Partida Rol por web

Los ángeles, seres celestiales, siervos directos de dios, creaciones perfectas de las más puras ideas, seres con capacidades muy superiores a las humanas, sin embargo Evangelia no era tan perfecta, era torpe, impulsiva y tenía mala memoria

Carretera Lauder, Número 3566, Mansión de los Santos, Carretera Lauder, Número 3566, Mansión de los Santos, Carretera Lauder, Número 3566, Mansión de los Santos - Repito para mí misma con tal de memorizar la dirección y poder enviarla con impecable precisión, alzo mi cabeza encogiendome de hombros, dedicandole mi sonrisa más agradecida a Eddgar, al encararse a mí habia dejado muy claro que necesitaba sentir la superioridad, y su pregunta exigía la más sumisa de las respuestas - Con fe hermano, ten fe

Gracias a Eddgar, con la dirección, podremos ir en taxi, es una muy buena idea, al llegar allí, podemos buscar a los dos sospechosos que tengo en mente, si os parece bien, como llegaremos antes que el resto de la comitiva, primeramente podemos centrar nuestros esfuerzos en averiguar Qué van a hacer y Cómo lo van a hacer.... - De nuevo me doy cuenta que me he ido de la lengua, de nuevo hablé demasiado, de nuevo exploté en necesidad de hablar, por algo era Evangelia mi nombre. - Si os parece bien claro, eemmmm Walton... alguna cosa más para Ewald?

Algo que me escama es la ausencia de información sobre Arnold en los papeles... ¿Nos pudimos haber dejado algo en la iglesia? Es posible, pero ya es tarde para pensar en eso. Pensaba Zadkiel antes de que Eva le preguntara otra vez.

-Humm... Zadkiel se quedó pensando una vez más, intentando recordar, cuando el nombre que buceaba en su memoria salió a la superficie respondió Sí, hay que preguntarle por Maaz. Ese nombre es mencionado en los papeles con los que nos hicimos ayer, y se le nombraba diciendo que Constance estaba reservada para él. Todo apunta a que se trata del nombre de uno de los demonios tras todo este asunto, y si Ewald conoce ese nombre, puede ser de ayuda.

Zadkiel suspiró y se quedó mirando a Eva con cara de haber descargado toda la tensión acumulada a base de hablar y hablar:

-Bueno, ahora es tu turno, espero que tengas más control con tu don que el que tengo yo con el mío o esto será una puñetera lotería. dijo intentando bromear con una situación de lo más seria.

"Ewald, soy Evangelia, nos dirigimos a la Carretera Lauder número 3566, Mansión de los Santos.

Un gran evento va ha tener lugar, sospechamos de la presencia de demonios.

Nombrado un tal Maaz, como demonio corrupto. Solicitamos ayuda e información"

Estás experimentando con tu poder, así que no tienes forma de saberlo la verdad. Pero te gastas 1 punto de Poder.

Evangelia se concentra en silencio. Durante al menos dos minutos se pueden oir los carros, algunos susurros, los pasos de la gente, el trino de algún nido cercano. Los tres ángeles expectantes rodean a Evangelia, y la miran, intercalando miradas entre sí, y de reojo a su alrededor, la gente apenas si parece fijarse en ellos, mientras el clima empieza a aumentar su calidez. En el aire flotan las dudas y las preguntas, y un poco atormentados, parecen esperar que Eva les de alguna razón sobre las instrucciones que Ewald tuviese que dar.

La subordinada de Yves abre los ojos, frunce los labios y parece a punto de decirles algo, pero solo emite un suspiro. No está segura de como funcionaran las cosas tampoco, y si tendrán la guía del representante de Dominic en Houston, en algún punto de su misión, o si están solos mientras deciden a quien seguir...

¿Irán al Gran Evento en el sitio que descubrieron?¿Regresarán a la Catedral a reportarse?¿Trataran de desentrañar todos los interrogantes que tienen en sus manos?¿Buscaran a ZadkielRuthiel? el tiempo corre, y todos lo pueden percibir, un poco de impaciencia y tensión se apodera de todos... y las circunstancias exigen acciones contundentes.

Abro un ojo frunciendo los labios mirando de reojo a mis creyentes compañeros, que tal vez ahora puedan mostrar algo de escepticisimo, pero a fin de cuentas, de fe se trata, muevo los hombros y finalmente abro los ojos algo adormilada, tal vez cansada, como si un titánico esfuerzo hubiera realizado.

