Partida Rol por web

Sometiéndote. Ahora mismo estás haciéndolo. Obteniendo un profundo conocimiento de la humildad en tejidos propios. Al acercarte a los jovenes, dejando confiadamente todo atrás, ellos te miran, y detienen con rapidez inesperada su charla intrascendente. Aún si te hayas acercado, causando un cambio focal en el sistema abierto, el joven que tiene la esfera eléctrica no pierde su concentración, manteniéndola en un mayor porcentaje tal como estaba, con ocasionales chispas que no distan mucho de su diámetro original. Al momento en que hablas, te escuchan con atención, mucha, quizá hasta demasiada, como diciendo "Que podrá querer esta niña genio con nosotros, pobres diablos", o al menos pudiendo dar esa impresión para que tu mente lo interprete así.

Finalmente, terminan por oirte, con una impresionante habilidad interlocutiva receptora, a lo que entonces, te responde, específicamente, el Joven de la electricidad.

Joven - Pues... No es muy fácil. Nunca lo es al comienzo. Pero después hay una forma...

Paulatinamente su electricidad disminuye, hasta llegar a punto 0. Su mano se encuentra normal, no cargada, con ningun ión. Sus dos amigos observan, y uno de ellos, el de sexo masculino, comenta.

Amigo - ¿Vas a enseñarle?

Amiga - Oohh...

Poco a poco, el joven comienza a cerrar sus ojos, manifestando una tranquilidad que se siente en el ambiente. Posteriormente, notas como empieza a inspirar, lentamente, sólo por la nariz, y luego espira, también por la nariz, esto causando que necesite concentrarse más y sienta mas fuertemente el paso de la energía a través del cuerpo.

Joven - Primero... Tienes que pensar. Tienes que imaginar que es lo que quieres lograr. Yo en este caso figuro una esfera, simple, hago su perímetro en mi mano, la "Dibujo" sobre mi palma...

Aún mantiene sus ojos cerrados al decir esto. Vosotros tres observáis, y tú en particular empiezas a percibir un leve cambio alrededor de la mano del jovencito.

Joven - Una vez que lo tienes, dejas de respirar. Al sentir la dificultad de estar sin aire en tu cuerpo, te pondrás nerviosa, y eso permitirá que vuelvas a necesitar concentrarte.

Notas como contiene la respiración. Ahí, las ondas salen muy rápidamente, muy fugaces, hacia varias partes. Sin embargo, rápidamente, el joven vuelve a respirar tras haber aguantado unos 10 segundos, y tensa su mano.

Joven - Finalmente, haces como si el poder fuese una "Parte de tu cuerpo". Sé que es difícil de explicar, pero funciona. Así, vuelves a imaginar, esta vez mirando el producto de tu poder, y...

Abre los ojos, y entonces, la electricidad se empieza a formar en una esfera, calmándose, y manteniéndose como está.

Joven - ...Voilá. Lo tienes. Al comienzo a mí me pasó igual. Un momento de nerviosismo me hizo necesitar controlarlo, y después fuí forzandolo, por decirlo de alguna forma.

Amigo hombre - O sea que en el fondo es como una habilidad más, ¿No?

Amiga mujer - Sí... Supongo que no te costará aprender, ne ^^?

Te dice a tí, con simpatía. Así, los tres te miran, formando un ambiente... Muy extraño.

Apenas han terminado de enseñarte, empieza a producirse en tí esta... Sensación.

Tus mejillas se ruborizan, aunque muy levemente, a medida que estás ahí. Tu notebook ni nada han estado en peligro, después de todo considerando que hay poca gente.

Mientras las chispas fluyen, y el mundo sigue avanzando...

Ahí contigo...

Nozomu Kitori.

 Kitori trata de comprender al chico, de imitarlo en sus acciones según él le explica. Trata de escuchar, analizar, incorporar y guardar en su memoria todo lo dicho, para posteriores recuerdos, para posteriores intentos.

Aunque a la vez que hacía todo eso, trataba de seguir los pasos dados según el muchacho se los iba diciendo. 

Concentrarse fue fácil, lo hacía constantemente. Podría concentrarse hasta en una discoteca con la música a toda pastilla, podría concentrarse hasta con Shiro susurrándole al oid...¿por qué coño pensaba eso? Bueno, el caso es que se concentró rápidamente.

El segundo paso fue más complicado. Si funcionase con fuego, agua, o algo tangible, realmente sería fácil poder "imaginarlo" y "dibujarlo" pero ¿qué cojones iba a dibujar ella? Sintió deseos de coger al niño por las solapas de la camisa y agitarlo mientras le chillaba que, precisamente, lo que ella no sabía es qué coño era su poder. Pero en vez de eso, respiró profundo, para calmarse, y volverse a concentrar de paso, y se imaginó que el chico no tenía dicha bola de poder que estaba imaginando y proyectando ahora mismo. Antes había anulado un poder...y dado que con objetos el nivel de acierto había sido cero, probaría, con cuidado, con personas humanas con poderes determinados.

Comienzo a notar un leve cambio, una leve variación átomo-molecular en al ambiente. ¿soy yo? ¿es él? aun no lo se...

