Partida Rol por web

Estoy casi a punto de tirar el arma, pero se que no debo hacerlo, que es nuestra unica oportunidad de poder acabar con el.

Solo hago lo que debo y lanzo un nuevo golpe contra su mano. La magia es magia y el corte debera llegar.

- Suelta esa mierda de cosa maldito.

Pero el cansancio del día hacía presa en el guerrero y no acertó a golpear la mano de la gema. Pero tendrían que sacarle con los pies por delante antes de dejar escapar al asqueroso que tenía delante.

El nuevo hechizo de Alek hacía la mano del monstruoso ser, vuelve a hacer efecto. Este gruñe de dolor todavía enlazando su espada con la de Arthur. Pero no parece afectar a sus reflejos, pues bloquea los dos ataques con una rapidez pasmosa, y lanza un ataque poco afortunado... Sino fuese una pelea a muerte, más bien recordaría a una riña entre escuderos con armas de palo...

Mantenle entretenido, mantenle entretenido... pensaba para sí mismo Alek mientras lanzaba un nuevo conjuro. Poco a poco, iba causandole daño, y eso ya era más de lo que el hechicero podía pedir en un momento como aquel. El proyectil cruzó la estancia, pasando a pocos centímetros de la cabeza de Arthur, e impactó de nuevo con fuerza contra la joya.

Arthur es el que tiene mas posibilidades de darle, pero no puedo dejarle desarmado en esta ocasion y ademas...estoy cabreada, nuestros compañeros estan muertos y el esta ahi tan fresco y de rositas intentando matarnos. 

Respiro hondo y hago una plegaria mental a mi dios para que nos ayude en este momento de extrema debilidad, para que el mal no sea fuerte, para que podamos derrotarlo

Arthur rugió, su energía era inagotable, surgía de su interior, de la furia que le daba el recuerdo de sus compañeros muertos, sabía que no volvería a ver a la pelirroja, a la borde de Elenya o a la elfa.

Y el engendro pagaría por todo eso.

Las luces brotan de las manos de Alek que vuelve a golpear la mano donde esta la joya con sus proyectiles mágicos. La mirada del hermano cambia a una mueca de horror cuando Arthur golpea su mano con la guadaña que le ha pasado Alyanna. No es su arma preferida, pero aprende rápido. 

La luz brota de la mano de vuestro enemigo, mientras esté grita desentonadamente. Finalmente la luz termina por llenar la habitación dejando deslumbrados y exhaustos cayendo al suelo. Lo último que escucháis es como la joya cae al suelo y unos pasos que se acercan...