Partida Rol por web

Los agujeros de gusano son caprichosos e impredecibles, se suponen que están y luego no están... o tal vez siempre están y son los demás los que no lo están... el caso es que les gusta dar vueltas y vueltas y enredar las cosas... por eso nunca se sabe donde se puede llegar a través de ellos...

Dejó que Clara cogiera el destornillador y apuntara a aquella grieta en busca de resultados. Pero lo que dijo tras consultar aquel aparatejo hizo inmediatamente torcer el gesto del Doctor creando un rictus de preocupación.

Una grieta que en realidad es una agujero de gusano transtemporal... No tiene sentido, eso no puede ser, solo yo... No, no quedan más señores del tiempo, yo mismo me encargué. Entonces...

-No, no pasa nada.-Respondió de manera automática como un recurso bastante pobre. Enseguida se dio cuenta por la cara de Clara, que parecía pedirle una respuesta mejor. Tendría que intentarlo-Quiero decir, es extraño. Ese agujero no debería estar ahí. Tenemos que inspeccionarlo con calma. Permíteme.

Cogió el destornillador de las manos de su acompañante, y él mismo apuntó hacia la brecha intentando encontrar más respuestas.

–¡Espera!¡Espera! ¿Un agujero extraño no es nada? Y no entenderé mucho de esto, pero transtemporal suena a una de esas cosas de viajar por el tiempo. ¡Doctor! Más te vale...– la joven había levantado el dedo amenazadoramente hasta dejarlo a un palmo de la nariz del Doctor. Pero al no tener nada demasiado bueno que añadir simplemente bufó con resignación– ESO. Más te vale eso.

Con un mosqueo encima que hubiese servido para alimentar varias generaciones de sapos de un estanque mediano, Clara se puso al lado del Doctor, esperando a recibir más información mientras contemplaba la grieta con extrañeza.

Un escalofrío empezó a recorrer la columna vertebral de Peter, cuando el destornillador mostró los resultados del análisis de la anomalía.

Una anomalía donde se mezclaban las dimensiones, el espacio y el tiempo. Estoy viejo para esto pensó cuando su cabeza comenzó a analizar y pensar en las posibilidades que algo así podría tener en si mismo y en el resto del universo, del multiverso, del multiverso universal o como diantres se llamará aquello.

Peter solo sabía una cosa y es que aquella anomalía no ser iría por si sola y que debía investigar que demonios había detrás de aquello por mucho que no le apeteciera.

Gallyfrey le debía unas vacaciones de eso no había duda, así que maldiciendo entre la resignación y la impotencia el doctor se preparó para un viaje a lo desconocido.

Matt intentaba concentrarse en sacar información de aquello, mientras Clara insistía en seguir hablando. Desvió su atención por unos instantes, de nuevo, hacia su compañera, para tratar de explicarse un poco mejor.

-Tienes razón, no es que no sea nada. Desde luego, es algo. Y es algo serio. Por eso intento comprender lo mejor posible qué demonios está pasando.

Y volvió a levantar el destornillador, concentrándose lo máximo posible para escudriñar los entresijos de aquella grieta. 

- Transtemporal Jo, transtemporal - le repetí pacientemente a la vez que reía levemente por la imposibilidad de mi ayudante por pronunciar esta clase de tecnicisos.

Me encantaba ver como seguía siendo tan valiente como siempre, pasados los primeros instantes de incertidumbre ella estaba dispuesta a seguir ayundandoe en todo lo posible, de hecho sus conclusiones fueron muy acertadas lo que hacía que me sintiese orgulloso de ella cada vez más.

- Ah, que haría sin tí querida Jo, eres muy suspicaz con tus conclusiones - seguí intentando descubrir qué era lo que pasaba y plantear un criterio de actuación.

- Si no es un encargo en sí está claro que relacionado con los Sres. del Tiempo está vinculada esta grieta dimensional, pero ahora nos toca descubrir si es una amenaza o por el contrario una petición de auxilio. Igualmente en la TARDIS estamos salvo, nadie podrá entrar aquí -

- ¿Por las dudas preparo el abrigo de lana o el bikini? - 

Por supuesto la respuesta llegó luego de la oferta de la bolsa de gominolas, porque la respuesta obvia recae en el inusual llamado de los “Señores del Tiempo”. ¿Pero sin contacto telepático previo? Es posible que la respuesta sea “Ninguna de las anteriores”.