Lo de dejar de respirar lo vio una gilipollez, pero lo de la tensión era fácil obtenerlo. Comenzó a pensar en lo frustrante que era tener que estar haciéndole caso a un niñato de los que hablan en la biblioteca cuando deberían estar callados. Pensó que ahora ella quedaba supeditada a tal engendro de la naturaleza, que, para colmo de males, era varón. Pensó también en que Shiro era imbécil y un desairado ¿qué se pensaba ese? Y al pensar en el chico del pelo blanco sí que se puso nerviosa...que con la rabia de pensar en estar aprendiendo de un mentecatillo que lanzaba chispitas, alcanzó el nivel de estrés necesario.

Y el último paso, ver el producto final...el niño sacó una bolita eléctrica, y ella...nada...pero al ver la bola, repitió desde el paso dos, y entonces se imaginó, dibujó que la bola no estaba, y se puso nerviosa porque ella seguía allí, desafiándola con su color azulado y su chispeante esencia, y deseó aun más que desapareciera como lo hizo la presión de Nazo...Hijo de puta Nazo de los huevos...

Mis cosas siguen en su sitio, yo noto cómo me coloreo, por no haber logrado nada. Todo esto es como una instantanea, una foto de un segundo en la que veo a los chicos mirándome...

¡Maldita bola eléctrica! ¡¡Apágate!!

"Talento: Habilidad facultativa, innata, o aprendida en el tiempo, que permite la ejecución de una acción en base a un paradigma, o a un sintagma determinado, incluso la mezcla de dichos"

Habilidad.

Facultad.

Aptitud.

Aprendizaje...

Todo aquello es lo que significa el Talento. Tu habilidad.

O algo parecido. ¿Lo sabes? Tu poder no son simples electrones producidos.

O incrementos de calor en forma de fuego.

O reduccion y densificacion termodinámica en forma de frío.

No. Tu poder es algo mucho, mucho mas complejo.

No es algo tangible. No es algo mesurable. No es algo que se pueda "Dibujar". No tiene aspecto, ni forma.

Prácticamente es como si no fuera un poder, sino una coincidencia. ¿Tal vez fué una coincidencia? ¿Nazo se debilitó, o confundió por alguna circunstancialidad? ¿Y quizá alguna falencia personal afectó al macarra que te molestó cerca del río?

Pero no. No te rindes aún. Tu voluntad se vuelve determinada a la hora de situaciones de inteligencia, de pensamiento, y de logro, como estas. Tu competitividad, o mas bien tu emprendedoridad, te mueven.

Ya habías alcanzado la tensión, el stress necesario. Siendo enseñado por unos criajos molestos y felices. No había amistad. Cualquier rastro de ella en el anterior segmento de existencia temporal... No estuvo ahí nunca, prácticamente. Tu enojo había empezado a afectar tu fisiología, comenzando por el SNA, y pasando a aspectos mas viscerales, que pasarían a estriales *, voluntarios. ¿Tu voluntad podría mover tu poder, quizás?

Y es entonces, cuando recuerdas a Nazo. A ese bastardo, a ese traidor de los suyos, a la Manzana Podrida, al responsable del Open Cut Case, que sin tí no se hubiese muy probablemente resuelto, gracias a tu inteligencia, y a tu absoluta presencia e influencia en aquellos momentos. Un pequeño flash pasa en tu mente, de su imagen, su sonrisa psicótica oculta bajo un sujeto bien parecido, pero enfermizo, putrefacto, opuesto polarmente a Shiro, que aún sin ser tan inteligente, era puro, bondadoso, un curandero. Sientes un mini-trauma al recordar al psicópata, que se apaga al recordar al sanador. Sólamente se ha estimulado la simpatía * en tu sistema. Lo cual ayuda bastante.

Miras la bola eléctrica, y te concentras. Concentrada estás. Tu mente enfocada está. Tu cuerpo prácticamente también. ¿Que es lo falta? ¿Acaso es que existe algo más? ¿Tiene que haberlo?

Si. Hay algo más. Tu Poder.

Poder que...

Produce efectos. O parece... ¡Parece estar intentándolo!

Prácticamente como si fuese algo... Algo separado de tí, pero agonista a su vez a tí, percibes su presencia...

Un tono plateado, muy leve, muy súbito, prácticamente como si no existiera, a medida que las imagenes golpean.

¡Pum! ¡Pow! ¡Plash! Nazo, Shiro, la situación en la que estabas en pos de aprender... Y otras ideas más.

Sientes como si ese algo, en forma de rayos, de ondas sutiles, lineales, y curváceas, amenazasen con envolver, rodear a la bola eléctrica...

Pero falta. Todavía hace falta. Tus ojos lo notan... O créen notarlo.

¿Sugestión? ¿Producto quizá de la imaginación? ¿Un dibujo hecho por tí para representar lo que sea que haces, que tienes, cual simbionte, contigo, interpretado neuronal, y luego visualmente?

Dejas de verlo. Ya no está. No sabes si cerraste tus ojos, o fué al parpadear, pero ya no está. No estuvo.

Sin embargo, al terminar... Sabes.

Tu mente, por sí sola, es suficientemente capaz de haber obtenido datos sobre tu propio Poder.

Porque quizá, una mente como la tuya, ya es equivalente a un Poder por sí sola, haciéndole peso a las bolitas eléctricas, o las llamaradas lanzables por cualquier Psíquico, o incluso pudiendo ser más.

