Sin saber muy bien que hacer, cómo enfrentarme a la nada, contemplo como Alyanna le corta el brazo a Ismael y todo comienza a desmoronarse.
Luego me coge del brazo y me saca de allí. La sigo, diría alguna tontería sobre si una chica maja y guapa te toma del brazo, lo mejor es seguirla, pero estoy tan preocupado que no lo hago, simplemente sigo a la clérigo hasta el bote.
Miro la gema en la mano seccionada y paso de ella, si los cerebros no la han querido, yo no voy a decir nada, entro en la barca siguiéndola...
—Eh, Alyanna— digo incapaz de contenerme —Ahora ya te tengo en el bote—río por la chorrada.
Todos los lanzáis a correr hacía el bote, que con un empellón provocado por vuestros cuerpos saltando en él, sale de la isla. A pesar de las nieblas se puede ver el espectáculo de luces que sucede en la isla. los relámpagos iluminan la noche y los truenos ensordecen vuestros oídos. Pero no por encima de un ruido que no puede hacer ninguna criatura que sea mortal. Una gran sombra aparece a través de la niebla.
Aunque pronto la perdéis de vista, oculta por la niebla, en tanto que la barca es mecida por el agua. Y los ruidos de truenos se alejan en la distancia. Después de unos minutos tensos, veis la orilla al otro lado, pero no os encontráis en los alrededores de la isla de Ismael. Sino cerca de la sección de camino que lleva a Barovia, en tanto donde había estado el pueblo alrededor de la isla y la isla misma solo queda un lago de oscuras aguas. Un mal ha desaparecido, aunque no sabéis si solo ha cambiado de sitio. LLoráis a los compañeros desaparecidos, pero algo bueno ha salido de todo esto.
Alek encontró más motivos para seguir su viaje en pos de la luz y la experiencia le ayudo para su enfrentamiento contra la oscuridad.
En tanto Alyanna consiguió unir sus dos almas en una y encontró como compañero de viajes a Arthur. Aunque tuviera aguantar su carácter impetuoso y sus salidas de tono.
En cuanto al destino de la joya...
Una barca espera pacientemente al otro lado de la isla. Una figura bastante sebosa, espera pacientemente a que un objeto resurja de las aguas. Esté es una mano con una joya bien agarrada entre sus dedos, como si la mano siguiese estando viva a pesar de haber sido separada del cuerpo. La sonrisa de Oswald es espantosa, en tanto que la recoge y la observa, mientras piedra da destellos de color verdoso. Finalmente le dedica unas palabras:- Ohhh amigo Ismael. Siempre fui más malvado que tú...- Su risa sardónica embarga el lugar. Y las nieblas se regocijan. Pues solo es el principio...
FIN
En tanto Alyanna consiguió unir sus dos almas en una y encontró como compañero de viajes a Arthur. Aunque tuviera que mantenerle lejos de otras faldas que no fuesen la suya.
En absoluto. Si a Arthur le das sexo diario, no tienes que mantenerle apartado de otras faldas :P El caso es aguantarlo, claro.
Pues rectifico esa frase XD