Partida Rol por web

Mira a los tres desde su posición.

- Sino tenéis más preguntas podéis iros, supongo que tendréis que prepararos antes de que la Vânâtoarea de comienzo - se levanta esperando a que abandonen la sala, no parece muy cómoda después de las discrepancias que había tenido con uno de ellos.

-Una vez se abrieron las puertas apenas pude ver dentro de la habitación, observando los otros dos individuos que había, una chica de cabello azul y otro que parecía vestido de un clérigo medieval, y el segundo sin más vino a saludarme, a lo cual estreché su mano mientras hacía un movimiento de asentimiento con la cabeza antes de presentarme.- Leonardo Santino. -Indiqué aunque sin lograr ver su rostro tanto la capucha como la oscuridad de la habitación, pero si notando la coloración pálida de su mano, llegando a mi mente una respuesta.- Nosferatu.

-Una vez este se fue a sentar lo seguí adentro, escuchando la conversación que tenían hasta que alguien más llegaba con el grupo, y una vez se abrió la puerta una sonrisa burlona se hizo en mi rostro.- ¿Acaso esto es un asunto de la Camarilla o será un espectáculo de fenómenos? Porque siento que desentono mucho -Pensé antes de sentarme un poco lejos de Guillermo y Diana, escuchando como estos se presentaban, por lo cual hice lo mismo.- Leonardo Santino, Ventrue. -Dije en voz alta mientras daba un ultimo vistazo al recién llegado, sin entender muy bien el porqué de ese casco.-

Vengo de España, Comenté a la pregunta de la brujah. No bebí de la copa, pues no tenía verdadera necesidad. La gula era un pecado que dominaba el mundo. ¿y vosotros, habeis viajado hasta aquí?, supongo que ha sido más facil que para mi.

¿Mr meme?, curioso apodo, he oido a jovenes utilizar esa palabra, aunque desconozco su significado, ¿es usted uno de esos memes?, ¿o se refieren a alguien enmascarado?, me disculpo si es una indiscrección,y aunque dicen que la curiosidad mató al gato, no creo que sea un dicho tan literal. Sonreí, haciendo una carantoña al animal que se situaba sobre mis rodillas.

Por último miré de reojo la situación con el ventrue, siempre me pareció extraña su obligación de beber solo cierta sangre, ¿contaría la anfitriona con ese hecho?, ¿cuanto nos conocen los que forman esta extraña velada?, alomejor simplemente niega la copa y no bebe. Era un grupo que me suscitaba tanta curiosidad, hacía años que no tenía esta sensación.

Asintió cuando los demás se fueron presentando.

—Yo vengo de América —dijo—. He llegado hoy mismo. Y sí... ¿hermano? —preguntó, señalando sus ropajes—. ¿Es así como debo llamarle? Bueno, en cualquier caso sí, soy uno de esos memes de los que habla. Con que mire usted un poco por la red, encontrará mi presencia distribuida por múltiples lugares. El misterio es parte integral de eso así que... de ahí el casco.

Se giró hacia Melanie, que le había parecido la anfitriona.

—¿Esperamos a alguien que no sea de los nuestros? Si no es así, para vuestra tranquilidad, me quitaré el casco. Reservo mi apariencia solo para la Estirpe.

Ella Divenchi vio que no había más que hacer de momento. La mujer había pensado que estarían todos los otros Vástagos luego pero tal vez no… o tal vez ellos eran los únicos que estaban en la prueba.

-Entonces me he de retirar, ha sido un placer corto pero placer al fin.

Sonrió y empezó a dirigirse hacia donde Melanie le indicará que podía quedarse. Su largo vestido ondea como niebla al moverse. Aun saboreaba la vitae de la copa que se le había brindado anteriormente.

Melanie se acerca a Ella y la aparta donde no puedan oírlas.

- Si necesitas donde quedarte hasta que puedas partir hacia el lugar en el Elíseo estarás segura.

Si Divenchi lo desea le será dada una habitación para que pase el día tranquila, sino le deseará suerte esperando volver a verla cuando el evento termine.

Guillermo está bien, supongo que aquí no soy sacerdote. respondí, alegre de que otros también guardaran su identidad, más cuando lo mostraban ante los nuestros, me veía algo identificado y eso no era común en los nosferatu. Qué se escondería detras del casco?, ¿un monstruo horrible, una persona normal?.

Me temo que me fiaré de su palabra, no dispongo de la red de la que me hablas, aunque si salimos de aquí con vida lo miraré, Añadí con complicidad, ¿Se refiere a lo que Jesús llama internet?, además de conseguir viajes baratos de tren sirve para ver gente, ¿por qué no me lo habrá dicho?.

¿Y el resto?, supongo que Santino no habrá hecho un gran viaje hasta aquí, y Diana, sin apellido, ¿de donde procedes?.

-Agradecida estoy de que me provea a un lugar donde quedarme.

Respondió Ella a la pregunta de Melanie. Su iglesia estaba lejos de allí, aunque en la misma ciudad; sin embargo el evitar el viaje sería algo positivo para presentarse a la prueba sin demoras.

Es que el rebaño solía pulular por las calles y los taxis también podían llegar tarde por más que una los pidiera con antelación.

La mujer tose interrumpiendo la charla.