Notaste... Que tu poder no es algo que "Quite" los poderes de otros, en el sentido literal de la palabra, que sería arrastrar, remover, traspasar a un lado a otro. Lo que hace, es tocar al poder en sí mismo, y disminuirlo, sin cambiar nada, sólo afectando directamente al portador.

Y además de eso... Tuviste la revelación. Faltaba una última parte a la definición de Talento. Lo habías sentido desde el comienzo, pero ahora, al descubrirlo, ha sido algo impactante.

Tu poder, lo que maneja, al manejar el talento, tanto genético, innato, como de aprendizaje, y práctica, la habilidad, y la facultad, así como la capacidad, no es nada menos...

Que la Evolución.

Sí. Tu... Tienes el Poder de...

Detener la evolución misma, como concepto completo.

Y retrocederla... A voluntad.

¿Que clase, de incomprensible habilidad, es la que la Caja de Schrodinger, te ha otorgado, aquí, en esta Ciudad?

Se esfuerza, mucho, muchísimo, de una manera que no es ni normal...y sin embargo...suspensa...¡¡¡PEOR!!! ¡¡¡CASI COMO SACAR UN CERO!!!

Mira a los chicos, seguro que se están riendo de ella, por ser torpe...no...por no saberlo hacer....¡pero lo ha visto!! ¡Era plateado! Y lo mejor de todo, lo ha....entendido. Aun así, ¿de que vale entenderlo si sacas un cero?

Vuelve a mirar a los niñatos...malditos críos...si no fuera porque ha visto su poder funcionar pensaría que se están riendo de ella dándole fórmulas erróneas... La rabia, las ganas de destrozar algo aumentan...no por los críos en sí, sino por su cero, por sus suspenso absoluto...por el poder que tiene y que no sabe obtener...

- Dis...disculpadme

Ya tiene todo lo que necesita, ya tiene los datos, la receta magistral para sacar un delicioso poder involutivo, capaz de poner a cero a los demás...un poder capaz de dejar planos a los demás...de apagar sus poderes volviendo al portador a cuando, sencillamente, no lo poseía. ¿Era eso, no?

Algo avergonzada, rabiosa, suspensa y herida, tomó sus cosas y fue hacia casa. No por el camino de siempre y eficientemente más corto, sino por uno algo más poblado y por lo tanto seguro. No quería encontrarse de nuevo con su agresor...

Iba mirando al suelo, ruborizada, como si todo el mundo supiese que estaba encajonada es su maldita investigación de la diabetes de los cojones y que, además, y para más inri, no había podido despertar su poder de forma consciente...voluntaria. Iba arreándole patadas a todas las piedrecitas que encontraba, pisando las hojas, creando "destrucción" a dosis cotidianas según iba pasando. Quería llegar a su casa y pegar unos cuantos gritos, y si estaba el viejo verde, chillarle a él lo viejo y lo verde que era...¡ohh! eso sí que la relajaría...

Apretó el paso.

Sentías esa... Tristeza.

Melancolía.

No, mas bien... Decepcion.

Decepción con un leve aliño de frustración.

Por no haber podido sacar tu poder.

Un extraño poder. Poder. Poder. ¿Que significa poder?

Nadie te lo ha explicado intensamente.

Ah, sí, alguien si lo ha hecho. Nadie menos que el Viejo Verde. Nomura-san. O Hayao-chan, para tí.

"¿Poder? Umm... Pues es lo que tienen los superheroes, ¿No? Pues... Hablando en serio... ¡En serio!... Poder es aquello que nace de uno mismo, para poder cambiar el entorno, y sus circunstancias ^^"

A su modo, te lo explicó de esa forma, en una de sus tantas charlas sobre cosas. Después de eso, claro, pasóa hablar de fideos.

Fideos, te apetecen. No has comido nada desde que estuviste en el salón Judgement del Sector 19.

Nada. Tu estómago se retuerce.

Pero eso no alcanza para una típica escena anime divertida. Sigues sintiéndote mal contigo misma.

Avanzas, causando mini-destrucción. Formas pequeñas de entropía concentrada. Quebrar hojas, patear latas que los Robots aún no hayan tomado. Y así.

Ves una tabla, posicionada justo de forma diagonal contra una pared. Fácilmente rompible por la posición de su masa referencial y su punto de resistencia. Sólo bastaría una patada.

Te tienta. Te acercas, y entonces...

¡Qrrrrrrrck!

Suenan dos cosas, de las cuales, la primera es...

Tu pierna. Tu tobillo. Te lo torciste, al patear mal ese tentador trozo de madera.

Trozo el cual ni siquiera se parte completamente, sino que solo a la mitad.

¿Podría estar peor tu mala suerte? Sientes como tu tobillo se hincha parcialmente, tras aquel intento de "Pequeña Destrucción", que termina golpeando contra tí.

Sin embargo, al hacer eso, lo tienes.

Tal como también dijo Hayao Nomura: "Una excelente forma de inspiración, es distraerte con acciones banales, o situaciones de aparente insignificancia"

Al mirar los trozos de tabla, salidos, las puntas, y fibras divididas, de cada lado de la madera semi-quebrada, lo entiendes, al mismo tiempo que sientes el dolor en tu tobillo.

