Jacob sonrió al tipo que le traía el móvil con aire fúnebre. Le pareció incluso tierna la respuesta del operario. Si en verdad había algún tipo de inhibidor de señal, lo cual no era en absoluto descartable, este debía de tener una antena. Jacob no sabía casi nada de telecomunicaciones pero a priori se le antojaba que el modo en que debía funcionar un inhibidor de señal era, al fin y al cabo, el de saturar un rango de frecuencias para que ninguna señal pudiese darse... para lo cual, era por fuerza necesario una antena que emitiese una señal que efectivamente copase todo el arco disponible.
- Sígueme... - se limitó a decir mientras iba derecho de nuevo al puente de mando. Tenía varias cosas en mente pero para casi todas era necesario hablar con Dávila y Feelgood y hacerlo muy seriamente.
Pues eso... a la sala en la que todo comenzó.