- Ni el abrigo ni el bikini mi valerosa Sarah, porque no hay tiempo de los “Señores del Tiempo”. Solo hay tiempo para una cosa, y es esta. -

La acción siguiente del Doctor es girar sobre sus talones, principalmente para asir su sombrero del perchero, y por ultimo acabar en la misma posición donde comenzó su pirueta. Luego guarda su destornillador sonico y acomoda su sombrero en su cabeza.

- Supongo que no debemos hacer esperar a nuestro anfitrión, que demasiadas molestias ha tomado para … ¡bueno, para esto! - su frase parcialmente acaba con él saltando hacia el interior del agujero de gusano transtemporal. Y a medida de cae dentro de la brecha en el tejido de la realidad se puede oír al Doctor diciendo…

- ¡Ayo Silver! -

Y ahora es cuando todo surge de repente, donde nada se puede decidir mientras el Doctor lleva a cabo la acción y Sarah como fiel compañera, detrás de sus pasos estará. Así que sin mayores respuestas más que algunos gestos perdidos en cada facción de su rostro, se arrepiente del bikini a lunares que trajo y tras coger su chaqueta, avanza sin pensarlo demasiado. 

- A donde digas, siempre adelante. - responde divertida, ansiosa y porqué no emocionada. 

Que sea lo que el tiempo y el destino quiera, total, la mente de aquel doctor es tan impredecible como la misma realidad en la que vive. Todo sea por un instante divertido, por conocer, explorar y demás cuestiones. 

- No es muy propio del protocolo dejar esperando al anfitrión, aunque me pregunta... ¿Cuándo me regalará una bufanda parecida? Los colores combinan tan bien... -  comenta sonriendo, quizás se había ido muy arriba con los pensamientos. 

El doctor, ni corto ni perezoso sacó su destornillador sónico del bolsillo de la chaqueta donde siempre lo guardaba y lo accionó delante del agujero de gusano para analizar los datos, quizás se pudiera sacar algo más en claro...

Entonces el pequeño ingenio gallifreyano tras unos instantes de zumbidos comenzó a ofrecerle respuestas al doctor, estaban empezando a darse movimientos a través del agujero, varios objetos se habían movido de una puerta a otra, pero lo más curioso de todo es que dichas puertas estaban muy ligadas a él... o más bien a su línea temporal... una línea temporal de su futuro ¿Qué quería decir esto? ¿Que los agujeros conectaban con otras TARDIS, sus TARDIS? entonces ¿Eso significaba que podría verse a sí mismo... o varios sí mismos? Al rememorar la reciente aventura con Omega, recordó como conoció a su anterior cabeza, la que tocaba la flauta y tenía pinta de payaso ¿De verdad le apetecía verse a sí mismo? o... ¿el asunto era tan grabe que los señores del tiempo habían vuelto a recurrir al doctor... pero vía doble? aunque en este caso, parecía ser por vía quíntuple... demasiado, para su gusto.

En esas estaba cuando una voz, totalmente desconocida para él le llegó a sus oídos con motivo de la acción del destornillador.

- ¡Ayo Silver! -

El doctor temió por un instante que alguien pudiera personarse en su TARDIS, sin embargo lo único que le llegó fue la confirmación de que alguien había pasado de una puerta a otra, seguida de otra persona... porque eran dos el número de personas que había utilizado el agujero... eso y... dos objetos más, habían ido a parar a otras dos puertas... algo líquido y... ¿una bola de papel? ¿Qué era todo aquello? Un concurso de lanzamiento.