"Toda fuerza que se aplique, será devuelta en igual mangitud, con un vector inverso"

Tu poder no sólo tiene que servir para Reducir y Devolucionar.

Sino tambien para Hacer Avanzar.

Al ver eso, te imaginas, que perfectamente, ese plateado amenazante y oscuro, podría ser un plateado brillante y generoso.

Podrías... Subir las habilidades, talentos, potenciales, capacidades, de otros.

Y sus Niveles. También.

Todo esto, a medida que sol está ya cayendo, y se hace, poco a poco, de noche.

Aquí, en Gakuen Toshi, ciudad de los descubrimientos...

Y de la ciencia.

 Sentía que quería matar a alguien, eso era exactamente lo que sentía Kitori...no literalmente, por supuesto.

El no haber podido ser más que unos niñatillos del tres al cuarto con sus rallitos y sus risitas y sus mierdas, el no haber podido sacar nada en claro de la maldita investigación de lo cojones....todo aquello te apretaba en el medio del cerebro y quería soltar el portalil, reventarlo contra una farola, gritar histérica, tirarse de los pelos y patearle a alguien la boca del estómag...no ¡¡¡QUERÍA PATEAR PANCREAS!!! maldito órgano alargado y con forma de racimo de mierda

"AAAAAAAAAAAAARG!!!!!!!!" Griataba su mente queriendo volverse verde, crecer hasta los dos metros y poder chillarle a todos que "hulkitori enfadada"

Y pará más inri, le venían las palabras de su sensei a al cabeza. ¿qué sabría del mundo un virgen de 30 años? ¿un geek como aquel que cuidaba de una niña que no era ni suya? ¡HAY QUE SER GILIPOLLAS! Que nace de uno para cambiar sus circunstancias y su entorno...entonces las ganas de partir mandíbulas que tenía ella ahora eran un poder...

Sí, según eso eran un poder.

Y mientras pensaba, la tabla, la tabla objeto de su ira irascible se aproximaba, y en la cabecita saturada de Nomozu-chan se dibujaba un plan magnífico, un plan estupendo. Y en su cara el dibujo era el de una sonrisa sádica. Y de nuevo su mente, dibujando malvadoserías. Mi estómago cruje, que le den por culo, yo me acerco a la tabla que será la vía de salida perfecta a mi mala leche acumulada. 

Tomo un poco de impulso, elevo mi pierna, una trayectoria estupenda pero...¡DOLOR! la tabla es dura como un trozo de piedra, un fallo de cálculo al no tener suficientes datos. Mi tobillo cruje y yo siento que me pongo completamente roja, a la vez que me voy sintiendo más y más y más y aun más imbécil...

- ¡¡¡ME CAG...!!! ¡¡¡JODER!!!!

La pobre se deja caer al suelo, con dos lágrimones enormes de frustración y dolor recorriéndole el rostro. Lloro en la calle y miro mal a quien se acerca a preguntarme si estoy bien.

- Claro que estoy bien!!! ¿¿¡¡no lo ves??!!

Se sujetaba el tobillo con ambas manos, mirando la maldita tabla, astillada, pensando en la fuerza que debería haber ejercido para que esta provocase la ruptura y no le hubiese "rebotado"...vectores, flechas en uno y otro sentido dentro de la misma dirección... Unos para delante, otros para atrás...

Espera...Delante y detrás...dos sentidos de una sola dirección...eso es...avance y retroceso...Ella solo había podido hacer retroceder el poder ajeno...puede que para hacer retroceder algo, para que fuese visible, este tuviese que estar en activo, pero...¿y potenciar otro algo? ahora mismo en su cuerpo había muchas cosas funcionando...tal vez...si le echase una mano a su sistema de regeneración, podría tener de nuevo su tobillo perfecto, si potenciaba los sistemas que curarían su tobillo...

Se quitó el calzado, el calcetín, mientras la noche se hacía con la ciudad, mientras la tabla la "miraba" con sus ojos astillados de tabla...Y ella se concentró, cerró los ojos, se imaginó la esfera en su tobillo, rodeándolo, incluyéndolo...siguió los pasos dados por el niño de los rallitos....tenía que poder curarse, que aumentar los sistemas de regeneración corporal....no era tan difícil, si se sabe como al menos, y ella lo sabía.

進

Shinka.

Progreso. Avance.

低

Teika.

Deterioro. Disminución.

Ambos conceptos eran tuyos, de cierto modo.

No, más bien. Lo eran. Lo sabías. Sólo te faltaba probarlo, de nuevo, empíricamente. Más pruebas, además de las que hiciste en el "Momento Cero", o Descubrimiento de la Teoría, con Shinishi Nazo, el Telekinético.

Más bien, a la mente, surgían ideas, ideas de preocupación, dentro de la pequeña, pero existente consciencia, consciencia moral, claro, que tenías...

¿Que clase, de incoherente, cuasi divino Poder era el que se te había concedido?

¿Poder sobre los Talentos? ¿No que Jesús hacía eso, sólamente? ¡Volvemos a las parábolas!

No. No hay Dios aquí. O más bien, no es el que se conoce "Habitualmente", sino otro.

Se llama Ciencia.

Porque es la Ciencia, el Único Dios. O más bien, si se aplica linguística correcta...

La Única Diosa.

Diosa. Una Mujer.

