[11º Sesión: 11/06/2016- RESUMEN]
El grupo llega a la “Zona Segura”, tras atravesar el campo de fuerza mediante uno de los accesos subterráneos de su perímetro. Una vez dentro, el agobio y presión constantes de la exposición a la disformidad cesan, dando un respiro a sus atribuladas almas.
En esta zona, grupos armados del Adeptus Arbites, de la Eclesiarquía y de la casa Teren, patrullan sin cesar los límites del campo de fuerza, evitando que el enemigo consiga romper sus defensas y asaltar el interior del último bastión de la ciudad del bando leal al Emperador…
Al poco de llegar, un grupo armado de la Guardia Inquisitorial arresta al psíquico Nefarius. Pocas palabras se pudieron intercambiar, pues hizo acto de presencia Demian (Asesino Culexus) en nombre del Ordo Heréticus, lo que provocó que Nefarius entrase en un estado de pánico irracional para, poco después, verse reducido por el Asesino y custodiado por la Guardia Inquisitorial hacia el Palacio Teren (actual Centro de Mando del bando leal).
El grupo se dirigió hacia el Palacio directamente. Una vez allí, fueron testigos de la celebración del funeral de Ignus Akeron (Inquisidor del Ordo Heréticus y mano derecha de Covenant Blaine, Alto Inquisidor del Ordo Hereticus). Su presencia fue anunciada, y se les dio permiso para acceder al interior del Palacio y presenciar la ceremonia.
Únicamente están presentes los principales representantes de los Adeptus bando leal en la ciudad:
> Derethor Tule: el Alto Inquisidor, visiblemente extenuado por la situación y presión actual.
> Covenant Blaine: el Alto Inquisidor del Ordo Hereticus no dirige muchas palabras al grupo, estando profundamente concentrado en sus pensamientos mientras mira el féretro de su compañero fallecido.
> Zackarias Gael: el mayor representante de la Eclesiarquía de ciudad está llevando a cabo los ritos funerarios pertinentes.
> Rigger Yul: Capitán de la Guardia Inquisitorial, y responsable del Adeptus Arbites.
> Carbelus: representante de mayor categoría del Adeptus Mechanicum en la “Zona Segura”.
Una vez terminado el funeral, con la incineración de Ignus, Covenant se retira y el resto de los presentes también. Después, Derethor Tule acompañará al grupo al despacho principal para hacerles preguntas sobre lo que les ha sucedido e informarles de lo que ha pasado en la “Zona Segura”.
Tras un informe completo, por parte del grupo, de todo lo que vivieron fuera de la "Zona Segura", Derethor informa al grupo de todo lo sucedido desde el estallido de la Tormenta de Disformidad:
Con el estallido de la Tormenta de Disformidad, mucha gente murió y muchos edificios quedaron seriamente dañados, siendo un impacto terrible para la ciudad.
La Inquisición dispone de pocos efectivos de su Adpetus (algunas escuadras de Guardia Inquisitorial), y todo contacto con la flota se ha perdido (y con cualquier otro planeta, e incluso ciudad dentro de Kurgan-IV).
El edificio más dañado de todos es el Astra Telepática, ya que los psíquicos que sobrevivieron se volvieron locos y provocaron una batalla interna terrible, que las fuerzas existentes en ese momento tuvieron que luchar. Actualmente el único psíquico que queda con vida es Xavier Dek (encerrado por su propia seguridad en el Palacio Teren), el cual estudia la manera de usar el nodo astropático, si en algún momento llega a repararlo el Mechanicum, para poder comunicarse con el exterior.
Ante todo esto, la Casa Teren (DietronTeren) se encerró en su palacio junto a su Guardia, y negó ayuda al bando leal, recriminando el papel de la Inquisición como culpable de todo esto, blasfemando contra el Dios-Emperador. La Inquisición no tenía fuerza militar para oponerse a su negativa de colaborar, pero Covenant empleó sus “mejores efectivos” para acabar en pocas horas con Dietron y toda su guardia personal. La brutalidad del resultado final hizo que toda la Guardia de la Casa Teren pasase a los servicios de la Inquisición, siendo el Palacio el actual centro de operaciones.
Cuando el influjo de la Disformidad empezó a manifestar sus terribles efectos, abrieron el campo de fuerza, comenzando a los pocos días los ataques de los corruptos traidores…hasta la fecha de hoy.
Actualmente la Inquisición rige y vela por los siervos del Emperador, y no dará la ciudad por vencida nunca. Derethor y Covenant han dejado atrás sus diferencias, y presentan un frente unido ante la adversidad y las fuerzas enemigas.