Bien, Ewald ya conoce nuestro futuro paradero, vayamos a la Mansión de Todos los Santos con nuestros hermanos

Esperemos que nos envíen refuerzos, y hagamos... errhm... lo que podamos

Ad maiorem Dei Gloriam

Yo estoy lista, y ... - miro mi reloj - Deberíamos apresurarnos, esta gente es muy madrugadora y querría que nosotros llegaramos antes para deducir lo que acontecerá por allí y ver el panorama. ¿listos?

Había estado intentando centrarme en lo hablado hasta que Eva intentó transmitir nuestros movimientos a Ewald por medio de sus divinos poderes dado de quién era sierva.
Al finalizar su momento de concentración y decirnos que parecía estar solucionado ese detalle... volví en sí para comenzar la marcha, ya se nos estaba echando el tiempo encima así que lo mejor era irse cuanto antes.

- ¡Arnold y Eddgar listos! Vayamos yendo hacia la Mansión a ver si podemos llegar antes que el autobús y ver o intuir qué es lo que exactamente se va a cocer por allí hoy. - exclamé intentando alegrar la conversación y, de paso, los ánimos de todos los presentes. Las cosas no habían empezado bien desde que llegamos a la Tierra pero... ¿quién sabe? Quizá aún estemos a tiempo de enmendar eso.

Zadkiel se alegró al ver como aparentemente, Eva había tenido éxito con su tarea.

-Bien, en ese caso, en marcha dijo poniéndose a caminar junto a sus compañeros, en principio en dirección a la iglesia. Lo mejor será que busquemos un coche con el que llegar al lugar... ¿Alguien tiene dinero para pagar un taxi? Walton está más pelado que el culo de un mandril... y acompañó sus palabras sacando hacia fuera sus bolsillos y mostrando dos dolares en billetes arrugados, el único dinero del que disponía por el momento, ya que desconocía el poder económica de Walton.

Aunque intuyo que será bien poco. Pensó fastidiado.

 Oh mi Señor, que desanimada me siento, esta mañana casi no me puedo parar de la cama. Miro Zadkiel y le digo tratándome de darme ánimos. En realidad, lamento profundamente mi demora., solo le pido a Dios fortaleza para lo que viene, ha sido una situación bastante frustrante para mi, supongo que me exijo demasiado. Bajo la cabeza. Zadkiel el descubrimiento de dicho poder no es otra cosa que una buena noticia.

Yo estuve revisando las cosas de la chica, no encontré gran cosa en realidad, son objetos propios de una adolescente, además de sus amor por ese chico Michael. Nada que nos fuera útil.

Espero que mi Arcángel haga ver bendiciones y me muestre el camino.

La información de la mansión es un dato útil, creo que es un buen indicio. Miro a todos mis compañeros. Las investigaciones siempre son útiles, sean por el medio que sean, estoy de acuerdo con  Zadkiel de informar, es posible que necesitemos ayuda. Si Evangelia puede ayudarnos será maravilloso.

Miro a mis compañeros tratando de sacar ánimos de mi,  supongo entonces que no debemos  perder el tiempo, vamos a concretar la empresa que se nos ha encomendado, y  solo espero que la fé me acompañe, y tenga la fortaleza para afrontar las dificultades que se nos presentan.

Solo espero que no volvamos a fallar. Digo con algo de frustración

Constance seguramente estaba predestinada para Maaz, y  Zadkiel tiene razón.

Esperan un instante, y toman aire. La decisión está tomada e irán a la Mansión de los Santos cuanto antes. Caminan un poco, sin acercarse demasiado a la Asamblea, y esperan a uno de los vehículos amarillos. Pasan unos minutos, hasta que uno hace su aparición, un conductor flaco y mal afeitado lo conduce, y se detiene ante la señal de los cuatro ángeles encubiertos.

Adelante se sube Evangelia, atrás, Zadkiel, Eddgar y finalmente Anastacia. El hombre sonríe, sus ojos son claros y huele como si se hubiese bañado en una cantidad enorme, que sería seguramente dañina, de loción barata. En el espejo retrovisor, cuelga un rosario, y una estampilla de la virgen está pegada junto al radio.

-¿A donde?- dice, sus ojos azules se abren ante la variedad de aquella comitiva, de variopintos compañeros.

-Carretera Lauder, Número 3566- responde secamente Evangelia con la voz de Dorothy. El taxista asiente, sube el volumen al radio (mientras se escucha alguna salsa movida de una emisora latina) y el vehículo emprende marcha, hacia el destino de todos. El Gran Día a la vuelta de la esquina, la expectativa no se hace esperar, pero quizás por esa misma razón, pocos comentarios se cruzan entre sí, con un testigo de más, hablar de demonios, ángeles, misiones y sectas no sería un buen referente más que para ser llevados a la estación de Policía más cercana.