Tal como las mujeres eran las portadores reales de la divinidad, de la vida, del poder de crear de la nada. De generar absolutamente. Así mismo, la Ciencia, y tú misma, Nozomu Kitori, erais Mujeres.

Una Mujer, capaz de Manejar los Talentos.

Una que lo intentaría, tras haber descargado toda su furia.

Furia, por cosas pequeñas, como no haber podido ser mejor que otras personas con menos IQ que ella misma.

O por haber pisado una tabla y haber mal-calculado el impacto, dañándose así.

O por no haber, aún, descubierto un tratamiento propicio para la Diabetes Mellitus.

No. No eran cosas pequeñas. Sino mas bien acumulativas.

Así mismo, Kitori acumularía su fuerza.

Su pensamiento.

Su Poder.

Mirando su tobillo, concentrándose en la actividad metabólica necesaria, que sería la Aptitud a Mejorar.

Se demora.

Mucho.

Sigues mirando, imaginando.

Tienes todo el Stress necesario. Punto uno logrado.

Luego, cierras tus ojos. Proyectas Imágenes. Punto dos, en camino...

Finalmente, abres los ojos, y entonces dejas que la aferencia sensorial estimule la eferencia accional.

Punto tres... ¿Logrado?

¿Que viene después?

Nada.

Nada... Nada.

Nada. Nada. Nada... ¡No sale nada!

¡Absolutamente nad...!

No.

Algo... Algo... Sientes.

Muy extraño, proviene desde tu parte superior, como si serpentea...ra...

Si. Algo... Algo sale..

¡Algo!

Una especie de... Luz.

Un hilo, pequeño, tal como el que viste antes. Tal como el que casi salió en el momento en que el jovencito ese Aplicó la Electricidad en forma esférica.

Se dispara rápidamente hacia abajo, pero visible, con unos cuantos milímetros de grosor.

Tal como si fuese una corriente, pero no eléctrica, sino algo más. Mucho más complejo, más que incluso, energía pura, algo así como la entropía, pero aún más compleja. Casi difícil de imaginar posible.

Se dirige hacia abajo, llegando a tu tobillo, dando giros locos, sin tocar ninguna otra parte de tu cuerpo. Es exacto, es hábil, es preciso. Sabe lo que quiere, y donde lo quiere, o donde lo tiene que hacer, por tu propia orden. Supo destrozar a Nazo, invisiblemente, y al macarra ese cerca del río, sin demora, y con efectividad digna de un alto científico, experimentado, o un asesino profesional, de mafia.

Se posa entonces, como si se detuviese en seco, encima del exacto lugar donde te heriste, donde existe la inflamación. Ahí, se empieza a enrollar, como una cuerda, como un gusanillo cósmico, extraño, divino, pero no desagradable, sino mas bien informe, y sólo coloro. Forma la esfera que deseaste, perfectamente proyectada de tu mente, coherente, y cuerda, para envolverse en el área distal del hueso tibial, así como fibular. Lo que los mundanos, incultos, llamarían "Tobillo", junto a unos cuantos centímetros de lo que serían los huesos calcáneo y astrágalo, así como algunas partes de los metatarsos.

Tal esfera, se toma un poco de tiempo. Unos 5, o 10 segundos. No es instantáneo, pero parece ser que es porque le toma tiempo ajustarse, siendo tu primera vez usando el Poder de esta forma, y además, usándolo sobre tí misma.

Comprendes, con tu cabecita de genio, de niña genio, que al usarlo sobre tí misma, es menos efectivo. Pasaron los 10 segundos, y se fué. Casi como si no hubiese estado ahí, pero sientes como si hubiese "Calibrado las Configuraciones". Ahora... Duele menos. Bastante rápido. No es como la "Cura" de Shiro, que demora instantes para regenerar tejido de manera casi mística. Pero... Te sientes mejor, y calculas, que de aquí, a casa, y a la mañana siguiente prácticamente no sentirás nada, y la necrosis habrá desaparecido en un 40 o 50% más de lo que demoraría normalmente, sin esta "Ayuda".

Finalmente, te levantas. Victoriosa.

Y tu "Compañero", no Harry Pott Hayao Nomura, sino que Tu Poder, no se encuentra ahí, pero está presente. Lo sabes.

Shitteru. (*)

Ahora, a casa.

Aunque... Sientes que algo más pasó.

Pero no importa, realmente. O no parece importar, en este momento, tras tu victoria personal.

 Ahí estaba ella, concentrada.

Miraba su pie como si en ello le fuese la vida…de hecho, su vida, en un periodo corto de tiempo, dependía de ello, pues, si sufría otro fracaso más hoy pensaba que se iba a querer pegar un tiro.

Pero por suerte, aparte de sanarse su tobillo lo hizo su autoestima, su autoconfianza, su fe en si misma y en que ella, como siempre, podría lograrlo. Solo había que proponerselo.

No hay fuerza motriz más poderosa que la propia motivación. Ella lo es todo.

Sonrió cuando vio como su tobillo sanaba, fueron apenas unos segundos. Y cuando todo terminó, por fin, su risa se volvió llanto, un llanto feliz por haber logrado algo. Uno que la desahogaba del estrés de todo el día. Un llanto por haber conocido a Ku, a Tsugoku, a Nazo…por haber conocido a su poder, a Shiro, por no haber logrado ponerlo en marcha. Un llanto por el ataque del matón, por la frustración de su investigación parada, por el de no haber podido poner en marcha nada en la biblioteca.

