Partida Rol por web

Había sido un trato provechoso, para variar, y la tripulación de la Tranquility celebraba su éxito de la forma habitual ya en ellos: en el comedor de la nave, con comida y bebida.

El ambiente era relajado como ocurría siempre que los planes salían bien. Con lo que habían sacado por la mercancia en Istakahr tenían para vivir un tiempo, aunque eso no quitaba para que fueran abriendo los ojos en busca de nuevas oportunidades.

La Tranquility se encontraba atracada en el puerto espacial de la capital, donde podían permanecer otras doce horas gracias al generoso pago realizado por Vincent Lang, su último cliente. Fuera, el sol se ocultaba en el horizonte, ajeno a la conversación que tenía lugar dentro de la nave.

Estaba bastante contento por la recompensa de la última misión, y el gremio también en cuanto supiera que había recuperado una llave. Además que les permitiría salir de aquel sistema sin tener que contar con ninguna otra nave, incluso con suerte sacar algo de dinero si alguien quería cruzar con ellos. No le importaba pasar meses en el espacio y lo había hecho en su anterior nave, la cual tenía bastantes menos comodidades que esta.

Pocas cosas le recordaban la Tranquility a la Phoenix Soul. El tamaño, el propósito, y que sus dos únicos tripulantes ya la hacían angosta. Pero aquella era su nave y maldita sea la echaba de menos. Aunque también echaba de menos a su artillera.

Intentó apartar sus tristes pensamientos de su cabeza, y aunque estaba acostumbrado a pasar largo tiempo en el espacio sin pisar tierra firme, sería una estupidez no aprovechar el tiempo disponible en tierra.

A pesar de tener un camarote, como otros muchos días había estado descansando en una hamaca que había colgado del techo de la cabina. Al principio a Sabana no le gustó aquella modificación a la nave. Pero Hal había conseguido convencerla que si ocurría algo mientras dormía no había manera más rápida de estar en su puesto. Saltó de la hamaca y se puso la ropa de calle, se ajustó la ropera de taza al cinturón y el revolver en la funda sobaquera, había encontrado aquella extraña funda hacía ya años entre un montón de retales de cuero de un compañero del gremio. Fue al comedor esperando encontrar allí a los demás. Hubiera cogido algo de comida, pero prefería ir fuera comer algo más fresco.

-Ojala todas los trabajos estuvieran tan bien pagados como este.- Dijo mientras estiraba los brazos. -¿Hay a vistas algún otro trabajo o tenemos un rato para disfrutar de tierra firme?

De hecho Hal os iba a proponer is a la ciudad a tomar algo, quizas cenar. digo esto mientras observo los ojos de la tripulación.

Hace tiempo que no pisamos tierra, hace tiempo que no tenemos dinero y que ambas situaciones se den a la vez merece una pequeña celebracion.

Ashe se tomó la nariz masajenado entre los ojos, el dolor de cabeza estaba dejandolo tranquilo por suerte. De nada servía diezmar las reservas médicas de la nave...

Como siempre la idea de bajar a tierra no era de su agrado, pero era útil a la hora de conseguir algún saldo de medicinas extras para la Tranquility.

Cap... perdón ... Sabana...quizás alguien deba quedarse en la nave... usted sabe ... por seguridad...

Intentado centrarse y no dar de largas ... mientras la bella capitaa lo taladraba con su mirada.

Si encuentran algun puesto con artículos médicos, podemos visitarlo luego, antes de partir, no hace falta que los acompañe...

Como todos en la Tranquility el Dr poseía un pasado, el cuál no le interesaba reencontrarse... quizas por su bien... o quzás por el de otros ...
Y en parte por de ello estaba siempre serio, dolido, alerta, siempre atento a sus compañeros, pero a su vez tan reservado, como si en su interior atesorara un monstruo dispuesto a deborar todo lo sagrado de su existencia...

Alan sale de su tétrico camarote con los ojos enrojecidos y aspecto de haberse pasado las últimas 12 horas en el ferrocarril de la cuenca minera de Astropol - VII. Aparece en el comedor silenciosamente como un vampiro acechante.

Murmura un saludo, casi un gruñido incomprensible, y se estira. Escuchais con repelús como crujen las vértebras de su columna vertebral mientras endereza su maltrecha espalda.

