Romeo Halartfill
Descripcion: Romeo es bastante alto, mide un metro ochenta aproximadamente, y de corpulencia atletica. Su pelo es rubio, muy rubio y siempre lo lleva muy corto o rapado. Tiene los ojos de un color avellana miel. No es que se excesivamente atractico, pero le gusta cuidarse.
Historia: Romeo tiene un pasado turbio, emocionalmente hablando. la primera impresion que provoca al conocerle es que se trata de un tipo algo serio y distante. Realmente cuando se le conoce, Romeo es bastante simpatico y hace gala de un envidiable sentido del humor. Lo que sucede es que es bastante reacio a "arriesgarse" con la gente, muchos han defraudado su amistad anteriormente y a estas horas de su vida no es tan dado a entregar nada tan facilmente y mucho menos su amistad.
La madre y hermano de Romeo fueron abandonado por su padre cuando él tenía apenas 7 años y desde entonces no ha vuelto a saber de él, aunque nunca reconocería en publico que desea con todo su corazón encontrarle, para sus adentros es un deseo que le ha acompañado siempre. Quizás por este motivo Romeo nunca ha sido feliz del todo, y un aire melancolico aparece de vez en cuando por su rostro.
Alimenta esta tristeza otro recuerdo, el de Mariall. Su ex esposa que le dejó despues de seis años. El se siente enormemente culpable por ello y siempre se ha culpado de que su mujer lo dejara. Es la unica vez en su vida que ha estado completamente enamorado y aún la quiere. Sin embargo ella ha rehecho su vida y la esperanza de volver a su lado se está esfumando, y eso está matando a Romeo. Para olvidar se embarcó en la Tranquility y así darse una oportunidad a sí mismo una oportunidad, quizás la última.
Había pensado que fuera de la casa Li Halan. Pero como ya te comenté hace mucho que no ojeo el manual y ando un poco perdido.
Autor: Tom Bombadil
Fecha: 11/05/2008
Crash
Nombre conocido: "Crash", su apodo, es como la conoce todo el mundo.
Posición: Mecánica de la Tranquility.
Edad: unos 18.
Origen: desconocido.
La historia comienza muchos años en el pasado, en la época en que todavía no existían naves capaces de viajar con rapidez entre los planetas del sistema solar donde se desarrolla Firefly
Una pareja de lesbianas, que vive en uno de los planetas centrales, pertenecientes a la Alianza, decide tener un hijo y para ello recurren a un banco de esperma; donde se guarda material genético de personas con alto Coeficiente intelectual. Como resultado nace Gertrud Chow (mitad occidental por parte de su padre desconocido, mitad china, por parte de su madre) Desde pequeña se nota que será una prodigio. Aprende a leer, por sus propios medios, a los dos años y para los cuatro es capaz de resolver, mentalmente, complejos cálculos matemáticos. Su coeficiente intelectual se calcula en 230. A los 14 años ingresa a la universidad tecnológica más importante de la Alianza. (podría haber ingresado a los 10 años, pero sus madres pensaron que sería mejor que fuera algo mayor.) Allí se destaca como una de las alumnas más aventajadas en el campo de la ingeniería aeroespacial. Tanto que uno de sus ensayos teóricos llega a manos de un Cazatalentos, que trabaja para el gobierno de la Alianza vigilando los progresos de jóvenes universitarios. Impresionado por sus revolucionarias teorías, sobre sistemas de impulsión de naves a velocidades cercanas a las de la luz, le ofrece a Gertrud trabajar en una instalación militar secreta, donde las mentes más brillantes de la ingeniería del espacio trabajan en la nueva generación de naves. Allí Gertrud trabaja, prácticamente recluida, durante dos años. Conoce a Josh, un brillante científico, tres años mayor que ella, y se enamora de él. Las relaciones entre colegas están mal vistas en la organización, así que mantienen su romance en secreto. Trabajan juntos en un nuevo diseño de motor que revolucionaría los viajes espaciales.
