Partida Rol por web

Era el dia de presentacion del torneo y la calle desde el mercado hasta el estaba rebosante de gente y artistas callejeros. En el campo de batalla ya habia bailes de jovenes en edades de merecer, calentando el ambiente ante la llegada de los caballeros en sus monturas por el puente y entre sus tiendas preparando las lanzas y abrillantando las armaduras.

Despejado de las jovenes , El duque jilokasin y su esposa , acompañados de su sequito de nobles avanzan por la arena de la contienda hasta sus sitios presidenciales. Acompañado de un sonar de trompetas, que una vez acabado da pie al bardo real a invitar a los elegidos a presentarse ante la audiencia

Llega a Caballo

(DADLE AL PLAY, EN SERIO. DADLE!)

Es grande. Es ENORME. Su armadura negra está llena de espinas y pinchos. Una promesa de la habilidad y el compromiso de este caballero.

A sus espaldas, le acompañan otros caballeros de variopintas armaduras, y por forma física, deben de ser incluso de varias razas. Obelisk es sin duda un hombre entre los hombres, y su reino uno peculiar, para tener tantos hombres en quien confia. Por talla, uno debe de ser elfo, otro parece que es un dracónido.

Su voz parece un rugido. Herido por viejas batallas. Más eso no le afecta al porte. En un gesto de confianza hacia quien considera un amigo más que un siervo, toca la espalda de su paje, un joven muchacho vestido de verde, y  le envia a que hable por él

El joven primero toca la trompeta para anunciar, y luego habla ¡Su voz es como la de los ángeles! La apariencia tranquila y calmada del paje contrasta con el feroz visaje de los caballeros

"¡Pueblo de Bretonia! ¡La comitiva del Acero Negro viene desde las tierras de Neghtar, dispuesta a maravlilaros a todos, con sus proezas, sus hazañas y demostraciones de honor!"

"El valiente y joven Obelisk, quien plantó cara al Dragon Cumcar, y ha jurado liberar su reino de injusticias, se toma la licencia hoy de ofreceros una muestra. Una muestra de como el honor y el autosacrificio guian la mano y la espada"

En ese momento ¡Unos fuegos artificiales iluminan la tarde! Cosa del dracónido, sin dudarlo

"Su cruel mirada es una advertencia a los villanos, mientras que su generosidad y entrega son un consejo y bálsamo para los inocentes. Hoy, Obelisk viene con la intención de mostraros el Honor en Juego"

"¡Demos la bienvenida al valeroso Obelisk y a sus mentores! ¡Por la tierra de Nethgar!" dice pidiendo un aplauso

Tras la reacción del público, Obelisk se levanta ligeramente la incómoda visera, y con voz una dañada ronca, de gritar órdenes en batalla, más acento educado, dice las primeras palabras

"Muchas gracias, pueblo Bretón. Espero que disfruteis"

Dos muchachos pelirrojos, gemelos, flanquean a un caballero de reluciente armadura plateada montado sobre un caballo zaino con las bardas igualmente plateadas y adornadas con tiras grana y lila que hacen juego con el sobreveste que lleva el caballero precisamente y con el fondo de la decoración del escudo que empuña en su mano izquierda, lleva éste

El caballero en su derecha no empuña lanza alguna sino que se limita a sostener un yelmo cónico con visera y con un grifo acabado en la punta, dejando al aire una larga cabellera negra y mirando fijamente a los presentes desde una mirada profunda de unos ojos oscuros casi negros que contrastan con una tez blanca.

El muchacho que camina a la izquierda del caballero lleva al zaino de la brida mientras que el que está a su derecha se coloca tieso ante las autoridades haciendo bien visible la librea con los colores de su señor que también lleva su gemelo de la izquierda antes de decir con voz firme

- Sir Hugo de Châtillon, Caballero de Reino y Señor de Bastión de Pinares en Bastonne. Vencedor de hechiceros del Caos y manutentor de grifos. Hijo de Sir Francis de Châtillon Señor de Avalonesse y vencedor de orcos.

El caballero carraspea y su escudero calla. Entonces toma él mismo la palabra.

