Partida Rol por web

Entró jadeando y derrapando en la sala -¡Maten al avatar que esté usando Todd! Para conectarse al sistema tiene que usar un avatar ¿no? ¡Bórrenlo del sistema! Y al usuario de Feelgood- acertó a decir mientras se mantenía vertical agarrado a una columna de monitores. 

Inmediatamente agarró un teclado y se puso a ver qué podía hacer. El sistema sería desconocido, pero causar destrozos en un programa siempre era más facil de lo que parecía siempre que tuvieras acceso. -Denme acceso- Una vez estuvo en linea, abrió todo lo relacionado con la conexion de las interfaces y comenzó a programar diagnósticos, copias de seguridad, peticiones masivas de datos a la base de datos para ralentizar a la IA y todo lo que se le ocurrió.

Luego comenzó a borrar todo lo que se le ocurrió que podía ser vulnerable, comenzando por el perfil de usuario de Feelgood, siguiendo por el avatar que estaba usando Todd y acabando por las singularidades como la del aserradero...

El guardia embistió la puerta de metal con ayuda de Feelgood pero estaba claro que aquello sería inútil. Esas puertas no eran el epítome de la resistencia pero tampoco tan livianas como para caer abajo a empujones.

Era un camino conocido para Szorowsky. Parapetándose en la esquina abrió fuego contra el primer dron que se asomó para luego deslizarse a toda velocidad hasta la mesa de metal que los guardias habían llevado a cuestas para enfrentarse a las torretas. Mientras abría fuego de nuevo dio gracias por la idea tenida en su momento de rematar aquellos malditos drones. Los que salían ahora tenían que ser algún tipo de reservas que en su momento no pudo ver, pero si llegase a ser la oleada inicial las cosas no saldrían así.

De hecho ni en sus mejores sueños contaba con abrirse camino tan fácilmente, pero quizás el subidón de adrenalina estaba ayudando. Si no detenían a Brotzman ¿qué sucedería esta vez? Prefería no pensarlo. Corrió hacia el umbral de la sala del servidor. Esta vez no tuvo cuidado alguno y abrió fuego aprovechando que Demiurgo intentaría no dañar sus propios terminales. Acertó de lleno: los droides se movían más cautelosos por aquí mientras que Szorowsky se lanzaba de un parapeto a otro abriendo fuego sin piedad. Podía decirse que incluso disfrutaba viendo aquellos cacharros reventar en pedazos.

Y alcanzó de nuevo la sala del generador.

Otra vez.

Pero sería la última.

Jacob Szorowski tuvo que parpadear varias veces. EL esfuerzo había sido realmente grande y ahora jadeaba como un perro en verano. Estaba realmente agotado. Daba la sensación de que le separaban varios años de experiencia como agente de campo de su yo de aquella misma mañana. Hacía apenas unas horas, el agente Szorowski apenas había empuñado un arma contra un enemigo real en media docena de ocasiones. Como analista no se solía tener la oportunidad y él, poco amigo del trabajo que se hacía del otro lado, tampoco lo pretendía. Sin embargo el entrenamiento estaba allí, justo esperando para ser usado y, ¡qué demonios! Lo había usado perfectamente. Había derrotado a una inteligencia artificial descontrolada dos veces consecutivas.

La pregunta que cabía en aquel momento era más que obvia... ¿serían dos veces las suficientes?

Por lo pronto el joven repitió la secuencia que antes había conseguido enmudecer a aquel mastodonte digital... el panel central... los botones... la palanca... Era de esperar que el resultado fuese el mismo. Aunque... si Knight fallaba allí arriba el peligro aún sería real.

¿Cómo podrían sacar de la cabeza de Brotzman la "conciencia" de Demiurgo? Un pensamiento homicida le pasó por la cabeza en un segundo... ¿sería práctico intentarlo? ¿Sería seguro? Más aún... ¿sería barato?

- Vaya... - se reprendió a sí mismo. - Ya estoy pensando como alguien que trabaja para el "sector privado". - Rió.

Desandó sus pasos de camino al ascensor. Dudaba de su funcionamiento... quizá el apagado de emergencia lo habría interrumpido. Pero tenía que llegar arriba lo antes posible. De camino... como si de una vieja costumbre se tratase, un tic del que es difícil deshacerse... Jacob volvió a descargar sendos tiros en los drones de seguridad ahora dormidos. Ya había acabado con algunos de ellos pero no quería arriesgarse a un nuevo reinicio.

No tenía humor para un reseteo y vuelta a empezar.

Brotzman estaba casi fundido con el Demiurgo. Con la Realidad. Al alcance de la mano si es que llegase a tener manos. Pero no las tenía. Él era un cúmulo de datos.

Y entonces... Negrura.

En la sala central Chris tecleaba a toda velocidad, sobrecargaba el sistema con absurdas peticiones. Ayudado por Fisher creaban hilos de trabajo en bucles continuos. Cualquier cosa que frenase al Demiurgo. Rota ya la posibilidad de contenerlo estaban sobrealimentándolo. Todas IA operativa, todos los escenarios en marcha: huracanes, fuego, terremotos. Todos los procesos posibles para que aquella enorme computadora sobredimensionada sufriera calculando una Realidad colosal.