Hacen grandes progresos, hasta que un día Gertrud descubre a Josh en la cama con otra mujer. Nada menos que la directora del proyecto en el que están trabajando. Gertrud no puede resistir el impacto. Se deja llevar por un ataque de furia y ataca a la directora, golpeándola hasta casi matarla. Es recluida en una celda, bajo vigilancia psiquiátrica. Se le realizan estudios psicológicos y se determina que sufre de una rara enfermedad degenerativa congénita, similar a la esquizofrenia, que afecta su percepción de la realidad. Josh, su amante, no es más que una alucinación. Los médicos son pesimistas. Prevén que la degeneración de su tejido cerebral la dejara en un estado vegetativo cuando cumpla los 20 años y la matará poco tiempo después. Los medicamentos que se le administran sólo pueden retrazar el proceso y controlar sus alucinaciones. Sus ataques la hacen demasiado inestable como para que se le permita deambular con libertad, pero su trabajo es demasiado importante y se accede a que continúe trabajando a través de una terminal de ordenador especialmente acondicionada. Al principio la comprensión de su estado y, sobre todo, de la inexistencia de la persona que ama, la sumergen en un estado de profunda depresión.
Se niega a comer y los medicamentos le deben se inyectados a la fuerza. La alucinación de Josh desaparece, pero con ella también se va la inspiración creativa que le había permitido progresar de forma tan rápida en su proyecto. Gertrud comienza a fingir docilidad y acepta las pastillas que le dan, para luego escupirlas a escondidas. Josh "regresa" y "juntos" logran resolver los últimos detalles del nuevo motor. Como se preveía la importantísima invención revoluciona los viajes espaciales y la colonización de nuevos planetas. Pero Gertrud, la mente más brillante del mundo, no puede gozar de los frutos de su logro. La autoría del motor se mantiene en secreto. La Alianza no está dispuesta a presentar en público a su genia demente, por temor a las repercusiones en su imagen y credibilidad. Mientras tanto Gertrud trabaja contra reloj en su siguiente proyecto: Un sistema de impulsión cuántico, que permita viajes a velocidades superiores a las de la luz. Lamentablemente justo cuando siente que está a punto de encontrar la clave que le permita alcanzar el éxito su enfermedad la reduce a un estado comatoso. A pesar de los intentos de los médicos Gertrud muere, después de seis meses de inconciencia. Otros científicos intentan finalizar su proyecto, pero sin éxito.
La Alianza se da cuenta de que necesita del especial genio de Gertrud, para poder continuar y se decide por la única alternativa: La clonación. Así nace Getrud 2. Utilizando un sofisticado sistema de transmisión de información neurológica se le implantan los recuerdos de la fallecida Gertrud original, hasta su ingreso en la organización. Lo que no pueden evitar los científicos es que la clon herede la enfermedad genética de la primera Gertrud. Cómo si fuera poco, Gertrud 2 desarrolla la misma clase de alucinación que la primera, y con las mismas consecuencias: Un ataque de rabia asesina, inducido por una alucinación. Para mayor sorpresa de los médicos Gertrud 2 también bautiza a un amante imaginario con el nombre de Josh. Pasan los años. La nueva Gertrud se dedica al proyecto del motor cuántico, pero, si bien consigue progresar mucho, no llega a finalizar su trabajo antes de caer víctima de su enfermedad. Así van pasando varios clones. Todos sufriendo experiencias similares. A pesar de todos los esfuerzos de los psiquiatras por anular las alucinaciones, el omnipresente Josh siempre hace su aparición y provoca las violentas reacciones que obligan a recluir a la Gertrud clonada del momento. En todos los casos la muerte se produce antes de que puedan finalizar el proyecto del motor cuántico.
