Partida Rol por web

 El caballero, que estaba esperando que el drow atacara, busca interponerse en su camino, evitando de que pueda dañar a la aparentemente desprotegida Lia, sacando su pesada maza de armas adamantina. Impulsándose con un poderoso aleteo de sus alas emplumadas.

 Tú naturaleza ha salidoa la luz. Y ahora la luz te reimirá.

 - Lucha contra mí, advenedizo!

Finalmente la estoica apariencia de Mizzran se rompe y el guerrero sale rápidamente al ataque. Antes de centrarse en el combate, pues este requerirá toda su concentración, dirige unas últimas palabras a los elfos que les observan (de ambos bandos)

No intervengáis! esta lucha está será muy peligrosa, alejaos!

Dicho lo cual se concentra en lanzar el conjuro que puede darles cierta ventaja sobre el drow. Mielikki, ayúdanos Unas pocas palabras y gestos son suficientes

El hechizo de Lía no surte efecto contra Mizzran: la resistencia natural a los conjuros de la que goza el drow le ha salvado del poder de Mielikki, por esta vez.

Por su parte, Gaenos esperó cubriendo a Lia a que llegase el enemigo...

No cabia duda que Mizzran era el elegido de un dios de la guerra. Sus pasos de combate, su movilidad y su irracional velocidad le convertían en un enemigo verdaderamente temible para cualquiera. Las enormes capacidades defensivas del paladín se vieron igualadas por las ofensivas del drow, que atravesó en cinco ocasiones el blindaje y el escudo del paladín.

¡Vuestra hora acaba aqui! ¡Muere, humano!

Con un potente rugido Asdrul se lanza al ataque contra el drow

Con un gruñido de rabia por el fracaso, pero no por ello desesperanzada Lia saca su arco y tras un seguro Juro por mi honor que no saldrás vivo de ésta!! con el que activar el poder especial del arma... tensa una flecha y dispara.

Aunque va bien encaminada, la flecha rebota contra la armadura del drow sin causar mayor perjuicio que una mosca molesta...

 El caballero aguanta la acometida del drow, un torrente de acero choca contra su escudo y su armadura, algunos de los tajos llegan a morder su pel, primero no haciendo saltar más que leves chispas doradas,después haciendo aflorar gotas carmesis, empañando sus ropas teñidas con los colores del amanecer.

 Padre, iluminadme con vuestra gracia para ofuscar la oscuridad de esta criatura y sus argucias, que empañan el corazón y el juicio de estos elfos.

 De golpe el paladín parece más seguro y confiado, su determinación, renovada bajo la llubia de acero del drow. Alzando de nuevo su escudo ante la criatura, dispuesto a plantarle cara.

 - No te dejaré esparcir tu maldad y tiranía por este continente, Mizzran, tendrás que esforzarte más.- Dice lleno de determinación el caballero.

Mizzran esquivó con facilidad la flecha de Lía, que de todas formas parecía que tampoco iba a darle, así como las garras y los colmillos del tigre, y vio como el poder divino de Gaenos convertía su escudo en una fortaleza. Gruñó y acudió al poder de la Fe de Selvetarm, consciente de que no podría acertar a Gaenos si no igualaba su protección divina con... ofensiva divina.

A pesar de que el asalto era potente y rápido, y aún más preciso, solo en dos ocasiones pudo el drow atravesar las protecciones de Gaenos y morder su carne a través del durísimo Mithril.
A punto estuvo incluso de perder una de sus espadas enmedio de la vorágine de golpes, pero era demasiado bueno con sus armas como para perderlas tontamente.

¡Maldito seas! ¡Sepas que vas a morir!

Suloth paseó entre las tropas, mirándolas a unas y a otras, como si pretendiera hacer de barrera entre ambos bandos, que de todas formas, no tenian demasiadas ganas de luchar entre si, y si nadie les alentaba parece que no lo harían.

En todo caso los más dispuestos a atacar serían la Guardia Real, para defender a los Elegidos en los que la Reina habia depositado su confianza, pero también sabian acatar órdenes...

Los de los dos bandos estaban muy sorprendidos de las habilidades de unos y otros para el combate... probablemente tampoco hubieran visto nunca a Mizzran esforzarse así.

Es el momento de pedir refuerzos... Aún con el arco en la mano, eleva una corta plegaria a mielikki antes de conjurar a uno de sus habituales aliados: el gran oso.

Luego podré mejorarle y entoncés tendrá más opciones de acabar con ese malnacido...

Oso, ayuda a Gaelos y a Asdrul! grita una vez el oso aparece para que sepa lo que ha de hacer..

Asdrul continúa su feroz ataque contra el drow, sus garras se mueven a gran velocidad pero no parecen afectar demasiado al potente guerrero

 El guerrero sagrado aguanta de nuevo la acometida del drow, blandiendo su escudo, interceptando la mayoría de ataques del elfo.

 Ahora me toca a mi atacar! A ver como te defiendes Mizzran.

 Tras un lapsus de tiempo en el que el drow se prepara para proseguir con su tormenta de acero, el caballro se alza amenazador, ponieno en guara las habilidades defensivas del guerreo élfico. La maza de armas adamantina busca primero el acero del drow para acto seguido buscar el cuerpo del elfo.

 - Regresa al inferno del que vienes, drow!