Hay mucho miedo y tensión en las comunidades de supervivientes, sobre todo entre las “residentes” de estas zonas (de mayor nivel social) frente a los “refugiados” de zonas más pobres, que se hacinan en las inmediaciones del Alto Tempo, y por las medidas extremas que ha adoptado la Inquisición en algún momento (como el exterminio de la Casa Teren).
Se conoce que el enemigo sirve a un “Gran Corruptor” (han conseguido capturar e interrogar a algún traidor). No se sabe si es Henrik u otra persona (o ser). Atacan de una manera extrañamente coordinada, evitando la zona central (cercana al Alto Tempo, con mucha menos cobertura, pero con más torres de defensa y armas apostadas) y atacando en los flancos del campo de fuerza (zonas con más cobertura y menos defensas, pero de fácil contra carga). A pesar de sufrir muchas bajas, siguen intentándolo con más efectivos y con más empeño.
El Generador de Campo está seriamente dañado (su reparación y mantenimiento es la principal tarea del Mechanicum) y las fuentes de energía, se empiezan a agotar. Tienen energía para poco más de dos meses, pero con los incesantes ataques que sufren, puede que no pase de medio mes. Esta es la mayor preocupación de todas, ya que sin el campo de fuerza, no hay opción de defenderse ni contra los traidores ni contra los efectos de la Disformidad.
Sobre la muerte de Ignus, hay mucho secretismo. Ha aparecido muerto hace poco en su habitación afectado por una extraña marca en su pecho.
Mientras tanto, Nefarius es sometido a una serie de pruebas e interrogatorios en la prisión del Palacio Teren. Allí se encuentra con Xavier Deck, el cual está en la celda de enfrente. Al reconocer a Nefarius, no puede evitar la necesidad de preguntar qué le ha sucedido y cómo ha llegado hasta aquí, poniéndose ambos al día de los sucedido en la ciudad.
Xavier, visiblemente afectado por lo sucedido en el Astra Telepática, decidió encerrarse bajo custodia de la Inquisición. Se niega a salir al exterior (a pesar de la seguridad que ofrece el campo de fuerza), pues cree que no hay seguridad posible.
Conoce lo sucedido en el Astra Telepática, y aunque sufrió los efectos de la batalla que tuvo lugar, no formó parte de ella. Intentó huir con lo poco que pudo recuperar, y quizá fue eso lo que le salvó la vida. Aún recuerda cómo los psíquicos caídos empezaron a aplicar poderes viles que mermaban las capacidades de sus antiguos amigos, mellando su voluntad, fuerza y vitalidad...
Su principal objetivo es revisar, una y otra vez, la poca información que pudo salvar para buscar la manera de que sus poderes llegaran a ser capaces de utilizar el nodo astropático, y pedir ayuda al exterior; pero sabe que es algo demasiado difícil, y necesita aún más tiempo e información…
Pasadas unas horas, Nefarius es liberado y reunido con sus compañeros, en el despacho de Derethor. El Alto Inquisidor les considera miembros de gran valía, y les concede un pase que les acredita como Agentes de la Inquisición.
Al poco de salir, el cielo se ilumina con estelas de misiles. El bombardeo masivo de la Guardia Imperial (G.I.) hacia las zonas urbanas tomadas por el bando traidor ha empezado. Los sonidos de la explosiones lejanas y el retumbar de los edificios derrumbándose son terribles, pero la idea de que la G.I. tome parte activa en esta guerra es algo que da un poco de esperanza en estos momentos tan aciagos.
Durante el resto de la jornada y parte de la siguiente, el grupo se reparte para obtener información de alguno de los barrios cercanos:
>>> De la zona Arbite, Hoss Harper habla con sus antiguos compañeros, y recaba información del estado de este Adeptus.
El Arbites ha asumido el rol de fuerza principal de defensa de la “Zona Segura”, y gracias a sus edificios bunkerizados han conseguido mantener buena parte de sus recursos (armamento, vehículos, etc…). Sin embargo, el aumento de los ataques (y de la intensidad de los mismos) poco a poco comienza a superar a este Adeptus, viéndose obligado limitar su radio de acción y el uso de sus efectivos.
Actualmente, el nivel de tensión es aún mayor, pues su líder Odred Olestor ha desaparecido en combate, y el Adeptus está siendo supervisado por un capitán de la Guardia Inquisitorial.
