Partida Rol por web

Samuel podía entender las ansiedades y preocupaciones de la joven, y era lógico que para ella el dinero podía ser la solución a la mayoría de sus problemas y de su familia. Él no estaba completamente de acuerdo, pero podía entender su punto de vista, por lo que simplemente se limitó a escucharla con atenciòn. Realmente le hizo gracia la anécdota de que su hermanito hubiese hecho reventar las bombillas justo antes del examen, pero lo que más le intrigaba era el papel del señor Wright en todo aquello, al que intuía que le movía un pleno interés por que la madre de la muchacha fuese descubriendo para él a gente especial. 

Eso le hizo dudar en si debía revelar en verdad su habilidad a la joven, de lo cual no estaba convencido al ser una simple adolescente, probablemente capaz de cambiar de parecer con facilidad dada su juventud. Sin embargo, no veía justo no mostrarle algo para que confiara en él, por lo que decidió usar su poder pero "mintiéndole" sobre su verdadera capacidad. 

- Tengo Supervelocidad y puedo llegar a los sitios de inmediato... Te lo muestro después, aguarda...

Entonces realizó las llamadas desde la cabina y montó un espectáculo increíble, pero una vez terminada la fechoría, ambos regresaron hacia la motocicleta, y cuando solo quedaban unos pocos metros, se detuvo un instante, haciendo detener el avance de ambos. Quería avanzar en el tiempo hasta llegar a la motocicleta, y entonces saludarla desde allí con la mano como si se hubiese movido a la velocidad de la luz, y no revelando su verdadero control del tiempo. Pero el problema fue que pese a que se concentró, solo irradió momentáneamente un aura pero no ocurrió absolutamente nada. Había fallado en su intento.

- Uff, es complicado... Aún no lo domino, déjame intentarlo nuevamente... Y entonces, a la segunda, se teletransportó esos diez metros más adelante. La joven no tenía porqué darse cuenta que habían transcurrido unos breves segundos, pero el efecto visual era que había pasado de aquí a allá ede inmediato.  Hola, estoy aquí!! - sonrió divertido, ante la sorpresa de la muchacha. Anda sube, hay que regresar ya, que es tarde. Kabulski es un tipo desagradable, un detective privado que quería putear a mi amigo y que no se lo voy a permitir... Ahora tendrá que preocuparse por sus asuntos, ya has visto que está en un buen lío...

Ambos subieron a la motocicleta y regresaron, y en cuanto llegó hasta su casa, dudó si sería buena idea mostrase ante su madre y quién fuese su novio. ¿Qué iba a decir? ¿Por qué un chico de 21 estaba con una muchacha de 13 a esas horas? Mala idea...

- De verdad, creo que es mejor que no entre... Es tarde y no creo que les haga mucha gracia que un motero como yo, más mayor que tú, se presente contigo por las buenas y a estas horas de la noche en tu casa...más cuando deberías haber vuelto hace horas. ¿No crees? - trató de explicarle, intentando que no se sintiese molesta. Podríamos vernos mañana, si te apetece. De todas formas, si le insistía mucho, puede que terminase cediendo y visitando el lugar, aunque no era su intención inicial. Prefería hacer ver que se ibas a casa, y aguardar a que el novio de su madre, con poderes, saliese del lugar para hablar con él.

El repartidor de pizzas era un muchacho joven, probablemente habría obtenido el carnet de circulación no hacía demasiado tiempo, pero la afirmación del policía le dejó helado, así que comprobó el pedido una y otra vez.

- Aquí dice Malcolm Kabulski..., mi jefe es el que recoge los pedidos y va a cabrearse mucho si no le llevo el dinero, 500 dólares pueden arruinar el negocio... - dijo el chaval poniéndose claramente nervioso, intuyendo que aquello podía ser una broma y cuyo resultado podía desembocar en su propio despido -... joder no sé si los teléfonos quedan o no grabados en la pizzería, esto es un marrón..., y varias de las pizzas ya se las están comiendo sus compañeros... alguien tiene que pagarlas....

Y es que no había nada como llevar donuts o pizza a una comisaría de policía, nunca era un regalo a fondo perdido, dando buena cuenta algunos de los oficiales de guardia de aquel manjar aún no abonado.