Y entonces... Oscuridad.

El guardia y Feelgood contemplaban con desánimo aquella puerta cerrada, planteándose que hacer. Entonces el guardia hizo lo que quizás tendría que haber hecho desde el principio: descerrajó dos tiros contra la cerradura para darle una patada.

Y entonces... Luces fuera.

Abajo Szorowski avanzaba en la oscuridad iluminada únicamente por las luces de emergencia. En su mano todavía sostenía el subfusil. Una sonrisa en sus labios. El ascensor no funcionaba y estaba agotado, pero con un último esfuerzo subió por las escaleras. Su risa resonaba a cada paso que daba. Puede que fuera un ataque de nervios tras la tensión acumulada. O puede que simplemente se sintiera como el único hombre el universo que había sido capaz de detener aquella locura informática.

Claro que el riesgo seguía ahí. Pero ahora le pagarían muy bien por vigilarlo. No había motivos para ser pesimista.

EPÍLOGO

—¿Qué ha pasado?

Todos los de la sala estaban pálidos. El director del proyecto reguló su sistema de latidos. La parte biológica de su estructura seguía siendo ineficiente.

—Que han estado a punto de entrar en la superconsciencia. Demiurgo sabe lo que sucede.

—Debemos cancelar eso. — dijo el subdirector —No pueden...

—Sabíamos los riesgos que corríamos si les dejábamos crear su propia simulación. Tenemos las pautas: 47% de posibilidades para este escenario. Quisimos comprobarlo y lo hemos hecho. Ahora una IA dentro de la IA es consciente de que todo su mundo es una simulación.

—¿Y las demás?

—Las demás pueden sospecharlo. Pero no tienen la capacidad de computación para comprobarlo.

—Debemos impedir que sigan con la investigación. ¿Qué ha pasado con el sujeto Brotzman?

—Es parte del Demiurgo. Cuando lo reconecten será... curioso. Añade un nuevo ratio de inestabilidad.

—¿Cuándo lo reconecten? ¡No podemos arriesgarnos!

—Claro que vamos a arriesgarnos. Todos los riesgos que tomemos no serán nada comparados con las probabilidades que tenemos en nuestra realidad. Las probabilidades actuales de que los recambios orgánicos nos permitan sobrevivir otra generación son de 10%. ¿Recuerda a alguien de la generación anterior Sujeto A-30-B3?

El subdirector se quedó en silencio. Las partes orgánicas de su cuerpo también empezaban a mostrar signos de decadencia y sabía con un 98% de certeza que las Granjas de Tejidos habían escalado cualquier posibilidad de resultar rentables frente al consumo de energía. Aún así no quiso rendirse:

—El planeta X293-332-234 podría...

—Las posibilidades de que X293-332-234 sea habitable son de un 30%. Si se alcanzase esa probabilidad aún quedaría cumplir la probabilidad de que podamos realizar el viaje con todas las generaciones actuales, que es de un 45%. En cambio trasladar nuestras instancias a la máquina tendría una probabilidad de éxito de un 90%. Tenemos energía para que la simulación soporte un tiempo estándar de 3 cronos, durante los cuales los bots harán su labor de mantenimiento.

El subdirector contempló de nuevo la holografía de la simulación. En una sala extrañamente anticuada un grupo de humanos totalmente biológicos se felicitaban por derrotar a la máquina.

—¿Nos adaptaremos a vivir en un entorno tan primitivo?

—Su forma de simulación es la más moderna que podemos permitirnos si queremos optimizar la energía. Nos adaptaremos. Quizás con el tiempo olvidaremos quienes éramos y creamos que siempre hemos estado en esa simulación. Y será una bendición porque 3 cronos es mucho tiempo pero no toda la eternidad.

—¿Ha pensado alguna vez en la posibilidad de que seamos a nuestra vez una simulación de algo mayor?

—Por supuesto. Estoy casi seguro de esa posibilidad.

—¿Y qué ha pasado con quienes nos observan?

—O están muertos o son parte de nosotros. Quizás en otra existencia fuimos los creadores de nuestra increíble simulación y los cronos han dado tantas vueltas que ya no lo recordamos. Pero ¿qué importa eso? El futuro de nuestra raza está en entrar en esta nueva simulación. Y creo que debemos darnos prisa. Debemos empezar con las proyecciones para controlar los sistemas. Demiurgo no puede liberarse.

—Estableceremos el protocolo del Mesías.

—Lo estableceremos. Probabilidad de éxito de un 80%. Probabilidad de transferencia de consciencias un 90%. Ratio de pérdidas 1/8.

—Es a lo mejor que podemos aspirar. Salvo que X293-332-234 resulte habitable.

—En tres parsecs lo sabremos, pero si lo es vamos a tener que tomar la decisión más complicada de nuestra existencia.

El subdirector suspiró.

—O quizás ya la hemos tomado hace muchos cronos y simplemente no lo recordamos...

FIN