Partida Rol por web

Esta es tu zona privada donde puedes poner cualquier duda o anotación sobre tu personaje.

El capítulo 3 ha finalizado, lo que implica que durante varios meses has seguido con tu rutina habitual, descríbeme cómo ha pasado Malcolm este tiempo, ¿se une más a Lexi? ¿Se aleja de ella? ¿Conoce a alguien interesante? ¿Pelea con su jefe?...

Todo lo que incorpores de información puede enriquecer el próximo rol, ayudarte o perjudicarte, así que tienes cierta dosis de libertad inventiva que puedes plasmar a continuación.

Después de aquella comida en casa del señor Wright, Malcolm descubrió que era real que podía “empujar” objetos y personas sin tocarlas y no una alucinación provocada por el alcohol. Los siguientes meses pasaron sin muchas novedades en la vida de Malcolm, ya que solía acabar las noches en el bar de Lucius, bebiendo más de la cuenta y pensado mucho sobre los orígenes de aquellos extraños poderes. Más de una noche, Malcolm había descolgado el teléfono de la pared del bar, introducido unas cuantas monedas y marcado el número de teléfono de su padre para hablar con él, pero nunca había pasado del primer tono. Una noche estuvo a punto de hablar atreverse a hablar cuando su padre descolgó en seguida, pero las palabras no le salieron y colgó sin disculparse si quiera. Su padre siempre había sido el bueno y su madre la mala, o así es como él lo veía, por lo que sí le confirmaban que su padre había aceptado que hicieran experimentos con él cuando sólo era un bebé, seguro que sería un golpe demasiado fuerte para él. Muchas noches, el detective terminaba detrás del callejón del bar, borracho como una cuba, intentando mover algún objeto con su poder, aunque la mayoría de las veces acababa vomitando del esfuerzo. Pese a que su compañera también tenía un poder, Malcolm había evitado hablar del tema con ella e incluso intentaba pasar el menor tiempo posible a su lado. No es que le cayera mal, todo lo contrario, sino que se sentía atraído por ella físicamente y no quería seguir conociéndola para no pillarse por ella. Los precedentes no eran buenos, y había llegado a la conclusión de que no se estaba tan mal sólo. Aunque intentaba ser lo más profesional posible, al final siempre las cagaba de una forma u otra con el trato personal y eso sacaba de quicio a Lee, por lo que no había una semana que no acabase en el despacho del Teniente llevándose una buena bronca. También solía usar el tiempo que no trabajaba ni bebía en investigar a todos los presentes de aquella fiesta, y sobretodo a Samuel Johnson, de quien no se fiaba un pelo.