Así llegamos al tiempo presente de la aventura. Una misteriosa organización le encarga, al capitán X y a su tripulación, rescatar a una joven prisionera en una instalación militar secreta a cambio de una cuantiosa recompensa. La joven en cuestión no es otra que la Gertrud número 13. Durante el arriesgado rescate, el capitán X da, por accidente, con un archivo clasificado que explica la historia del las Gertrud. Se da cuenta de que la organización que lo contrató pretende adueñarse del motor cuántico a través de los conocimientos de Gertrud. X decide no entregarla y ponerla bajo su protección. Huye con ella, tras un encarnizado combate con sus ex clientes. Al principio Gertrud se horrorizó de su situación y trató de convencer al Capitán de que la dejara regresar a su lugar de trabajo. El capitán se da cuenta de que ella ignoraba toda la historia de la colonización de los planetas y de la Guerra de Unificación. Gertrud comprende que ha vivido engañada toda su vida. Sus memorias parecen las de una persona que hubiese vivido hace 200 años. Finalmente, convencida de que había estado trabajando para el bando equivocado, decide aceptar la protección del Capitán. Desde entonces Gertrud es miembro de la tripulación de la Tranquility. Sus conocimientos avanzados de ingeniería espacial le han valido el puesto de la mecánica oficial del la nave y copiloto. Al igual que los clones anteriores, odia su nombre y prefiere que le llamen Crash. Un apodo que se ganó porque, las dos veces que debió tomar el mando de la nave, se vio obligada a realizar aterrizajes forzosos, que casi acaban en desastre.
Nadie en la nave conocía la historia completa de Crash, excepto el capitán. El resto de la tripulación sólo sabe que es una brillante ingeniera, secuestrada por la Alianza y liberada por X. Crash debe tomar una serie de pastillas para retrazar su enfermedad y controlar sus alucinaciones. Estos medicamentos no son comunes, y son muy difíciles de conseguir. A lo largo del año en que Crash estuvo en la Tranquility no fueron pocas las ocasiones en que el capitán X lideró operaciones para robar cargas de medicamentos, o hizo negocios con traficantes de fármacos, para obtener las drogas que Crash necesitaba. Esto levantó sospechas entre los demás miembros de la tripulación. Si bien están lejos de conocer la verdad, alguno cree que Crash es una drogadicta. De ese modo, otra excusa para su apodo serían los efectos depresivos que siguen a un "viaje" inducido por drogas, a los que se llama también Crash. Claro que nadie le ha dicho jamás eso en su cara. En el tiempo en que estuvo con el capitán, Crash desarrolló un gran afecto por él y, probablemente, sea el miembro de la tripulación más devastado por su muerte. Tiene 18. Sabe que va a morir muy pronto, todavía más si no consigue los medicamentos, que ya comienzan a escasear. No sabe como va a poder obtenerlos sin la ayuda del capitán. Está cayendo en un poso depresivo y ha jurado matarse antes de sucumbir a las alucinaciones o a un ataque de furia que ponga en peligro a sus compañeros. Para colmo el misterioso Josh (que parece ser algo más que una simple alucinación) está regresando. Sin embargo Crash tiene un trabajo en que concentrarse para escapar a sus problemas: Quiere legar a sus compañeros rebeldes la clave del motor cuántico, antes de que la muerte la reclame. De ese modo, al fin, "la escoria de la sociedad" tendrá algo con lo que combatir a los tiranos de la Alianza.
No estoy muy seguro de si Crash sabe que es un clon. Supongo que sería más dramático que no lo supiera y lo descubriera durante la aventura.
Con respeto a su personalidad, la inteligencia de Crash la hace ser extremadamente crítica con todo y con todos, de modo que puede parecer algo antipática y demasiado sarcástica. Se esfuerza por mantener la calma y parecer muy cool y despreocupada, para evitar extremos emocionales, que puedan provocarle uno de sus ataques. Esto lleva a que los demás tengan la impresión de que es muy fría, autocontrolada y carente de emociones. Sin embargo tras una máscara de frialdad y arrogancia Crash oculta un corazón muy sensible y una gran pasión.
Autor: Ogion
Fecha: 11/05/2008
Marcus Jaqs
Descripció física: Un hombre alto de constitución atlética. De poco más de 40 años, pero con el pelo ya completamente blanco.
http://stardrive.files.wordpress.com/2007/07/mcqu0...
Historia.
Militar de carrera dedicó toda su vida al servicio del ejército, donde llevó una carrera ejemplar. Sin embargo, fue herido de gravedad y estubo al borde de la muerte. De hecho, buena parte de su cuerpo ha tenido que ser reconstruido con componentes ciberneticos (si es posible en Fading Suns). Por circunstancias de la guerra (o el desarrollo tecnológico) estos componentes no le han convertido en un supersoldado. Ni mucho menos. Sus capacidades físicas, aunque han mejorado en algunos aspectos, se han visto mermadas en líneas generales. Fue relegado a trabajo de oficina y finalmente licenciado del servicio activo.
