Partida Rol por web

Apoyado de espaldas contra una pared, Zadkiel se quedó esperando de brazos cruzados a que su compañero terminara de hablar por teléfono, mientras divagaba en sus propios pensamientos mirando a las otras dos componente del novato grupo.

Parece que está decidido lo de ir andando a la iglesía, muy bien, pues hagamoslo así. Pensó ante las palabras de Eva y luego les hizo un ademán con la mano a ella y a Anastacia para que le prestaran atención:

-Esperemos a que nuestro compañero termine con lo que tiene que zanjar y vayamos todos juntos. De momento es mejor que no nos separemos. Les dijo desde su relajada posición contra la pared.

Luego miró a Eddgar y esperó a que este terminara en el teléfono, volviéndose a sumir en sus propios pensamientos sobre el asunto que tenían entre manos.

Miro a Zadkiel y asiento, mientras me quedo al lado de Eva. Este lugar es sin duda escalofriante a veces. La gente, los tumultos, lo poco cuidado que todo esta. Miro a mi alrededor algo triste mientras me apoyo contra la pared, tranquila. Aguardando a que mis compañeros terminen. No parecen malas personas. Solo esperaba que podamos hacer un buen trabajo y todos se enorgullezcan de nosotros.

Una voz masculina te contesta, algo hace clic en tu cabeza, como si aparecieran pensamientos y recuerdos que no sabías que tenías, pero que están allí.

-Si?- suena del otro lado, no es un familiar, pero un impulso te dice que preguntes por tu hermano. La voz duda y se oye del otro lado una llamada lejana, un "Peter!". Unos minutos más tarde, la voz cambia y esta vez es conocida, algo dentro de ti, dice que es Peter, tu hermano... pero por otro lado, tu no tienes hermanos... o mejor dicho, Eddgar no tiene hermanos! Tu mente trata de conciliar tu cascarón y tu esencia divina.

-¿Con Peter? ¿quien habla?- suena con ese acento Texano, y de repente, tu mismo te das cuenta que tendrás que emularlo para pasar como Arnold.

Cita:

Cuidado por favor! no he hablado de gente o tumultos, las calles están tranquilas, y solo hay algunos pocos transeúntes casuales, el único tumulto lo dejaron atrás en el templo!

Usen el tiempo que Eddgar está ocupado para planear algo ;) no vaya a ser que los cojan desprevenidos... xD

- ¿Hola pete? - Dije instintivamente, dejandome llevar por mis instintos y sin pensar mucho, buscando que la voluntad de Arnold hable por mi - Soy yo, narigon, ¿como va? Acabo de salir de la iglecia, solo queria avisar que no volvere directo a casa que no me busquen alli, que voy a desviarme para mirar unos muebles en la carpinteria para cambiar esa vieja chatarra que tengo por cama - Intente hablar de la manera mas natural posible ¿acaso no podria habersete ocurrido una mejor excusa que pueda abarcar mas tiempo que un simple "desvio" ?

Cruzado de brazos, Zadkiel miraba a su compañero hablando a través del teléfono mientras seguía pensando en el trabajo que les habían asignado.

Espero que todo esto no nos venga demasiado grande, de todas maneras creo que me han tocado unos compañeros dispuestos a darlo todo, así que puedo estar tranquilo de que todos intentaremos hacer lo mejor que podamos.

-Bueno, pues si no hay nadie que prefiera lo contrario, en cuanto Eddgar termine de hablar por teléfono nos vamos andado hacia la iglesia le comentó a Anastacia, apoyada en la pared al igual que él y a poca distancia Como he dicho nos vendrá bien caminar para hacernos una idea de las calles de la ciudad, puede que más adelante lo necesitemos. Pronució jovialmente la última frase, mientras sonreía.

Miró la calle para ver el tipo de comercios que habían en ella y siguió esperando.