Odred desapareció cuando una facción de rebeldes consiguió evadir la seguridad del muro, atacando directamente zonas interiores del barrio del Administratum. Faltaban efectivos, y el propio Odred junto a 3 escuadras se desplazaron rápidamente para sofocar el ataque. Por lo que pudieron ver, parece que los traidores descubrieron uno de los accesos subterráneos, el cual los Arbites lograron detonar en el último momento. Una vez finalizada la lucha, y tras el fin del impacto del derrumbe descubrieron que Odred había desaparecido.
El nuevo “jefe” (Rigger Yul) no inspira confianza, pues hay muchos Arbites (incluido el propio Odred) que no estaban a favor de ciertas prácticas de la Inquisición. Sin embargo, el Adeptus es fiel al Emperador y cumplirán con su deber hasta las últimas consecuencias.
En un momento dado, Hoss plantea a Derethor la problemática existente con Rigger, y el Alto Inquisidor comenta que, visto lo sucedido con la Casa Teren, y siendo conocedor de ciertas opiniones "controvertidas" de algunos Arbitradores para con las medidas de la Inquisición, ante la ausencia de Odred, ésta era la única medida posible a adoptar; pero le plantea a Hoss que, si se ve capaz de asumir la responsabilidad, sea él el nuevo líder, como Arbitrador y Agente de la Inquisición...
>>> Jebediah se dirige al Alto Templo de Luz del Emperador, para contemplar como asombro y dolor cómo millares de refugiados de las zonas pobres, que pudieron llegar con vida antes que el Campo de Fuerza se activara, se mantienen en las inmediaciones del Templo a pesar de estar tan cerca de la frontera, amparándose en lo único que les queda, su fe en el Emperador; creando un ingente campo de refugiados en los alrededores del tempo. Hay una gran cantidad de “penitentes” que buscan en su fe y en los milagros del gran Hierofante Zackarias la expiación de la corrupción de su alma. Las grandes chimeneas del Alto Templo humean constantemente, con un olor muy intenso pero difícilmente identificable por la gran cantidad de incienso y hierbas que contiene.
Allí, el pater, pronto hace gala de sus carisma y oratoria, y a trae a decenas y decenas de refugiados a su alrededor para llevar la esperanza a sus almas. Pronto, la manifestación de su intensa fe, sumada a todo lo anterior, hace que otros miembros de la Eclesiarquía se acerquen también y sean testigos del gran oficio que Jebediah está llevando acabo.
Posteriormente, el pater pide audiencia con Zackarias, y se le es concedido sin problema alguno. Una vez dentro del Alto Templo, Zackarias recibe al Jebediah y le pone al día del estado de la Eclesiarquía, respondiendo abiertamente a las consultas que se le realizan:
Este es el bastión de la Humanidad y de su fe en el Dios Emperador. Y prevalecerá a pesar del mal que pueda asolar a la ciudad.
Las fuerzas militares existentes no son demasiadas, pero sí las suficientes para acordonar la frontera adyacente a la plaza del Alto Tempo, patrullar mínimamente las inmediaciones del templo y ayudar a la Guardia de la Casa Teren, enviada por la Inquisición para sofocar los ataques de los traidores en los barrios mercantiles.
La gente de esta parte son refugiados. Gente que ha sufrido mucho por la guerra o por el influjo de la Disformidad, pero aquí todos tienen cabida mientras tengan fe.
Existen rituales para “limpiar el alma de la corrupción de la Disformidad”. Pero no están exentos de peligro, aunque supone un acto de voluntad y resistencia muy notables que la Eclesiarquía ve muy positivamente.
Las chimeneas humean constantemente. Esto se debe a que muchos de los fieles que llegan están corrompidos fuera de toda recuperación posible, siendo su única vía de liberación la muerte y cremación.
“Las Hermanas” aún no salen de las catacumbas inferiores del templo. Permanecerán en el Templo hasta que no quede más remedio que salir a luchar.
>>> R2 se pone en contacto con sus hermanos en el Generador de Campo.
Este edificio, fuertemente protegido por parte de las tropas Inquisitoriales junto a la Guardia de la Casa Teren y el Mechanicum, es la gran esperanza de supervivencia de todos los leales de la ciudad. El Campo de Fuerza que genera es lo único que impide que los renegados invadan masivamente la “Zona Segura” y evita que el terrible influjo de la Disformidad acabe por corromper a todo habitante de la ciudad. Su defensa y vigilancia es, por lo tanto, de las mayores que hay en todos los sectores de la “Zona Segura”, siendo a su vez el lugar donde se ubica la mayor representación del Adeptus Mechanicum en toda la zona protegida por el campo de fuerza.