Desencantado por el trato recibido en el ejército, al que había dedicado toda su vida, buscó trabajo en una nave civil, donde apreciaran más su trabajo y su dedicación.
Aunque ya no le dejan pilotar naves de combate, pues dicen que su cuerpo no podría soportar los constantes cambios de gravedad de una nave en combate, sigue siendo un buen piloto.
Y tampoco le hará ascos a cualquier otro trabajo. Ahora no busca una carrera brillante, sabe que no sirve de nada. Sólo un lugar donde encajar, algo por lo que seguir luchando... ¿Tranquility, quizás?
Autor: DracoPyrofer
Fecha: 11/05/2008
Arnold Blevins
¿Qué puedes hacer cuando no eres más que el hijo de unos pobres campesinos y tu madre muere al darte a luz y tu padre enferma cuando no eres más que un adolescente y sigue sus pasos? Éso fue lo que le ocurrió a Arnold Blevins, un joven anodino que no sobrelsaldría entre la multitud si no fuese por ese brillo de inteligencia que dejan entrever sus ojos marrones. Piel blanca, pelo castaño, estatura y complexión medias... un tipo cualquiera si no fuese porque desde joven aprendió a vivir en las calles. Los primeros años fueron duros... dormir en un callejón estrecho agarrando con fuerza su enclenque navaja muerto de miedo ante los ruidos de la noche, pensando que haría cuando llegase el frío; aprender a buscar en los tramos viejos de alcantarillado un refugio del gélido viento; robar para comer, robar para conseguir una manta, aprender a vivir en las calles, aprender a defender su sitio y usar un puñal rezando para no tener que ponerlo en práctica demasiado a menudo. La calle lo curtió, poco a poco fue aprendiendo a sobrevivir con algunos robos y trabajos de dudosa legalidad y así fue conociendo a gente del mundo del hampa y mejorando su situación.
Entrar en una casa con buen aspecto, robar algo de dinero, joyas o en los peores caso incluso chatarra, intimidando a quien hiciese falta si era sorprendido y se interponían en su camino pero procurando no dañar gravemente a nadie... la calle no lo había convertido en un monstruo sin moral, preferia el sigilo a la fuerza y si la cosa se complicaba siempre habría otro trabajo en el futuro en el que no hiciese falta derramar sangre, aunque siempre es verdad que un hombre ha de saber defenderse por la situación se pone complicada. Cuando se quiso dar cuenta se había convertido en un apuesto mozo que intentaba ligar en un pub riéndo entre jarras de cerveza costeadas con su último trabajo. Se había acostumbrado a su estilo de vida siempre con líos con la justicia, había vencido a la adversidad y la ilusión de la juventud no había podido ser enterrada del todo.
Así pasó unos años, viviendo de trabajo en trabajo con lo justo para vivir y un poco de alegría de vez en cuando que él creía que compensaba las preocupaciones por la persecución por parte de la ley hasta que un trabajo salió mal y la policía estaba sobre sus talones. El joven Arnie pidió ayuda entonces a todo aquél que conocía en los bajos de la ciudad hasta que dió con alguien que le ayudó a salir de la ciudad oculto en una nave mercante hasta un planeta no tan remoto como el suyo donde podría econtrar más naves que lo llevasen a donde desease, aunque... sin familia, sin referencias, apenas sin dinero y siendo un conocido habitual de las fuerzas de la ley de su ciudad natal ¿dónde podría ir? ¿cómo podría establecerse en ningún lugar? ¿cómo podría incluso pagar un pasaje hasta allí? quizá ser parte de alguna tripulación que respete el pasado de las personas sea la mejor opción por el momento
Autor: Danm
Fecha: 12/05/2008
Victor Mulienksy
Descripcion
Es una persona alta de aproximadamente 1.85, pareciera tener alrededor de los 35 a 40 años, su contextura fisica no es su aspecto mas fuerte, pero igual se mantiene en forma.Tiene los ojos de color marron al igual que el pelo, y desde hace unos años se dejo crecer la barba porque alguien le dijo una ves que eso le daria mas caracter.