La voz sonó desde el auricular -¿Pero que tiene de malo la cama?- demasiado tarde para darse cuenta que justamente no estabas en una propia sino en una pensión. Así que no colaba tan bien. -Vale Narigón, ve a hacer tus vueltas, no es como si te fuera a esperar...- luego se oye una estruendosa risa que hace notar el bueno humor que recuerdas (?) por parte de tu hermano. -Ya te llamaré en la noche, anda, no vaya a ser que te de la tarde allá afuera- comentó finalmente.

La zona es residencial, por lo que no hay demasiados locales comerciales en los que fijarse, hace una calle han pasado una panadería y más allí hay una tienda que vendría a ser como una miscelánea del barrio, puerta de madera y un letrero viejo y desvencijado con los signos inconfundibles de haber sido azotado por bastante tiempo por los inclementes días de la región. Adentro, una silueta se mueve en el contador, alcanzan a percibir los que observen hacia ese lado.

De resto, todo son casas, y a esta hora, justamente un sopor y un sueño muy humanos inundan los rincones y las calles, como si estuvieran pidiendo una siesta larga, a lo lejos, más allá, se ven los altos edificios de la zona central de Houston. Y con los dos guías, Zadkiel y Evangelina, tendrían que llegar a pie.

El autobús pasa junto al grupo de ángeles encarnados, a toda marcha y se detiene en el paradero a dos calles de allí, Eddgar continúa hablando por teléfono. El Autobús arranca sin dejar o recoger pasajeros, y de nuevo la polvosa tranquilidad regresa al barrio. Un grupo de tres chicos de aspecto colegial se acercan hacia el grupo, parecen distraídos en sus charlas y risas, como para ponerles atención.

Vale vale, No te olvides e intenta no hacerlo cuando este durmiendo - Continué, buscando una excusa por si llamaba y no me encontraba - Muy bien pete, Nos hablamos luego, a ver si uno de estos días nos encontramos que por mas molesta que sea siempre me pone contento escuchar tu risa - Termine diciendo buscando que en mis palabras resuene el afecto que tiene Arnold por su hermano.  El cual esperabo que tenga.

Observo el autobús y a mis compañeros. Hacia calor, y casi no había movimiento en la calle.

-Realmente parece muerto todo esto... ¿Que hora es? Al parecer todos se van a dormir... Que ganas de perder el tiempo en sueño...-

Me resultaba difícil comprender por que dormían durante el día, habiendo tanto que aprender y hacer. Continué caminando con mis compañeros hacia la iglesia.

Finalmente Eddgar se une al grupo, para descubrir que habían decidido prescindir del transporte, Zadkiel parece algo preocupado, Evangelina despreocupada, Eddgar se ha resignado y Anastacia decidida al mismo tiempo que su confianza empieza a dejar pasar algunas dudas, y los cuatro se ponen en movimiento.

Dos horas en las que el sol es intenso, y los dos guías, el ángel en el moreno cuerpo, y el ángel en la mujer madura, toman la delantera, tratando de hacer memoria, y a medida que pasa el tiempo, los pasos los dirigen hacia zonas más vivas de la ciudad, los autobuses pasan con frecuencia, los carros empiezan a ocupar las calles, grupos de gente caminando, los transeúntes se hacen presentes, y lentamente los cuatro servidores de Dios deben empezar a andar en fila. Varias miradas les son dedicadas, algunas no tan molestas, y algunas recaen sobre Zadkiel.

El caminar es casi silencioso, todos están pensando en sus cosas, y algunos elementos les distraen, el sol parece bajar su intensidad, dando paso a una brisa algo fuerte, que se escurre por los rincones y calles de la ciudad, dándoles de lleno. Pronto ven la estructura, que Zadkiel señala, como la Catedral, según la recuerda él, o su cascarón. Walton.

Están a una calle de la misma, el sitio que les señaló Ruthiel, la Catedral, no es un sitio de la Secta, es algo de lo que Eva y Zadkiel están seguros, además de ser una de las bellas construcciones de la ciudad, con bastante afluencia de creyentes. La pregunta cabía, que pensaban encontrar allí?. Hay bastante gente caminando por allí, y nuevamente, confiados y seguros, no parecen percibir lo que se avecina.

