Zúñiga se puso a pintar, en silencio; Edward se metió en la cabina, y León comenzó a subirse al escenario. Mientras tanto, tu has elegido sentarte aquí, frente a este documento. Es ahora cuando debes rellenarlo con tus impresiones: es un test de personalidad.
Comprobarás que algunas preguntan no tiene demasiada relación entre si, a priori. Espero que te ayude.
No muy tranquilo, tras muchos años en mi puesto he conocido la doble naturaleza de toda persona.
Realmente no me molesta. Es sólo un juego. Aunque, en el caso de investigar, aunque me lo tomo como una competición, realmente no me gusta perder.
Cuando nació mi primer hijo.
El último libro, "And Then There Were None" de la Reina del Crimen, interesante, aunque con un poco de investigación se podría haber deducido los hechos. Uno de mis favoritos, quizá por la proximidad de su lectura, sea "Los pilares de la tierra", de Ken Follet.
La típica anécdota de todo médico, cuando, una de esas primeras veces que entras en la morgue te encierran y tienes que pasar la noche en ella. Quizá fue ahí cuando me di cuenta que ése era mi sitio.
La muerte nos llega a todos, antes o después, por métodos naturales o artificiales y nada se puede hacer para evitarla. Vivo mi vida esperando que algún día llegue pero sin querer que llegue antes de hora.
Por supuesto que no. Soy una personas de ideas y convicciones fijas.
Pues he de reconocer que Queen es uno de los grupos que más me gustan, aunque quizás opte normalmente por música más culta como Beethoven, Mozart, etc. La época dorada de la música, sin duda, fue el romanticismo.
Nunca tuvimos que haber ido allí. Ha sido nuestra gran derrota y es una mancha que jamás nos podremos quitar.
Sólo cuando se requiere.
Nada. Podría querer parecerme más a esos de la televisión, pero no me serviría para mi trabajo. Los muertos y las pistas no se muestran a los guapos, si no a los inteligentes y con buen ojo. Eso es todo lo que quiero.
Sin lugar a dudas, el mayor enemigo de la humanidad es la humanidad. Es su propio cáncer. Poco a poco nos vamos matando y nos vamos destruyendo. Debemos de ser la raza más autodestructiva del mundo.
Más bien el presente. Siempre he vivido pensando en el presente y pocas veces pienso en el futuro. El pasado, pasado está.
Sí.
Teodoro parecía seguro de si mismo. De hecho lo estaba, o al menos su perspectiva de ver el mundo, la vida, y los acontecimientos que ocurren en éstos. Parecía un tipo conformista con la muerte, aunque era un tipo con ideas bien formadas e inamovibles. Bueno... casi.
El efecto de la pastilla comenzó a florecer.
Tras revisar el cuestionario una vez hecho, te diste cuenta que las líneas del mismo comenzaban a "bailar". Los renglones parecían torcerse a medida que pasabas la vista por ellos, y la habitación por la que te encontrabas comenzaba a moverse, girar, ¡darse la vuelta! La cabina, el caballete y el lienzo, e incluso el mismo Leon subido al esceanario parecieron esfumarse delante de tus ojos. Tu visión ahora era un remolino en tus retinas, llena de colores, imágenes cálidas y tranquilizadoras, con formas abstractas, difuminadas, petulantes y divergentes...
Seguias teniendo conciencia de tí mismo, de tu nombre y el lugar donde estabas, retenido. Pero por un momento, al echar de nuevo la vista sobre el papel, hubo algunas preguntas que tu mente "echó por tierra", es decir, en medio de la alucinación provocada por la píldora, te convecistes, sin saber como o porqué pensabas así, que eras una persona insegura, desconfiada en ocasiones, y que el sentimiento de gloria o de vencer no eran en absoluto a lo que aspirabas. Ganar o perder no era relevante. Además, sorprendentemente, mientras alucinabas, estabas totalmente seguro de que querrías ser otra persona... ¡no, no, no! Mejor dicho, un pájaro, un lagarto, o un ave que vuela, simplemente..., incluso la música de estilo clásico que te gustaba parecía no tomar tanta importancia como artistas posteriores en la historia. Tampoco Queen.
Incluso, en un momento preciso, parecías estar viajando temporalmente en algún intervalo de tu vida, con más alucinaciones sobre tu vista: te veías a ti mismo, siendo jóven...sin embargo, dichas imágenes no correspondían a cómo habia sido tu vida: una familia y una carrera de medicina no aparecían en tus recuerdos, y... ¿la carrera de policía? ¡En absoluto!, es más: te veías a ti mismo llamando "polizonte" a varios agentes, quitándole su gorra o incluso escupiéndoles...
Otras visiones que tuviste fueron contemplarte a ti mismo consumiendo drogas, escribiendo en innumerables hojas, o estudiando la carrera de cinematografía en la UCLA (Universidad de California, sede Los Ángeles). Pero tu recuerdo más placentero, fue sin duda, encontrarte en una playa de esa ciudad, en los Ángeles, tumbado en la arena mientras pensabas en que tras ese gran océano delante de ti daba comienzo una guerra (en Vietnam) que convertiría a la sociedad en los propios esclavos de sí mismos.
Este último recuerdo concordaba con tu visión "cancerígena" de la humanidad y la Guerra de Vietnam, sorprendentemente.
Parece que la concentración de la píldora hacía un gran efecto.
______________________________________________
Puedes interpretar si quieres, acto seguido, haz tirada de capacidad de deducción. (Sigues con la alucinación y no ves a tus compañeros, los cuales singuen en sus respectivo sitios).
"¿Por qué he respondido todo eso? ¿Qué me está ocurriendo? Estar aquí encerrado empieza a afectarme de algún modo... Eso lo tengo claro... ¿Y el resto? ¿Tampoco existían? ¿Será parte del efecto de la píldora? Pero, aún así... ¿Cambiar mis recuerdos? ¿Eso es lo que hacen aquí? ¿Experimentar con nuestros recuerdos?"- me levanto de la silla y miro alrededor.
Tirada: 3d10
Motivo: Deducción
Resultados: 1, 5, 6
Lo pongo aquí, ¿no? ¿O lo escribo en la otra escena?
Deducción exitosa.
Al levantarte de la silla caíste al suelo. No podias ver a tus compañeros, ya que el efecto de la píldora era muy grande... Podías ver mientras estabas tumbados puntos generales: La cabina negra donde estaba Edward como una mancha oscura, el lienzo blanco de Mª José como una pincelada más pequeña y una gran estructura poco definida, en la cual se encontraría León, aunque no llegabas a verlo por tu "divergencia mental"...
En esos momentos, fijaste la vista en un punto de la sala, y, sin saber porqué, comenzaste a repetir algo que habías deducido:
"Soy el Rey Lagarto. Todo lo puedo... todo lo puedo"
Llegaste a dudar si esa voz era tuya, o si simplemente los pensabas, resonando como un eco en tu cabeza. Fruto del golpe, instantes después comenzaste a alucinar aún más si cabe. Los colores se saltaban de tus retinas y te envolvía allí, en el suelo, casi debajo de la mesa, rodeándote mientras una sensación de calma te invadía. No pudiste ver más, todo te superaba. Acto seguido, parecía que habías perdido el conocimiento.
___________________________
Bien, vamos a esperar al resto. En breve actualizo todo. Ya pronto terminamos.