No es una persona amigable al principio, pareciera ser frio y precizo con sus palabras, no suele demostras emociones delante extraños ya que lo considera una debilidad pero tiende a tener un caracter mas llevadero con sus subordinados o con los que el elije rodearse.
Historia
Desde chico siempre quiso tener su propia nave con el sueño de volar e ir a donde quisiera. Su infancia ademas de pasarcela soñando se la paso abordo de un crucero de batalla que despues de haber servido en la guerra se usaba como linea de defensa. Su padre era uno de los mejores mecanicos abordo y eso lo llevo a ganarse una reputacion propia. Mientras su padre trabajaba Victor recorria la nave todos los dias, y siempre le preguntaba a algun tripulante que estaba haciendo, y se le podia enseñar.
Queria aprender todo lo que pudiese acerca de naves y como funcionaban jamas llego a saber de mecanica como su padre, pero en cambio aprendio a ser lider, de observar al capitan dar ordenes ala tripulacion, como por ejemplo en las practicas de combate simulado.
El capitan, Maximiliam Strauss, era un hombre bastante viejo y ya se habia acostumbrado a la presencia de Victor que daba vueltas por la nave preguntando a todo el mundo.
Con el paso del tiempo el Capitán le tomo bastante aprecio al chico ya que lo veia muy dispuesto a aprender y a convertirse en capitan el tambien. Durante años le enseño todo lo que podia, desde tacticas y estrategias hasta historias de guerra, pero a medida que Victor crecia, el capitan envejecia aun mas, hasta que un dia fallecio debido a eso.
Maximilian le habia tomado tanto cariño a Victor, y sabiendo de que su tiempo se acortaba habia echo arreglos para que el fuera admitido en la Escuela de Instruccion Aerea.
Años mas tarde se graduó con honores y ya era oficialmente un Capitan al igual que su mentor.
Autor: Crazy Ivan
Fecha: 12/05/2008
Roy Vagner
Descripción
Un hombre de tranquilo temperamento y un ser comprensivo, es bastante estricto y obediente, por lo que espera lo mismo de sus subordinados. Fisicamente esta dentro de los parametros normales. Mide unos 1, 78 cm y pesa 72 kg. Es morocho con el pelo corto bien cuidado y de ojos negro. El sexo opuesto se ve atraido por el muy seguido.
Historia
Hijo de un padre militar, por ende muy estricto. Su nave fue derribada por unos piratas spaciales, lo que dejo marcado a Roy... por eso decidio seguir sus pasos, se cambio de colegio a uno militar asi poder empezar desde pequeño. Una vez graduado estuvo unos años realizando varias misiones hasta hacerse de valiosos amigos. Con el transcurso del tiempo algunos de estos fueron siendo dados de baja, por lo que cada vez se sentia mas solo. Un dia fue presentado con un capitan y este le comento que tenia una vacante como primer oficial y se la ofrecio. Como en ese momento no tenia nada que hacer, acepto y es asi como ha llegado aqui...
Autor: Wanna89
Fecha: 12/05/2008
Kimiko
Descripcion Fisica: kimiko es una chica asiatica con el pelo moreno que lleva suelto a la altura de los hombros. Normalmente viste un mono de trabajo con la chaqueta atada a la cintura.
Historia: kimiko nacio en un pequeño planeta, en un rincon de la galaxia olvidado de la mano de dios. Hija unica, kimiko ha tenido que madurar muy rapido ya que ha tenido que ocupar el lugar de su madre, que murio al darle a luz, en algunos aspectos. Es bastante dominante y le encanta que la gente le haga caso cuando habla, aunque tambien es una chica soñadora que en muchas ocasiones da la sensacion de que tiene la cabeza en las nubes. Debido a que es hija unica su padre la educo con las historias de cuando era piloto, por lo que en cuanto tuvo ocasion se enrolo en la primera nave que salia del sistema dispuesta a conocer otros mundos como lo hizo su padre.
Echale un ojo en cuanto puedas y si ves alguna cosa que flojee o lo que sea avisame.
Autor: Mugas
Fecha: 15/05/2008
Ashe Mackenzie
Los confines del universo ocultan muchos misterios, pero los mas temibles y sorprendentes son los ocultos en las profundidades de la humanidad.