- Señor Duque, es un honor para mí presentarme ante vos y ante vuestra gentil Dama. Soy vuestro más humilde servidor.

Inclinó la cabeza e hizo un gesto a sus dos escuderos de lado a lado con la cabeza para se dieran la vuelta, cuando lo hicieron, él hizo girar a su caballo y se alejó muy despacio, como si de una danza se tratase.

-Apuraos Rolf!!!, el duque ya dio paso a las presentaciones!!!- grito a mi fiel y viejo sirviente, mientras baja de su flaco corcel en busca de un nuevo escudero en la taberna del pueblo. Espero montado sobre "Tristante" mi fuerte montura y veo como el gordo Rolf arroja un cubo de agua a un joven moreno todavía ebrio a la entrada de la taberna para despertarlo al mismo tiempo que le informa. -Levántate andrajoso en esta semana tendrás el honor de servir a Sir Parsifal por la paga que te merezcas al terminar las justas-.

Entramos a la arena los tres, yo a caballo y mis escuderos a mis lados, Rolf levanta en alto un estandarte con el escudo de la familia, "Escurrido" va cargando mis armas. Yo llevo puesta mi vieja pero lustrada armadura y el yelmo levantado. 

PRESENTACIÓN (Habla Rolf clavando mi estandárte en el suelo):
-Nobles damas, Galantes caballeros, comerciantes, niñas, niños, viajeros, religiosos, curiosos, y hasta panaderos.

No es cosa baladí lo que se juega en esta lid, 
de este lance saldrá un único vencedor, 
que de nuestro Duque Don Jilokasin, 
será paladín protegiendo su honor. 
Mas no hay TORNEO que se precie sin la figura de Mi Señor, 
y siendo de tal grado el evento, 
y necesitando un campeón que por su renombre a nuestro Rey ha de dejar contento.
Se ha solicitado la presencia de alguien, 
cuya larga lista de títulos, lances y gestas, 
no ha de dejarnos en la indiferencia.
Señor de las tres fortalezas de Parravon, 
Caballero mantenedor en 13 Justas, 
Caballero retador en 27 Justas, 
con 26 muertes bajo su espada, 
y multitud de heridos por su estocada
el actual maestro de combate del Principado de Loren,
SIR PARSIFAL VON KURNEVAL!!!

Hago reverencia al Duque, saludo a los presentes y antes de poder decir palabra mi nuevo y todavía borracho escudero vomita sobre el campo dando cierre a mi presentación. Volteo a ver a Rolf, este suspira y damos media vuelta apenados.  Le doy tremendo tortazo con mi guantalete a "escurrido".

El Duque Alfeñiquen, del Agarve, hace su entrada, montado en un rocín flaco y avejentado que parece haber vivido mejores épocas. Su paso calmo y majestuoso según su opinión y lento y mendicante según otras fuentes, le permite hacerse una idea del lugar al que ha venido a batirse:

- Curioso lugar, este al que hemos llegado.

Pronuncia como para si mismo mientras se dirige hacia un robusto palafranero de palacio al que con dificultad ve a lo lejos (pues su vista tampoco es lo que fue), al que se dirige, con la amabilidad que le caracteriza, en los siguientes términos:

- Oiga mozo ¿Tendría la amabilidad de ocuparse de limpiar los cascos y abrevar mi montura?
Si lo hace bien le dare un puñado de cacahuetes como merecido premio a su noble labor.

La mala fortuna hace que el tal mozalbete no resulte ser tal, sino más bien la bestia parda conocida como Obelisk, quien, al igual que los cientos de personas que han tenido oportunidad de escuchar el anterior comentario, asisten perplejos a los acontecimientos, que visto lo visto no pintan demasiado bien para el Duque Alfeñiquen, del Algarve.

Miro hacia abajo. MUY hacia abajo. Mi voz es a la vez un rugido y un siseo

"¿Me llamaba ALGUIEN?" digo sin harme cuenta de que Alfeñiquez estaba ahi debajo.