Tras hablar con sus hermanos del Mechanicum, y tras revisar las instalaciones que albergan la gran maquinaria del generador de campo, R2 consigue la siguiente información:
Los rituales de mantenimiento y reparación siguen su curso, aunque se necesitan más hermanos del Mechanicum para evitar que su deterioro vaya en aumento. Sin embargo, los niveles de energía se consumen con mucha rapidez, y con los ataques actuales es fácil que el campo acabe por agotarse o provoque algún tipo de deterioro mayor en el generador. Dentro del Mechanicum, se conoce un proyecto interno a este adeptus denonimando "Sangre de Omnissiah", que podría abastecer de energía al generador. Pero pocos tecnosacerdotes forman parte del mismo, desconociendo el estado de este proyecto.
La vigilancia se ha incrementado notablemente. El edificio dispone de varios accesos a la red subterránea de la ciudad, pero los códigos de seguridad (que el Mechanicum ha conseguido recabar de los sistemas, ya que el origen de los mismos está en algunos departamentos administrativos de la ciudad, puestos encargados por lo general a las clases más acomodadas y fieles a las castas nobles) mantienen las mamparas bien cerradas, y se han incrementado las patrullas por estos accesos.
Al terminar la jornada, los ruidos de las batallas se suceden. Los traidores han debido de contraatacar a la G.I. y la guerra prosigue con su desarrollo de forma implacable.
Finalmente, en el transcurso de la tarde de la segunda jornada, el grupo visita el Astra Telepática.
Aquí residen los restos del principal nodo del Astra Telepática de la ciudad, el cual ha sufrido terribles daños. La estructura se mantiene en pie, y puede que quizá haya tecnología recuperable, pero es difícil saberlo.
Una menor representación del Adeptus Mechanicum se sitúa cerca de este edificio, intentando recuperar parte de su tecnología, pues una pequeña esperanza es que el nodo astropático llegue a funcionar y se pueda mandar algún mensaje de auxilio a los sistemas exteriores.
Una vez dentro, y mientras R2 revisaba las acciones de reparación de sus hermanos de adeptus (las cuales se ven muy comprometidas por la falta de repuestos adecuados), Nefarius percibe una extraña sensación mediante su psiniscencia, ubicando un rastro entre los amasijos de hierro y ferrocemento de las partes aún sin reparar del complejo.
Esta especie de rastro, lleva al grupo hasta un muro que contiene una mampara oculta a los ojos de cualquiera que no disponga aptitudes psíquicas. Una vez deshecho la ilusión, el grupo abre la mampara y desciende por las escaleras que se descubren. Una vez abajo, revelan la existencia de un gran almacén (con una opresión en el ambiente parecida a la que experimentaron en las afueras de la "Zonas Segura"), con muchos repuestos de gran valía para las reparaciones en curso, pero perciben las presencia de más gente. Tras dar el alto a estas personas, pronto se descubre que sus intenciones son hostiles, y al poco se revelan como psíquicos. Mediante sus poderes atacaron al grupo, pero no fue suficiente, y pronto cayeron uno tras otro. Por desgracia, los cuerpos de estos psíquicos caídos eran "poseídos" por una extraña especie de criatura de la Disformidad, lo cual demoró mucho más la confrontación.
El combate resultante llamó la atención de más psíquicos de una sala anexa, uno de los cuales se manifestó como el líder de este grupo. Éste líder, consumió el alma de uno de sus subalternos herido (matándolo en el proceso) y adquiriendo un poder enorme. El combate se encrudeció mucho, pero finalmente el grupo salió victorioso. Mientras se curaban a los heridos, pudieron ver en la sala anexa cuál era el foco de Disformidad que sintieron nada más entrar en este almacén: un extraño fragmento de gran tamaño de color verde (compuesto de materia Disforme solidificada) yacía en el centro de una pequeña sala decorada a modo de altar profano...
[12º Sesión: 06/08/2016 - RESUMEN]
Tras lo sucedido en los subterráneos del Astra Telepática, el grupo toma una difícil decisión: comunicar la existencia de este extraño mineral a los altos cargos de la Inquisición. Tras unas primeras observaciones y mediciones superficiales, y junto a lo poco que pueden saber al respecto, es un foco de energía tremendo...pero emana un terrible influjo disforme (algo normal, al ser literalmente Disformidad solidificada).
Tras llegar un mínimo de fuerzas inquisitoriales a defender la zona, y comunicar al adeptus mechancum la existencia de repuestos que servirán de gran ayuda a las reparaciones de las máquinas de comunicación astral del nodo astropático, se dirigen al centro de mando inquisitorial para hablar con Derethor Tule y poner en contexto lo sucedido.