Mi nombre es Ashe Mackenzie o al menos lo es por ahora.
Aún recuerdo el comienzo de mi historia, una historia plagada de mentiras y persecución.
Nací en una ciudad cercana a la frontera... constantemente asediada por bandidos.
A la edad de 14 mate por primera vez, en defensa propia, lamento decir que las siguientes muertes de las cuales fui responsable en mi vida quizás no hayan sido tan claras como esta. Pero llegado el caso uno pierde la cuenta.
Hubo un momento de mi vida en el cuál intenté ser alguien productivo y prolífico... salió todo mal.
Muerte dolor y abandono me acompañan donde voy.
Hice amigos en mi destierro, amigos de uno u otro tipo, aún recuerdo a Patrick. Buen muchacho, Irlandés, de temperamento imflamable.
En esa época me ganaba la vida como cocinero en una taberna lejos de los ojos del mundo...
Poco duró mi tranquilidad...
Recuerdo mis primeros años en la escuela aeronaval y las lecciones impartidas en mecánica, Abandoné rápido, no sin antes aprender algunos conceptos básicos que me permitieran ganarme la vida.
Ganarme la vida.... una forma de decirlo ....
En las guerras de las colonizaciones participé como ayudante de enfermería, no me gusta mucho estar en la primera fila y ciertamente en aquel momento estaba atravesando una faceta egoísta, hoy quizás luego de ver a aquellos valientes, lamento no haberme comprometido con mi vida a la causa. Verlos morir no es mas sencillo que morir a su lado.
Aprendí...
Pistolero, Cocinero, Mecánico, Enfermero, nada que me defina, mucho por comentar...
Los sistemas de información se vuelven cada vez mas complejos, intento aprender a repararlos ... alterarlos ... pero el nivel de desarrollo me gana .
A medida que los años pasan ... es mas dificil ocultarse en la muchedumbre, opto por salir del los círculos planetarios principales...
Es más salvaje aquí fuera...
Patrick muere, victima de su propio orgullo ... un duelo al amanecer y una conjetura que se vuelve certeza. Podemos morir...
Patrick lo hizo, a la edad de 322 años.
Yo huyo constantemente de las cámaras , registros y planetas desarrollados...
Nací en Texas en el año 1796 , y sigo vivo, no se porque extraño juego del destino.... quizás como testigo indeleble del paso del tiempo, o algún truco genético, hace tiempo que perdí la capacidad de análisis al respecto y las ganas de averiguar por qué.
Lo único que sé es que debo mantenerme oculto y en movimiento , si me cortan sangro si me hieren muero... pero nunca envejezco...
Cerca he estado de ser capturado... no se si quedan mas de los míos, eso al menos me daría la esperanza de encontrar un acompañante y los años serían más fáciles...
Verlos morir... eso es lo mas dificil ...verlos morir es lo que más me duele.
En este lugar he encontrada un ato de incorregibles delincuentes, nada de lo que asustarme, pero luego de siglos de peregrinar he vuelto a encontrar esa calidez que solo en la camaradería y la amistad existen.
Se que me dolerá verlos envejecer y morir...pero considerando nuestra forma de vida, es muy probable que eso no ocurra...
Refugiado en este frío casco en la inmensidad del universo huyo del peor y mas fiero depredador que he conocido en siglos... la humanidad...
Autor: Vidal
Fecha: 15/05/2008
Descripción física:
Hombre, 1,63, de unos 24 años de edad. Complexión algo demacrada pero robusta. LLevo ropa cómoda como unos pantalones sencillos de color verde oscuro con sus típicos bolsillos. Una camiseta de manga corta con tonos rojizos y una chaqueta amplia de color marrón. Mi peinado siempre anda revuelto, los ojos marrones con una nariz y boca medianos, orejas algo cortas.
Historia:
Nacido en una familia adinerada (ya sean empresas en propiedad, inversiones fructíferas, tratos con organizaciones criminales, colonización del espacio, lo que se te ocurra). Nunca me lleve bien con mis padres que constantemente me decían que tenía que hacer honor a mi apellido y continuar los negocios que me dejaran a cargo. Pero el espacio siempre atrajo mi atención y no los absurdos motivos que se me daban a lo largo de mi vida. Sabía que quería la libertad y lograr salir de un ciclo charlas-educación-familia totalmente ajeno a mi voluntad. En repetidas ocasiones ocasioné conflictos en mi entorno pensando que asi podría salir de aquel mundo absurdo para mi, sin embargo siempre me caia una buena reprimenda y continuaba aquel maldito infierno...