"Asi que vuecencia, tambien es un caballero?" dice el pequeño Choppy, el diminuto paje en quien tanto confia Obelisk "Sin duda mi señor os invita a poneos el yelmo, pues, y a cabalgar contra él en la justa. Que las ansias populacho debe de ser satisfecho"
"¡Cabalgue, caballero!"

Desmonto de Tristante y entrego las riendas a Rolf, busco entre los caballeros al joven que me antecedió y al encontrarlo me dirijo a él ignorando a los pelirrojos ayudantes:

-Yo Parsifal Von Kurneval desando esquivar la ociosidad  y manifestar mi persona, aventajando nuestro honor en la carrera de armas, pensando adquirir buena fama y la gracia de la hermosura de quien somos servidores, me dirijo a mi par Sir Hugo de Chatillon caballero de nombre y armas sin tacha, a pelear juntos y contra mí hasta el último trance, armado cada uno de los arneses, lanza, escudo y espada que nos plazcan. Lo invito a mantener y respetar el honor del que resulte vencido y que esto dicho conste donde convenga-.

Digo esto mientras Rolf cuelga mi estandarte junto con los de los otros participantes.

Miraba al firmamento mientras uno de sus escuderos le lustraba el escarpe izquierdo, una brizna de hierba se había pegado molestamente, cosa que de ninguna manera podía permitir un caballero que aspirase a ser el más favorecido por las damas bretonianas y que pretendiese ganarse su favor.

Al escuchar el desafío pareció volver de sopetón a la realidad y miró con dulzura a aquel que le retaba. ¡Aquello era un reto como tenía que ser! ¡un reto entre iguales!

Esperó a que el escudero terminase e hincó espuelas para elevarse sobre el caballo y afirmar

- desde luego pláceme aqueste duelo contra Sir Parsifal  si nuestro Señor el Duque da su aprobación, por supuesto. Sea como decís con las reglas mencionadas que de esa manera luchemos.

Giróse y miró directamente al Duque par ver qué decía.

Otra vez llegaba tarde, bueno en realidad llegaba cuando me venía en gana así que no me importa acaparar no pocas miradas inquisidoras a mis paso.

- Sir Gorak. - digo sin mayor presentación pues de sobra es conocida mi bravura y mi salvajismo en el campo de batalla.

Observo a los allí reunidos y me repugna lo que allí se encuentra. Esto parece más un Jodido Carnaval que un Torneo.

Me acerco al Duque y su esposa y hago una leve inclinación de cabeza ante ambos a modo de saludo.

- ¿Como pueden dejar participar a esa chusma? - pienso mirando a Jilokasin y Obelisk. ¿Ese es capaz de sostener la lanza? - pienso mirando al Duque Alfeñiquen.

Alfeñiquen parpadea, perplejo en su miopía, y luego sonríe paternalistamente al tal Obelisk.

- ¿Que me bata con vos pretendes?

Claro que si muchacho, me vendrá bien un poco de calentamiento y... ¿Quién sabe? Quizá cuando seas mayor puedas ser un valiente caballero andante como muchos otros que van por el mundo desfaciendo entuertos.

- Que chiquillo tan majo...

Aparece un draconido en escena , poco se sabia de esta raza rara que aparecia solo en poco numero y por eso era raro ver uno. Estaba cubierto de una piel escamosa, de constitución fuerte. Sus manos y pies son garras fuertes, con tres dedos y un pulgar en cada mano. La cabeza de un dracónido presenta con unas protuberancias escamosas era muy parecido a un dragon y tenia esos 2 cuernos, tipicos de los dragones. Sus ecamas eran parecida en color y brillantez a su armadura carmesi. Lucia una espada de tamaño enorme con la punta en forma de martillo punzante