Lexi había acompañado a Kabulski en todo momento y se sorprendió al escuchar aquello, aunque estaba claro de que el mal nacido que le había robado la cartera al detective estaba dispuesta a putearle.

- El agente ha estado todo el día conmigo y no ha pedido nada, así que puede llevarse las pizzas y pedir a quien se la esté comiendo que la pague..., no es problema nuestro que tengan una mala política recogiendo todas las llamadas sin comprobar su veracidad... - reafirma la joven apoyando al compañero -... aunque yo voy a contribuir con su causa, me quedo con una familiar... - y dicho esto abona el precio de una pizza y se queda con la caja -...¿quieres compi?.... - le ofrece a Malcolm, intuyendo que su agria respuesta iba a ser un claro no -... por cierto, eres valiente, decirle al jefe que en cinco minutos cuando te llama es ganas de bronca..., hay que responder "de inmediato" aunque luego tardes 30 minutos....

El joven repartidor llamaba a su jefe por teléfono, desesperado, sin saber bien qué hacer y entonces sorprendió a Kabulski con una nueva información, diciendo que quien llamó usó además su número de placa para identificarse, y que el dueño tenía pensado quejarse ante su jefe y denunciarle si no le abonaba el pedido. La mala suerte del día parecía acompañar al detective.

La joven modelo salió de la comisaría tras educadamente despedirse de los policías, los cuáles parecían hacer honor a su tópico, comiendo a deshoras alimentos procesados, era complicado que así pudieran mantenerse en forma. La joven detective Taylor la acompañó a la puerta con el semblante serio, posiblemente preocupado, y no era para menos, aquellos sucesos inexplicables parecían tener una explicación digna de un relato de terror y para personas acostumbradas a ver desgracias cotidianas, aquello se salía de lo razonable.

El teléfono de la joven comenzó a vibrar e indicar una llamada entrante de Jonathan, el cual cuando descolgase la muchacha le daría una muy mala noticia.

- Kaya, es jodido de verdad lo que me has pedido, hay muchas informaciones en Internet que hablan de carreras de motos días distintos de la semana y a horas totalmente variables... Nunca vienen los nombres de los organizadores expuestos, y me da la sensación de que todo esto que viene en la red son cebos para tener a la policía entretenida y que no sepan nunca donde se celebra el evento de verdad.... Aunque no me hagas mucho caso, no sé como funciona el mundo motero, no tengo ni idea... - por su tono de voz parecía disgustado, estaba claro que deseaba agradar a la joven y más tras el suceso del día -... ¿te ha ido bien con la policía? ¿necesitas que nos veamos?....

El hombre era muy solícito, la bonita Smith podía plantearse volver a quedar con él, o pasar parte de su domingo en cualquier otra parte, y es que miles de posibilidades se abrían ante ella... ¿cuál elegiría?

- No... gracias Dijo a su compañera intentando no sonar muy irascible. Estaba cabreado por no haber conseguido avanzar en el caso de la modelo-demonio y sobre todo por haberse dejado robar su cartera. El cabreo llegó aumentó cuando el repartidor le dió la noticia de que habían usado su numero de placa -¡Dile a tu jefe que me importa una mierda que hayan pedido las pizzas a mi nombre y usando mi número de placa! No voy a pagarlas y si quiere denunciarme,, estoy seguro de que aquí le atenderán encantados.
Sin perder más tiempo con el joven repartidor, Malcolm se dirigió al despacho de su jefe. Al llegar a la puerta, golpeó un par de veces la misma con los nudillos y la abrió sin esperar que le dieran permiso para entrar -¿Querías verme?

Samuel tenía muchas cualidades, pero desde luego la sinceridad no iba a ser precisamente uno de sus fuertes. El joven tras mentir deliberadamente a Lily, le indicó que su poder era el de la supervelocidad, y tras un primer intento fallido, le hizo una demostración práctica apareciendo a 10 metros de distancia en menos de un segundo, la joven sonrió, mientras miraba alucinada al joven.

- Es impresionante, Samuel... - dijo ella con un rostro resplandeciente de ilusión -.. te prometo que nadie lo sabrá..., es nuestro secreto... - comenta con una tierna inocencia -....Has hecho bien con eso de las llamadas telefónicas, si alguien quisiera putear a alguna amiga mía, yo habría hecho lo mismo..., se lo merece ese Kabulski..., que se vaya al infierno... - dijo animando al joven, subiéndose a la moto, apretándose contra él para decirle algo -...Me gusta pasar el tiempo contigo, hacía siglos que no me lo pasaba tan bien....