Al día siguiente, el grupo fue avisado por la Inquisición: los guardas que custodiaban la piedra de Disformidad han aparecido muertos (con marcas muy parecidas a la del cadáver de Ignus Akeron) y un fragmento de la piedra había sido extraído...
Tras esto, el grupo toma rumbos distintos para investigar algunos puntos de la Zona Segura. Muchos de los miembros del grupo, atribulados por las jornadas de exposición a la Disformidad, recurren a la Eclesiarquía para purgar su alma y eliminar parte de la corrupción que los carcome. En este punto, el arbitrador decide tomar parte activa en su Adeptus, asumiendo el rol de responsable del mismo, que la Inquisición (mediante el propio Derethor) le ofreció.
Al final de la jornada, y antes de reunirse para definir los planes de actuación a llevar a cabo por parte del grupo...los ataques se intensificaron y obligó a Adeptus Arbites a repartirse para defender las fronteras de la Zona Segura.
En este contexto de guerra a las puertas y de presión contante, el grupo toma la decisión de dividirse para cubrir dos grandes problemas que hay sobre la mesa:
Ante esto, un sub-grupo decide dirigirse al subterráneo para ir al almacén donde encontraron el cadáver del seguidor de Lorten Byros (responsable del proyecto Sangre de Omnissiah). Tras un viaje por las profundidades, saliendo de la Zona Segura, llegan al almacén encontrando un rastro reciente de huellas que se adentran por una mampara (que inicialmente el grupo no vio, por estar oculta en el almacén), con marcas de arañazos y rastros de sangre... Al traspasar el umbral de la mampara y descender muchos metros por unas oscuras escaleras, llegan a lo que parece una pequeña planta de procesado presidida por una extraña máquina extractora. A través de los ventanales observan que la planta está ubicada en una enorme cámara subterránea llena de cristal de dimacrón, con un perímetro delimitado por focos de luz. A lo lejos de la cámara, se aprecia un foco de luz distante...
Al salir al exterior y abandonar la zona iluminada, empiezan a notar que varias figuras les acechan, y al poco ven que un gran grupo de (los ya conocidos) "mutantes albinos", se han refugiado en esta enorme caverna, suponiendo un peligro para cualquiera que deambule por este lugar...
Ante esta amenaza, se decide volver a la seguridad de la planta iluminada, e intentar contactar con el exterior para pedir algún tipo de refuerzo. En este intento, contactan con Aizan Jaeger (líder de exploradores de la G.I. que se encargaron de asegurar la parte subterránea cercana a la base de la G.I.). Aizan promete al grupo apoyarles en su misión, esperando en la planta.
Por otro lado, en la Zona Segura, el arbitrador y el psíquico investigan por su cuenta el caso de la muerte de Odred Olestor. No disponen de muchos efectivos, por los ataques que actualmente sufren las fronteras de la Zona Segura, pero puede disponer de una escuadra y un vehículo de transporte para agilizar su investigación. Revisando la zona del conflicto donde (supuestamente cayó Odred) ven rastros que llevan (o vienen) hacia las zonas más fronterizas de la Zona Segura del Barrio Administrativo. Siguiendo el rastro llegan a una zona administrativa abandonada, para sorprender a un grupo de gente armada que salen de uno de los almacenes cercanos. Tras someterlos, dejando a uno vivo para interrogarlo, dentro del almacén encuentran el cadáver de Odred. Del interrogatorio descubren que pertenece a un grupo de reaccionarios que odian a la Inquisición y la culpan de los males que asolan al planeta, y que mataron a Odred para que el mismo sentimiento que hay en el Adeptus Arbites, (según ellos) aflore tras verse sometidos al mando de la Inquisición. El almacén está a nombre de una de las casas nobles relacionadas con el Administratum del planeta.
La situación en la Zona Segura se encrudece, mientras las guerra sigue desatada en la ciudad de Luz del Emperador...
[13º Sesión: 14/08/2016 - RESUMEN]
En el almacén subterráneo, tras varias horas de espera, llega un grupo de asalto de la G.I., liderado por Aizan Jaeger. Por lo que les comentó el Jefe de Exploradores, llevan varios días luchando contra estos mutantes, estando ya bien adaptados para aprovechar su extrema foto-sensibilidad, y habiendo diezmado bastante su presencia en los subterráneos. Es muy probable que este grupo de mutantes se haya refugiado en esta caverna huyendo de la G.I. Aizan y sus hombres entrarán a por los mutantes y darán tiempo para que el sub-grupo pueda dirigirse lo más rápidamente posible al foco de luz que ubicaron en el otro extremo de la caverna (y donde se supone que debe estar Lorten Byros).