Su juglar habla: Para un dracónido, el honor es más importante que la misma vida. Primero y más que nada, el honor está unido al comportamiento en el campo de batalla. Los adversarios deben ser tratados con cortesía y respeto, incluso aunque sean enemigos acérrimos. La discreción son la clave de la supervivencia, pero el miedo y la cobardía un fracaso moral.El esfuerzo por comportarse honorablemente se extiende al resto de la vida de un dracónido: romper un juramento es el máximo deshonor posible, y prestar atención a la honestidad es una tarea que incluye cada palabra dicha. Cuando se establece un compromiso, debe cumplirse. En última instancia, un dracónido siempre asume la responsabilidad de sus acciones y sus consecuencias. Los dracónidos valoran la habilidad y se esfuerzan hasta el extremo antes de abandonar cualquier cosa. Un dracónido considera como objetivo vital dominar completamente una habilidad concreta. Los miembros de otras razas que comparten su misma dedicación encuentran fácil ganarse el respeto de un dracónido.La mayoría de los dracónidos comparten un gran orgullo por los logros pasados y presentes de su raza, pero no dudan en admirar también los logros de las demás, admirando su fuerza y tenacidad como amigos o como enemigos...

....Jilokasin en este torneo tiene la oportunidad y el deber de demostrar su valía, ganar renombre y quizás convertirse en campeones de los que se contarán historias durante generaciones. Porque asi es el deseo de cualquier dracónido.

Obelisk, de algo mas de dos metros, mira con cara de circunstancia a los asistentes.

"Señor Alfeñiquez. MI CARA ESTA AQUI ARRIBA" dice con su voz ronca y un tanto gutural "Déje de hablarle A MI COQUILLA, que está poniendo violento a todo el personal"

Efectivamente: El bueno de Obelisk, grande como el solo, y Alfeñiquez, siendo... pues un Alfeñique, tienen una sutíl diferencia de tamaño. Pero parece que hay cuatro doncellas orientales, que estan muy emocionadas

"Señor" dice Choppy, el escudero del grupo "¡Haga algo! ¡que las corredurías del caballero Don Alfeñiquez se las está apañando para darles a las CLAMP trama para su proxima historia!"

"Oh My Glorb" se le escapa, al unísono tanto al caballero azul, como a sus compañeros.

Y una risilla se escapa del palco de las Doncellas CLAMP

Los compañeros de Obelisk. Uno tambien parece dracónido, por sus rasgos reptilianos. Otro parece un elfo, debido a la figura estilizada.

Ultimo de los presentes, acudiendo a la llamada de las trompetas que anuncian el comienzo del torneo, aparece un caballero montado sobre un negro corcel. Ya parece que los primeros desafíos se cruzan. Pero impertubable, el caballero avanza hacia la tarima ocupada por el duque y su dama e inclina la cabeza ante ambos en señal de respeto y saludo. A continuación, manteniendo tranquila a su montura, gira examinando a sus futuros oponentes. Y permitiendo a su corcel, adquirir un ligero trote, se aproxima a sus hermanos de armas. Alzandose la visera del casco, dice. Un placer señores. Sir Veantur, de Lionesse. Veterano de campañas contra goblins, skavens y orcos. A vuestro servicio y encantado de batirme con cualquiera que acepte mi desafío. Dicho esto, baja la cimera de su yelmo, y espera, paciente, el momento de comenzar. 

Un bello guerrero de pelo oscuro, ojos acerados y mirada adusta hizo acto de presencia entre tanto ajetreo, su rostro inmaculado, hacía que las damas se sonrojaran, para mofa de los demás.

Su porte reflejaba a un león rodeado de borregos, cabalgaba sobre un brioso corcel blanco, despacio pero sin pausa, inclinaba la cabeza a un lado y a otro alla donde veía a las más bellas damas.

Arsil The Lion! anunciaban los trovadores.

Caballero sin par, defensor de Aguas Profundas, Heroe de Cormyr, Baron de Castell Rock y Señor del Colmillo del Dragon.

Alzando su mano enguantada, saludo a los allí presentes!

Jaleando con aspamientos, extrajo de súbito una resplandenciente espada larga mientras que White Star se encabritaba y profiria un relincho, haciendo que los vitores llegaran rápido y alguna dama se estremeciera!

Como le encantaba esta parte, la tenía ensallada y la reproducía con esmero.

A continuación se dirigio donde los demás y miro a aquel que llevaba una armadura extraña, evaluandolo.

Sonriendo se dirigio a él. Que sois, Noble Señor?