Y tras esa confesión, Samuel llevó a la niña a la puerta de su casa, pero claro, pensó que quizás era precipitado subir y expuso su razonamiento a la muchacha pelirroja la cual se mordió el labio antes de responder, y es que iba a pasar la mayor vergüenza de su vida si su madre le liaba un pollo delante de su nuevo amigo, bastante malo sería ya si seguía su novio arriba como para exponerse a una bronca o castigo delante de los dos. No, lo mejor y más prudente era resolver el conflicto en casa y quedar con Samuel en otro momento, aunque...¿querría quedar con ella?....

- Tienes razón... Me va a caer una buena después de lo de hoy..., casi mejor que no..., la líe más presentándote... Y.... - dijo antes de que él ofreciera verle al día siguiente -... me gustaría volver a verte... - cuando supo que era mutuo indicó -... mañana será complicado, mi madre libra y voy a estar castigada con total seguridad..., pero el martes por la tarde tiene turno en la cafetería..., podríamos vernos... ¿te apetece?

Ella esperaría la respuesta de Samuel con impaciencia y tras esta se dirigió a la puerta de su edificio, no sin antes girarse para observar una vez más al chico de la moto. Le guiñaría el ojo e iría a su destino, el infierno....

El hombre tras haber hablado con Ted y relajar la situación con el muchacho, el cual se había incomodado ante la discusión de su madre con él, le invitó a que le acompañara para intentar vincularse con Miracle, asintiendo el joven y saliendo de la habitación, acompañando al músico

- Tardabas demasiado... - le dijo la mujer en voz baja- ... la próxima vez que vayas a tocarte solo tienes que llamarme..., hay cosas que es mejor dejar a la lengua antes que a las manos... - si quería su dosis de picante, allí estaba ella para acalorarle, quizás Bassman pensara que el niño sobraba.

Ambos se miraron a los ojos, esta vez la mujer estaba sentada en el sillón, si se desmayaba, caía en blandito. Y cuando Matt estuvo preparado usó su poder, cerrando los ojos... Fue al abrirlos cuando se miró a sí mismo, pero desde la perspectiva que ella estaba. El hombre había conseguido entrar en la mente de Miracle, veía lo que ella, sentía lo que ella, y podía mover su cuerpo. La mujer estaba claramente a su merced, pero como curiosidad, también sentía su propio cuerpo, aunque moverlo le desconcentraba, sabía que si se rascaba la nariz perdería la concentración y saldría de ella, la cual podía ser una marioneta en sus manos.....

En ese instante se abrió la puerta de la casa y una joven Lily Campbell llegó hasta el salón y se quedó mirando al hombre desconocido sin decir palabra...¿Qué haría Bassman?....¿Saludaría él? ¿O haría que Miracle saludara bajo su poder?....

El muchacho que trabajaba para la pizzería se llevó la peor parte. El chaval debía recoger las pizzas, conseguir que algunos policías pagaran su parte, y volver al negocio donde seguro su jefe pasaría el resto de la velada chillando y maldiciendo, pero algo había seguro, iban a haber denuncias de por medio, ahora que mojaran directamente a Kabulski ya sería otra cuestión.

El jefe miró hacia la puerta, comprobando quien había irrumpido de manera tan brusca en su despacho, y al ver al detective su rostro mudó a un profundo enfado, aunque contuvo sus palabras, posiblemente porque deseaba que las explicaciones fueran largas y convincentes.

- Pase Kabulski, pase.... y dígame el porqué estoy recibiendo quejas desde hace unas horas de otras comisarías sobre usted... Por lo visto, ha levantado un código rojo, dando su número de placa, avisando de un secuestro y un herido de bala... Varios efectivos policiales y una ambulancia se han presentado donde les dijo, no habiendo absolutamente nada.... Y además, también ha llamado avisando de un incendio, alertando a los bomberos... Veamos detective..., ¿a qué está jugando?.... La vida de muchas personas dependen de las fuerzas del orden, y parece esto un patio de colegio.... Dígame que usted no tiene nada que ver, y que alguien está usando su número de placa, ¡me cago en mi puta vida!...