Eran lágrimas por todo eso. Pero eran unas que, con cada gota, volvían a resetear la mente de la jovencita.

No podía asegurar cuánto tiempo se había tirado en la calle, llorando. Lo bueno de aquello es que, en una ciudad tan milimetrada como aquella, seguramente nadie le dijese nada, seguramente nadie se parase a preguntarle “oye, desconocida, ¿por qué lloras?” Era mejor así, porque ella no hubiese sabido qué responder.

Cuando se sanó, cuando lloró hasta empapar las gafas y cuando terminó e limpiar estas y recoger sus cosas, se puso en pie, se atusó la falda, y con la cabeza bien alta se fue a casa.

Sus ojos hinchados como tomatacos, sus mejillas rojas del llanto, los churretes de la cara, la falda llena de mierda y la camisa arrugada no fueron impedimento para ser la chica con la barbilla más alta de toda Gakuen. Cuando llegase a casa le pegaría una paliza al viejo verde y le enseñaría su nuevo poder. Y mañana…mañana iría a identificarlo, a ver qué coño tenía y como funcionaba…puede…nah, no iba a encontrar a Shiro allí, además, ese niñato se la pelaba.

Quería ir a casa, ducharse de nuevo, con el agua hirviendo, hasta que se le cocieran los ojos, cenar algo instantáneo y luego domir como una osa en la cama del medicucho con el que compartía casa. Hoy lo iba a hacer dormir en el sofá o con ella. Él decidía.

Pero primero había que llegar a casa…

- ¡¡¡TADAIMAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!!!

A medida que avanzabas a través de aquellas calles, sentías como tu tobillo se iba curando. No era nada mágico como lo de Shiro, aquel niñato en el que tu mente pensaba más que nada producto de los impulsos de tus glándulas secretoras hormonales, sin embargo ya estabas dejando de sentir el dolor. La inflamación se había empezado a reducir al menos un 60% más rápido de lo que haría normalmente, siendo estos minutos de ir a casa, quizá 10, o 20, suficienes para ya notar cambios, no instantáneos, pero sí decentes.

Finalmente, la puerta de tu casa. Una departamento agradable, holgado, no exagerado, pero de buena calidad habitacional para el bobo de Hayao Nomura, así como para tí, Nozomu Kitori. Una vez abriste la puerta, se pudo oir tu suave, y delicado grito por todo el espacio interno de la casa, justo después de que cerrases la puerta. No hubo eco, ya que era ilógico que lo hubiera, pero se sintió como si hubiese pudido ocurrir, debido a la fuerza de tu "Vocecilla de niña". Que no era para nada "-illa".

Pasaron exactamente 25 segundos después de la última "A" que pronunciante, del "Tadaima". Silencio sepulcral, aún siendo ya entrada la noche, terminando hace casi nada la tarde, siendo estos días de oscurecimiento tardío, en aquella bahía que consistía en Gakuen Toshi. ¿Acaso se había ido? ¿Acaso aún no estaba, este bastardo? Justo cuando el segundo 26 osaba por siquiera pensar en pasar por la línea universal y cuántica del universo completo, aún si fuese según la Cinemática del Tiempo, lograste oir, y percibir algo. Algo que reconociste al instante, ipso facto, casi sin gastar tiempo alguno físicamente.

- Ooooooooora ora ora ooooraaa~! Pero quee tenemos aaaquí-í! Si no es una jovencita... Una joven geniecita, ¿Taal veez?

Su voz, cantarina, su idiotez, absoluta, su ternura, indudable, sus pasos, saltarines, que se iban deslizando, cual movimiento de olas, con un sigilo notable, casi de ninja, pero sólo para estas ridiculeces que siempre te hacía, en pos de divertirte, se notaban, se oían, se palpaban. Sus pasos llegaban, y veías su sombra... Aparecer al lado tuyo. Aún si lo pudieses haber seguido perfectamente con la vista, o cualquier sentido, siempre, instintivamente, le dejabas "Aparecer"; al lado tuyo. O atrás, en este caso, dándote un masaje, y sonriendo, con su actitud melosa, boba... Y amable. Humana.

Nomura Hayao.

Nadie más que el mismo, en persona.

Sus manos masajeaban con la destreza de un científico y médico como él tus hombros, tensos, llenos de stress debido a todo lo ocurrido en... Todo aquel maldito día. Sin duda era relajante. Su rostro era una sonrisa, y un mar de agrado puro, y servicialidad hacia tí.

- Kitori-chwwan~ Me alegra que hayas vuelto... Hoy tuve un día bastante agotador... Pero ahora podremos relajarnos. Renté una película, compré palomitas de esas que te gustan con caramelo, y preparé todo para que pasemos una velada agradable antes de dormir~!

Su actitud era sin duda lo que necesitabas, un relajo. Su hablar rápido, sus caras, sus saltos, sus poses múltiples en varios puntos espaciales a tu alrededor haciendo gestos que pantominizaban el comer las palomitas, la película en un gesto de tomar el control remoto, y todo lo demás, hacían que te hiciese sentir en casa.