Tras dirigirse rápidamente hacia la luz (dejando atrás gritos de lucha y ruidos de disparos), un pequeño grupo de mutantes, encabezados por uno especialmente enorme, persigue al sub-grupo. Sin embargo, consiguen llegar a tiempo a la zona iluminada que precede una extraña entrada ruinosa de origen desconocido. Sin pensárselo mucho se adentran en las ruinas, dejando atrás a los mutantes (que no se adentran...).
Una vez dentro, empiezan a reconocer la ruina como una de las ruinas necronas en las que ya han estado en otros planetas del sistema Kurgan. El interminable pasillo termina desembocando en una enorme sala completamente rodeada de criptas necronas. Al otro lado de la sala, una escalinata desemboca en una enorme entrada. Tras cruzar la sala y llegar a la escalinata, al otro lado pueden contemplar una extraña e inquietante sala presidida por una especie de altar, en cuyo centro yace un inerte Lorten Byros.
Una vez dentro, aprecian que todas las pareces de la sala están cubiertas por escarabajos metálicos que se mueven al unísono haciendo caso omiso de los nuevos visitantes. Tras el altar se ve un gran portal, recordando a los presentes que esta sala puede ser una sala de mando similar a las vistas en otras ruinas. Sintiendo un peligro inminente, pero necesitando el ID de Lorten para poder arrancar las máquina extractora, se adentran a buscarlo.
Al poco, los escarabajos se agitan dirigiéndose hacia los intrusos y del techo desciende una enorme araña canóptica. El inevitable combate se vuelve encarnizado, pero finalmente consiguen abatir a la enorme araña, deshacerse de buena parte de los escarabajos que les atacan, hacerse con el ID y huir de la sala.
Por otra parte, el sub-grupo que se quedó en la Zona Segura, investigó a los rebeldes abatidos descubriendo que son ex-trabajadores de la casa noble dueña del almacén donde fueron descubiertos: la Casa Emerion, una casa noble estrechamente relacionada con la extinta casa regente, que tiene mucha presencia en los ámbitos burocráticos y mercantiles de la ciudad.
Los registros actuales no ubican actividad reciente de esta casa noble, pero si la ubicación de su sede y de sus principales propiedades. La sede de la casa Emerion se encuentra en el Barrio Administrativo, y tras localizar a un ex-miembro del Administratum "voluntario", se dirigen a esa sede para obtener toda la información posible.
La sede es un enorme complejo, pero completamente abandonado (y sin información relevante de sus ocupantes). Ante la necesidad de encontrar más información de esta casa noble, se dirigen al antiguo puesto de trabajo del administrador "voluntario" para que pueda acceder a las fuentes de datos de manera directa, y ver si se puede obtener la información que buscaban.
Finalmente, lo consiguen, pero no sin antes verse asaltados por un grupo de estos "rebeldes" y tiroteados por un francotirador. El asalto acaba con los rebeldes muertos y el francotirador huido. El administrador consigue ubicar información detallada de refugios de la casa Emerion en el Barrio Mercantil, y descubrir que (como casa responsable de parte de los temas burocráticos de la ciudad) se encargan de temas de mantenimiento de los subterráneos, que atesoran los códigos de acceso de todos los subterráneos de la ciudad...descubriendo que han estado siendo utilizados hace poco en diversos puntos de la ciudad en los Barrio Mercantil y Administrativo y Rico.
El cerco sobre los rebeldes traidores que se oponen a la Inquisición se estrecha...
[14º Sesión: 29/10/2016 - RESUMEN]
El asalto acometido por los Arbites contra los rebeldes fue un éxito...en parte. La información obtenida sobre su posición y sus últimos movimientos fue de gran ayuda, y consiguieron abatir el principal núcleo de la misma, arrestando a varios mandos intermedios; pero su líder consiguió escapar con sus principales consejeros y personal de confianza, gracias a su conocimiento de los códigos de seguridad de los subterráneos de la ciudad, abandonando la Zona Segura...
