Observo la sala , los parroquianos , las tazas para el te y todo me parece decadente, !!por las fortunas!!, nunca e tomado te en un sitio tan infecto como este , solo con este pensamiento mis entrañas se remueven inquietas, tendré que hacer un verdadero esfuerzo para siquiera llevarme la taza a los labios.
El posadero no tarda en traeros unas tazas de te algo desportilladas pero limpias. Tras dejarlas allí, se queda a la espera de nuevas preguntas, demostrando que por su cabeza ni siquiera ha pasado la idea de negarse a vuestra petición.
Mientras se sirve y empieza darle algún que otro sorbo al té Masanari se dirige hacia el posadero:
-Puede estar tranquilo, sólo son un par de preguntar por si usted hubiese escuchado o visto algo. Verá, estamos investigando las actividades un tanto sospechosas de un tipo que lleva un su kimono el mon del tejón y que al parecer ha sido visto por esta zona. También estabamos siguiendo el rastro de un alguien herido que venía desde la zona de los hogares abandonados y se perdía en la plaza. Pensábamos que quizá podías haber visto desde aquí a alguien pasar herido, o que la gente que buscamos podría haber entrado aquí o alguien podría haberos comentado cualquier cosa que le haya llamado la atención.
Ya sabe, se dice que los posaderos poseen la sabiduría del pueblo.- Concluye Masanari dedicándole una breve sonrisa antes de volver a su sombría expresión
Ante las palabras de Masanari-san mi mirada se dirige hacia la concurrencia esperando observar algun gesto de reconocimiento por alguno de los personajes aquí reunidos, o dando pie con mi mirada a que alguien hable sobre lo visto intentando ganarse nuestro favor.
-Ah, sí. Sí señor. Un hombre con ese mon vino a la taberna. Preguntó... hizo una pregunta muy incómoda. Preguntó... quién le pagaría por matar a los novios de la boda que dicen se está celebrando. Yo le dije que había gente que... bien, habían dicho estar interesados en la seguridad de la pareja y estaban contratando hombres fuertes para ello. Le indiqué un alamcén cercano donde encontrar a estas personas. Fue hacia allá y volvió no mucho después, cubierto de sangre. Creemos que se dirigió al palacio Doji. Dijo llamarse Yukio.-
Miro a Masanari con cara de sorpresa nunca pensé que un Samurai fuese tan barbaro siquiera en un lugar como este.
_ Decis que partio herido hacia el palacio Doji...¿Parecia tener prisa?- pregunto suavizando mi mirada y hechando mi cuerpo lijeramente hacia delante en actitud espectante esperando su respuesta.
-No, más bien al contrario. A pesar de caminar herido, con una herida en el hombro. Costó mucho limpiar la calle de la sangre que goteaba.-
-Comprendo..- asiente Masanari. - ¿Podrías decirnos algo más de esos hombres a los que buscaba? ¿Sabéis algo de ellos?
-Gente turbia, sin duda.- su afirmación parece casi graciosa en un lugar como este. -Uno de ellos, creo que el jefe, se llamaba Jutori. Y me parece que no son de la ciudad.-
Dirijo mi mirada hacia Masanari-san -Ćreo que es hora de ir al palacio Doji y descubrir que es lo que está pasando aquí, si efectivamente el tejón se dirijia allí perdiendo tanta - y pongo un lijero gesto de asco- sangre, habrá perdido algo de tiempo adecentandose para ir al palacio y eso nos puede dar la oportunidad de encontrarlo y hacerle algunas preguntas como majistrados que somos- y diciendo esto me levanto de la mesa y dejando unas monedas me dirijo a la salida de este infecto lugar.
-Hai- asiente Masanari y se dirige junto con Mariko hacia el palacio tras dar las gracias al tabernero.
Mientras sale repite mentalmente un par de veces el nombre de Jutori para que no se le olvide
OK, chicos. Sólo queda un pj por estar en el mismo momento temporal que vosotros para que empecemos con el concurso de arquería. Paciencia, no tardará mucho.
Llegáis al palacio a tiempo para el comienzo del torneo. Esperando encontrarle allí, os dirigís directamente al torneo, cuyos murmullos y aplausos ya se escuchan.
Escuchamos el alborozo por el concurso - parece que son muchos los espectadores -le digo a Masanari-san -¿creeis que encontraremos a alguien que no este lo suficientemente ocupado como para darnos la imformacion que necesitamos ?- y mi gesto se suaviza lo suficiente como para vislumbrar un asomo de sonrisa socarrona.