Se apoya en un mamparo y espera a que la capitana responda a Hal e indique el plan.

Istakahr. No es como la recordaba. Supongo que ha cambiado. O tal vez he cambiado yo. Cuando estube aqui tenía otros objetivos. Era otra persona

El primer oficial estaba perdido en sus pensamientos mirando la ciudad que se habría ante ellos. No pareció reaccionar cuando habló Hal, sin embargo, cuando lo hizo Sabana, la capitana, se volvió de inmediato, olvidado ya el paisaje. Sin embargo no dijo nada. Aunque sí contestó al doctor.

Su dedicación es loable, doctor. Consciente de la aprensión del doctor a salir de la nave, le siguió el juego. Todos le agradecemos que se ofrezca voluntario para cuidar de la nave. Le traeremos algo. Dicho esto, volvió su atención hacia la capitana, esperando.

Repaso con la miradas el resto de la tripulacion parece que todos estan de acuerdo.

Bien si nadie tiene nada mas que decir podemos ir a tomar esas cervezas en alguna tabernay cenar un poco. Acto seguido me levanto de la mesa del comedor a la espera de que los demas me sigan.

Arnold apareció poniéndose una camiseta sin mangas, seguramente había estado haciendo su tabla de ejercicios diarios y acababa de asearse. Al entrar escuchó las palabras de la capitana y no puedo evitar exclamar:
¿He oído cerveza? Ésas son la clase de órdenes que me gustan. Esperad que coja una chaqueta y eso...- comentó refiriéndose al hecho de que sentiría más seguro en tierra portando un revólver por lo que pudiera ocurrir, estaba lejos de su planeta y en teoría aquí nadie lo perseguía pero se había acostumbrado a la vida del fugitivo y las armas siempre le daban seguridad.

Ashe despidió a sus compañeros y se dirigió a la enfermería. Si iba a necesitar suministros sería mejor hacer inventario y ver que hacía falta.

Se puso manos a la obra.

El Dr. Ashe se quedo solo en la Tranquility, el silencio reinante en el casco cuyos motores permanecian apagados dejaba oir sus pasos retumbar por los pasillos vacios.No es que hicieran mucho ruido,pero ese leve zumbido de la nave en movimiento no estaba. Solo el eventul crujir de placas de metal del casco contrayendose y acomodandose a la despresrizacion y enfriamiento.
Tranquilo se dedico a realizar el inventario de los suministros medicos y si tenia tiempo tambien revisaria el estado de las provisiones alimenticias.

Intentando mantener un canal de radio abierto con el resto de la tripulacion por si ocurria algun problema. Y asegurando las puertas del casco se retir a realizar sus queaceres.

Caminaba y contra su costado el baston aturdidor golpeaba ritmicamente observo su radio y sonrio para sus adentros, habia formas mas directas de saber si la tripulacion se metia en problemas. Pero no queria abusar, aún latian en sus sienes las jaquecas consiguientes del abuso de sus capacidades.

La tarea de hacer el inventario de la enfermería mitigaba el martilleo en la sienes de Ashe. Esperaba que sus compañeros pudiesen hacer una visita lo suficientemente larga como para encontrar algún puesto bien surtido de material médico. La idea que le estaba rondando era pasar por el comunicador al la capitana una lista de lo que se necesitaba... si conseguía que lo comprasen ellos mucho mejor para el.

La sensación de estar solo en la nave le generaba tranquilidad... ¿quizás por eso se llamaba así?, quién sabe.

Tras un tiempo descansando, la mente empieza a barruntar sobre las posibilidades de ahí fuera... No hay arrempentimiento en la decisión de quedarse en la nave... pero si hay curiosidad. "No he mirado si tienen los comunicadores encendidos, creo que es un buen momento de hacer ronda a ver que me dicen"

Ashe se hacerca a la cabina, se sienta en el sillón del piloto, se pone los cascos, acciona el interuptor de ON... y con voz fuerte dice:

--"Uno, dos, uno, dos... a ver ¿quién quiere una tortillita de ansiolíticos para la cena?, los tengo baratitos... porque los estimulantes solo puedo ponerlos vuelta y vuelta..."

Tras esto, con gesto burlón esperá a ver quién responde... "Me apuesto a que es Hal, no creo que le haga gracia que esté jugando con sus cosas sin su permiso"