El resultado de los interrogatorios confirmó la existencia de una resistencia frente a la "opresión Inquisitorial", centralizada en la casa noble Emerion, siendo su líder (el huído Yun Emerion) el máximo exponente del mismo. Sin embargo, este líder carísmático y motivador, con el paso de los últimos días, se fue volviendo más introvertido y distante, llegando a parecer incluso..."temeroso" de algo desconocido por sus subalternos. A pesar de ello, acometieron las peticiones de su jefe, aunque implicase el secuestro de personas, las cuales obtenían de las familias menores del Barrio Rico (zona menos conflictiva, y menos vigilada), y dejaban en un almacén abandonado en un antiguo barrio residencial deshabitado cercano a la Schola Academica. Por lo que parece, hay otro grupo que ayuda o colabora con esta resistencia, y que solicitaba estos secuestros, pero su origen es desconocido. La última noticia que tenían es que, justo el día de hoy, iba a suceder algo muy importante que iba a terminar con su lucha contra la Inquisición...pero con el último golpe dado a la resistencia por parte de los Arbites (y por extensión, de la Inquisición)...y la huida de su líder, los pocos supervivientes interrogados están completamente confundidos y no saben a qué puede ser este "suceso"...
El grupo ubicado en el subterráneo, que tras salir huyendo se encontró con que la G.I. había asegurado la zona, recibió esta información por parte del grupo dentro de la Zona Segura, y partió de vuelta lo más rápido posible, dejando a R2 al cargo de la máquina extractora para poder agilizar cuanto antes la obtención de energía para el campo de fuerza. Mientras tanto, la parte del grupo que estaba ya en la zona segura (el psíquico) se fue hacia el almacén abandonado donde dejaban a las personas secuestardas. Una vez allí, investigó la zona (completamente deshabitada) sin recabar información relevante. En un momento dado se dió cuenta de la existencia de un vehículo estacionado, que arrancó y se marchó tras percatarse de la atención del psíquico. Extrañado, Nefarius esperó por si volvían, y al no venir nadie, salió tras el rastro de ese vehículo, llevándole hacia la Schola Academica (un complejo que sirve actualmente de residencia de las principales castas nobles de eruditos supervivientes de la ciudad, siendo los únicos que han conformado una fuerza de seguridad privada mercenaria -siempre supeditada a la autoridad de los adeptus Imperiales vigentes-).
Ante la disyuntiva de qué hacer, decidió esperar al grupo para ver qué hacer una vez reunidos. Finalmente se juntaron en el almacén abandonado, volviendo a investigar el pequeño complejo por si pudiese existir algún tipo de pista o indicio, y tomando posiciones para vigilar cualquier visita inesperada. En esto, Nefarius sufrió un extraño suceso que nunca antes le había pasado: todo lo que le rodeaba empezó a volverse gris y a moverse a cámara lenta. Estaba como en un plano ajeno de realidad...estando ahí...y no estando... al mismo tiempo. Un aullido lejano, que provenía de la Schola Academica, atrayó la atención del psíquico de una manera casí hipnótica. Este aullido empezó ha hacerse cada vez más y más fuerte. Pronto fue capaz de discernir que realmente era un coro terrible de aullidos, y no uno solo. Por momentos, los aullidos lastimeros eran más y más intensos grabándose en la mente del psíquico de forma atroz. Y en el momento álgido...la pared del almacén se derrumbó ante un aluvión de espíritus atormentados que se abalanzaron sobre todos...y nefarius cayó al suelo en shock.
Esto sobresaltó al grupo, que acudió en su auxilio. Al poco tiempo, el psíquico recobró el conocimiento y comentó lo experimentado a sus compañeros. Sin más, se dirigieron hacia la Schola Académica. Una vez allí, vieron que había algo más de presencia de gente (la mayoría miembros de castas medias o altas relacionadas con la Schola) y que parte del complejo había sufrido daños considerables, pero no se había escatimado en recursos y esfuerzos, y buena parte de los mismos estaban reparados a unos niveles mínimos aceptables.
El pater tiró de sus dotes de mando y de su sello Inquisitorial para entrar en el complejo sin obstrucción alguna, reclamando la atención de una de las casas nobles regentes del lugar. El responsable de una de ellas vino enseguida y atendió las demandas del pater: necesitaba un grupo de guardias por un asunto Inquisitorial de máxima urgencia y dió orden de desalojar el edificio. El psíquico tenía un rastro claro hacia el origen de "aquello" que había sucedido, y guió al grupo (junto a 10 guardias locales) por la parte del complejo reconstruida hacía pocos días. Al rato, entre el alborto y confusión de los residentes, llegaron a una vieja aula reconstruida, detectando la existencia de una trampilla oculta que daba acceso a una especie de refugio de reciente construcción. Aquí el asesino se adelantó haciendo gala de su sigilo, como avanzadilla del grupo. Tras no detectar peligro, al poco el grupo le siguió. Pronto, la parte reconstruida se unió con la vieja estructura del complejo, y nuevamente la sensación de opresión y agobio de la Disformidad se hizo presente...