No pudo evitar finalmente chillar, y es que no había nada peor que ser el hazmereír de otras comisarías de policía. Eso sin contar con el cabreo del hospital y el parque de bomberos que habían movido efectivos para una falsa alarma.

Malcolm habría podido aguantar casi cualquier riña del teniente sin siquiera inmutarse, pero lo que le contó esta vez le dejó helado. Una cosa era pedir comida a domicilio a su nombre, pero otra muy diferente era usar su placa para realizar falsas alarmas. Por primera vez en mucho tiempo, el detective se sintió totalmente avergonzado y cayó sentado en una de las sillas del despacho con la cabeza apoyada en sus manos. Se sentía agotado tanto física como mentalmente y estaba a punto de romperse, aunque pudo aguantar lo suficiente para no montar un bochornoso número en presencia del Teniente Lee.

-Lo siento... Consiguió articular después de un rato en completo silencio -Esta vez la he jodido de verdad. Mi cartera desapareció y no lo denuncié. Nada bueno podría salir de aquella confesión, pero ya no tenía sentido seguir ocultando lo que le había pasado. Aunque no mencionaría los detalles "sobrenaturales" -Estaba convencido de que la recuperaría antes de que acabase el día, pero... me equivoqué Estaba seguro de que el Teniente Lee hubiese dado cualquier cosa por haber grabado esa confesión, por haberle grabado tan derrotado sin su típico pasotismo. -Asumo todas las consecuencias sin ningún reproche. En otra ocasión habría hecho un chiste sobre entregarle una placa invisible, pero hoy no era el día para vacilar a su jefe -Si sirve de algo, el caso de las carreras ilegales está muy avanzado. Incluso tenemos la fecha y el lugar de la próxima carrera. No era el momento de callarse cualquier información que pudiese mejorar su situación, incluso si aquello significará que le retirarían del caso para dárselo a alguien más competente.
Malcolm ya no podía hacer nada más, excepto esperar un posible despido o peor aún, que le degradaran a vigilar el tráfico.

El efecto fue repentino... desconocía el porqué me resultó tan fácil acceder a la psique de Miracle en esta ocasión. Supongo que haber hablado de ello, o el ambiente relajado... la seguridad de que nada podía pasar... que me hubiese dado su consentimiento, o incluso la subida y bajada de hormonas que todos experimentamos hace escasos minutos... el caso es que el vínculo lo establecí sin problemas, casi de forma natural...

Me vi a mi mismo mirándome, podía notar cada parte del cuerpo de Miracle, y en menor medida, como en la distancia, mi propio cuerpo... lo más extraño era sentir lo que ella sentía hace escasos momentos... aunque traté de cerrar esa puerta, pues me parecía violar en cierto sentido su más estricta intimidad... miré hacia ambos lados y no vi que Ted nos estuviera mirando... probé a levantar los brazos, mover los dedos con rapidez, como si estuviese tocando alguna pieza de jazz... era todo muy extraño... se me ocurrió tocar mi propio pecho, levanté el brazo y toqué a Matt... era extraño hablar de mi en segunda persona... noté el contacto en ambos sentidos...

En esas andaba cuando de pronto vi que la hija de Miracle había entrado... quedándose mirándonos...

¡Hola! - dije, levantando la mano - Usted debe de ser Lily, ¿correcto? Soy Matt... ese tipo que puedes ver ahí al lado... - continué señalando mi propio cuerpo...

Samuel no pudo evitar sonreír al ver que la joven mostraba un claro interés en él y que lo abrazaba tiernamente al recorrer el corto trayecto hasta su casa. Seguía considerando que la edad era un serio obstáculo y que difícilmente podrían acabar juntos, pese a que hubiese muy buen rollo entre los dos y teniendo muy claro que, a diferencia de Mía, con ella sí había muchas posibilidades de que acabaran entre las sábanas. Era eso lo que el joven Johnson deseaba, tener a alguien tras su largo tiempo sin pareja con quién quien compartir buenos momentos, tanto a nivel afectivo como físico. ¿Era Lily la indicada o estaba cometiendo un grave error? Él 21, ella...¿13 o 14? 