El Señor tiene un plan para estos cuatro ángeles... pero a saber cual será...

Tras un largo caminar por la ciudad y un calor sofocante por fin llegaron a la iglesia en la que Ruthiel les habia indicado que habian otros ángeles, no habia bajado suficientes veces a la tierra, pero no sabia que los ángeles existieran en ésta como arándanos.

Mucho dudaba yo de la identidad de Ruthiel, más aún de sus intenciones, pero sin otra pista sólo nos quedaba entrar aqui

Deberíamos habernos quedado investigando en la secta, aquí a lo único que hemos venido es a recibir más broncas o alguna pista o advertencia vagas que de nuevo nos dejará seguro deambulando por la ciudad

Suspiro y subo las escaleras que llevan al interior

Santiguandome a la entrada en un tímido saludo a Dios

Miro los creyentes que rezan en los banquillos y busco al párroco en el altar o por los alrededores

Tal vez Dorothy sea reconocida por alguien, así que debo estar atenta también a esa posibilidad

Él será la primera persona de autoridad que encontraremos aquí, pero ¿Como encontraremos a los otros ángeles con discreción?

Zadkiel no pudo evitar la incomodidad surgida a raíz de las miradas que sentía a sus espaldas.

Espero que el cuerpo que me ha sido asignado no vaya a resultar un obstaculo para la misión, me temo que el consejo de Ruthiel estaba bien fundamentado pensó de mala gana, sabedor de que la situación podía complicarse, al menos para él y tal vez indirectamente, para sus compañeros también.

A Eva y a él, no les costó excesivamente identificar el lugar al que tenían que dirigirse y una vez llegaron allí la siguió cuando esta se dirigió al interior del edificio y siguiendo su ejemplo, el también se santiguó al entrar en la iglesia. Decidió no mostrar níngún tipo de iniciativa y dejó hacer a sus compañeros, no fuera que ello pudiera acarrear algún problema en caso de no encontrar a ninguno de los ángeles que estaban buscando.

Camino detras de mis compañeros. Observando el lugar. Me preguntaba que tenian todos que miraban a Zadkiel con mala cara. Se notaba que la gente no estaba acostumbrada a ver a alguien como el. Si supieran que era un angel...

Los imito al entrar a la iglesia y los sigo, unos pasos atrás. El sitio era imponente, ya desde afuera, me sentia pequeña y un poco cohibida en ese lugar.

-¿Este es el sitio?-

Les pregunto en un susurro a Eva y a Zadkiel, mientras observo.

-Sin ninguna duda le susurró Zadkiel a Constance aunque por lo que me he fijado mientras veniamos hacia aquí, creo que será prudente que hableis vosotros y yo me mantenga en un discreto segundo plano, al menos hasta que encontremos a quien nos pueda informar de todo el asunto por el que estamos aquí. Preguntad a quien veais con cierta autoridad en el lugar, sobre "el asunto de Alexandra" sin entrar en más detalles y si preguntan, no digais nada, insistid en que es algo de caracter personal y que pregunten a sus superiores. Espero que haya alguien que nos reconozca con esa leve referencia.

Habló en un susurró, acercando sus labios al oido de ella, para evitar cualquier escucha accidental por parte de quien pudiera estar prestándoles atención, luego se metió las manos en los bolsillos y esperó pacientemente mientras observaba el lugar, para hacerse una idea detallada del mismo.

Colgué el teléfono y di un fuerte suspiro - muy bien, en marcha

Comenzamos a caminar en dirección a nosedonde, solo me mantuve detrás, siguiendo con las manos en los bolsillos a los que iban adelante sin preocuparme mucho por mi alrededor, sin preocuparme por nada, ni del calor ni de la gente ni de que era un ángel, solo mirando al suelo mientras acompañaba los pasos de mis compañeros - Seria un lindo día para descansar.