Luego, sin embargo, mas serio, se puso normal, sujetando sus lentes, y mirándote con su apuesto rostro de Harry Potter, para preguntarte, ya en su tono de voz normal, que no era menos dulce, pero si más enfocado, centrado, apropiado a lo que sería un científico de buen renombre,

- Kitori-chan... ¿Te encuentras bien? Te noto agotada... Sabes que estoy aqui para tí...

Sonrió, con un "^_^", ladeando levementela cabeza, para luego abrir los ojos, y esperar tus palabras. Por fin estabas en tu departamento, de vuelta, segura, y sin problemas, justo cuando se hacía de noche, una noche que suponías, duraría poco, al ser divertida. Sin embargo... Antes de eso, te mencionó algo más, elevando uno de sus dedos índices hacia arriba, y mirando también en dicha dirección, memorizando lo invocado.

- Oh, por cierto. Un joven vino, preguntando por tí. Mencionaba tener algo importante que hablar contigo. Tenía el pelo negro, desordenado, y unos lentes. No lo recordaba de ninguna parte, pero parecía serio y concentrado...

Movía su cabeza de un lado a otro, como un Metrónomo, tratando de idear más. Al parecer aquel "Conocido" no dejó ningún dato más, pero sabes que Hayao es bueno observando a la gente, así que probablemente fuese alguien importante. Sin embargo, su descripción. ¿Shiro? Pelo claro. ¿Tsugoku? Pelo en gran parte ordenado. Quizá si, fuese Tsugoku... Quizá. Pero ahora... Quizá otras cosas importaban más.

 El silencio inicial le hizo querer suspirar y matar algo, pero cuando escuché la voz de Nomura su rostro se iluminó como una lamparita de navidad.

Un ronroneo suave se escapa de sus labios cuando las manos de Nomura la masajean suavemente

- Palomitas y peli, es genial Nomu-chan. Eres un primor...ahí, ahí...justito ahí... Dijo señalándole una zona en el lado derecho donde debía insistir con sus dedos

Siguió el masajito, y ella sentía que podía tirarse así 24 horas seguidas sin apenas enterarse. Luego le pregunta por su ánimo

- ¿A mi? Bueno, he tenido un día duro...Unos Judgement me sacaron de clases para que les echase una mano con una investigación, al final resulta que uno de ellos estaba loco perdido y pocas si me mata antes de que lo encerraran, finalmente, en la cárcel o donde coño se lo llevasen. Luego vino la petarda de la china, que niña más pesada, por todos los Protones, y "vente a hacer deporte, vente a hacer deporte" ¡¡¡¿¿Pero quién quiere hacer deporte con el cansancio que provoca!!!?? En fin. Y luego vine aquí, dormí, y me fui a la biblioteca, y otra vez alguien que me quería atacar...atracar en este caso, y luego en la biblioteca no pude estudiar nada, y unos niñatos me sueltan cómo tengo que usar mis poderes. Es que tengo poderes nuevos, ¿sabes? Pero aun no los controlo del todo. Toma aire y se coloca las gafas, tiene una cara de cabreo que no puede tirar de ella. Y luego volví, me hice un esguince, pero me curé con mi poder y bueno, aquí estoy.

Suspira

- Y algo cansada también, la verdad.

Cuando comentó lo del chico hizo un par de gestos

- ¿Con el pelo negro así para abajo? ¿un poco emo? Entonces sería Tsugoku-san, uno de los Judgement...como el jefecillo o algo así de ese grupo...Aunque él no tenía gafas...

Se llevó un dedo a los labios

- ¿Quien coño tenía gafas? Dijo pensando en voz alta Solo él...pero tenía el pelo castaño, no negro... Miró a Hayao Ni idea. ¿No le preguntaste su nombre? ¿Ni te dijo como encontrarlo?

Nomu-chan, reducido a tal por obra y gracia, nada menos que tuya, acariciaba y frotaba exactamente donde le pedías. Al ser tú una persona con un hemisferio izquierdo muy, muy desarrollado, y utilizado, tus músculos del lado derecho eran los que más se tensaban, debido a un asunto de cruces piramidales. Nomuo es bastante bueno, además, al ser un experto científico, y conocedor de la anatomía, así como fisiología humana, haciéndolo además, con cariño, aparte de teoría, lográndote entrar en casi, casi extasis, pero sin que pierdas la cordura directamente.

- Así es, Ki-chwaaan~ Sólo nosotros dos~!

Una vez más, su voz cantarina inunda tus oídos, fluyen las ondas sonoras, llenas de materia, energía imperceptible, pero tangible, a través de tus canales auditivos, entrando posteriormente, tras complejos procesos, hacia tu corteza, siendo comprendidas. Sin embargo, cuando le cuentas de tu día, tan sólo te escucha, atento, sin dejar de masajearte, pero concentrado, hasta responderte entonces, sólo al final de tus palabras.

- Pues... No es tan malo hacer deporte... ¿Sabes? -Mira por sobre tu hombro, sonriente, y luego sigue- ¡Teclear hace bien para los músculos de los dedos!