Tras despedirse, acordaron verse el martes cuando la madre de la joven librase, aunque aquello suponía un problema, dado que esa misma noche era la carrera. Aunque le había dicho que sí a quedar para el día siguiente, para el martes no iba a ser muy buena idea si debía prepararse, poner la moto a punto, mentalizarse y aaanalizsr a sus rivales, apostar y todo lo que aquel ambiente movía. ¿Cómo iba a llevar a una menor a un evento como aquel? Era impensable, y no tardó en responderle dubitativo y rascándose el cabello con la mano libre, dado que la otra sujetaba momentáneamente el casco.

- Vaya, el martes por la noche soy yo el que tengo un compromiso y no voy a poder quedar... - le expresó con sinceridad tratando de observar su reacción. La joven parecía muy ilusionada de que le hubiese dicho que sí a volver a verse, aunque tampoco quería generarle una mala idea. Él no planteaba quedar para salir como pareja o similar, aún no la conocía lo suficiente ni sabía si aquello podía llegar a algo. Su interés era claramente para conocer a gente con poderes, aprender a usar mejor su poder y ver las posibilidades reales de extender o influir su poder con otros. ¿Sólo podría usar su poder en sí mismo o en otros? Lily casi había logrado hacerles invisible... Si ella podía llegar a lograrlo, ¿También podría hacerlo él mismo? Podríamos vernos un rato a media tarde del martes o ya para otro día de la semana. ¿Qué prefieres? La verdad es que me apetece divertirme contigo un rato y aprender a usar mejor nuestros poderes, creo que es posible llegar a extender nuestros poderes en el otro... Ejem, no quiero hacerte llegar más tarde, ya nos vemos... ¡Sobrevive! - Rió con complicidad ante su última palabra, para terminar allí el momento con la joven, que se alejó hasta su casa y le miró una última vez guiñándole un ojo. En verdad no aparentaba ser una niña, y eso le tenía sumamente confundido. ¿Era a diferencia de edad insalvable? Buenas noches

Una vez la joven se fue, Samuel quedó cerca del lugar aguardando la posible salida del novio de su madurez pero tras esperar un buen rato y ver que las luces del interior se apagaban, dio por hecho que aquel tipo iba a quedarse allí. Ya habría otra ocasión de conocer y descubrir a otras personas con poderes y quizá interaccionar con ellas. Había aprendido mucho aquel día, descubriendo entre otras cosas que toda la familia de Lily tenía poderes, también el novio de la madre, y que un tal señor Wright buscaba a gente especial gracias a la habilidad de la madre y supuestamente ayudaba a gente especial. ¿Le convendría averiguar algo más de ese tipo para saber si era de fiar? Samuel siempre fue muy precavido e inteligente, no dejando las cosas al azar...

Por otro lado estaba el tema de Kabulski. No sabía cómo lo estaría llevando en esos momentos, pero lo que estaba claro era que sus llamadas habían logrado su efecto. Iba a estar jodido si o sí, y aquello le llenaba de orgullo, pero fuese como fuese, era momento de regresar a casa, y puede que terminase por regresarle la placa si volvía a verle. Ya pensaría cómo... 

La actitud del detective Kabulski era seguido al milímetro por el teniente, el cual mostraba un claro gesto de disgusto, uno distinto a los habituales, más marcado si procedía, y es que perder la placa y hacer llamadas falsas provocaban un caos en la ciudadanía y consecuentemente, en el resto de las comisarías. Esta situación puesta en manos de sus superiores podía significar despidos y destituciones en el puesto.

- ¿Que lo siente?..., ¡¿Que lo siente?!.... - Iba a decir más pero se mordió la lengua para dejar que Malcolm se explicara, comprendiendo que al haber perdido la cartera, alguien estaba jugándole una mala pasada, y para qué engañarse, mejor era esta explicación a que uno de sus nombres se dedicasen a hacer el loco realizando llamadas. Lee se llevó una mano a la cabeza y la restregó contra la frente en actitud cansada -... Joder Kabulski, debería haberlo denunciado y tan solo habría tenido que pagar una multa, pero al callarse y mover tantos cuerpos generales, bomberos, ambulancias y policías de otros distritos tendré que abrirle expediente... - Y por la cara que puso su jefe, muy contrariamente a lo que aparentaba, aquello no parecía gustarle.

