Partida Rol por web

Tenías buena relación con Maurice, era lo menos cuando se trataba de alguien tan influyente entre los cainitas de la ciudad, sin duda su aceptación significaría mucho más que su indiferencia. Pero nada de eso te llevaba esa noche a la Opera, ni siquiera su invitación personal, era simple y llanamente tu curiosidad. Querías estar cerca de él ahora que la ciudad susurraba aquellos sucesos. Se decía que sus ojos habían conseguido ver el mismisimo Sol.

Al adentrarte en el hermoso edificio, un acomodador te lleva rápidamente a platea personal de Maurice. Disfrute de la obra caballero. Se despedia con un tono gentil y lleno de humildad. Esperabas encontrar más vástagos en aquellos asientos, aunque no era de extrañar dado que Fausto había organizado esa misma noche una fiesta con el objetivo de estropear el estreno que había organizado Maurice, las Walkyrias, de Wagner. Sin duda se perderían una estupenda obra en una absurda y decadente fiesta.

Unos jovenes vástagos acompañaban al Toreador quizás tan sólo por una afinidad en la sangre que les atraía hasta allí. Sin preocuparte si quiera por su presencia tomaste asiento cerca de Maurice.

En cuanto Alexander tomó asiento los cansados ojos de Maurice se cerraban bajo una sonrisa amable.

Buenas noches, querido Alexander. Estoy muy contento de que hayas venido. Mira, apenas quedaran butacas libres, va a ser todo un éxito, ya lo verás. Algo nervioso se mostraba el vástago pese a la dificultad que un vástago presenta a la hora de mostrar tales sentimientos, tras avistar los asientos bajo el escenario sus ojos vuelven a clavarse con los tuyos. ¿Y bien, qué tal le van las noches? Sin duda tuvo que ser duro para los suyos deshacerse de todos vuestros criados. Decía en un tono apagado, casi parecía afectarle la ejecución de tales siervos.

Mientras contemplaba curiosamente los grabados del folleto de la obra pensé por un momento que aquellas figuras nórdicas subidas a caballo y atravesando las nubes de forma orgullosa tenían cierto parecido de manera simbólica con lo acontecido últimamente en las noches de Alemania. Las notas de Wagner siempre me han resultado caóticas y sus finales demasiado inesperados, al darme cuenta de que lo que acababa de pensar resumía de una forma bastante exacta la posición de la ciudad una sonrisa se dibujo en mi cara.

Levante la mirada y vi los cansados ojos de Maurice esperando una respuesta, que quería este misterioso personaje que le respondiera, acaso buscaba en mis palabras traición oculta o solo quería perder el tiempo antes de que la obra empezara?

Las noches? Últimamente aburridas, creo que me he acostumbrado al peligro, puede que su presencia consiga sacarme de este letargo.

Tiene buen gusto en la opera sabe? Respecto a su pregunta le responderé que la muerte a veces sirve para un bien mayor, eso lo sabían muy bien los que crearon este drama, Odín mandaba a las valquirias a ejecutar ordenes después de decidir quien debía de vivir o morir.

Pero al final de este cuento heroico creo que la muerte de nuestros criados servirá para que las cosas se calmen, por cierto señor Maurice, mientras miraba el folleto he encontrado otro parecido, no creo que los caballos consigan volar nunca, pero viendo estos grabados parece que algún día conseguirán alcanzar el mismo sol.

Puse un énfasis especial al nombrar la palabra “sol”, no quería preguntarle directamente pero no iba a desaprovechar la ocasión de conseguir algo, no era tan admirador de Wagner.

Sin hacer alusiones en primer lugar a tus referencias al sol, Maurice no evitó mostrar cuanto le complacía hacerle partícipe en las intrigas de la ciudad. Confiaba en cierta forma en ti, sabía que tu influencia no le haria correr peligro alguno, por lo que hablaba sin impunidad delante tuya. Tras una leve y elegante carcajada pronunciaba. Ojála Victor estuviese a la altura de Odín, la verdad es una pena que esta ciudad haya sufrido tanto. Su expresión cambió de golpe, mostrando su descontento sin tapujos. Le llaman "La Matanza" ¿sabes? Sólo ha sido un acto cobarde, injustificado sin duda alguna, qué será lo próximo, ¿erradicar la última generación? Algunos de ellos formaban parte de nosotros, no había Mascarada alguna... ni motivo. El toreador comenzaba a crecerse al argumentar, era obvio cuan desacuerdo estaba con esa decisión por bien que pareciera acatarla.

Era consciente de lo decepcionado que estabas al no haber seguido tu juego, por lo que finalmente quiso complacerte, aunque era un tema que le hacía sentir incómodo, esperaba que así diera pie a una hermosa velada, sin necesidad de estar tan tensos. En fin, veo que Fausto ha movido pieza, no os dej... Disculpa En ese momento hizo aparición otro de los invitados especiales del señor Conchis. Tras saludarlo amablemente, se acercó inmediatamente a tomar asiento junto a vosotros. Ulises, este es el señor Alexander, un gran empresario. El joven contestó educadamente sin interrumpir a nadie, tan sólo "Un placer" se articuló en su boca. Seguidamente se dirgió hacia ti, pues desconocías de quien se trataba. Ulises Gracianis, un nuevo y exceletne actor, ha venido desde mi tierra natal y vuelco grandes esperanzas en él. Sin duda representará un gran papel. Pero bueno, ese es un proyecto que llevo trabajando desde hace tiempo y no quisiera aburrirle con mis asuntos. ¿De qué estabamos hablando? Se acomodó nuevamente en su asiento, notando que en absoluto le incomodaba la presencia de aquel mortal ante vuestros ojos.