Pronuncia bromista, sacando la lengua un poco, a lo que luego, terminado el masaje, con precisión métrica, logrando quitarte la tensión del lado derecho, se separa, gentilmente, separando los dedos muy de a poco, sintiéndolo tú, para luego avanzar por tu lado izquierdo, y erguirse, mirándote de reojo, serio, y algo triste, pero manteniendose calmo, para inspirarte calma.

- Sí, supe sobre el Open Cut Case. Aquel joven.. Obsesionado con justicia, contra malos científicos... Pensar que pude ser yo uno de esos ^^U!!!

Se soba la cabeza, la nuca, al decir eso, luego sonrie, buscando hacerte sentir mejor, y respondiendo a lo otro que has dicho, sobre tu Poder.

- Así que la pequeña, pero grandiosa Kitori-chan tiene un Poder... Pues me gustaría comprenderlo. ¿Inversión del patrón eventual? He oído algo sobre dicho... Podría investigar...

Se acerca, y de súbito, sin darte tiempo a reaccionar, te abraza, completamente, ahora de frente. Queriendo directamente ser tu apoyo, ante lo que pasó, con Nazo, con aquel psicópata, torcido en sus ideas, o más bien, en sus actos derivados de ideas. Porque dicen que, aún si cliché, el infierno está plagado en su camino con buenas intenciones.

Finalmente, ya mas calmados, o algo semejante, habláis sobre el chico que vino a visitarte. Nomu sigue abrazándote, o al menos dejando sus manos sobre tus hombros, mirándote al oirte mencionar al joven Tsugoku.

- Sí, llevaba lentes... Y tenía el pelo desordenado semi-largo, la piel clara, parecía algo enfermo al parecer, aunque no pude discernirlo muy bien, y tenía los ojos oscuros, negros... Además de ser delgado, aunque sedentario...

Nomu se pone una de las manos, la derecha, cerca de la boca, por el lado, mirando hacia arriba, viéndose todo lo torpe, pero pensativo, buscando analizar mejor al Joven que vino, fuese quien fuese. Tras eso, te miró, y pareció decepcionado consigo mismo, por no llegar a mayor conclusión.

- No... No tenía pelo castaño, no tengo id... ¡Oh, espera!

Hace un gesto de tronar sus dedos, a lo "Eureka!", para luego, sacar algo de su bata de científico blanca, un bolsillo. Sabes que es un desastre con sus cosas, y que si no fuese por adaptarse a tí y tu ejemplo, sería un caos dentro de un caos (Caos al cuadrado). Finalmente, saca un papel, y te mira, con el brillo de quién obtiene una respuesta, científicamente, en pos de ser util.

- Me dejó esto, creo que sería su número de teléfono, y también me dijo que preguntaras por N... N... NnNnnnn....

Hace un gesto exageradamente ñoño (Y para peor, natural en él, como tu bien sabes de conocerlo tanto tiempo), como apretando los labios con los dientes, y haciendo sonar mucho la N, hasta que lo suelta, cual pistón de maquinaria golpeando tras acumular energía mecánica.

- Norman! ¡Ahí está! Norman... Algo. Pero bueno. Supongo que quería algo im-pr0-rtante. Anyways, Ki-chwan, voy a preparar las palomitas!

Te da un beso en la frente, tierno, luego se separa, pone las manos en puños a los lados, con los brazos como en arcos, como cual personaje loco de series, o semejantes, y se dirige hacia la cocina. Faltaría sólamente que se moviese súper-rápido, y que un efecto de sonido a lo Loney Toons le acompañara. Pero la realidad no permite tanto.

Ya casi no te duele el tobillo, aunque sigue un poco herido, necrosado. Quizá mañana ya no habrá ni rastros de dicho, o quizá tu Poder tiene "Fecha de vencimiento aplicacional". Difícil es saber. Muchos factores pero al menos puedes moverlo sin sentir un tirón cada vez. Nomu prepara las palomitas, tarareando canciones bobamente, y tu misma tienes un papel en tus manos, entregado por el Doctor de Biofisiología y Neuroanatomía, el cual pone sólamente:

'N ぞ じてん み'

Al ver los escritos, notas que estan hechos algo curvados. Son varios kanjis de escritura lateral puestos con cierta angulación. Tu mente inmediatamente analiza y... Logra encontrar lo que dice. Realmente, y no lo que está puesto en apariencia. Sorpresa, un poco, al encontrar el mensaje, sólo para tí dedicado.

'Nozomu'

Tu apellido. Tu propio apellido. Te fijas bien, y tratas de encontrar si hay algún error. No, es aún peor de lo que pensas. Notas como las arrugas exactas del desordenado de Nomu lograron hacer que vieses el mensaje oculto. ¿Acaso predijo como arrugaría el papel? Ridículo. Aún alguien con tu capacidad mental no puede hacer tal insanidad, por observador que sea. ¡Ni en los mangas ocurre eso! Pero el mensaje en sí, como contenido, y no método de entrega... Tu apellido.

¿Porqué?

Nomu está por terminar las palomitas, preparando el caramelo, y teniendo ya el DVD, por lo que sospechas, del ruido que sale de la otra habitación, correspondiente a la tele, que emana ondas sonoras. Tal es el silencio que tu sientes, que hay en tu lugar, que puedes notarlo incluso, con algo del reflejo lumínico del mismo aparato ubicado en la habitacion anexa al salón donde están, y a la cocina donde está Nomu.

¿Que ocurre aquí?