El pasillo desembocó a una sala donde dos estudiantes discutían en voz baja con claros signos de nerviosismo y temor, justo al lado de una entrada cuyo interior no se podía ver con claridad. A pesar de las dotes de sigilo de Wolf, el azar hizo que uno de los estudiantes se percatara de su presencia, y al verse descubiertos quedaron bloqueados por la situación. Wolf, que pronto se vió alcanzado por sus compañeros, les pidió que se echaran al suelo, uno de ellos cayó de rodillas rezando y suplicando por su vida, mientras que el otro no pudo resistir el pánico y salió corriendo hacia la oscuridad de la sala contigua, salvándose del disparo que Wolf realizó.
Ante esto, un extraño viento antinatural salió de la sala y asoló a todos los presentes...algo muy malo iba a suceder.
Los gritos de pánico del estudiante se vieron ahogados súbitamente, para verse sustituido por los gritos de terror de los guardias que cubrían la retaguardia del grupo. Un desangrador de Khorne se había materializado en medio del grupo de guardias, alzando su enorme espada mientras los aterrorizados guardias descargaban sus armas contra el demonio. De la oscuridad de la entrada, otro enorme desangrador salió, sonriendo al grupo, con la cabeza del pobre estudiante en sus garras.
La presencia del demonio amedrentó al grupo, pero el pater se encomendó al Emperador, y disparó su lanzagranadas contra el demonio, con brutal acierto, volando el brazo de la criatura, que se desvaneció de vuelta a la Disformidad con una expresión de rabia y odio contenidas. Por el otro lado, el demonio también fue expulsado de la realidad a base de fuego concentrado, pero no sin antes masacrar a muchos de los guardiar y hacer huir a los restantes.
El otro estudiante segía de rodillas, completamente enajenado. Sin pensárselo mucho, el grupo lo ejecutó para calmar su alma atormentada (y para evitarse problemas).
Y sin más dilación, entraron en la sala anexa... Una vez dentro, ubicaron un enorme círculo ritual con forma de la estrella de ocho puntas del Caos lleno de cadáveres pálidos con expresiones retorcidas de terror, y en el centro, sobre un altar de piedra, un hombre de mediana edad (no psíquico) y apariencia noble sentado con una expresión de felicidad por el trabajo realizado, y sin ademán alguno de hostilidad frente a sus asaltantes.
El grupo tomó posiciones ante el hombre, sin dejar de apuntarle. El pater le increpó y le obligó a confesar lo que había hecho. El hombre (el líder de otra de las casas regentes de la Schola) explicó, entre las divagaciones propias de un demente, que había creado algo para "liberar" a la ciudad del verdadero mal que la asolaba: La Inquisición. El pater y el noble entraron en una confrontación dialéctiva, buscando el pater conocer qué había hecho realmente. El noble, confiado de que no había nada que evitase que su plan se viera truncado, se limitó a decir que el "Gran Corruptor" le dió el conocimiento para crear un "arma". Viendo que el "interrogatorio" no avanzaba, y que ante la orden de que se entregara, se limitase a levantar los brazos en cruz, sonreirles y animarles a que viniesen a por él; Denis apuntó su arma pesada y lo acribilló. El cadaver sonriente, cayó a plomo, cosido por la ráfaga de la ametralladora y derramando su sangre por todo el altar.
La Disformidad se alteró motivada por la voluntad de "algo" agradado por este último sacrificio, y se manifestó de una forma violenta y terrible. Nefarius volvió a sentir cómo su entorno se volvía gris y anodino, mientras todo parecía moverse lentamente, permaneciendo ajeno a los poderes que se estaban manifestando. La sala se había vuelto completamente oscura, desapareciendo la entrada principal a la sala. Una explosión psíquica derribó a todo el grupo y una miríada de aullidos sometió a los presentes a una agonía inmensa (a excepción de Nefarius), permaneciendo en el suelo retorciéndose de dolor. En un momento dado, una criatura de la Disformidad, atraída por el dolor y la agonía asoló el alma del pater intentando poseer su mente y cuerpo.
Entre toda esta amalgama de sucesos, Nefarius contempló como el enorme rostro de una criatura demoníaca se materializaba, entre sombras y humo, en el círculo ritual. El "Gran Corruptor" se manifestó brevemente para entablar una breve conversación con el psíquico, ofreciéndole su ayuda a cambio de su servidumbre, y ante la pregunta final: ¿Qué es lo que deseas?, Nefarius respondió: sácanos a mis compañeros y a mi de este planeta....
FIN DE LA AVENTURA