Lo que interesó a Lee fue el hecho de que dijera de que el tema de las carreras ilegales estaban muy avanzadas, prestando todo oídos a Malcolm, quitando la cara de perro que inicialmente le había dedicado.

- ¿Tiene fecha y lugar para la próxima carrera?.... Bien, bien, eso es algo... - queda pensativo -...No voy a mentirle, su expediente no es el mejor del mundo y con lo de la placa puede estar incluso a un paso de ser cesado de empleo y sueldo durante un tiempo... Traígame al organizador de carreras ilegales y le prometo que adornaré su expediente de tal manera que no suceda lo que puede que sea inevitable en la próxima revisión.... Pero hágame el favor..., ponga ya la denuncia oficial y pida otra placa... No la fastidie esta vez, su futuro laboral está colgando de un hilo... Puede retirarse....

Y dicho esto el teniente se dedicó a sus propio papeleo, dando la posibilidad de salida a Malcolm, dejando que solucionara sus problemas con la placa y otorgando una oportunidad extra que quizás a otro le habría negado. Y es que Lee podía ser extremo en ocasiones, pero Kabulski podía llegar a resolver un caso que particularmente le interesaba. Por eso se había librado.

Por suerte para Malcolm, la información que tenía sobre la próxima carrera ilegal era lo suficientemente jugosa para que le dieran una última oportunidad. Por ahora se iba a centrar en ese caso y dejaría la búsqueda de sus pertenencias para más adelante, o quizá se tendría que olvidar de ella para siempre.
Sin decir ni una palabra, Malcolm se levantó y abrió la puerta para salir del despacho de Lee y poner la denuncia de la pérdida de su placa. Con la mano aún en el pomo, Malcolm se paró un segundo para decir una última palabra a su superior -Gracias Dijo sin girarse y abandonando la sala sin esperar ninguna respuesta.
Una vez fuera del despacho de Lee, Malcolm puso la denuncia de la desaparición de sus cosas rellenando un informe en el que no incluyó muchas de las cosas que habían sucedido en el Dunkin Donuts, como la niña que se esfumó o las carteras que se intercambiaron. Después de poner la denuncia, Malcolm rellenó el formulario para solicitar su nueva placa, esperando que esta le diera más suerte que la anterior.
Con el tema de la cartera y la modelo demoníaca en pausa, toda su atención estaba ahora en capturar al organizador de carreras.

El contacto de Miracle con Matt se mantuvo en el tiempo. El bajista parecía estudiar las sensaciones que despertaban el meterse en otro cuerpo que no era el suyo y la locura que era tocarse a sí mismo como si fuera un elemento externo a su propia persona, si no fuera porque la mujer había hablado claramente de poderes quizás el bassman podría pensar que se había vuelto loco.

Y justo en ese momento llegó Lily, mirando de manera extraña la escena, ¿realmente estaba sucediendo aquello que decía el hombre? ¿su madre le estaba engañando?.... La joven ladeó la cabeza y miró de malas formas al bajista, como si fuera un insecto en un plato de espaguettis, y tras unos instantes de silencio se aventuró a decir:

- ¿Mamá?... ¿estás.... bien?.... - ella miraba a su madre y no el cuerpo de Matt que parecía lacio a su lado, denotando que el tipo le importaba bien poco -...supongo que este es tu novio.... - la verdad es que Matt no podía causar muy buena sensación en ese estado, y es que quien realmente había saludado era la madre -... parece..., retrasado.... - fue un comentario que mezclaba disgusto y una dosis mínima de maldad, la idea que su madre tuviera pareja, no le gustaba en absoluto, y bassman podría intuirlo -... paso de cenar, voy a acostarme....

Dicho esto la joven salió desde el salón hasta su dormitorio, cerró la puerta del mismo y se tumbó en la cama. Matt podría experimentar lo que deseara con el cuerpo de Miracle, la joven no iba a interrumpirles y tampoco saldría de su dormitorio mientras la mujer no saliera de aquel estado y decidiera ir a regañar a su hija por no haber aparecido por casa en todo el día, una conversación pendiente que resultaría tremendamente incómoda al bajista, pero que finalmente tendría lugar... Ya decidiría Lomenzo si deseaba o no presenciarla....