Si algo podía definir al doctor era "impredecible", unas veces era capaz de obrar con absoluta cautela, otras... la mayoría de las ocasiones, lo hacía de manera casi temeraria y a lo loco... o al menos eso era lo que parecía al resto de los mortales, puesto que a fin de cuentas lo que había hecho era abandonar la TARDIS sin llegar a terminar de comprobar las cosas, o quizás lo había visto tan claro todo como el agua. El caso es que bajo su propio grito de guerra, se internó en el agujero de gusano dejándose succionar por aquel fenómeno creado por sus congéneres. Lo divertido de todo aquello es que no sabía donde iba a terminar pero eso era precisamente lo emocionante. Mientras volaba con la bufanda hondeando entre el torbellino azul, sujetándose el sombrero para no perderlo... percibió a Sarah detrás suya, le había parecido escucharla decir algo antes de que lo siguiera, pero tampoco podía estar seguro.

Entonces temió que ambos terminaran en dos puertas distintas, aquella era una buena posibilidad teniendo en cuenta que aquel agujero se bifurcaba en varias direcciones, así que para evitarlo le lanzó una parte de su bufanda, al menos ambos debían caer juntos en el mismo lado, al fin y al cabo ella estaba bajo su protección.

Mientras el doctor examinaba y "requeteexaminaba" la grieta de su TARDIS, algo comenzó a cambiar en el agujero de gusano, puesto que empezó a bribar y cambiar de tamaño, haciéndose más grande y hasta brillando, el instinto del señor del tiempo fue echarse ligeramente hacia atrás, aquello sólo podía significar que algo o alguien estaba entrando.

Y la respuesta no se hizo esperar, del agujero transtemporal fueron escupidas dos formas humanas... un hombre y una mujer enredados en una bufanda extralarga de colores, él hombre se estaba sujetando el sombrero con una mano mientras que con la otra parecía querer asegurarse de que la joven mujer, que tan buenos sentimientos le despertó al reconocerla... no se le escapara, los rizos rebeldes que lucía bajo aquel sombrero, lo sobrecogieron al principio... pues los conocía a la perfección, al fin y al cabo él era había sido él.

Por su parte el doctor de pelo rizado miró con asombro el lugar en el que se encontraba... ¿Aquello era una TARDIS? Debía de serla, conocía su latidos... pero sonaba distinta, pero lo más desconcertante para él fue el hombre que estaba frente a él mirándolo a él y a Sarah como si fueran fantasmas, el tipo en cuestión era un delgaducho con un peinado curioso, vestido con traje y ¿playeras?

El doctor y Clara habían comenzado a teorizar sobre el agujero de gusano en sí, era un fenómeno tan inaudito como intrigante y desconcertante, especialmente porque el doctor estaba completamente seguro de que la presencia de otro señor del tiempo era imposible y sin embargo, si algo había aprendido en todas sus vidas, es que la palabra imposible en la muchas ocasiones no se utilizaba adecuadamente, porque cuando se empleaba solía pasar que a veces mutaba en posible... y para discernir el grado de posibilidad usó su destornillador tras cogerlo de Clara... entonces, justo cuando parecía que iba a arrojar más luz un objeto no identificado en forma de líquido le cayó directamente en la cara, mojándola.

Y tras ese pequeño chorro del líquido cristalino, vino otro directo al tupé y un tercero más a los ojos. El susto fue considerable incluso para sus dos corazones que dieron un brinco al mismo tiempo, ¿Aquello era un ataque? ¿Una manera educada de decirle que se tomara una ducha? ¡¡Pero si se duchaba todos los días y se perfumaba con ¡Au The Time!!! Fuere como fuere, lo único bueno de aquello es que por el sabor y la ausencia de reacción en su piel, concretó que se trataba de agua... y gracias a los datos arrojado por el destornillador antes de que se hubiera quedado momentáneamente cegado por el agua que fue a dar a sus ojos... el agua parecía proceder de su propia línea temporal...

Las preguntas que se hacía el doctor eran muchas, así como las respuestas que no conseguía descifrar... el caso es que a pesar de todas las alarmas que la grieta había accionado en él, la curiosidad por saber a que le podía conducir todo aquello, era lo que finalmente lo movía a embarcarse en toda aventura que se le presentase, así pues mirando fijamente la grieta comenzó a hacerse sus propias elucubraciones, sin embargo no dudaron demasiado puesto que una especie de respuesta se materializó a través del agujero de gusano emergiendo del mismo a una velocidad y fuerza suficientes como para que la bola blanca no identificada fuese a golpearlo en el pecho para después caer al suelo de la TARDIS.