Al tiempo llegamos a lo que parecía ser nuestro destino, todos se adelantaron entrando a la catedral y yo los seguí haciendo lo mismo, pero en aquel momento una palabra se presento en mi mente - Papeleo - Si había algo que no quería hacer era trabajo de oficina, podría hacer trabajo físico e incluso volver caminando a la iglesia en la que encontramos a mostacho, ¿pero papeleo? JAMAS

Intente mantenerme calmo, no tenia otra salida, no quería ser juzgado de incompetente al volver al cielo, tenia que hacer un esfuerzo...

-Yo creo que no deberíamos entrar todos juntos - dije al encontrar una pausa en las palabras de Zadkiel- alguien debe hacerse cargo y entrar mientras los demás esperamos fuera, por lo menos hasta que sea necesaria la presencia de los demás, no por muchos que seamos lograremos un mejor resultado, solo entorpeceremos el paso.

Busco una pared para apoyarme y descansar el cuerpo- creo que mi respuesta fue un tanto subjetiva a mi opinión sobre los tramites y trabajos de oficina, pero prefiero no pensarlo.
 

La catedral, ciertamente era hermosa por dentro, un olor a tranquilidad y a madera imperaba en aquel sitio. Una esencia florar también no se hacía esperar, mientras el fino tallado altar, parecía ser digno de toda admiración a todas luces, y las lámparas por todo el sitio, emitían un resplandor blanquecino, que se regaban como un dulce baño de luz por todo el sitio, y el silencio rodeaba todos los rincones. Y justo bajo la torre, bajo el vitral del fondo, un juego de resplandores y brillos se trenzaba en un espectáculo armonioso y suave, apenas perceptible, a medida que delgadas motas de polvo jugueteaban y reflejaban la belleza, como si un aura divina y prístina rodeara aquel sitio santo, tan diferente al improvisado podio que han visto en aquella asamblea de durmientes. La iglesia por dentro, de por sí, es un espectáculo. Pero resultaba extraño que la iglesia estuviese vacía por completo. Ni un alma, nadie parecía estar presente.

La respiración de los cuatro ángeles parecía retumbar con fuerza, e interrumpir la paz, la calma que reinaba sobre aquel sagrado santuario. Ninguno nota que una figura se acerca a ellos, por el lado, tan embelesados están, que solo cuando este habla, todos le notan de inmediato.

Las criaturas de Dios son fácilmente conmovibles por estas obras humanas después de todo...

Un sacerdote de edad algo avanzada, su mirada era pasiva y las arrugas de su rostro parecían gastar bromas a la simple observación, ya que sus labios parecían inmersos en una sonrisa permanente, aunque había un algo, que indicaba que el buen párroco estaba serio, mientras alrededor de sus ojos, también los pliegues eran un poco aleatorios, restando algo de simetría a su rostro. Su cabello, oscuro y algo tieso, parece tomar una forma poco natural. Unas gafas que parecen estáticas y puestas sobre un par de arrugas y la nariz del hombre, brillan con la luz, ocultando un poco sus iris.

-: Disculpen, pero la misa no será hasta las 6...- pero luego su mirada repasa uno a uno, sin quedarse en alguien en especial, como si estuviera contando. -: Puedo preguntarles... vienen juntos... los cuatro?- comenta con un tono... difícil de discernir, parece neutral, algo desapasionado, pero al mismo tiempo tranquilo, como si conjugara con el sitio.

Si señor... ermm quiero decir, padre

Me apresuro a aventurar a la espera de su reacción

Venimos a una reunión pero parece que llegamos algo tarde

¿Por casualidad no habrá más representantes de nuestro señor -Me santiguo- en la iglésia ?

Parece que, de algun modo esperaba nuestra llegada, aún así hablo en clave, no puedo dar por supuesto que nadie conozca nuestra auténtica naturaleza, pero si la conoce, y tiene alguna neurona en funcionamiento, sin duda me entenderá.

No sonrio, no tengo motivo para ello y permanezco tan seria como él y tan tenso como lo estaba Ruthiel

Después de todo lo oido, todo lo conjeturado

No está el horno.... para bollos....