Partida Rol por web

Mientrás marchabas al pueblo que os sirve de enlace con la mansión de Ismael, te encontrastes un pequeño cementerio entre la niebla. Pequeñas tumbas señaladas por modestas lapidas o en algunos casos más pauperrimos solamente unas tablas de madera grabada con el simbolo del señor del alba pidiendo por las almas de los yacientes, hay un hombre enjunto y pequeño entre ellas, lleva entre sus manos una pala y sino te equivocas mucho debe de ser el enterrador del lugar. Consigues información de que le han llegado más "ocupantes" de su particular oficio, pero consigues entresacar de que algunas de las tumbas recientes provenientes de la casa, no están llenas de sus ocupantes, y que le pagan para que no informe de ello a los familiares de los mismos, pero no sabe por que razón...

Mientras esperas en el pueblo al resto de los compañeros reclamados por Ismael intentas informarte de alguna cosa de utilidad, pero solo consigues datos vagos. Aunque consigues que de un jovenzuelo que parece tentado por tu apariencia te hable de que ha visto horrorosos seres de ultratumba que han salido del cementerio local desde que llego Ismael de sus correrias fuera de su tierra natal... Que luego te dijera que derroto a varias de ellas con sus propias manos no hablaba a su favor.

Tu busqueda de información mientrás esperas al resto de tus compañeros es completamente insatisfactoria, excepto unas miradas lujuriosa de los pocos jovenes del lugar, apenas te han hablado la gente a excepción para decirte que tengas cuidado con lo que ocurre en la mansión. Ahhh y tambien varias posibles citas de jovenzuelos de pueblo con obvias intenciones.

Te estas tomando una bebida en la sombria taberna del lugar, esperando al resto de compañeros de cautiverio. Las miradas de los pueblerinos entre lascivas y asustadas van a tu cuerpo y a tus armas, al menos el orondo tabernero parece agradable y más sosegado que el resto, su comida es buena(aunque practicamente todo es pescado) y su bebida se puede beber. Cuando le preguntas por la mansión que se yergue en la isla y por su dueño, el posadero te confirma que han pasado algo raro, que ha habido muertes... demasiadas, aunque la llegada de Ismael parece haberlas detenido y desde hace un tiempo se ven luces extrañas en las islas circundantes al lugar, sobretodo la llamada "Los dedos del diablo" .

Mientrás que marchas hacía el lugar de encuentro, avanzas por un oscuro bosque acompañada de tu fiel amigo, trás un rato de marcha entre la maleza que es poco espesa comparada con tus bosques natales, notas que tu amigo se le eriza el pelaje y que de su garganta nace un gruñido, reconociendo que nunca te ha fallado su instinto, le permites que te guie. Al final llegas hasta un claro, donde hay una dantesca escena, hay un hombre atado a un arbol. sus tripas han sido esparcidas alrededor suyo, pero las alimañas no las han tocado, alrededor suyo hay extrañas marcas pintadas con su sangre, crees reconocerlas como el lenguaje escrito de los hombres de las arenas a los que combatisteis años atrás, sucintamente reconoces lo que dice "Estamos aqui y no nos iremos sin llevarnos lo que queremos".

Mil perdones, se ha conchabado el universo estas vacaciones para fastidiarme la existencia y dejarme sin internet, intentaré tenerlo todo antes del lunes y así poder empezar con fuerza.

Disculpa las molestias.

Ya tengo las habilidades puestas y saqué un 9 :)

Vas camino de Derceto, la mansión de tu antiguo capitán y amigo Ismael. Por una misión que tiene visos de ser bastante peligrosa, aunque la lealtad ferrea no es lo tuyo, le debes algo a Ismael por lo que te ayudo en el pasado y que puedas volver a ver a esas bellezas que formaban parte de vuestro pequeño grupo... Además la fortuna que va a pagar por tus servicios es cuanto menos tentador. Con una amplia sonrisa pues sabes que vuelve a sonreirte la fortuna sigues caminando, pues no has traido montura.
En un recodo del camino una anciana con un fardo de ramas que supones que llevara para leña en su hogar, descansa en un pequeño tocón de arbol, te mira fijamente. Pero como a ti no se te ha perdido nada le saludas con la cabeza y sigues tu camino, pero entonces escuchas como una voz gutural y sonora te especta:- Oswald os espera en la mansión, es hora de pagar por lo que os he enseñado...- Al darte la vuelta para enfrentarla, te encuentras que solo hay un montoncillo de ropas abandonadas y que el hatillo esta compuesto por serpientes que se alejan rapidamente de la escena...
Quizás la suerte te estuviera sonriendo, pero para reirse de tí.

Arthur mira su botella... y decide que la próxima vez matará al destilador.

Luego sigue bebiendo. El sabor, en el fondo, no es tan malo.