Un día monté una escapada con un buen amigo mio que congeniábamos muy bien porque nos entendiamos mutuamente, ambos deseábamos la libertad, mientras que yo estaba encerrado en el aprendizaje, él estaba aislado del mundo e introduciéndose en círculos marginales de la sociedad de los que quería salir. Juntos organizamos un plan de huida a los 20 años de nuestra edad.
Autor: Sertor
Fecha: 19/05/2008
Nombre: Iakka
Raza: Gannok
Profesión: Aprietatuercas.
Descripción: Como cualquier gannok Iakka tiene aspecto simiesco. Aunque realemnte no lo necesita debido al tupido pelaje, suele llevar un mono de trabajo naranja, y un gorro parecido al de los pilotos de la primera guerra mundial, solo que las gafas son para la soldar. En un cinturon y algunas colgadas a la espalda lleva gran cantidad de herramientas.
Su pelaje es marrón oscuro y se recorta el pelo de la zona de la cara para que parezca que lleva una pequeña barba de chivo
El espacio. Mi patio de recreo. Menos nacer, cualquier otra experiencia vital de mi vida ha sido en el espacio. No se como puede estar nadie encerrado en un solo planeta. Me dicen que tuve suerte, por que mis padres trabajaban en aquella nave. Menuda tontería, si quisieran estar aquí arriba solo tendrían que pelear un poco por conseguirlo. Nada de lo que sé, nada de lo que he hecho, me lo han regalado. Mi nombre es Iakka, soy un gannok, y mi casa son todas las estrellas.
Nací en Bannockburn. Aunque a pesar que la mayor parte de los míos están allí. Odio aquella roca, quizás sea por los simbiontes o saber porqué. Bueno, Bannockburn ya no importa, hace años que no paso por esa roca. Cuando acababa de nacer mis padres consiguieron trabajo en un gran carguero de un señor feudal. ¿Cuál? Todos son iguales poco importa su nombre o su casa. El caso que aquel sitio era enorme, el tío transportaba grano y otras cosas en enormes cantidades, la Esperanza Solar no era una gran nave pero era eficiente, y desde que mis padres. Yo crecí entre sus motores, acceder a cualquier otro sitio de la nave estaba prohibido, aunque para un pequeño gannock revoltoso entrar por los conductos de aire a donde le apetezca era bastante fácil.. Podía llegar donde quisiera, hasta cogía cosas del camarote del capitán. Cuando mis padres podían concentrarse en mí me enseñaban como funcionaba todo y comenzaba a enseñarles. Pasé en aquella nave buena parte de mi niñez.
Cuando la nave atracaba en un planeta o una estación espacial mis padres y yo buscábamos a la comunidad gannok. Era cierto lo que decían los humanos estábamos por todas partes. Me gusta reírme de los humanos cuando se quejan de esto, les digo que en breve les habremos conquistado y seremos nosotros los que nos quejemos de las aburridas comunidades humanas.
Cuando ya era joven ya habíamos cambiado de nave un par de veces. Aunque mis padres querían mas tranquilidad y consiguieron trabajo en una estación espacial. Y yo... cuando me quise dar cuenta me enrolé la Gau-garin, siguiendo a una preciosidad con el pelo rizado junto las mejillas. Ni me despedí de mis padres. Luego les mandé un mensaje, pero creo que no me culpan. La Gau-garin era una nave sobre todo dedicada al contrabando. Hacía muchos encargos para la asamblea y los carroñeros. La gannok que me hizo enrolarme en aquel infierno se llamaba Yaileera. Era una chica encantadora, podría haber pasado mi vida con ella. Y digo podría. Tras un tiempo en la nave La Asamblea nos mandó recoger un “envío”, maldita sea no recuerdo ni a qué planeta. El envió eran niños. Humanos en su mayoría, un obun, y la que ellos llamaban “la joya de la corona” una joven vorox. Yailieera y yo normalmente nos daba igual que cargaban y con quien trataban pero esta vez... algo nos hizo se nos revolviera el estomago. Quizás eran los aullidos de la vorox durante la noche. Yailieera la cogió cariño cuando no la vigilaban trataba de calmarla y robaba comida para que estuviera fuerte. Nos aceptaba mejor que los humanos, yo siempre pensé que al igual que yo la joven vorox apreciaba el hermoso pelaje de Yaileera. Y fue ella, mi hermosa compañera la que me metió en el peor lío de mi vida.