Cuando finalmente se decidió a cogerlo y abrirlo, descubrió que había algo escrito en el... se trataba de la caligrafía de un señor del tiempo, pero por la forma en que había sido escrito el mensaje, parecía tratarse de la de un niño por la imprecisión del trazado, dicha nota decía lo siguiente " Cuidado con los spoilers"

-¡Sarah Jane Smith!.- exclamó el décimo, acercándose resueltamente a su antigua compañera y desenredándola como pudo de la gigantesca bufanda.- No has cambiado nada. Quiero decir, si has cambiado, estás como antes, antes, de bueno, ya sabes, ha pasado mucho tiempo ¿Cómo está Luke? ¿Y K-9? ¿O eres de antes? Supongo que si estás con ese zarrapastroso debes ser antes. Olvídalo, olvídalo todo, spoilers ya sabes. Aunque bueno, k-9 ya debería estar por aquí. ¡Ven perrito! ¡Perrito-perrito! No, te lo has dejado en casa o aún no lo tienes. Una lástima, me encanta ese perro.

El doctor, una vez que consiguió desenredar a Sarah, la apartó de su "yo" pasado y se dispuso a darle un abrazo... pero se retiró en el último momento, incómodo ante la proximidad física y se limitó a dar unas palmaditas embarazosas en el hombro de la mujer. Acto seguido, la apartó a un lado y se dirigió hacia el cuarto, con un dedo admonitorio dirigido hacia el doctor de la bufanda.

- ¡Tú! ¿Tú eres el responsable de la cosita?.- dijo señalando la grieta por la que habían salido.- No, no, no puede ser, tú eres yo, y si yo hubiese hecho esto cuando era tú  tendría que acordarme. Pero claro tú  no puedes acordarte de si has hecho lo que has hecho porque yo soy el futuro tú y tú  todavía no has vivido lo que yo he hecho. Ya me entiendes. Aún podría ser The Master pero está muerto... o el Alto Consejo.... pero también está muerto. O algo así. Quiero decir, no puede ser ninguno de ambos, pero preferiría que Gallyfrey... En fin, no, spoilers, spoilers, no puedes saber de eso.-Mientras iba desgranando su diatraba, el décimo rodeaba a su anterior encarnación, enredéndose de vez en cuando con la bufanda, tropezando y tambaleandose unos pasos antes de seguir su deambular.- ¿Podrías recoger esa cosa? Es muy molesta, se mete en todos sitios. Y hablando de cosas molestas. ¡Tú! ¡TÚ! sólo a ti se te ocurre. Porque has tenido que ser tú, ningún otro yo ha tenido esos vicios. Fresa. En serio. FRESA. La fresa está sobrevalorada. Demasiado flifering y muy poco shazz. Si querías demostrar que no tenías intenciones hostiles tendrías que haber mandado, no sé, una gominola de limón. El limón le gusta a todo el mundo, va bien con el té, incluso a los obsesionados con la salud se sienten menos mal con cosas de limón. Siempre aciertas. O podrías haberte puesto creativo con, no sé, guayaba tenaclariana o melón de Etha Caribdi IV. Original, capaz de llamar la atención. Pero no, fresa. ¿En serio? Menos mal que he aprendido un poco desde... bueno desde ti. Han sido seis reencarnaciones, creo que he llegado a mi punto álgido.

El décimo se apartó de su encarnación pasada y se dirigió a los paneles de la TARDIS y empezó a introducir comandos mientras seguía hablando.

