Si lo que ves es la muerte de Jaga, no se lo digas a los más jóvenes. Aún no. Si nos espera una batalla, mejor que peleen sin dolor. ¿Vamos?
master yo tambien estoy dormido por eso no posteo en medio de la conversacion
Cheetara para intentarlo una tirada de magia.
No te preocupes... No les diré nada a los pequeños. Asegura Cheetara. Venga, no perdamos tiempo. Juntos empiezan a caminar hacia la cabaña. La mujer se siente mas tranquila, ahora que ha podido hablar con Tigro. Entiende perfectamente como se siente su compañero. Han sufrido mucho, y todavía les queda mucho por sufrir. No necesita recurrir a su poder para ver que el futuro que les depara es largo y tortuoso. Pero tienen que hacerlo, tienen que conseguir establecerse en este nuevo planeta, y poder tirar adelante. No pueden rendirse ya que son la única esperanza de los Thundercats.
En silencio caminan los dos compañeros. Únicamente lo rompe el sonido del agua corriendo entre las piedras. Cheetara recuerda otra noche, hace mucho tiempo. Se encontraba en Thundera, y les acababan de dar la noticia de que tenían que abandonarla. Aquella noche, la mujer no podía conciliar el sueño. Cada vez que cerraba los ojos, imágenes de destrucción poblaban sus sueños, así que decidió ir a despejarse y se dirigió hacia el rio. Allí terminó de pasar la noche, contemplando el último amanecer de Thundera...
Finalmente llegan a la cabaña, y se encuentran a Pantro tumbado ante la puerta. Cheetara lo señala con una sonrisa triste en sus labios. Venga, ve con él... Yo voy a buscar un lugar tranquilo para poder concentrarme, dentro de la cabaña puedo despertar a los niños. Susurra mientras se aleja un poco.
Una vez acomodada, la mujer empieza a concentrarse, intentando ver algo. Se siente perdida, ya que no sabe por donde empezar a buscar. Hay muchos datos que desconoce y sabe que todo es muy impreciso. Pero algo tiene que intentar...
Tirada: 1d8(+7)
Motivo: magia
Resultado: 3(+7)=10
Tras el corto paseo, ambos llegan sin novedad a la cabaña, fuera de la cual se encuentra Pantro. Ante el comentario de Cheetara, se limita a sentir en silencio, viéndola alejarse en busca de la intimidad necesaria para llevar a cabo su ritual. La noche es agradable e invita a dormir bajo las desconocidas estrellas.
- ¿Duermes, Pantro, o tan solo estás con los ojos cerrados?
Tratas de concentrarte, permaneciendo en silencio y sumiéndote en tu propio trance. Notas como la enfergía fluye a través de tu cuerpo y es algo que requiere un gran esfuerzo controlar, sobre todo un enorme esfuerzo síquico.
Lo primero que ves a tu alrededor es la negrura del espacio y la siguiente imagen sois vosotros metidos ya en los tanques de éxtasis mientras Jaga parece revisarlos. Su aspecto es el de un felino cansado, casi consumido por los años, dirías que hasta demacrado. Por lo que te parece observar ha debido pasar ya tiempo desde que os metisteis en las cámaras.
La imagen cambia y vuelves a ver el exterior, el espacio y frente a vosotros un enorme planeta azul, nubes y continentes verdes que se dibujan. Todo aquello resulta demasiado parecido a Thundera, aunque sabes que no es tu hogar, crees que algún dría podría serlo.
Algo pasa, notas un gran malestar. Jaga, había conseguido llegar hasta aquí pero ahora su cabeza cuelga sobre su pecho, cansada, exausta.. Su cuerpo, no tarda en convertirse en ceniza y su pulsera cae al suelo mientras su capa permanece en el asiento. La nave sigue su curso con el piloto automático, pero al estar ya tocada no consigue soportar bien el rozamiento que propude la entrada en la atmósfera y el casco se quiebra. Parece que consigue aguantar hasta que cochais con una especie de pared de piedra, entre la que paa lava y ves como empiezan a caer de su interior las cosas que contenía la nave, incluyendo vuestras cápsulas.
Notas como no puedes ya mantener la energía y el agotamiento es demasiado fuerte. Las gotas de sudor caen por tu cara, cuando respirando aceleradamente ves que te encuentras en la misma habitación en la que estabas. Te duele todo el cuerpo y en estos momentos, tan sólo te apetece descansar.
-¿Dormir? No, Tigro.... -le digo al abrir los ojos y sentarme -os estaba esperando, no podia dormir si no estabais todos aqui.
A la luz de la noche Pantro distingue perfectamente las facciones de su compañero, cabizbajas aun pero un poco mejor que al partir de la cena. Por detras de el, ve como Cheetara se aleja de nuevo -¿Que ocurre Tigro? ¿Adonde va ahora Cheetara? Os habeis puesto de acuerdo para no dejarme dormir....aargggg -me estiro y me levanto acercandome a mi compañero -Puedo preguntar....ummmm..... esto....que....que ha ocurrido para que....bueno....ya me lo imagino....pero....ejemmmm -hago una pausa mirando una piedrecita que parece muy interesante y moviendola con la uña de mi garra - ¿Mejor?
Master: Chicos id terminando las conversaciones para mañana a la noche que abro escena nueva, que sino los que están durmiendo se me caducan.. ^^
- Hemos hablado y supongo que intercambiado de forma más o menos racional y tranquila nuestras respectivas interpretaciones de cuanto nos ha ocurrido desde que acabamos aquí - dice Tigro con serenidad -. En cuanto a ella, va a recurrir a su visión para intentar saber qué le ocurrió a Jaga. Si sigue vivo o... - dice dejando en suspenso la frase -. En cuanto a lo de mejor, lo estaré algún día, cuando todo esto acabe. Hace una buena noche. Probablemente duerma al aire libre. ¿Me acompañarás, Pantro, como cuando éramos unos cachorros y no había más preocupaciones en nuestras vidas que el no encontrar una piedra que se nos clavara entre las costillas?
Los colmillos de Pantro relucen con la luz de la luna al sonreir ante el comentario de Tigro -Eso, ni tan siquiera lo dudes...amigo. Ademas, ahi dentro huele demasiado a lagarto. No nos alejemos demasiado, no quiero perder de vista la entrada a la cabaña. Todos estan profundamente dormidos....
Con andar pesado y lento Pantro se dirige en busca de un lugar adecuado para dormir, al aire libre, como lo han hecho tantas veces, desde que se conocian, desde que eran unos cachorros. Pero esa noche, las estrellas en el cielo no serian las mismas.
Las imágenes se van sucediendo por la mente de Cheetara. La mujer finalmente abre los ojos, conteniendo un grito que pugna por salir. Se encuentra exhausta tras haber consumido tanta energía en el proceso.... Ahora sabe con seguridad lo que ocurrió, y las lágrimas inundan sus ojos...
Intenta levantarse para ir a la cama, pero incapaz de incorporarse, se queda tendida en el suelo hasta que finalmente el cansancio vence y el sueño se apodera de ella.