Pasó algún tiempo hasta que consiguieron calmarse las cosas en Leipzig. Tras lo sucedido, los Grangel aullaban sin cesar en contra del príncipe Lucas, quien tras el escándalo ocurrido en su ciudad había sido puesto en evidencia. Aunque se consiguió hacer retroceder a los Sabbats en el este de Alemania, ganando el favor de las ciudades vecinas, lo cierto era que cualquier acontecimiento podía ser crítico para la ciudad.
Demasiadas caras extrañas empezaban a asentarse en la ciudad escapando de algún futuro incierto. La más destacada de ellas fue Maurice Conchis, un antiguo toreador del que se decía que venía desde Grecia huyendo de sucesos misteriosos que lo relacionaban con la magia, algo que desagradaba sobremanera a los Tremere, pues lo consideraban ajeno a la disciplina. Esta llegada fue aun más problemática para Lucas, pues muchos vampiros deseaban proponerle el principado al anciano Toreador, aunque por algún motivo, se mostraba demasiado ocupado en sus asuntos, negando por completo tal petición.
Los grupos rebeldes aprovecharon esta ocasión para expandirse y crecer, grangel y anarquistas crearon numerosos ghouls formando una inestable y caótica banda conocida como "La Jauría". Esta vez Lucas se enfrentaba a un descontrol interno que aprovecharía uno de sus más cercanos seguidores. Un antiguo cainita perteneciente a la nobleza y las viejas costumbres hizo llamar un Cónclave que resolviera la guerra civil que estaba produciéndose en los barrios de menor influencia.
Las soluciones para tal guerra se iban discutiendo en una ciudad cuyos representantes guardaban demasiados rencores. Hasta que el mismiso vampiro que solicitó el conclave consiguió cierta información que erradicaría al instante el principado de Lucas. Siguiendo la pista de la desapareción de una Gangrel de sangre joven cuando aún mostraban el apoyo pleno al principado, llegó hasta los aposentos de Lucas, en los que se encontraraba, en descanso latente y protegido, un antiguo Tzimisce. Las razones de la aparición del Sabbat y su embestida cobraron sentido por mucho que se negara aquel suceso. Por lo que aquel vampiro consiguió renombre en la ciudad estableciendose como príncipe tras la ejecucíon tanto del Tzimisce como de Lucas.
Ahora un nuevo principado, menos arrogante quizás al anterior debía enfrentarse a la guerra con toda su furia. En agradecimiento el Conclave permitió a Victor, el nuevo príncipe que se nombraba a sí mismo como Rey de Leipzig, erradicar a todos los ghouls de la ciudad, bajo la condición de que Fausto, tomara influencia en la ciudad y especialmente en este asunto. Aunque no poseía el apoyo de la sociedad vampírica de la ciudad, era la única forma que le quedaba a la ciudad de mantener a raya el descontrol de progenie que La Jauria había aprovechado en estos años de polémica. Su creación tambien fue prohíbida, al menos hasta conocer con exactitud cuantos quedaban aún entre los barrios.
Pero no sólo La Jauria supo aprovechar la debilidad de Lucas, aquel Toreador que en un principìo parecía rechazar el principado e incluso no opuso la inmolación de sus ghouls sin siquiera al menos replicar, hizo una extraña aparición bajo el tenue sol de Leipzig. Los rumores no podían ser menos alarmantes, pero Victor mantuvo su postura sin apresurarse a tomar una decisión. Esperando un nuevo movimiento del descuidado Toreador. Ese movimiento quizás fue más complicado de lo que esperara cualquier vampiro en Leipzig. Bajo el sobrenombre de Demetriades Dimakeles el periódico plasmaba encuentros con personas famosas e influyentes de la sociedad humana en su nombramiento como asesor cultural del ayuntamiento.
Este asunto fue demasiado inoportuno, pues apenas habian pasado meses de la retirada del Cónclave de la ciudad cuando el mismo anunciaba la preparación de una entrevista con Maurice a la noche siguiente. Todos los vampiros se agitaron en la ciudad, en especial los Tremere, cuyas maldiciones arcanas resonaron por todas las calles. Hoy sería una mala noche para un príncipe cuyas costumbres no acaban de satifacer a la estirpe.
¿En verdad era posible caminar bajo la luz del sol? La magnitud de tal poder estremeció la sangre de cada cainita que tan sólo imaginara poseerlo. La rutina se rompió aquella noche en la que ninguna palabra, ninguna mirada, ninguna conversación... nada era trivial, todo había sido corrompido por la esperanza y la ilusión de volver a despertar.
Eliseos en Leipzig
La Torre Muela
Conocido como el edificio del conocimiento, formaba parte en su comienzo de la universidad de la ciudad. Aunque más tarde, fue adquirido para otros propósitos, alquilando su lujoso espacio y equipamiento para las empresas más fuertes de la ciudad. En el piso superior se puede disfrutar de un curioso restaurante, Panorama Tower, cuyo tejado está equipado para ofrecer las mejores vistas de la ciudad. En su interior se encuentran las oficinas, sala de juntas y sala del trono del Príncipe. Por lo que la seguridad en este Eliseo es de indudable dureza.
Gewandhaus
El edificio cultural por excelencia de la ciudad de Leipzig. Se encuentra en Augustusplatz, cerca de la Torre Muela, en frente de este edifcio se admira la Opera de Leipzig como dos hermanos separados por la línea de tranvía en la enorme plaza. Cada una de las partes de la plaza posee su propia fuente, enfatizando así la metáfora del reflejo. En su interior se celebran actos y eventos de cualquier índole que requieran la mejor atención del principado. Además, destaca su enorme y bella sala de conciertos, siendo el propósito real del propio edificio. Por ella pasan a menudo las mejores orquestas de Europa, destacando el inmenso órgano del que disponen en la pared del fondo.
Moritz Bastei
Cerrando un curioso triángulo se encuentra tras el Gewandhaus el local preferido por los estudiantes de la ciudad, el Moritz Bastei. Poco puede verse a simple vista del lugar pues todo el local es un antiguo bunker reformado y habilitado para tal propósito. En su interior se encuentran desde pasillos estrechos con ecaleras hasta una gran sala que hace las veces de restaurante, comunicada al exterior por una terraza que tan sólo permanece cerrada en las altas horas de la noche. Para intentar haceros una idea del laberíntico lugar tendrías que pasar algunas noches conociendo sus rincones. Cada noche el local ofrece tres posibilidades sin contar la de el restautarante-cafetería. En la primera de las salas, la más grande, se ecuchan los éxitos más conocidos y deseados por la poca personalidad de las jóvenes masas. Una planta inferior se encuentran otras dos saldas, comunicadas ente ellas por el restaurante. En la más profunda es donde se disfruta de la música más oscura y alternativa, además de poder organizarse concierros más privados y selectos. La tercera sala es más pequeña y se utiliza para diversos usos, entre ellos como chill out, aunque por lo general suelen acudir dj´s que desean probar con la música electrónica y minimal para ofrecer si cabe, más alternativa a la noche. Este es el Eliseo más utilizado y habitual como mero entretenimiento de la curiosidad vampírica, por lo que se vigila con especial cuidado que La Mascarada siga siendo la tradición más respetada para aquellos leales a la Camarilla.