- Os pongo al día, décima encarnación del Doctor. Vivirás muchas cosas amigo, ya verás. Ahora tenemos ahí esa "cosita", un-un portal transdimensional de los Señores del Tiempo. Puede que tú estés más acostumbrado a ellos en este momento, pero a mi altura son... raros. No hay más señores del tiempo, sólo yo-nosotros-ya me entiendes. Bueno y The Master. El caso, podría ser del Alto Consejo de Gallyfrey, pero no puede ser del Alto Consejo de Gallifrey, pordía ser de the Master, pero hasta donde he comprobado no puede ser él-ella-ello, lo que sea porque ya no anda entre nosotros. No puede ser yo del pasado como... bueno como tú, porque lo recordaría así que sólo queda que sea yo del futuro. O otra cosa. Pero es imposible. Bueno, no imposible, pero sí improbable. Así que ¿Qué habeís averiguado?.- El joven de pelo imposible soltaba una frase detrás de otra sin a penas tiempo a respirar y, menos aún dejar tiempo a los dos visitantes a responder. Llevaba mucho tiempo sólo. Ya no sabía que era que la TARDIS tuviese alguien más a parte de él, aunque fuese temporal. Siendo uno de ellos su propio yo del pasado, sabía que no duraría, algo estaba interfiriendo con las líneas espacio temporales y había arrastrado parte de su pasado hacia su presente, pero no lo recordaba, no terminaba de recordarlo. Quizá, una parte de él, aprehendía los recuerdos de cuando había sido el hombre de la bufanda pero, a la vez, su memoria sólo llegaba hasta el momento actual, vista desde dos pares de ojos, unos azules y otros marrones. No podía llegar más adelante en el recuerdo, ni saber a que se debía todo eso. Era una paradoja. Y las paradojas eran a un tiempo excitantes y aterradoras, con altas probabilidades de colapsar el espacio tiempo. 

Sabía que antes o después, los perdería. Como perdía todo. Sus compañeros, su planeta. Rose. Sus corazones volvieron a estremecerse de nuevo pero, por suerte, una campana pareció salvarle y volver a introducir su hiperactivo cerebro en el torrente de pensamientos y posibilidades que le permitía obviar lo que no quería recordar. Un panel de la consola central de la TARDIS se abrió revelando un pastel blanco.

- Mientras averiguamos que está pasando, podemos tomar tarta.

El cuarto doctor se vio abordado por el escuálido de pelo raro sin que dejara tiempo para que pudiera decir algo y no sólo eso sino que encima le dijo zarrapastroso... pero el problema era mayor, se estaba dando cuenta de que aquel hombre era él... o bueno lo sería en un tiempo. ¡¡Con lo mucho que se había cuidado él de no coincidir con él mismo ni en sus vidas pasadas ni en sus vidas futuras!! Nunca había visto la necesidad porque el cuarto se consideró siempre el culmen de lo perfecto...

–Vaya. Sea lo que sea lo que hay ahí detrás, me cae bien

Despues del natural sobresalto por la sacudida de agua a la cara del doctor, Clara se acercó con curiosidad a la grieta e inclinó su cabeza como si quisiera meter la cabeza para mirar. La muchacha era lo suficientemente inteligente y precavida como para no entrar pero también era lo suficientemente curiosa para no quedarse de brazos cruzados. Además, el Doctor le ocultaba algo. Lo sabía.  

El doctor encajó sin inmutarse el comentario de Clara. Ya estaba acostumbrado a las bromas de su compañera, y no iba a hacerse mala sangre por algo tan tonto. Poco a poco sacaba más información de aquella imprevista grieta, como la pertenencia a su misma línea temporal. Aun no estaba seguro del todo, pero poco a poco su curiosidad le iba llamando imperiosamente a hacer algo.

-Puede que sea una locura, pero si en un rato no aparece nada por ahí, tal vez sea una invitación a que crucemos nosotros.

No estaba pensando en tirarse de cabeza a la grieta, ni mucho menos. Si seguía sin suceder nada, primero lanzaría algún objeto hacia ella a modo de experimento, para ver que pasaba.

–Vamos... La TARDIS le ha dado paso, y ella nunca permitiría que te hiciesen daño– Clara se dio la vuelta y se balanceó levemente cuando de pronto, dio un traspiés y la gravedad hizo que...se dirigiese de cabeza a la grieta. ¡Solo el Doctor podía ayudarla! Solo él podría agarrarla evitando que se cayese. Claro. Lo que no sabía el Doctor era que aquella caída era fingida. O él la agarraba y ella tiraba de él para atravesar la grieta, o no la ayudaba, se caía de verdad y más tarde tendría que ir a buscarla. Lo haría. Siempre lo hacía.