Estábamos a dos días de llegar a nuestro destino y ese era el momento. Teníamos que hacernos con el control de la nave. Yaileera y yo podíamos movernos con libertad por toda ella. Cogimos anestésicos y tranquilizantes de la enfer... bueno llamar aquel armario, enfermería, es un favor que no le voy a conceder. Habíamos modificado los conductos de ventilación y habíamos hecho un bypass de los controles de la nave a la sala de los motores. Teníamos nuestro propio puente oculto. Íbamos a tomar la nave y ellos nunca se darían cuanta... Si todo hubiera salido como debía. Atacamos en el turno nocturno. Primero pusimos todos los anestésicos y tranquilizantes en el conducto de ventilación para que se dispersara por las habitaciones de la tripulación. Las modificaciones que habíamos hecho nos permitía aislarlos a la perfección del resto de la nave. Nos movimos rápido no sería tan fácil con el resto, necesitábamos ayuda, músculo. Liberamos a la vorox, estaba furiosa y a pesar de ser aun joven en distancias cortas era más que un peligro para cualquier humano. Yo estaba en la sala del motor, empezando a quitarle controles al puente, comunicaciones, impulsores, armas, todo. Yailieera haría las cosas más en persona. Yo no podía saber que pasaba oía disparos y la vorox rugía con fuerza, pero eran rugidos diferentes a cuando estaba encerrada, ahora disfrutaba. Tras un rato todo se calmó, espere a que vinieran tal como decía el plan, pero nunca lo hicieron. Harto de esperar comencé a recorrer los pasillos. Algo había pasado, no había sellado la entrada. La selle esperando que no hubiera salido nadie. Llegue al puente, había sangre por todas partes y la alerta de perdida de presión estaba encendida. Había 3 humanos muertos y sobre ellos la joven vorox. Junto a la silla del capitán yacía Yaileera había usado su ropera con ella acertándola en el cuello, había muerto ahogada. La vorox tenía muchas heridas, de bala, de espada. Estaba bañada tanto en su sangre como en la de los humanos. Bajo ella estaba el capitán, aun moribundo. Apenas mantenía la conciencia, la vorox le había hecho mucho daño, tenía heridas en la cara y le faltaba el brazo derecho. Bueno más que faltarle estaba tirado a un metro sujetando con fuerza la espada. La vorox me había quitado buena parte de la venganza pero lo pude rematar con un destornillador. Aquel día aprendí que la venganza no daba ninguna satisfacción.
El resto de los niños estaba bien. Los liberé y lo primero que hicieron fue acabar con casi todo lo que había en la despensa. Soy un patán, pilotando y tardé bastante en cambiar el rumbo de la nave para ir un lugar seguro. Nos interceptó una nave patrulla de los Hawkwood. Creo que si no fuera por los niños que me rodearon cuando abordaron ahora o estaría pudriéndome en una oscura celda, o muerto por una de sus armas.
Me dejaron en planeta donde tenían su base. Confiscaron la Gau-Garin. No me quedé más de lo necesario en aquel sitio. Es fácil conseguir que los humanos te contraten. Sabemos tanto como los miembros del gremio ingenieros pero no tienen los problemas que tienen con ellos.
Desde la muerte de Yailieera he estado en varias naves, incluso fui a ver a mis padres. Allí siguen en la estación espacial, estuvo bien. Pero como dice mi madre soy de “culo inquieto”. Siguiente nave, siguiente destino. Perdí lo que más quería. Pero el universo es grande, hay mucho que ver, mucho que hacer. El espacio es mi patio de recreo.
Autor: Vorh
Fecha: 23/05/2008