- El tiempo vuela y tengo más grupos que atender, así que vayamos al grano, después podréis hablar todo lo que os plazca... fuera de aquí.

Da un sorbo a su copa esperando que todos estén prestando atención y empieza a hablar.

- La Vânâtoarea comenzará mañana por la noche - camina hasta la barra y desaparece tras ella agachándose sin dejar de hablar, regresa con algo en la mano, un mapa que extiende sobre la mesa de cristal - justo aquí, en La Sacra di San Michele*, que hace años que está abandonada. Deberéis llegar como ya he dicho mañana por la noche, el evento dará comienzo cuando el maestro de ceremonias lo considere oportuno.

- Y por cierto - parece recordar algo importante - no olvidéis llevar las cartas, sin ellas no os dejarán entrar. ¿Alguna duda?

Melanie se despide de ti dejando en tu mano una llave con un número de habitación.

- Te dejarán pasar - comenta en un susurro en tu oreja mientras señala a los de seguridad - sube la escalera de la izquierda y encontrarás tu habitación, suerte preciosa - besa tus mejillas y vuelve con los demás invitados.

Llegó a su habitación agradeciendo a Melanie la cortesía y se recostó. Sus ojos se cerraron y la vitae en su interior comenzó a obrar su magia vampírica. Esa que hacía a los Vástagos no envejecer y escapar a la Parca. Aunque ellos morían, Ella sabía aquello… el fuego, la plata, el sol… y tal vez el tiempo.

No era momento de pensar estas cosas. Debía reposar bien pues al otro día sería el comienzo de la prueba y deseaba estar preparada.

Ahora a descansar...

Allí no había mucho más que hacer. La supuesta ghoul parecía haber quedado algo turbada con la reacción de William, algo ciertamente comprensible, y la otra vástago decidió ser la primera en abandonar la sala. Johan se levantó para estirar su camisa y esbozar una sonrisa apurada de disculpa.

—Entonces yo también me retiraré por hoy. Os veré a todos mañana en La Sacra, espero verla a usted también señorita Melanie—. dijo el vástago antes de con un gesto de mano salir de aquel lugar.

Aquel William era un absoluto impresentable y tenía pocas dudas de su pertenencia al clan de los Reyes, siempre con aquel divino palo atravesando su culo para que no perdieran la compostura. Quizá si trabajaba lo suficiente esa faceta suya podía hacer que algún otro se alzara contra él, ya fuese rompiendo las normas o usando alguna clase de intermediario que dejase todo como un vacío legal.

La otra mujer era un misterio, pero un misterio que estaba seguro que iba a descubrir pronto. Con todo ésto dándole vueltas en la cabeza volvió al alojamiento que había cogido en Florencia: quería estar mentalmente descansado para la próxima noche, donde se aseguraría de ir lo más pronto posible a La Sacra para vigilar desde allí cualquier cosa o improvisto que pudiera suceder.

La forma, sin duda grosera, con la que estaba echándoles aquella muchacha, le molestó. Entendió además que no era el momento de ponerse cómodos, por lo que abortó el ademán que había hecho con las manos para alzarlas al nivel de su cabeza y quitarse el casco. 

Se quedó mirándola a través del cristal tintado durante unos segundos, pensando si debía ser sincero acerca de sus dudas, pero acabó por encogerse de hombros en silencio antes de dar un par de pasos hacia atrás, sin dejar de dirigir su mirada hacia la anfitriona. 

Gracias Melanie, una última cosa si no es mucha molestia, déjeme memorizar el mapa unos segundos. No dispongo de lo que llaman Internet, y ambos sabemos lo peligroso que puede ser que pregunte la dirección. Acabé sonriendo, después, miré el mapa, buscando el camino que me llevara de la calle del hostal, al lugar de reunión. 

Muchas gracias, dije a todos los presentes, visualizando si alguno de ellos salía a la par que yo, o detrás mío. Vamos pequeño. Le dije al gato para que me siguiera, parando un paso antes de abrir la puerta, para colocarme la capucha y la máscara. Había que disimular una noche más. 

-De hecho yo vengo de América.- Dije una vez estaban empezando a hablar de desde donde cada uno procedía, pero por mi parte fue una corta interrupción antes de que la señorita Melanie calló la conversación. Guardé silencio mientras ella comenzaba a hablar, y una vez extendió el mapa en la mesa de cristal me acerqué para ver el mismo.

Observé el mismo con detalle, tratando de memorizar la ruta antes de buscar en mi saco la carta que me enviaron, tanteando esta en el bolsillo antes de sacar la mano. -Yo si tengo una duda, ¿En promedio cuanto dura el todo este evento? ¿Será llevado solo en Italia o será alguna cosa loca la cual nos lleve a diferentes países?-

Tanto viaje para tan poco. Estaba molesto, este viaje había sido ridículo y todo para que una ghoul con el ego subido se ponga de mal humor.

Suspiro. 

-  Supongo que nos vemos mañana en la iglesia.- Esperaba que el evento de mañana fuera al menos, interesante.

- Según tengo entendido no tendréis que salir de allí, todo el evento se desarrollará en el lugar que os he indicado. Y ahora si no necesitáis nada más solo me queda desearos suerte, aún tengo por delante una larga noche de presentaciones, sino podríamos quedarnos toda la noche hablando, pero el tiempo apremia. En cuanto a la duración, no sabría deciros, lo siento.